Ramón Rodríguez, mejor conocido como El Teacher,
regresó hace pocos meses a la presidencia de la Asociación de
Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA), con la única aparente obligación de
hacer desaparecer la actividad en la ciudad de Santo Domingo. Habló, habló,
habló para no mostrar nada; lo señalamos cientos de veces, sin un programa
conocido a la luz de día no traía nada diferente dentro de las mangas. Todo
parece indicar que lo suyo era una enorme conspiración bajo el amparo de unos
“asesores” con los que nadie estuvo de acuerdo; juramentados para no hacer
nada… empezando por Alejandro Asmar Sánchez, también conocido como Chito, a
quien Rodríguez llama “mi papá blanco”.
Rodríguez |
Como político que busca exposición, pero de escasas luces
ha tratado de siquitrillar a todo el que disiente, refuta, arguye. Retaliación
es su actitud más sonora; no le ha faltado jamás un látigo para imaginar que
castiga a sus oponentes, pero la verdad, monda y lironda, es que se esconde
ante las imperiosas necesidades de sus obligaciones. Parece una conducta
aprendida de sus asesores; mucha espuma, escaso chocolate. En sus pocos tiempo
en el cargo, Rodríguez ha dado muestras de ser intolerante, insensible,
inescrupuloso, genuflexo, sectario, terco, inconmovible, impasible, pero sólo
para dibujar las líneas que le son trazadas aquí o allá, en Villa Juana o en el
ensanche Kennedy.
En el pasado torneo superior dejó fuera al Club Los
Prados, cuya responsabilidad recae sobre el pasado presidente de la entidad, Johnny
Marte. Los Prados no debieron volver, eso era una verdad a todas luces, pero su
expulsión fue un remedio peor que la propia enfermedad. Por la grosería, la desconsideración,
la lisonja, la marrullería. Un hombre a quien se llame El Teacher algún as escondido
habrá de tener; debería ser más que un embeleco.
Para la versión del 2014 ya anunció el regreso del
Mauricio Báez y la exclusión de Huellas del Siglo, El Millón y Mejoramiento
Social (BAMESO). Todos han sido contestatarios ante la actual gestión con justa
razón. El baloncesto parece marchar para un lado y la testa de El Teacher por
otra. Todo sin haber logrado el consenso de los actores de la versión del 2013, a los que presentó un
“informe financiero” del agrado colectivo.
El regreso el equipo de Villa Juana sería únicamente
para favorecer la barriada donde se le señala como militante y donde desarrolla
su actividad política. Además en pago de favores a su principal asesor el
periodista Leonardo de Jesús Heredia Castillo, mejor conocido como Leo
Corporan, de quien demás es corrector de estilo en el vespertino El Nacional.
El Teacher intentó el regreso de los mauricianos en este 2013, pero falló.
La negativa creo un profundo cisma en la institución
que preside Saturnino Martínez, un verdadero líder comunitario, y la presencia
eternizada de Heredia Castillo (Corporan), quien buscaba los derechos de comercialización
de la justa.
Para las elecciones de julio pasado, Heredia Castillo
se vio obligado a mantener como presidente de la entidad a Martínez, pese a
tratar de torpedear todas las iniciativas de los moradores de Villa Juana; el
proceso eleccionario debió realizarse en diciembre del 2012, pero Heredia
Castillo insistió tratando de presentar sus alfiles: ha tratado de que su hijo
Cesar Leonardo Heredia Guerra, herede la entidad de manera graciosa, se buscó a
José Luis -Boyón- Domínguez, se tentó a uno de los hijos varones de Nelly
Manuel Doñé, pero independientemente de sus virtudes y defectos ninguno tiene
la aprobación de la colectividad.
Huellas del Siglo ha sido uno de los equipos más
entusiastas de los últimos tiempos, inclusive ostenta un título de campeón de
la justa en una existencia de menos de un lustro, torneo del 2010. Representa el
populoso sector de Cristo Rey y por demás, con ciertas cercanías con la iglesia
católica. Ha labrado su participación a base de sacrificios y siempre presentó
conjuntos competitivos, hasta esta versión del 2013 cuando buscó una alianza
con el Mauricio Báez y después el tiro le salió por la borda o hicieron que le
saliera, pues las situaciones no fueron dilucidadas. El tiro de gracia lo
ofreció la contratación a mitad de campaña del dirigente Melvyn López que no
mostró ningún empeño en sacar el grupo adelante y como era rumor popular,
aceptó sólo para ganarse “unos chelitos”.
Sobre El Millón señaló que propondrá una alianza estratégica
administrativa, un término sin asideros, lo que demuestra el limbo donde se
encuentra Rodríguez; cuando la propia dirigencia de la entidad capitalina no ha
sido capaz de colocar sus números con claridad meridiana.
El Millón reúne toda la parte oeste de la ciudad, es
una entidad que desarrolla una labor permanente durante todos los meses del
año. Esta vez no contó con su principal prospecto, el alero Luis David Montero,
llevado a los Estados Unidos por Pedro Pablo Pérez, gerente de los Leones de
Santo Domingo, ni con su principal jugador nativo, el delantero Manuel Guzmán, también
miembro del conjunto escarlata.
¿Existió en este 2013 una conspiración programada contra
El Millón?... el baloncesto dominicano tiene mucha perversidad, pero los
actores se conocen al dedillo. No tengo la menor duda de que el trabajo de Onésimo
Acosta Lafontaine estuvo torpedeado.
Sobre el Mejoramiento Social con dos títulos en los
tres últimos años, 2011y 2012, le propone un receso de un año, para venir
fusionado con Naco, Los Prados, Arroyo Hondo y otros. Esta alianza sonaría
mejor con El Millón, por razones de cercanía y de composición social, pero
nadie estaría en disposición de armar semejante estupidez.
Cada equipo se ha manejado con independencia, mucho
más en sociedades menos carenciadas socialmente. Sería imposible fusionar Naco
con Los Prados o Naco con Arroyo Hondo o Los Prados con Arroyo Hondo. Para usar
un símil, una víbora se tragaría a la otra. Quizás recordar cuando el Mauricio Báez
trató en la década de los años de 1970, orientados por Heredia Castillo, al
Club Rafael Barias, usando sus jugadores y colocándoles miles de trabas para su
accionar con otros equipos. Algo similar ha tratado de hacer recientemente con
el Deportivo La Fe.
Agrega Rodríguez en su manipulación que el BAMESO
estaría debilitado al perder a los jugadores Gerardo Suero, Juan Miguel Suero,
Warner Díaz y Melvyn Richardson. Ciertamente estos últimos fueron formados en las
categorías menores de la institución de Villa Juana, pero nadie puede obligar
su regreso a la entidad. Son fichas adultas libres de firmar con el mejor
postor.
Martinete |
Lo único que ata a los jugadores con los equipos son
los contratos. Esto lo he repetido un millón de veces. En el país se violan con
excesiva frecuencia las disposiciones de la Federación Internacional
de Baloncesto (FIBA), tantos en los superiores como en la Liga Nacional de
Baloncesto (LNB), ante la mirada complaciente de la Federación Dominicana
de Baloncesto (FEDOMBAL). Ni el Mauricio Báez ni ninguna otra entidad que haga
baloncesto en el país pueden alegar el descontinuado derecho de reserva.
Hay sectores del deporte dominicano que pretenden
vivir en las cavernas. El Teacher Rodríguez es un instrumento de los elementos
más atrasados del deporte nacional. Como leí en el Facebook, y a lo que me adhiero:
“esta es una componenda labrada en la avenida San Martín número 236” ... si alguien pretende
hacerse el idiota le recordaré que ahí están las oficinas del señor Heredia
Castillo, donde Rodríguez acude mansamente todos los días.
La administración del BAMESO por parte de José Augusto
Castro ha sido señalada de muy exitosa; tiene fama de ser muy ahorrativo frente
a los jugadores pero honra sus compromisos al pie de la letra, no se esconde y
si en algún momento no tiene todos los emolumentos conversa con sus acreedores
y pide un plazo razonable. Nadie se ha atrevido a ausentarse de un partido, nadie
se ha atrevido a hacerle un escándalo y mucho menos un llamamiento de atención.
Alguna vez usted puede no estar de acuerdo con lo apretado de su bolsillo, o
con la contratación de sus jugadores, pero en su incursión en la actividad ha
sido un triunfador.
En última instancia, nada más vergonzoso que el apoyo desmedido
al San Carlos, equipo con muchísimas deudas atrasadas, que nadie pretende
honrar, donde nadie tiene la hombría de responsabilizarse, ni nadie saca la
cabeza con hidalguía; enésimas veces han contratado gerentes para acusarlos
luego de haberse quedado con el dinero de los patrocinadores. Lo mismo acontece
con el San Lázaro, siempre una rama de olivo tendida.
Pretender volver al pasado con los equipos originales
es un absurdo, el baloncesto cambió, la ciudad cambió, pero si así lo deseamos,
entonces que se tome un teléfono y se llame a Gustavo Eugenio Concha Villar y pidámosle
la resurrección del Eugenio Perdomo.
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