domingo, 18 de agosto de 2013

Trampas en el camino

Acabo de recibir la triste noticia de que un “técnico” dominicano está vendiendo los sistemas, muchos o pocos de Orlando Antigua, “los esquemas sencillos del coach Calipari”, por unos irrisorios pesos… (por supuesto, dolarizados), llamadas en todas las direcciones, timbrazos por doquier, aunque muchos de los responsables andan de gira con sus equipos… urge la localización de los directores técnicos de los equipos contrarios.

Si fuera “el enemigo público número uno del baloncesto dominicano”, especie puesta a circular por algunos miembros de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), llamaría a este malsano personaje y le pasaría todos los números celulares de los entrenadores que se darán cita en Caracas. ¡Los tengo todos, querido amigo!

Una vez en el Pre-Mundial de San Juan (1993), donde lucimos muy bien, pero como siempre nos quedamos fuera, se comentó algo similar y a uno de los técnicos de aquel entonces, lo quisieron linchar. Por cierto, ese evento fue el primero de Héctor Báez al frente de la selección dominicana.

¿De qué ha valido tan hermetismo?... ¿de qué han servido tantos secretos?... ¿por qué tanto miedo?... ¿dormimos con el enemigo?

¿Por qué y de una vez no se desenmascaran los verdaderos enemigos del baloncesto dominicano?... ¿cómo es posible que gente que está ganando un salario no es fiel con su empleador?... ¿cómo es posible que exista gente que caiga tan bajo?... por cierto, tres buenos amigos fueron desconsiderados a la entrada del juego de exhibición de República Dominicana contra Puerto Rico en el Palacio del Voleibol, incluyendo un inmortal del deporte dominicano.

¿Dónde están los valores y las prendas morales de la gente que pulula alrededor de la FEDOMBAL?... y eso, que el propio Antigua ha complacido todos los deseos de este carajo a la vela.

Desalmados sin alma que pretenden vender su sonrisa hasta la eternidad, como truhanes invictos. Esta canalla que pretende enquistarse en el mundo deportivo dominicano para siempre, utilizando las injurias, las calumnias y los comentarios homofóbicos, de la más baja estofa.


¡Sólo ha faltado que el propio Antigua se baje los pantalones!

Uribe, ¡coñazo!, atrévete de desenmascarar a los farsantes en lugar de estar viendo fantasmas donde no los hay.

Si las cosas son así, esta no es mi selección, no importa hasta donde lleguemos.


Si las cosas son así, definitivamente me bajo de la nueva era del baloncesto. Pero de que estaré mirando la pizarra, que no quede ninguna duda, ¡la estaré mirando!

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