Trampas en
el camino
Acabo de recibir la triste noticia de que un “técnico”
dominicano está vendiendo los sistemas, muchos o pocos de Orlando Antigua, “los esquemas sencillos del coach Calipari”,
por unos irrisorios pesos… (por supuesto, dolarizados), llamadas en todas las
direcciones, timbrazos por doquier, aunque muchos de los responsables andan de
gira con sus equipos… urge la localización de los directores técnicos de los
equipos contrarios.
Si fuera “el enemigo público número uno del baloncesto
dominicano”, especie puesta a circular por algunos miembros de la Federación Dominicana
de Baloncesto (FEDOMBAL), llamaría a este malsano personaje y le pasaría todos
los números celulares de los entrenadores que se darán cita en Caracas. ¡Los
tengo todos, querido amigo!
Una vez en el Pre-Mundial de San Juan (1993), donde
lucimos muy bien, pero como siempre nos quedamos fuera, se comentó algo similar
y a uno de los técnicos de aquel entonces, lo quisieron linchar. Por cierto,
ese evento fue el primero de Héctor Báez al frente de la selección dominicana.
¿De qué ha valido tan hermetismo?... ¿de qué han
servido tantos secretos?... ¿por qué tanto miedo?... ¿dormimos con el enemigo?
¿Por qué y de una vez no se desenmascaran los
verdaderos enemigos del baloncesto dominicano?... ¿cómo es posible que gente
que está ganando un salario no es fiel con su empleador?... ¿cómo es posible
que exista gente que caiga tan bajo?... por cierto, tres buenos amigos fueron
desconsiderados a la entrada del juego de exhibición de República Dominicana
contra Puerto Rico en el Palacio del Voleibol, incluyendo un inmortal del
deporte dominicano.
¿Dónde están los valores y las prendas morales de la
gente que pulula alrededor de la
FEDOMBAL ?... y eso, que el propio Antigua ha complacido todos
los deseos de este carajo a la vela.
Desalmados sin alma que pretenden vender su sonrisa
hasta la eternidad, como truhanes invictos. Esta canalla que pretende
enquistarse en el mundo deportivo dominicano para siempre, utilizando las
injurias, las calumnias y los comentarios homofóbicos, de la más baja estofa.
¡Sólo ha faltado que el propio Antigua se baje los
pantalones!
Uribe, ¡coñazo!, atrévete de desenmascarar a los
farsantes en lugar de estar viendo fantasmas donde no los hay.
Si las cosas son así, esta no es mi selección, no
importa hasta donde lleguemos.
Si las cosas son así, definitivamente me bajo de la
nueva era del baloncesto. Pero de que estaré mirando la pizarra, que no quede
ninguna duda, ¡la estaré mirando!
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