lunes, 26 de agosto de 2013

El Santo Cerro


Cada vez que el equipo dominicano salte a la pista en el Poliedro de Caracas, dentro de las jornadas del Pre-Mundial de Baloncesto, le pediré a la Virgen de las Mercedes que repita el milagro que les hizo a los españoles en el Santo Cerro. Lo he remachado varias veces, tenemos un grupo mal estructurado, mal orquestado y donde los intereses particulares han primado más que el nombre de República Dominicana. Así de simple.

Desde que se anunció la lista de los pre-seleccionados saltó la primera alarma. No estaban todos los que deberían haber sido llamados. Muchos dejaron caer sus “chinitas”, para joder o para defender lo más contrahecho de la actividad. Pedro Pablo Pérez, hasta ese momento responsable de esas instancias, incluyó sólo a los jugadores de su preferencia comercial; si usted quiere dar algún beneficio a la duda, agregue que colocó en la nomina a la mayoría de sus afectos, comenté que había desoído inclusive las observaciones del propio entrenador, Orlando Antigua. Después el derrotero ha sido conocido de todos.

A ver, repitan conmigo: incluyó sólo a los jugadores de su preferencia comercial.

Para el entrenador ha sido sumamente fácil, después, llegar a dominar el listado: las piezas se han descartado por sí mismas, y las pocas de las que hubo que prescindir las excusas han sido muy baladíes. No ha tenido que usar una sola neurona. En la carrera, más intereses comerciales, como la suma de Ángel Delgado, el delantero de 6’08 de estatura que acaba de firmar para Seton Hall University. El muchacho rubricó para esa institución y hasta ahí llegó su participación.

Los juegos de preparación han puesto en evidencia muchas cosas; lo primero y como siempre es que no tenemos un equipo, tenemos una selección, lo que no es ni será lo mismo jamás, aunque aquí todo el mundo se deja impresionar por las corrientes mediáticas, nada de observación. Estamos apostando, en los medios, al baloncesto de los que hacen puntos. Por ello, si no miramos la pizarra con claridad viviremos siempre en lo que pudo ser y nunca ha sido.

A ver, repitan conmigo: si no miramos la pizarra con claridad viviremos siempre en lo que pudo ser y nunca ha sido.

León Najnudel, uno de los más visionarios emprendedores argentinos y quien orquestó la liga de esa nación señaló una vez: “los clubes sin políticas deportivas y orden de prioridades se condenan al fracaso”. A la selección dominicana de baloncesto le ha faltado política y prioridades repetidas veces.

No hay excusas para SouthGate en su tercera aventura con el grupo, más que una buena imagen, patrocinios definidos y una logística casi a prueba de fallos, necesitamos los resultados que se nos han vendido.


Todo el mundo canta el objetivo español, el Mundial del 2014, pero con sólo cuatro plazas asignadas a este lado del mundo el camino es agreste, empedrado. Nadie nos dará nada a cambio y sigo pensando que nos resultará una cuesta muy empinada. En el camino se quedaron todas mis ilusiones; el discurrir me ha sobrepasado y si usted me pregunta ahora, qué tan cerca estamos de España, le respondería que lejos, muy lejos.

Antes del partido frente a los argentinos en la Copa Tuto Marchand se ofreció la nomina definitiva de los asistentes a la capital venezolana: Yack Michael Martínez, Francisco García, Eulis Báez, Edgar Sosa, Juan Coronado, Ronald Ramón, Ricardo Greer, James Feldeine, Eloy Vargas, Eduard Santana, Manuel Fortuna y Karl-Anthony Towns.

Héctor Báez, ex-entrenador nacional escribió lo siguiente: “Ricardo Greer y Ronald Ramón… Pittsburgh conection”. Yo añadiría: Eloy Vargas y Karl-Anthony Towns… Kentucky conection… ¡más bueno que es así!

Pese a sus grandes dotes como reclutador, Orlando Antigua se hace devoto de algunos jugadores, los rastrea, los sigue, les brinda oportunidades y lo llevan a cegarse frente a las realidades. Quizás las mismas condiciones le bastaron para incluir a su hermano Oliver como su asistente, pese a no haber sido anunciado con anterioridad. El menor de los Antigua es una distracción para el combinado, además de ser un payaso digno de circo de medio pelo.

El resto del cuerpo técnico también debió ser evaluado. Ninguno ha tenido situaciones de mando como tampoco están empapados del juego al que enfrentarán. Pienso que Ron Sánchez y Rod Strickland están muy lejos del baloncesto internacional y les costará un enorme esfuerzo aprender del vendaval que se aproxima. Strickland ya estuvo con Calipari, poco aporta y nada hace, ingresos veraniegos. La inexperiencia de todo este grupo pasará factura.

A ver, repitan conmigo: la inexperiencia de todo este grupo pasará factura.

La historia debería decirnos que desde el año 2005 los únicos jugadores que han estado presentes en casi todas las selecciones han sido Yack Michael Martínez y Manuel Fortuna, sobrepasando el rasero de todos los entrenadores. Martínez efectivo a la hora de capturar los rebotes, pero sus estadísticas muestran que su efectividad hace tiempo viene en declive. Fortuna se mantiene a base de grandes sacrificios pero sus especialismos pasan por la suerte del director de la orquesta.

Con Yack en tiempo limitado por la lesión en la cara y Al Horford ausente, la piña estará agria debajo de los palos. Towns y Vargas no tienen el “mollero” para mantener firme la defensa de los tableros y en la competencia real pasarán las mil y una. En la parte ofensiva demostraron que no tienen autoridad, por lo que sus anotaciones vienen fabricadas por quienes los asisten. En el lado defensivo, pasa otro tanto, la mayoría de los puntos contrarios llegan en la zona pintada. Sólo el ejemplo de los topes en Puerto Rico nos dice que nos convirtieron en la pintura sobre el 40 por ciento de la ofensiva rival.

Pese a que muchos los miran como dos fenómenos, “los pívot de la nueva era”, soy de opinión que necesitan trabajar en los fundamentos incesantemente para ser buenos jugadores de baloncesto y en la actitud frente al juego. Ambos protegidos de Antigua, Vargas no tiene la fortaleza mental para cargar con este equipo y Towns es un muchacho al que se le esta vendiendo una carrera que lo convertirá en inmortal.

Desde la banca llega el respiro de Eduard Santana, que con todas sus condiciones, su entrega, sus grandes logros, no es ya el jugador para iniciarse en una selección nacional. Un hombre maduro que se pasea a sus anchas por diferentes ligas, se llena de lauros, pero necesita el protagonismo de los clubes, pero aquí se enfrenta con piezas de mayor calado todos los días. Su aporte se observa disminuido. Quisiera estar equivocado y que el nativo de Hato Mayor nos brindara un evento por encima de cualquier expectativa.

De Ricardo Greer y su inclusión no diré absolutamente nada. Qué se puede opinar de un carajo que como señalé antes: “En el juego contra Canadá (Copa de las Américas, 2009), última parada antes de Turquía, se hizo pupú en los pantalones… en otras palabras, se le salió la mierda y con dos balones perdidos, graciosamente entregados a la defensa contraria. La historia se escribió como siempre”. Esta vez en Puerto Rico sólo mostró que la pólvora se le mojó hace rato.

Esta cita caraqueña podría ser el gran torneo de Eulis Báez en asuntos en blanco y negro, pero el muchacho con sus intangibles ha demostrado cada vez que es el más ético trabajador del grupo dominicano.

Francisco García, siempre una referencia, no estuvo del todo bien en San Juan. Todo el mundo espera todo el mundo de él. Necesariamente tiene que ajustar su puntería en Caracas (apenas 14.3 por ciento en la Copa Tuto Marchant) y ser determinante.

James Feldeine deberá mostrar todas sus condiciones. Tiene lance de distancia, buen manejo de la pelota y se espera sea una graciosa sorpresa dentro de este grupo.

De los armadores hay que apretar muchas tuercas. Edgar Sosa, Juan Coronado y Ronald Ramón. Cada uno ha terminado convertido en anotador y de la visión, de los controles del juego, de hacer llegar la pelota, del conductor de orquesta, del base, el piloto, del que arma las jugadas, de la mano que se extiende, pues dejamos mucho que desear. Veremos como se desenvuelve Antigua, pero tengo mis reservas.

¿Correcciones en el camino?... ¡ninguna!

Demostramos una vez más que estamos teniendo poquísima capacidad objetiva.

A ver, repitan conmigo: cada vez que el equipo dominicano salte a la pista en el Poliedro de Caracas, dentro de las jornadas del Pre-Mundial de Baloncesto, le pediré a la Virgen de las Mercedes que repita el milagro que les hizo a los españoles en el Santo Cerro.



1 comentario:

  1. Interesante y profundo. Muy objetivo, a veces agrio, como un limon. corroboro sus puntos de vista

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