Después que mis ojos se golpearan posándose sobre la
enorme mitomanía de Franklin Mirabal (Hoy, Ago.05.2013) me encuentro con el
anuncio de que la Liga
Nacional de Baloncesto (LNB) ya había proclamado un campeón
del torneo de mini-baloncesto que organiza con el apoyo de la Federación Dominicana
de Baloncesto (FEDOMBAL) y el patrocinio del Scotiabank. La justa se inauguró
apenas una semana antes (Jul.29.2013) y en tan escaso tiempo ya se conocía de
un vencedor.
La nota correspondía a la sección de Azua, en el sur
del país.
Inauguración Jul.29.2013 |
Como la semana anterior la había pasado prácticamente
en la carretera, dos viajes a La
Romana , uno a Santiago y otro a San Cristóbal, además de unas
reparaciones a mi vehiculo, pagar la nomina de la empresa bajo mi responsabilidad,
tomarme un cafecito con unos suplidores, pasé unos días verdaderamente
agitados. Reviso los diarios de fechas anteriores y en la edición del Listín
Diario de Ago.01.2013 me encuentro con la novedad de que La Romana ya tenía también un
triunfador.
Me examino internamente; inauguración el lunes en La Romana , paso por la cancha
al mediodía y hay un partido, sin publico, sin otros conjuntos a la espera; regreso
a las 3:40 de la tarde y me encuentro con las prácticas de la academia de
Héctor Báez, y el miércoles ya se conoce un superante en un evento de doce
equipos. Los cálculos no me dan por ningún lado. No hay manera humanamente
posible de eliminar en 48 horas a esa cantidad de equipos.
¡Cosas de la nueva era!
Por demás, las escasas fotografías exhibidas muestran
una pobreza enorme en todos los sentidos; no se captó la presencia de los
fanáticos y familiares de los participantes, no hubo cobertura de los medios de
las localidades donde se ha jugado, pero mucho menos una franela uniforme para
la mayoría de los niños. Es hacer un evento para enrostrar en el mañana que las
cosas se hicieron, que se cumplieron programas, que se labora para tener una
mejor disciplina en el futuro.
Es imperdonable que FEDOMBAL continúe realizando
justas sin sentido, que en nada contribuyen a la calidad futura de la
disciplina. Hay que retomar el trabajo que el organismo rector debe
desarrollar, difundir y expandir bajo marcos determinados, pensando siempre en
el crecimiento, en la organización, en el progreso, en la mejoría. Hacernos más
competitivos a lo interno y posteriormente tener una sólida presencia fuera de
nuestras fronteras.
El trabajo va más allá de la simple recreación; hasta
el momento lo único que se pretende es hacernos los graciosos. En este río
revuelto todos quieren pescar pecando, y nadie sabe el rumbo a seguir.
Este evento de categorías menores nada nos dejará.
Tampoco lo hicieron la
Copa Bicentenario Juan Pablo Duarte, la Copa Fronteriza ni
el Campamento de Mini-Baloncesto de Semana Santa. Eventos sin normativas, sin
objetivos claros, sin personalidad y sin presencia.
¿De qué nos sirvió la Copa Juan Pablo
Duarte?... solo para ver desfilar todo tipo de jugadores, hombres que deberían
estar pensando en su retiro enfrentando a jóvenes que no llegan a los 20 años
de edad. Ver las deficiencias de nuestros jugadores por la carencia total de
fundamentos, emplear muchachos que no tienen ningún futuro en la disciplina
sólo por ser del agrado del entrenador de turno, presentar atletas muy por
encima de 30 años de edad que han visto cumplir su ciclo pero que se mantienen
en las canchas impidiendo el surgimiento de nuevos valores, eternizar la
presencia de entrenadores sin la minima capacidad técnica y peor aún, sin el
mínimo interés de aprender lo básico y emprender un proceso de capacitación
progresiva.
Rafael Uribe |
No estoy negado a que exista un baloncesto recreativo
para jóvenes y adultos, pero tiene que existir un proceso indispensable de
iniciación para cumplir con nuevas aventuras competitivas; FEDOMBAL tiene que
implementar un programa honesto para un porvenir más brillante, de verdadero
desarrollo, algo que invite a pensar con seriedad que mañana contaremos con
mejores individuos y atletas más terminados.
Mientras no se entiendan cuales son nuestras
verdaderas responsabilidades tampoco estaremos en condiciones de asumir
nuestros compromisos como país ni frente al propio país; así la selección
nacional será siempre un fardo muy pesado, un titán con los pies de barro. El
ingeniero Uribe Vásquez tiene que entender que su responsabilidad fundamental
es dejar un mejor baloncesto, uno mejor al que encontró.
Además de todos sus adornos, Uribe Vásquez es también
militar, actualmente ostenta el cargo de coronel del Ejercito Nacional, en los
momentos adscrito a la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET),
por lo que más que nadie debería tener clarísimos sus deberes.
Si FEDOMBAL es solo un escaparate para escalar
socialmente, para agenciarse recursos o para buscar otras instancias, inclusive
políticas, esta administración está destinada a convertirse en fallida y no
habrá necesidad de buscar un Jacques Attali para que nos lo diga.
POR IRRESPONSABILIDADES COMO ESTAS ES QUE NO AVANZAMOS, MEJOR RETROCEDEMOS.
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