lunes, 12 de octubre de 2020

 
¡Vámonos que nos vamos!

Octubre 12 del 2020 / dos


La guadaña pasó en Oct.11.2020 llevándose a varias admiradas figuras, más específicamente a doña Ivelisse Prats-Ramírez de Pérez, educadora dominicana, y al segunda base Joe Morgan de los Rojos de Cincinnati, o mejor, de La Gran Maquinaria Roja, y al querido amigo de mi familia Cristóbal Federico Gómez García-Godoy, para todos, Freddy, propietario de Laboratorios Magnachem, su marca más conocida: Broncochem; fue un día aciago, para definirlo de alguna manera.
Los Suriel Vargas y el patrón, don Julián

 
Pasó y desprendió de la faz del globo terráqueo también (Oct.11.2020) a: Hugo Arana actor y comediante argentino (nacido en 1943); Mirza Mazharul Islam, cirujano y activista político bangladesí (nacido en 1927); Terry McBrayer, abogado y político estadounidense (nacido en 1937); y descarnadamente a Laura Salvo, de apenas 21 años de edad, co-piloto española de rally (nacida en 1999).
 
Pero en medio de toda esa tristeza que abate mi alma, mi querido amigo Nano Suriel (si hago la lista de los Nano en mi mundo más íntimo, sería amplia), uno de los pocos guardianes de mis confidencias, me recordaba que don Julián (Francisco Julián Suriel Feliz), su progenitor, trabajador incansable, emprendedor como pocos, llegó hoy a 92 años.
 
Primero de muchos aniversarios, más de 60 si la memoria no me traiciona, que pasa sin su adorable Gloria María Vargas Delgado, pero a su lado están Hugo Francisco, José Enrique, Laura Altagracia María, Fernando Antonio (Nano), y Sayonara del Carmen; nietos y bisnietos.
 
La última vez que estuve con don Julián fue también la última vez que asistí a misa, novenario de Isabel Fermín de Albert, justamente poco después de que se anunciara la presencia del primer caso de coronavirus en el país; concurrimos varios lasallista de nuestra promoción; y después de concluir la ceremonia religiosa el magnetismo de don Julián impedía retirarme del lugar, o de estar más cerca de mis compañeros; varios también terminaron participado en la tertulia. ¡Cuánta vitalidad, cuanta salud, cuanto buen humor, cuanta buena charla!
 
Al caer la tarde, me informan de la desaparición de uno de mis lectores favoritos, y por supuesto yo también de él y sus escritos, Edgar Omar Ramírez Read, profesor universitario, presidente de la Asociación de Baloncesto de San Juan, Director Regional de Deportes en San Juan desde los tiempos de Leonel Antonio Fernández Reyna, y amantísimo esposo de la inmortal del deporte dominicano, Dulce María Piña (yudo), con quien procreó tres hijas.
 
Estoy muy confundido este Oct.12.2020, busqué réplicas a mis interrogantes, chapoteo ahogándome en el desconcierto, sólo para encontrar una frase de Mario Benedetti: «cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas».
 
¡Maldita guadaña!... deja mi alma descansar de tanto abatimiento. Terminaras venciéndonos a todos, pero un espacio de sosiego no vendría nada mal.

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