martes, 28 de agosto de 2018


El triunfo 200 de El Manico

Agosto 28 del 2018


En Ago. 28.1970 el lanzador dominicano Juan Marichal obtuvo su victoria 200 en el Big-Show, esa noche recorrió las nueve entradas permitió una carrera, producto de un cuadrangular del receptor panameño Manny Sanguillen en el séptimo episodio, ponchó a cinco ante apenas 6,174 parroquianos en el Candlestick Park. Los Gigantes de San Francisco derrotaron 5 carreras por una a los Piratas de Pittsburgh.

El Manico toleró ocho indiscutibles, no concedió transferencias, y colocó su marca en 9-9, a esas alturas de la campaña exhibía una inusual efectividad de 4.22.


Los Piratas colocaron en el campo a Mateo Alou en el prado central (bateó de 4-2 y exhibía promedio de .291), Dave Cash en la intermedia (4-1), Roberto Clemente en el jardín derecho (4-1, con promedio de .362), Willie Stargell en el prado izquierdo (4-1), Al Oliver en la inicial (4-0), Sanguillen detrás del plato (4-1), Richie Hebner en la antesala (4-2), Freddie Patek en las paradas cortas (3-0). Utilizaron a Johnny Jeter como emergente (1-0). En la colina de los sustos dispusieron inicialmente del diestro Bob Moose y siguieron el zurdo Joe Gibbon, el derecho John Lamb y el también derecho Bruce Dal Canton.

Moose lanzó cinco completas, enfrentó dos bateadores en la sexta, aceptó 7 inatrapables, permitió 4 carreras, todas limpias, dejó a 2 contrarios con la carabina al hombro y transfirió a otros dos. Cargó con la derrota, y colocó su marca en 8-9. Gibbon trabajó un tercio, se le envasaron tres hombres que le batearon con libertad, permitió la otra carrera de los oponentes. Siguió Lamb con dos tercios, sin libertades, y finalizó Dal Canton que laboró dos entradas con dos ponches y dos bases por bolas, una intencional a Frank Johnson.

San Francisco colocó en el terreno de juego a Bobby Bonds, en el right-field (4-1, bateaba en ese instante .304, se robó su base número 41 de la estación), el cubano Tito Fuentes en la segunda almohadilla (4-2, su triple número seis frente a Dal Canton), Ken Henderson en el center-field (2-0), Willie McCovey en el primer cojín (3-2, incluyendo su doble número 30 de la campaña contra Morse), Dick Dietz como receptor (4-2, empujó dos y llegó a 95 esa campaña), Jim Ray Hart en la antesala (3-3, bateaba para .311, remolcó una y alcanzó su vuelta 28 al hogar), Al Gallagher entró como reemplazo en la esquina caliente (1-1, su doble número 13 de la campaña contra Dal Canton), Frank Johnson en el left-field (3-1, remolcó una y alcanzó también su vuelta 28 al hogar), Hal Lanier en el short-stop (4-0).


El partido tuvo como arbitro principal a Al Barlick, auxiliado por Ed Vargo (1b), Dick Stello (2b), y Dick Tremblay (3b).

Cada salida de Marichal llevaba enormes esperanzas a la nación dominicana y en los escasos medios de difusión había un toque de queda absoluto. Los Gigantes habían mostrado destellos de un gran juego durante todo el 1970, pero su marca de ganados y perdidos no les acompañaba 65-63; los fanáticos no esperaban una carrera profunda en camino a la post-temporada. Concluyeron la estación con 86-76, terceros en la División Oeste de la Liga Nacional. Sus dirigentes fueron Clyde King (19-23) y Charlie Fox (67-53). La gerencia corría en manos de Horace Stoneham.

Bonds intervino en 157 partidos y más de 100 juegos también acumularon McCovey (152), Dietz (148), Henderson (148), Willie Mays (139), Lanier (134), Fuentes (123), Ron Hunt (117, jugando mayormente en la intermedia), y Gallagher (109). Hart saltó al terreno en 76 ocasiones, Johnson (67), Bob Heise (67) que jugaba como short-stop, segunda y tercera base, el jardinero Bob Taylor (63).

Sus 165 películas de vuelta completa los coloraron en el cuarto escalafón de la temporada, fueron primeros en la casilla de dobles conectados (257), primeros en carreras anotadas (831), primeros en transferencias recibidas (729), terceros en slugging (.409), cuartos en visitas oficiales al plato (5,578), sextos en imparables (1,460), sextos en bases robadas (83), novenos en ponches (1,005), decimos en triples (35).

Marichal terminó la campaña con marca de 12-10 y efectividad de 4.12, 14 juegos completos en 34 salidas, 33 como iniciador, 242.2 entradas lanzadas, 128 carreras permitidas, 111 limpias, ponchó 123 y transfirió a 48; el derecho Gaylord Perry se apuntó 23 triunfos con 13 derrotas y efectividad de 3.20, 41 aperturas, 23 juegos completos, 5 blanqueadas, 328.2 entradas. Rich Robertson tuvo 26 aperturas y marca de 8-94.85; el zurdo Skip Pitlock, 15 aperturas, acumulando 5-54.66; Frank Reberger, 18 aperturas, 7-8 y 5.57; Ron Bryant, 11 aperturas, 5-8 y 4.78; Mike McCormick, también lanzador del brazo equivocado, 11 aperturas, 3-4 y 6.20.

Colectivamente el conjunto fue tercero en juegos completos (50), onceavo en efectividad (4.50), octavo en ponches propinados (931), duodécimo en hits permitidos (1514), duodécimo en carreras permitidas (826), y octavo en bases por bolas concedidas (604).

Ese año Los Piratas terminaron con marca de 89-73, primeros en la División Este de la Liga Nacional, pero no avanzaron a la Serie Mundial al perder la Serie Divisional frente a los Rojos de Cincinnati. Fueron dirigidos todo el camino por Danny Murtaugh, tuvieron como gerente general a Joe Brown y usaron el Forbes Field y el Three Rivers Stadium.

Cincinnati compiló esa campaña marca de (102–60), y tuvieron como rivales a los Orioles de Baltimore que bajo las riendas del pintoresco Earl Weaver lograron 108–54. Baltimore ganó la Serie Mundial cuatro juegos por uno. En el Clásico de Otoño por primera vez hubo un árbitro afroamericano en la figura de Emmett Ashford, y también por primera ocasión se jugó en grama artificial, cuando los partidos uno y dos se efectuaron en el Riverfront Stadium de Cincinnati.


Fue también la última ocasión en que todos los encuentros de la Serie Mundial se jugaron de tarde, tercera ocasión que un equipo después de colocar las acciones 3 por 0, pierde el partido cuatro, evitando la posibilidad de una barrida, pero ganó el quinto juego: había pasado anteriormente en las ediciones de 1910 y 1937. Fue además la última ocasión, hasta el 2017, en que los dos equipos llegaban a la Serie Mundial habiendo obtenido al menos 100 victorias en la serie regular.

En la campaña del 2017 los Dodgers de Los Ángeles llegaron a la Serie Mundial con 104 victorias alcanzadas, su mejor registro en el calendario regular desde su traslado a la costa oeste de los Estados Unidos por la Liga Nacional, era además si decimonovena presentación en el Clásico de Otoño; los Astros de Houston habían dejado su marca en 101 triunfos, el segundo mejor registro de su historia. Houston se quedó con el clásico, por primera vez en su travesía que se inició en 1962 como Houston Colts 45’s, después de que la serie se extendió al máximo posible.





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