jueves, 1 de diciembre de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 305: De muy mal gusto en El Caribe
Dic.01.2016        

De muy mal gusto la caricatura de la fecha de El Caribe (Dic.01.2016) retrotrayendo la figura de Luis Clemente Posada Carriles, respecto a la situación que vivió el equipo de futbol brasileño Chapecoense, donde perdieron la vida 76 personas, todas ligadas al deporte, incluyendo la tripulación.

Posada Carriles, nacido en Cienfuegos, Cuba, en 1928, residente en Miami, con nacionalidad venezolana, estudiante de química, alguna vez relacionado con Fidel Castro Ruz, está considerado por el FBI (Buró Federal de Investigaciones, por sus siglas en inglés) como responsable intelectual del atentado contra el vuelo 455 de Cubana de Aviación en Oct.06.1976, donde perdieron la vida 73 personas, incluyendo el equipo cubano de esgrima y cinco norcoreanos, apenas despegaron de Barbados.

Posada Carriles es sindicado también como responsable de los atentados con bombas realizados en 1997 contra varios hoteles de La Habana. En el año 2000, Posada fue detenido y encarcelado en Panamá por haber planeado el asesinato de Castro Ruz durante la Cumbre Iberoamericana que iba a celebrarse en el istmo. La presidenta Mireya Moscoso le indultó, en su último acto de gobierno, en 2004.

El FBI recibió del gobierno cubano, en el año de 2005, 51 carpetas con reportes sobre la financiación de la FNCA (Fundación Nacional Cubana Americana) para ejecutar los atentados, así como grabaciones de 14 conversaciones telefónicas de Posada Carriles que revelaban detalles sobre ataques en la isla. Además se entregaron datos para localizar al terrorista, como direcciones de sus residencias y lugares que frecuentaba en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y República Dominicana. Entre los documentos había 40 fichas de cubanos emigrados residentes en Miami presuntamente ligados a ataques violentos.

El periodista español Juan Jesús Aznarez escribió en El País (Ago.31.2004): “el químico Luis Posada Carriles, de 76 años, huele a pólvora y muerte desde la fallida invasión a Cuba por bahía Cochinos, en el año 1961. Tiene la mandíbula desarticulada y la cicatriz de un balazo junto al corazón porque en el negocio del plomo y la trilita se da y se recibe. Proclamándose patriota contra la tiranía castrista, adiestrado por Estados Unidos en el cebo liberador, colocó una bomba en una nave de Cubana de Aviación, en 1976, y asesinó a sus 73 pasajeros. "La CIA nos lo enseñó todo... todo. Cómo matar, hacer bombas... nos entrenaron en actos de sabotaje", declaró, hace seis años, al diario The New York Times. "Castro no cambiará nunca, jamás. Nuestro trabajo es proveer inspiración y explosivos al pueblo cubano".
Posada Carriles

La lucha contra la dictadura cubana, según reiteró siempre Posada Carriles, todo lo justifica: desde la asociación con el hampa y asesinos, hasta la voladura en pleno vuelo del avión que trasladaba a casa a los compatriotas deportistas, entre ellos el equipo juvenil de esgrima. "Yo soy un combatiente por la libertad". Le ayudó en aquel combate aéreo Orlando Bosch, su émulo en una cruzada que aprendió las cuatro reglas en la doctrina de la Seguridad Nacional de Estados Unidos de los sesenta y en los cuarteles de Fort Benning y Tampa.

Posada Carriles se siente estafado porque Washington no atiende el eje de su propuesta política: el lanzamiento de una bomba nuclear sobre el malecón habanero y la instauración de una verdadera democracia. Veterano de la Brigada 2506 de bahía Cochinos, nada le arredra. Las autoridades cubanas le implican en los más de 50 ataques, secuestros, asesinatos y cartas bomba contra funcionarios, embajadas y propiedades cubanas en Argentina, Perú, México, Brasil, Costa Rica y Ecuador.

El químico de Cienfuegos apoyó activamente las dictaduras militares latinoamericanas de los setenta, y los 30,000 desaparecidos del Cono Sur o las sarracinas de los espadones centroamericanos le dejaron frío, cuando no complacido.


¡Nada más que decir!

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