miércoles, 31 de agosto de 2011

Mar del Plata, día 2

Al Horford

Se cumplió contra Cuba, sin llevar el pie hasta el fondo del acelerador, desplegando una ofensiva adecuada ante un oponente que no termina de reenfocar su baloncesto, esconde algunas figuras por temor a más deserciones y dista mucho para volver a ser quien una vez una potencial mundialista. Un buen espectáculo frente a nuestros vecinos antillanos, mocerío inexperto, con variantes, pero lo que de verdad importa empezará a deshojarse contra Venezuela.

Había que arrancar, pero los puntos contra los cubanos se borraran para la segunda etapa, de aquí en adelante hay que agenciarse por lo menos 11 tantos para estar en las semifinales y tener la posibilidad de acceder a Londres 2012, tarea no imposible contando 7 partidos. En Puerto Rico, hace dos años, nos quedamos en 10 unidades, empatados con Canadá.

Una diferencia de 30 puntos, en una fecha inaugural, no amarga a nadie, pero esa fortaleza deberá estar presente ante rivales de mayor envergadura.

En la jornada hubo otros 2 partidos que se definieron también por 30 o más puntos. Abismales diferencias entre equipos que solo los diferencian la estructura, las inversiones del momento y las capacidades dirigenciales.

Jack Martínez
Al Horford fue el mejor en la casilla de anotación por los dominicanos y definitivamente tendremos que convencernos que es nuestra primera arma ofensiva. Jack Martínez cumplió con un doblete en anotación y rebotes; Eulis Báez se mostró como pieza fundamental para cualquier aspiración. Edgar Sosa fue superior en su posición e invita a soñar, aunque desde esta fecha se enfrentará a rivales con mayores herramientas.

Criticable que Manuel Fortuna haya sido el último de los dominicanos en saltar a la cancha. Pese a mis consideraciones sobre su participación y aporte, es junto a Martínez el jugador con mayor presencia con los colores del país desde el 2005.

El equipo se fue a la pausa ganando 38-19, amplió ventaja 69-37 al cierre del tercer periodo, pero se relajó en la parte final, perdiendo ese último cuarto. Haciendo del último segmento un laboratorio sin hoja de planificación.

Dominicana deberá seguir ajustando, la defensa aérea no existió frente a los cubanos, los viajes a la línea de libres dejaron para decir y poco a poco se deberá encontrar un tirador efectivo detrás del arco.

El amigo Sebastián Ciano describe las acciones; “si bien le costó tomar ritmo, a medida que comenzó a crecer la injerencia de su máxima figura, los de John Calipari se hicieron fuertes y minimizaron a los de la isla. En la primera etapa del encuentro el dominio del que hizo las veces de local fue de menor a mayor. En el primer cuarto Dominicana comenzó “tieso”, como sintiendo que los ojos de América y del mundo basquetbolístico estaban sobre ellos”.

“Calipari no logró que sus dirigidos plasmaran sobre el flotante ese estilo de penetración constante que lo caracterizó en su carrera (la “Memphis Attack”); No encontraban tiro. En primer lugar porque sus ofensiva carecía de movilidad, al tiempo que Francisco García estaba bien custodiado por Pérez Arango y Horford no encontraba su lugar en la pintura gracias a los esfuerzos de Torres y Luis Haití. Asegurándose los rebotes en su propio tablero y encontrando algún resquicio en la defensa de su rival Cuba se adelantó 6-2. Pero el primer segmento contó con un punto de quiebre que se dio a falta de 5:36 para el final, con el primer triple de García. Luego lo sucedió uno del recién ingresado Eulis Báez para que Dominicana comenzara a crear un parcial que terminaría siendo de 16-2 para irse al primer descanso arriba 18-8”.

“En el segundo cuarto Cuba pareció salir más decidida: en cinco minutos ya había marcado casi la misma cantidad de puntos que en todo el primero (7). Sin embargo, los de Ariel Amarillo comenzaron a cometer muchos errores (12 en el primer tiempo) y empezó a crecer la figura de Horford. Cuando el ala pivot de los Hawks se metió en el juego se terminó Cuba. El gigante clavó 6 puntos consecutivos hundido en la pintura para que su equipo tome el control definitivo del juego. Terminó con 14 la primera mitad. Así se fueron al entretiempo ganando por 38-19”.

Si el segundo cuarto fue el momento en el que República Dominicana se había adueñado del trámite del juego, en el tercero no solo confirmó la tendencia, sino que produjo un monólogo dentro del rectángulo. Había un solo equipo en la cancha”.

“Un comienzo más que aprobado para República Dominicana, que ya tiene un ensayo para tomar como referencia y mediante el cual puede comenzar a pulir aspectos del juego para tratar de tomar la mejor forma posible, y ser esa amenaza que asoma”.

El mito de los lances libres para los dominicanos no es tan ofuscante, tampoco es la perfección. En el Centro-Basket 2010, 60.7 por ciento (112-68); Pre-Mundial 2009, 73.3 por ciento (135-99); Centro-Basket 2008, 69.6 por ciento (102-71); Caribeño 2007, 80.0 por ciento (85-68); Centro-Basket 2006, 61.4 por ciento (114-70); Pre-Mundial 2005, 72.7 por ciento (165-80); y Centro-Basket 2004, 72.4 por ciento (76-55).

A segunda hora, Venezuela, con un sólido Greivis Vásquez, peleó con Brasil hasta lo último en un buen esfuerzo por producir la primera sorpresa la justa, sin embargo, la efectividad de los brasileños se impuso en el momento de la verdad para salir con una victoria. Los venezolanos se impusieron en los tres primeros cuartos (26-25; 44-39 y 69-66), pero cayeron en una serie de impresiones en la etapa final del cotejo y dejó ir un marcador que llegó a estar 74-68 a su favor en el último cuarto. Brasil, arremetió en el ataque y recrudeció su marca para disminuir al equipo vinotinto que venía mostrando un buen juego colectivo, orden en las acciones, oportuna rotación del balón y rendimiento en el cobro de tiros.

Martín Candalaft escribió: “no fue para nada fácil el debut para Brasil. La cara de Magnano mientras recorría los pocos metros que separan la cancha del vestuario lo decía todo. Sus dirigidos ganaron y punto. Nada más. Lejos de conformar dejaron muchos aspectos a corregir. Venezuela también cometió errores aunque mostró una imagen completamente distinta a la de los amistosos previos. El Preolímpico empezó con todo y con este partido quedó claro que los partidos fáciles en Mar del Plata no cuentan”.

Tiago Splitter que selló el triunfo de Brasil tuvo un magnífico encuentro al aportar 17 puntos, 11 rebotes y seis asistencias, seguido de Marcelo Huertas con 16 tantos y siete asistencias. Vásquez cargó a los venezolanos con 26 puntos, siete asistencias y cuatro rebotes.

Argentina apabulló a Paraguay por 84 – 52, jugando a medio gas, y reafirmó su condición de favorito. Los parciales resultaron 27-8, 18-15, 24-17 y 15-12.

Paraguay cayó en gruesos errores que obligaron a su entrenador, el español Arturo Álvarez, a buscar alternativas donde no las había. La defensa paraguaya resultó pobre y lentos fueron sus desplazamientos en el rectángulo a la hora de atacar. Argentina encontró campo fértil para el trabajo de sus estrellas.

El conjunto argentino jugó sin dos de sus figuras referentes, el escolta Carlos Delfino, con una tendinitis en su tobillo izquierdo, y el pívot Fabricio Oberto, con una lesión que lo mantendrá al margen al menos hasta el viernes en el dique seco.

Carlos Rosa Rosa, enviado de El Nuevo Día, describe así la victoria de Puerto Rico: “fue una ejecución de alto nivel. Y así lo reflejan los números: 47 puntos del banco; 56 por ciento en lanzamientos de campo; 39 rebotes; y 25 asistencias. El resultado final: una aplastante victoria por 33 puntos. Alejandro 'Bimbo' Carmona aportó 16 puntos y Daniel Santiago sumó otros 15 tantos para darle a Puerto Rico una cómoda victoria 99-66 a los panameños”.

“La falta de un armador bonafide en el conjunto panameño fue evidente. Los jugadores del perímetro presionaron defensivamente a Danilo Pinnock y Gary Forbes, y el trabajo rindió frutos. Ambos se combinaron para lanzar de campo de 32-8, sumando apenas 24 puntos.
Pinnock hizo solo 10. Panamá no se vio organizado ofensivamente en toda la noche. Y el técnico de Panamá, el boricua David Rosario, no tenía más alternativas en el banco. Los jugadores del banco no están a este nivel. No puedo rotar jugadores, dijo Rosario a la conclusión del encuentro”.

Para la jornada de la fecha solo hay una posibilidad: ganar. Por un momento, los venezolanos nos sacaron de manera contundente de cualquier posibilidad de avanzar en este tipo de eventos, pasó en México en 1989, con aquel famoso equipo que le ganó a la selección de Estados Unidos, 109-102; se repitió en San Juan en el 1993, 85-78; y que decir de aquel doloroso fracaso en Montevideo, 1997, después de ganar la primera mitad por 17 tantos, para ver el marcador diluirse hasta un 85-80.

En el 2005 se les ganó 87-63 y la historia se reeditó en el 2009, 78-73.

Hay que recordar que el dirigente venezolano es el conocido técnico Eric Musselman y no hay dudas que para este encuentro destilará su mejor veneno. Conoce a los jugadores dominicanos al dedillo, tiene fresco su recuerdo y tuvo una preparación a honesta, probando variantes y ensamblando una escuadra que está en renovación.

Venezuela ha jugado mejor cada día, ha lavado su cara y el encuentro de ayer frente a los brasileños es nuestra de ello, por lo que llegan con energías renovadas y sintiéndose capaces de desplegar una buena labor sobre el tabloncillo.

Greivis Vásquez
La demostración de Greivis Vásquez fue elocuente, pero detrás se asoman un David Cubillán, el escolta José –El Grillito- Vargas; la media cancha es  punto fuerte, donde tiene explosión, piernas jóvenes para la carrera y tiradores confiables. El juego interior es el punto más débil, y donde República Dominicana deberá enfocare. El pivote colegial Greg Echenique tendrá una ardua tarea lo mismo que Windi Graterol para chocar con un Horford o un Martínez.

Venezuela tiene 9 de los 12 jugadores por debajo de los 24 años.

Hoy es cuando empieza la zafra, a partir de este momento es cuando la cosa se pone buena, no hay vuelta atrás. Esperar que se puedan superar las viejas virtudes que han afectado el desarrollo del baloncesto dominicano, en un solo encuentro o en una sola ocasión es cuesta arriba, pero una victoria frente a los venezolanos nos haría más llevado el resto del camino.

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