Agrios edulcorados…

Caso 194: Los Indios, los mismos Indios

May.20.2016

Los Indios de San Francisco de Macorís parece que no aprenden las lecciones de la vida, y por supuesto, del juego de baloncesto. El año pasado dieron lastima mientras participaban en la versión 2015 de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB).

Este año anunciaron un nuevo gerente general en la persona del deportista Fabio Rojas Grullón, excelente ser humano, buen amigo y eterno enamorado de la actividad; de paso, sus hijos son nietos de una de las personas más admirables que ha tenido el campo farmacéutico en República Dominicana.

Los francomacorisanos dispusieron además de un nuevo entrenador en la persona de Melvyn López Guillen, quien de paso, será el capataz de la selección dominicana que asistirá al Centro-Basket de Panamá.

¡Ay, estos Indios!... ¡no levantan cabeza!

Ya pusieron a correr la especie de que el tirador Francisco García accionará con ellos en esta campaña 2016.

¡Muchas cosas!... quizás, también, muchos cuentos chinos.

García acaba de ser cesanteado por la gerencia de los Vaqueros de Bayamón en la liga de Puerto Rico. No resultó confiable para continuar acarreando el equipo para las series de post-temporada. En 31 partidos promedió 12.3 puntos por juego, agotando 27.2 minutos cada noche. Lanzó para un 49.5 por ciento desde el campo, 37.4 por ciento detrás del arco, y un muy aceptable 76.5 por ciento desde la línea de libres. Añadió 3.1 rebotes y

Fabio Rojas

sorpresivamente 3.3 asistencias.

Antes de recalar en Bayamón, García había pasado más de un año sin pisar una cancha, con el único intervalo de su participación con la selección dominicana en el Pre-Olímpico de México. De lo que fue, ya no queda nada.

Si en el ocaso de su carrera se quiere mostrar a los fanáticos dominicanos, pues bienvenido será, adelante, pero su papel debe estar bien definido. Tener pretensiones económicas desbocadas resultaría un chiste de mal gusto. Por supuesto, tampoco será un nombre que garantice la venta total de las lunetas donde se presente. Debería de enseñarse, jugar distendidamente, sin perder la necesaria competitividad que necesita el conjunto y despedirse por todo lo alto.

De la contratación de López Guillen, muchas interrogantes… ¡bueno, bueno, bueno!... lo único seguro es que habrá plazas abiertas para cualquier jugador disponible de la cartera del “agente” Frank Brito. A estas alturas, en mi intima convicción, cuando López Guillen salta con un equipo al tabloncillo de cualquier lugar lo único que está arriesgando son sus intereses pecuniarios; después no hay que buscar más nada.

López Guillen

Apuesto peso a moriqueta que del “campamento” que se está llevando a cabo en uno de los coliseos de la ciudad de Jaya, los jugadores que serán invitados a los entrenamientos de los Indios todos serán de la cuadra del vegano. ¡No hay más nada!

López Guillen es una figura de la que comercialmente hay que cuidarse. En San Francisco de Macorís, donde ha estado antes dirigiendo los equipos del superior local, hay dinero hasta debajo de las piedras y él lo sabe. Además, esta franquicia está en manos de la familia Rizek, quienes por medio del trabajo tesonero e incesante han logrado colocarse en una desahogada posición económica.

Esas redes que ha tejido, primero con su enllave Brito y después con su carnal José Mercedes Del Rosario, también conocido por el mote de Maita, sembrando cizaña para pretender convertirse en parte de un entramado que atenta contra la buena salud del baloncesto dominicano, y finalmente bendecida con la llegada de Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el alias de Rafelin, a la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL).

Esta junta, más que maco con cacata, es de la interminable hambre con las insaciables ganas de comer.

 

Samir Rizek Sued

Parece que este año la influencia de mi querido amigo Máximo Martín Gómez Villanueva, a quien desde niños conocimos como Machoncito, no será tan determinante, pero es hora de que su cuñado y presidente de la franquicia Samir Risek Sued esté muy atento a las operaciones del conjunto.

Mientras tanto, los Indios seguirán siendo los mismos Indios.