Agrios edulcorados…
Caso 188: ¡Un Juan sin Pueblo moderno!
May.05.2016
Que la Dirección General de Impuestos Internos (DGII)
tenga como principio el cobro de los impuestos dentro de República Dominicana
es totalmente admisible, aunque muchos no estemos de acuerdo con sus formas y
cálculos. Pagar gravámenes fijados por los estados es un carga odiosa que
nadie, en ningún lugar del mundo quiere cumplir, aunque se estila desde tiempos
inmemorables.
En las novelas de caballería se personificaban
personeros temibles y espantosos que eran enviados por reyes malvados
interesados en recaudar a toda costa; así arrasaban villas y humildes moradas,
inclusive hubo quienes pagaron con sus vidas al no poder satisfacer estos
recaudos. Se cobraba por el uso de la tierra, la explotación minera, el paso de
las barcazas por los ríos, el uso de determinados caminos, la explotación
forestal y un largo etcétera. Unas veces el pago era en monedas y otras en
especies. Todo el mundo habrá leído a Ivanhoe de Walter Scott (1771-1832)
con su celebre personaje Robin Hood o visto a Mel Gibson en Braveheart
(1995) en su interpretación de William Wallace.
Ahora, la Federación Dominicana de Baloncesto
(FEDOMBAL) que no es ni sombra ni apéndice de la DGII está cobrando cargas
impositivas donde quiera que haya un resquicio en contra de las leyes
nacionales y de la propia Constitución de la República. Estoy seguro que su
actual director Guarocuya Félix Paniagua no aceptaría una duplicidad de
funciones. Tristemente, pese a tantos hombres y mujeres que se pretenden
mostrar como “matatanes”, hay exceso
de cobardía en el deporte dominicano.
Causa escozor ver la actitud complaciente y hasta
cómplice del Comité Olímpico Dominicano (COD) y su presidente Luis Mejía Oviedo
en estas monstruosidades.
En la búsqueda de nuevas obligaciones, al presidente
de FEDOMBAL, Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, ha perdido el tino.
Algunas veces no se si comparar, guardando distancias,
a este Rafelin, con personajes de la
historia como Carlos VI de Francia, un tipo que llegó el trono a los 11 años de
edad, hasta que cayó preso de la locura, empezó a tomarle miedo a todo lo que
le rodeaba y mató a sus propios caballeros. Con el sultán Ibrahim I, que al
faltar su predecesor, fue liberado de la prisión donde estaba recluido y
gobernó llevando el Imperio Otomano a la ruina total; tenia predilección por
las mujeres obesas y ordenaba traerlas de cualquier lugar del imperio. Un día
escuchó el rumor que algunas mujeres estaban con otros hombres y en el acto
mandó a decapitar 280 miembros de su harem.
Con Iván El
Terrible, primer zar ruso quien perdió a su padre muy niño, y su madre fue
envenenada por los boyardos. Tomó el
poder a los 14 años ordenando tomar prisionero al príncipe Andrei Shuiski,
descendiente de boyardos, quien fue
despedazado por una jauría de perros. Durante su mandato masacró al pruebo. O
con Juana La Loca, que entre sus muchas excentricidades tenía la obsesión al
miedo irracional de que su esposo la engañara.
La Copa Intercolegial Deportiva que patrocina la
multinacional de telefonía Claro, es uno de los pocos esfuerzos serios que
tiene el baloncesto formativo dominicano. En este 2016 fue ganada por el Centro
Educativo Metas, por tercera ocasión consecutiva, un conjunto dirigido por
Carlos –Renzo- Germán.
Hasta allá se apareció Uribe Vásquez en funciones de
cobrador impositivo. ¡El aval!, ¡el aval!, ¡el aval!
El beato incapaz de alentar las buenas acciones,
atenta contra el baloncesto dominicano y actúa de esa manera, tratando de
socavar las bases en provecho personal. Aquí hay mucha gente con los ojos
cubiertos por monedas de a peso, porque así son de módicos y asequibles, que
defienden a capa y espada esta gestión; inclusive los hay dispuestos a matar
por la vida de este Rafelin.
¿Qué hay detrás de los dos pesos?... ¿habrá algo más
que el dinero?
El obstáculo con que se encontró fue mayúsculo y pese
a los reiterados intentos no supo como superarlo. De frente se encontró con
Ramón Aybar (Ramón Emilio Aybar Martínez, es su nombre completo), a quien todos
en nuestra época formativa conocimos como Choco-Choco… la figura justiciera en
aquellos memorables espectáculos de El Teatro de Hilda Kelly, que se
presentaba los domingos al mediodía por el canal estatal. ¡Como han cambiado
los tiempos!
Quizás pensó que iba a poder extorsionar como lo hizo
con la Copa Little Lads del Caribe, que ahora tiene que pagar un
diezmo si desea jugar en el país, o se enfrentaría a un indefenso trabajador
como Bernardo Polanco del Club Deportivo Fantástico de Puerto
Plata o la desprolija Fundación Deportiva Minaya de
Santiago, a los que ha pretendido imponer toda su lisura de manera arbitraria,
o a los indefensos jugadores de las categorías menores a los cuales exige un
contrato violando todas las disposiciones legales, y así, una por una a
cualquier actividad relativa al baloncesto, sea privada o perteneciente a las
asociaciones.
Las virtudes del baloncesto en manos de Uribe Vásquez
son un disfraz. Al final, a la actividad le costará muy caro este periodo en
manos de un ser incapaz de debatir, desmañado en el momento que necesita
librarse de sus demonios, torpe a la hora de ser proactivo y transparente; sus
prendas personales, no tengo que repetirlas.
El totalmente falso que los logros en el baloncesto
dominicano en los últimos tiempos hayan caído como maná del cielo, sólo a
través del aporte de SouthGate y la mano casi de rey Midas de Rafelin, la FEDOMBAL es actualmente una
de las federaciones deportivas que más compromisos tiene contraídos y sus
deudas son enormes. Tantas, que no las salta ni un chivo. El financiamiento del
Ministerio de Deportes y Recreación (MIDEREC) más allá de las asignaciones
mensuales ha sido oneroso. Este subsidio ha beneficiado más a Uribe Vásquez y
sus excentricidades que al baloncesto mismo.
En sus años en FEDOMBAL, Rafelin no ha aprendido nada, sólo ha dado rienda suelta a sus
perversidades. Los errores piensa tienen con sólo no mencionarlos y hasta sus
propias mentiras se las cree.
El populismo logrado a base de bocinas pagadas, tan
común en el medio periodístico dominicano, presenta una imagen distorsionada de
la realidad. La escasa veracidad de la información mantiene confundido al
fanático; hay quienes hacen un flaquísimo servicio colectivo repitiendo los
guiones que les son impuestos. Nada se aclara y todos se ocultarán cuando se
acelere la desacerelación de la actividad.
Pprtada del libro que me regaló Julio G. Campillo en 1968 |
Pues bien, Aybar Martínez le respondió al coronel, que
nunca ha tenido función alguna, que se había equivocado de escenario. Trató de
insistir y Choco-Choco se paró en sus
zapatos; la cara y la actitud del facilitador deportivo dominicano era para
tener miedo. Rafelin reculó, se metió
en rabito entre las piernas y quizás pensó que aquello había sido una situación
momentánea. Los patrocinios dentro de Claro no están en buen momento para
próximas competiciones de FEDOMBAL.
Ante la negativa, trató entonces de imponer el uso de
pelotas Molten para la actividad, cuando la institución había decidido
el uso de Spalding. Es tan soez este carajo, que se rebaja a la defensa
de intereses comerciales de dos firmas propietarias de balones deportivos y sus
representantes en el país.
¿Por qué un presidente de federación tiene que
disponer que pelotas usar?... ¿no se vive un democracia plena en República
Dominicana?... ¿tiene alguna comisión el presidente de FEDOMBAL por la
asignación del uso de los balones?...
Si alguien aún cree que este Rafelin tiene más de un dedo sobre la frente o más de una neurona
contando los ratones pasar por su cavidad craneal, que se revise, porque me
parece que la microcefalia está entre nosotros desde hace tiempo, y no ahora
con la aparición del Zika-virus.
En el horizonte, una luchita entre FEDOMBAL y la Liga
Nacional de Baloncesto (LNB), que ya también firmó con Spalding.
Estaré en primera fila viendo como desfallece y cae
este bueno para nada.
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