Agrios edulcorados…
Caso 152: Una bomba a punto de
estallar
Mar.05.2016
Hay premuras en el baloncesto del Distrito Nacional.
El botón del pánico está encendido.
Quizás los que no sabemos leer entendimos que hay
también amenazas sobre todo aquel que no comulgue con “el bienestar” del
negocio que se montó a la carrera y donde ya los números no cuadran. “El torneo
superior del Distrito Nacional costará 30 millones de pesos”, se aventuró a
decir un chusco.
Corren los tiempos de manera vertiginosa, apenas van
cuatro fechas y la falta de profesionalismo aflora, se aprecia en todos los
equipos y hace estragos.
Vuelvo a repetir lo mismo: en los dos años de ausencia
los clubes que integran la liga no trabajaron.
Ello no es raro, porque el baloncesto dominicano no
tiene una labor constante, cotidiana y tesonera. No importa quien lo diga. Dos
años soñando con el regreso de aquello que debería ser la actividad cimera de
la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA), dos años perdidos,
como se siguen perdiendo los años desde tiempos inmemorables, dos años de ocio
y desventuras.
Dos años donde no se presentó un solo papel, dos años
de largas irresponsabilidades de Rafael Fernando Uribe Vásquez, impidiendo que
las cosas fluyeran, dos años donde en cada opción tenía que ser bendecida por
Leo Corporan, como si fuera una divinidad dentro del movimiento de los clubes,
al que tanto daño le ha producido.
Federico Borrás ha repetido hasta la saciedad que el
baloncesto dominicano es un negocio de temporada, y yo agrego, manejado por
gente sin ninguna capacidad. Los que dicen presumir de más de una neurona
entonces viven con el reloj de la perversidad dando demasiadas vueltas.
La mezquindad está a la orden del día.
Uno que quiere encontrar buen viento de cola es
Leonardo de Jesús Heredia Castillo, también conocido por el alias de Leo
Corporan, aunque el prefiere que se le llame “el niñito cuilicago de Villa
Juana”.
Heredia Castillo, por edad y por años en el oficio, es
el editor deportivo de más edad con que cuenta el diarismo nacional. Desempeña
esas funciones para el vespertino El Nacional.
Por demás, en las oficinas de la San Martín a la
altura del 236, se protege a la figura de Ramón Rodríguez, también conocido
como El Teacher, pasado presidente de
la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA), y a quien los
clubes esperan alguna vez para una rendición de cuentas. Lo que nunca pasará.
Es tanto el pánico que Heredia Castillo ha empezado a
hacer reportajes de los partidos, como si aquello fuera un maná que cae del
cielo. No, no, no, no, no, aquello es una reiteración de su incapacidad periodística,
aquel verso es un reflejo: “antes del juego Acosta pasó a desayunar donde
Batatica”.
¡Válgame Dios!
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