Agrios edulcorados…
Caso 165: El Mini-Baloncesto
de Rafelin
Mar.30.2016
Me llega la invitación
para la apertura de la Liga de Mini-Baloncesto de Puerto Rico que auspicia la Federación
de Baloncesto de Puerto Rico y que iniciará este día 2 de abril (sábado).
Se espera la participación
de 576 equipos entre 7 y 12 años de edad con más de 7,000 participantes. Hay también
una categoría especial para jóvenes de 13 y 14 años.
El presidente de la Federación
Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido
por el mote de Rafelin, se desplazó a
Puerto Rico, dicen que para intentar cobrar el diezmo que debe recibir la institución
que encabeza de cada jugador que tiene un pasaporte dominicano; sería una buena
señal que permaneciera en tierras borincanas un par de días más y observe el desarrollo
de la justa.
Este beato, siempre sonriente,
como si tuviera una manigueta que le hace mostrar los dientes, engañó a todos
cuando empezó a hacer campaña en pos de la presidencia de FEDOMBAL hablando de
mini-baloncesto, con la venia de su predecesor, Frank Herasme, repartiendo folletos
y reglas (de estas se adjudicó la autoria, lo que en otras palabras se conoce como
plagio) y después, jamás ha tocado el tema.
¿Cuándo fue la última vez
que se realizó un convivio de mini-baloncesto en el país?... ¿cuántas pelotas de
mini-baloncesto tiene la asociación de la provincia Independencia?... ¿y Bahoruco?...
¿y San José de Ocoa?... ¿y Espaillat?... ¿cuántas entregó FEDOMBAL en todo el
2015?
El liderazgo de Uribe Vásquez
está convertido en incomodidad para todo el que quiere hacer baloncesto “decente”
en el país. No puede ocultar la corrupción a su alrededor, la que ya le brota por
ojos, boca y nariz, y esa marea terminará por cubrirle el cuerpo, pero solo el cuerpo,
porque desde hace muchísimo tiempo sabemos que es un desalmado.
Tanto él como muchos de
sus acólitos saben que hay una agenda oculta que no se ha querido mostrar a los
seguidores de la disciplina, un breviario que lo dejará muy mal parado, mucho más
estando al corriente de que no podrá optar por un periodo más en la entidad.
Uribe Vásquez pensó que FEDOMBAL
será un reino eterno para su figura, sus francachelas, sus indelicadezas, pero solo
hace rumiar ante un substituto que podría hacerle pasar un buen susto; eso lo encrespa,
le roba el sueño y aumenta la onicofagia… siente como su pretendido imperio se
encoge. Solo lo defienden los periodistas que pasan por sus oficinas a cobrar.
Como dicen los abogados, a
confesión de partes, relevo de pruebas. Esta gente es torpe, muy torpe, se saben
descubiertos en sus indelicadezas y continúan siendo indiscretos. Ahí hay serios
problemas psicológicos.
Como decía un inolvidable Francisco
–El Bueyón- Carvajal Martínez, no se
puede saltar de un patio del Simon Bolívar a Gascue. Este fue peor, rebotó del más
infame, fatídico y aciago de los anonimatos a la prominencia del deporte dominicano
a base de comprar conciencias; dinero que muchas veces se cuestiona su procedencia.
Quizás su peón, la reina del bochinche, Fausto Julián Suero Bueno debería recordarle
su repetida historia del Pre-Mundial del 2005; a mí me la contó muchas veces,
de manera ilustrada.
El fracaso monetario en que
han caído los 20 equipos que decidieron complacer sus deseos de celebrar los torneos
de La Romana, Santiago y Santo Domingo al unísono, ha hecho flaquear sus columnas
económicas, pero lo único que le interesa es que su fortuna personal permanezca
intacta. El derrumbe por el que ya empezó a pasar el baloncesto en este 2016 arrastrará
el tinglado federativo encenderá las pasiones. Tampoco podemos olvidar a los jugadores
que están permanentemente con el grito al ciego ante las obligaciones que hay
que rendirle a estos aprovechados del sudor ajeno.
Hay deudas que no se saldarán
nunca, a cuyo haber apuestan los tenedores de las franquicias, que hará estallar
la guerra por el lado menos pensado. Mientras, Uribe Vásquez tratará de continuar
con la rapiña.
Rafelin todos los días produce una carambola solo para
desnudar el baloncesto nacional. Las solicitudes para indagar sobre sus escándalos
empezarán a caer, algunas podrán llegar de costados inesperados y no podrá alegar
ignorancia.
“Sweet Movie” (1974) de Dušan Makavejev |
El mini-baloncesto ha visto
sus sueños rotos, Rafelin echó sombras.
Con ese enjambre de episodios
inconclusos él mismo empezó a barruntar la desidia y la falta de empeño.
Esto es una genuina paradoja
en el deporte dominicano, pero puede estar seguro que no logrará anestesiar el
bochorno con su andanada de vicios.
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