Agrios edulcorados…
Caso 163: Viaje a las calderas
de Pedro Botero
Mar.29.2016
República Dominicana envía una delegación al
campeonato mundial de korfball y
hasta termina en la cuarta posición, para sorpresa de todos. Jugadores,
entrenadores, delegados, arbitros, amigos y quien sabe que más con pasajes a
Holanda. Al día de hoy cada uno de esos boletos, por la aerolínea Air France,
cuesta la módica suma de 64 mil pesos dominicanos. Billetes aéreos, dietas, utilería
novedosa, uniformes, y quien sabe cuantas cosas más.
Leí perfectamente: campeonato mundial. Se les escapó
decir que era la modalidad sub-19. La medalla de bronce se perdió ante
China-Taipei (15-12). Holanda se quedó con el oro y Bélgica con la plata.
Según la página de la Federación Internacional de Korfball el campeonato mundial de esa modalidad se fecetuó entre el 30 de octubre y el 8 de noviembre del año 2015 (IKF World Korfball Championship) en el Lotto Arena de la ciudad de Antwerp (Amberes, en idioma castellano, ciudad de Bélgica).
En el sub-19 recien pasado además de las cuatro primeras posiciones intervinieron Portugal, República Checa, Alemania, Inglaterra, Cataluña (región de España), Rusia, Hungría, China, Marruecos, Hong Kong, Polonia y Corea del Norte. Ese fue el orden fuera del medallero.
Imagino que como yo, mucha gente jamás hasta hace poco
tiempo había escuchado hablar de esta modalidad deportiva, que se juega con
cuatro hombres y cuatro damas en el mismo conjunto, se considera que tiene
algunas similitudes con el baloncesto e influenciado por el ringboll sueco (¿?)… ¡vaya usted a
saber!
No estamos en contra de la aparición de nuevas
disciplinas. Seguro ya alguien está creando la Federación Dominicana de Korfball
y pidiendo su inmediata incorporación al Comité Olímpico Dominicano (COD). Pero
el país necesita cumplir con sus prioridades. Eso incluye al Ministerio de
Deportes y Recreación (MIDEREC) que parece no tiene que rendir cuentas a nadie.
Mientras el korfball recibe la atención del ministro
de Deportes y Recreación, Jaime David Fernández Mirabal, una atleta de primer
orden como la gimnasta Yamilet Peña tuvo que anunciar que estaba programando un
evento benéfico para costearse los pasajes del Pre-Olímpico de la disciplina,
que se efectuó en Londres. Se encendieron las alarmas y el dinero apareció de
inmediato, gracias a almas caritativas; imagino las penurias que pasó esta
humilde chica antes de tomar esa decisión.
Peña no estará en los Juegos Olímpicos de Río de
Janeiro, perdió esa oportunidad, quizás no únicamente por la falta de apoyo. Para
los Juegos Olímpicos de Tokio en el 2020 tendrá 28 años de edad y nadie puede
pronosticar si regresará en capacidad y disposición de seguir compitiendo.
Con Fernández Mirabal hemos soportado el anatema de
una secta política, populista y grotesca en un ministerio que debería servir a
todos los dominicanos sin distinción partidista: el deporte.
La cúpula del Partido de la Liberación Dominicana
(PLD) siempre ha considerado que debe estar en el tren administrativo, y todos
tenemos la percepción que no ha sido para servir, más bien para servirse. En
todas las posiciones por las que ha pasado, Fernández Mirabal ha usado
anteojeras para dividir la población entre amigos y enemigos, fue vice-Presidente
de la República, ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales y ahora en
Deportes desde el 2012; a la mejor usanza de Franklin Almeyda Rancier: “entre peledeístas
y corruptos”.
Fernández Mirabal es un político cuya imagen se ha ido
evaporando al paso de los días y los meses; antes del 1996 muchos llegamos a
creer que tenía temple y fortaleza para ser el líder de las huestes peledeístas, realizó una conferencia en
la residencia de doña Raquel Alonzo viuda Vicini que dejó a todos a sus pies
(la única vez que lo he tenido cerca), pero el tiempo se lo tragó; esa imagen
ha vivido en permanente resquebrajamiento. Sus lealtades cambiaron de bando
hace muchísimo tiempo; se las llevó el soplo fresco de las dadivas en otros
ministerios. Una cartera poco ruidosa como el de Deportes para él, ha debido de
ser como vivir en las calderas de Pedro Botero; es significativa la lejanía de
los jefes del partido pero el final no se dibuja pintado de augurios.
El dominicano no acaba de entender y mucho menos el
deporte nacional que el compromiso es valido únicamente si es critico. Cualquier
otra forma de ver las cosas es dogmatismo, ceguera, servidumbre voluntaria. Mis
escritos y los de unos pocos amigos, aunque no se quiera reconocer, están dirigidos
a todos los que impiden la libertad de expresión y pensamiento.
Para los que adoptamos posiciones como las mías el
silencio cómplice nunca será ético ni norte a seguir. Aquí mucha gente pretende
destilar inmundicias y manipulación y salir airoso en la contienda. En todos
los procesos de cambio se dice que “los
servicios de inteligencia de las naciones apuestan contra la inteligencia”,
aquí además de apostar en contra del que tiene más de un dedo en la frente, se
les escuchan las conversaciones telefónicas. Antes se señalaba a Frank Cabral
Calcaño, un odontólogo que una vez fue puesto en arresto por Joaquín Balaguer
Ricardo, pero la práctica se extendió hasta niveles inauditos y complacientes. En
cualquier esquina se puede comprar la conversación de un funcionario con sus
amantes de ocasión, de un industrial con sus suplidores o de un periodista con
sus fuentes. El deporte dominicano tampoco escapa a ello.
Hay quienes van más lejos y graban conversaciones de féminas
en problemas para extorsionarlas.
La densidad de mis palabras se extiende, quizás no lo
vea en su justa dimensión. Polemizaré, escribiré, viajaré y eternamente
confrontaré a todos los policías del pensamiento. Mario Vargas Llosa, premio Nobel
de literatura escribió: “uno tiene que aceptar la muerte. No tiene
sentido rebelarse contra lo irremediable. Pero es muy importante no convertirse
en un ser pasivo y llegar vivo hasta el final, no morirse en vida”.
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