Agrios edulcorados…

Caso 151: Fulgurazos sobre el Superior del Distrito (I)

Feb.25.2016

Los Cangrejeros de Santurce donarán 50 centavos por cada taquilla vendida en el momento de ser dueños de casa a instituciones de trabajo comunitario. Eso es en Puerto Rico que inició su campaña del Baloncesto Superior Nacional.

¡No tan lejos!... ¡ahí mismito!, como aquella propaganda de Sederías California.

Acá, ningún equipo realiza trabajo beneficio. Nunca se ha hecho y esta vez no será diferencia. Algunos equipos del béisbol local si han realizado una que otra actividad, pero nada más. Nada que se haga con regularidad.

En Chile, baloncesto tantas veces vilipendiado por los “analistas” locales, los equipos están obligados a realizar trabajos comunitarios.

¿Trabajo?... no, ombe’ no… el trabajo lo hizo Dios como castigo.

Los equipos locales están reflejando una enorme falta de ingenio para presentar equipos competitivos en el torneo superior del Distrito Nacional; la falta de laborantismo de los clubes envueltos en la competencia es notable.

El Distrito Nacional es el buque insignia del baloncesto dominicano y lo que se verá sobre las canchas es muy pobre, pobrísimo.

Henry Valdez en La Romana, Johnasi Minaya y Manuel Guzmán en Santiago. ¡Dios mío, Dios mío!

Que no me vengan a decir sus respectivos entrenadores que los colores que representan son maquinarias engranadas a la perfección y todos los ejes marchan con fluidez, lubricados y sin faltas en el mecanismo.

Dos años de impugnaciones a El Teacher, Ramón Rodríguez, pasado presidente de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA), para no hacer nada, es una vergüenza. Quizás es El Teacher el presidente que esta gente necesita.

Por cierto… ¿solicitó ABADINA o el Comité Organizador los estados de situación de los clubes participantes con jugadores y entrenadores?... ¿todo el mundo cumplió con sus compromisos contractuales?... por ahí está Eddy Jones de nuevo con San Carlos, un tipo que le huye a los contratos… ¡Manolo, Manolo, llámame!

En la rueda de prensa de ABADINA aprecié la presencia de Pedro Pablo Díaz, pasado presidente de San Carlos, Miguel Ángel Marte y Osvaldo Sing de San Lázaro y otros que se me escapan… ¿no hay renovación en los cuadros directivos?... ahí también observé a Tomás Polanco, a quien en su barrio apodan El Curita, que según me cuentan es la ficha que tiene Leito Corporán (Leonardo de Jesús Heredia Castillo) dentro de la organización. ¡Vaya manera de escalar!

Por cierto, observé la lista de “acreditados” por la ABADINA para cubrir el torneo… me pareció una copia de la Asociación de Cronistas Deportivos (ACD). Ahí hay nombres que nunca han pasado por el Palacio de los Deportes. Ordenados alfabéticamente, repito, alfabéticamente, alguien me podría decir quien es: Gabriel Cruz, José Miguel Flores, Cairo Frías, Erick Krantz, Katiuska Parra, Aquiles Ramírez, Ignacio Rivera, Aleudy Rodríguez y Powel Valerio, entre tantos muchos otros.

Antes, Alex Rodríguez había publicado en el Listín Diario (Feb.25.2016) dos artículos con información sobre los representativos de Villa Consuelo y Villa Juana. No dejan de preocupar aspectos básicos en el trabajo del baloncesto: edad y estatura. Aunque el Rafael Barias es un equipo “pasado meridiano” el Mauricio Báez refleja bastante juventud; en el renglón de los centímetros ambos dejan mucho que desear.

Por lo que se perfila, el superior del Distrito Nacional se jugará sin centros.

¡A correr fanáticos!... ¡el baloncesto ping-pong!... ¡el baloncesto hipódromo!

Entre estas dos franquicias se ha concentrado el trabajo más tesonero que tradicionalmente se ha realizado con jugadores jóvenes. El dirigente Amaury Durán ha sido un fiel catalizador de las pocas o muchas habilidades de sus muchachos, por el contrario, Melvyn López Guillen estará cosechando el trabajo de muchos.

Los de la Eusebio Manzueta anuncian 13 nombres, 12 de ellos dominicanos; de ellos 7 con 30 años de edad y 4 que no superan los 6’00 de estatura. Juan Araujo (6’07), Geancarlos Acosta (6’05) y el importado Shaun Pruitt (6’10) son los llamados a defender la zona pintada, sin nadie más de respaldo. A estos le harían falta muchos centímetros para poder competir más allá de nuestras fronteras.

Los vecinos de la Virgil Díaz y la Osvaldo García De La Concha lucen mejor en relación de tamaño y de edad.  En el backcourt pueden exhibir a Rayner Moquete (6’02, nació: Feb.25.1990) y al escolta Gerardo Suero (6’05, nació: Abr.20.1989)), si Juan Miguel Suero (6’05) estuviera disponible, fueran indetenibles. Después se agregan Johnasi Minaya (6’00), Daniel Núñez (5’06) y Diego Moquete (6’02) para amenizar la fiesta; todos menores de 26 años de edad.

En el front-court está Melvin Richardson (6’08) que aún no llega a los 30 años, Brayan Martínez (6’08), que también se inscribe en los sub-25 y el vegano Oscar Balbuena… pensé que estaba en la cuadra de Frank Brito, por su afinidad con el dirigente López Guillen, pero me encontré con la sorpresa de que en la actualidad ya no hay agentes certificados FIBA en República Dominicana.

Los mauricianos exhiben como importados a Stanley Robinson (6’09) y Rashad Bishop (6’06), a los que seguro se les pedirá que estén cerca del canasto, tanto a la hora de atacar como de defender.

Con este panorama, la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) que ha corrido la especie de que todos los logros recientes pertenecen a la gestión de Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el sobrenombre de Rafelin, es responsable de esta baja en la calidad, escaso trabajo en el reclutamiento de jóvenes con estatura y del empobrecimiento de los aspectos técnicos.

No es verdad que todo se puede hacer en tan escaso tiempo, tallar un jugador de baloncesto es un proceso de 6 a 8 años, algunos inclusive maduran mucho después, si continúan en la actividad, pero esta gestión ha querido ignorar a todo el que ha trabajado. La muestra más fehaciente es que el evento se le dedicará a Hugo Cabrera, lo que implica que hubo un pasado, agregaría un pasado de mayores glorias, aunque menos medallas.

Este baloncesto no tiene la mejor melodía, quien no quiera admitirlo que continúe cubriéndose los ojos, porque a otros se los cubren a base de papeletas.

Ilustración: trabajos con muñecas de plástico de Freya Jobbins, natural de Johannesburg, Africa del Sur.