martes, 16 de febrero de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 144: Comprometerse codo a codo
Feb.16.2016

Encuentro en las páginas del Listín Diario (Feb.15.2016) que Henry Valdez está jugando en La Romana, específicamente con el Máximo Gómez. Hasta ahí, todo bien, cada quien tiene derecho a ganarse el pan de cada día donde se le ofrezca trabajo, pero el capitalino es un de los jugadores preponderantes de Huellas del Siglo para la versión 2016 del Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional, según lo confirmó la dirigente de ese conjunto, Teresa Durán.


El problema es que el Distrito Nacional iniciará en una semana.

Valdez es una persona buena y decente, hasta donde lo conozco. Quizás no recibió una amplia formación académica, pero se gana la vida atrapando balones en diferentes canchas del país, y encestando la pelota. Jamás se ha conocido un escándalo alrededor de su figura.

Su paso por “el pueblo más joven del este” y su integración inmediata al equipo de Cristo Rey abre muchas interrogantes; las mismas de siempre, las que nunca tienen respuesta.

La primera me dice que el Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional no tendrá mayor calidad técnica, se repetirá lo mismo de siempre, 10 muchachos y algunos no tan muchachos corriendo detrás de una pelota para ver quien encesta. A días de la inauguración es imposible pensar que los nombres de nombradía no están totalmente integrados a las prácticas de sus equipos.


¿Quién alguna vez se ha detenido a detectar o mejor, a corregir, los errores que los jugadores cometen en las practicas y después replican en los partidos?... ¿qué hacen los asistentes del entrenador en los entrenamientos?... ¿qué hacen en los partidos?... ¿tenemos jugadores interesados en no repetir sus errores?... ¿Quién busca la perfección o la cuestión es limitarse a los dos puntos que saldrán en los diarios?...  equivocarse es algo habitual; hay aspectos que se deberían tener en cuenta para superar estas adversidades, que nadie pone sobre las duelas: congruencia, paciencia y control de las expectativas. Congruencia en la actitud de todos los que pueden controlar un partido o un entrenamiento., Paciencia porque los cambios no se producirán de la noche a la mañana. Control de expectativas debido a que hay que ajustar los objetivos de forma adecuada para mitigar posibles frustraciones.

La segunda es que la responsabilidad de los directores técnicos es inexistente. Ello también explica el escaso flujo de informaciones alrededor del evento. Acá los entrenadores, o los osados que se sientan en un banco sin sufrir ni padecer, sin capacidad, lo que buscan es ganarse un par de pesos sin compromisos previos, pero mucho menos compromisos a futuro.

En el caso de Huellas del Siglo lanza por el suelo todas las expectativas que tenía con la conducción de la Durán; precisamente ella que surgió de equipos altamente organizados y que dirigía Máximo Bernard Vásquez.

Lo otro, es el grado de compromiso de la entrenadora y sus obligaciones con el Ministerio de Deportes y Recreación (MIDEREC); a ella precisamente la observé en un programa de televisión conversando de forma muy optimista de sus compromisos con la cartera oficial.


La tercera interrogante, demuestra por enésima vez que lo clubes no tienen la minima idea de lo que la captación de recursos. Han iniciado unas prácticas y asumen compromisos sin nada en las arcas, inclusive sin solvencia moral, y para peor, ofreciendo salarios de miseria.

He visto como San Lázaro sigue siendo el mismo San Lázaro de siempre y no es diferente a su vecino de San Carlos, pero tampoco a Rafael Barias, ni al CUPES de Santiago; lo mismo de siempre, clubes de barrio sin planificación y asaltados por los vivos del pedazo.

Hoy la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) dio a conocer que está por desafiliar a Venezuela, inclusive con la opción de retirarle su presente en las competencias de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, si los Gaiteros de Zulia no resuelven en lo inmediato las deudas de esa organización con sus jugadores y técnicos. Acá, la tónica es que todos incumplen, todos arrastran deudas desde tiempos del pleistoceno y todos se cubren de sus escándalos.

Jamás he oído que el Real Madrid de España ha dejado de concentrarse con menos de 45 días de antelación. Lo propio hace el Barcelona por donde pasaron conocidas figuras como Antonio –Chicho- Sibilio, Marcelo Nicola o Marcelous Starks.

Pero también son muy diferentes al San Lázaro de Faisal Abel, con idas y venidas al malecón de San Domingo o al San Carlos de Osiris Duquela o al propio Mauricio Báez de Julio –Yuyo- Pozo. Al Eugenio Perdomo de Félix Aguasanta, cuyo castigo era ir a la pared del Instituto Evangélico Central; o a los Astros de Leandro De La Cruz, Antonio –Tony- Tueni y Julio Santos. Para sólo mencionar la rama del baloncesto.

Las directivas de estas organizaciones, unas con 50 años, otras más recientes, en algunos casos con los mismos actores, se quedaron en el cambio de los sueños con tintes revolucionario por el parasitismo proveniente de las arcas del Estado Dominicano.


Apostar a lo que consiga el Comité Organizador por patrocinios es una aventura arriesgada, que siempre dejará unas enormes deudas. Después del último juego, los mismos escándalos, el mismo incumplimiento, la falta de respeto.

Siempre se arriesgará por “un salvador de última hora”, que facilite recursos, sin saber de que fuente fueron obtenidos, para primero clasificar y si la generosidad alcanza para aspirar al título.

Siento que estamos lejos, muy lejos, de aspirar a un baloncesto con criterio, que sea apoyado por toda la comunidad, un proyecto para un baloncesto diferente.


Mientras no se fijen formulas y criterios que nos lleven a debatir sin parámetros, que le ofrezcan certidumbre al mundillo del baloncesto, seguiremos en el mismo socavón.

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