Agrios edulcorados…
Caso 143: ¡Lo mismito del año
pasado!
Feb.10.2016
Muy temprano me llega el Diario Libre (Feb.10.2016)
para encontrarme un artículo de la firma de Carlos Sánchez sobre el Mauricio
Báez.
¡Lo mismito del año pasado!... perdón, ¡lo mismito del
día anterior en el Hoy!
Se mencionan: Melvyn López Guillen (hay que remacharle
el Guillen, porque aunque pretenda negarlo es sobrino de esa figura
grandilocuente Modesto –Pechera- Guillen), entrenador; Ruddy –Chaguito-
Martínez, asistente del entrenador; y José –Boyón Domínguez, gerente general.
Los jugadores Gerardo Suero (6’05), Rainer Moquete
(6’02), Diego Moquete (6’03), Melvin Richardson (6’08), Juan Miguel Suero
(6’06), Johansy Minaya (5’11) y Daniel Núñez (5’07).
Mi sorpresa es ver a Larry, cuyo apellido no recuerdo,
entrenando. Larry es un delantero fuerte que no llega a 6’00 de estatura y debe
de rondar por los 27 años de edad. Larry fue malo y envidioso como mini-basket;
malo en el intermedio, malo en el infantil, malo en el juvenil, y aún sigue
ahí, como un proyecto.
¿Es Larry el ejemplo vivo de la falta de oportunidades
para nuestra juventud?... ¿es Larry el reflejo fehaciente de la falta de
capacidad de nuestro sistema educativo que no logra encausar a sus educandos?...
porque a los 27 años, sin posición dentro de la cancha y buscando aún debutar
en nuestro máximo nivel del baloncesto, es muy, muy fuerte.
Rayner Moquete |
Bien valdría conocer si el liceo del Mauricio Báez, y
otras escuelas y colegios del sector brindan el mejor de los servicios para que
los chicos que culminan sus estudios puedan continuar en la universidad o
seguir carreras técnicas, fruto de una educación integral, pluralista y
participativa, porque educar proviene de “educere”
que significa sacar de adentro. Así, desde este concepto no se puede construir
nada nuevo, el ser humano posee la totalidad de todo lo que puede llegar a ser,
de ahí que lo único necesario es sacar todo lo que el ser humano puede ser.
Por supuesto, lo que aparentemente no se le dará a los
de Villa Juana es reunir al grupo que subió junto de las categorías menores
alrededor del año 2,000: los Suero, los Moquete y los Madera, especialmente a
Rodrigo (6’10). Todos formados bajo la egida de el más trabajador, el más
conciente y también el más decente de todos los entrenadores de esa institución
Ramón –Ogarro- Peguero. El verdadero
hacedor de figuras para esa entidad.
¿Son Juan Miguel y Diego Moquete los últimos productos
acabados del Mauricio Báez?... ¿y sus entrenadores de categorías formativas?
Los mauricianos fueron tímidos “a la hora de
desenfundar”, se les trabó la pistola en el mismo cinto, y pese a las llamadas,
las visitas y los encuentros dejaron escapar a su pieza más codiciada, y quizás
la pieza más apetecida del torneo… ¡un centro!
A días de un evento que debería estar recibiendo el
máximo de atención y la máxima difusión, seguimos en pañales. Porque de que hay
expectativas, las hay.
Por cierto, escuché ayer que la fecha del torneo se
postergaría una semana… sería interesante que los máximos ejecutivos de la
Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) confirmaran o
desmintieran esta especie.
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