domingo, 26 de abril de 2015

Capullo y Sorullo

Nadie le dijo a Gerardo Suero Castillo que en República Dominicana los jugadores de baloncesto son tratados como platos desechables, que son usados y no tienen valor para nada; sólo sirven para montar un espectáculo mientras sus condiciones físicas y su capacidad de encestar (si, su capacidad de encestar porque eso es lo único que busca el baloncesto dominicano) sean del interés de gerentes y entrenadores.

Suero Castillo
Nadie le dijo que existió un jugador tan bueno como él llamado Miguel Esteban, a quien todos apodaban El Calié, que murió prácticamente abandonado hace menos de dos años, sin alcanzar los 50 años de edad; tampoco nadie le habló nunca de un Ismael Cristóbal Tapia, mucho mejor jugador que él que estiró la pata en la total indigencia, también sin llegar a los 50 años, pese de venir de una familia medianamente acomodada y haber estudiado en los mejores colegios de la capital dominicana.

Quizás hasta hoy no tuvo tiempo para mirar atrás y detenerse en la condición del jugador dominicano, de ese que hoy comparte los escenarios con él y con su hermano, pero que nadie sabe donde estarán mañana. Generalmente sin estudios, sin mayores habilidades para defenderse en la vida después de abandonar las canchas, sin educación de hogar en la mayoría de los casos, sin seguridad social, sin una asociación que los respalde pese a los intentos que ya han existido.


Gerardo Suero, buque insignia de los Titanes del Distrito Nacional, ha terminado mediante cambio en los Huracanes de Puerto Plata, por acuerdo entre la gerencia del club al que pertenecía, la gerencia de su nuevo equipo y en la transacción también involucrados los Cañeros de La Romana. Así de simple. O acata el cambio o no juega.

Quizás alguien se interesará por sus servicios y pueda ser negociado a otro quinteto; pero también podría venir una componenda de que nadie se interesa por sus servicios y vea toda la campaña en el dique seco.

Nadie le dijo a Gerardo Suero Castillo que los equipos dominicanos, todos sin excepción recurren a un inexistente “derecho de reserva” que fue abolido de las normativas de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), pero que en República Dominicana nadie ha querido tocar. Quizás, si alguna vez resurja el Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional, aún cuando tenga muletas y esté cumpliendo su aniversario número 70, el Club BAMESO de la barriada de Mejoramiento Social pueda aplicar sobre el ese trasnochado “derecho de reservas”.

Se olvidó tan rápido Gerardo Suero Castillo que en los dos últimos veranos cuando fue dejado fuera de la selección nacional nadie se solidarizó con él. No estuvo en el Pre-Mundial de Caracas del 2013 ni tampoco en el Mundial de España del 2014, por disposiciones administrativas; pero ahí estaban sus padres, hermanos y sus pocos amigos para brindarle consuelo. Sólo en esos brazos y en esos hombros encontrará un bálsamo en los momentos de desdicha; no siempre provocados por situaciones dentro de una cancha. Hay muchas sombras en el baloncesto dominicano; gente hipócrita, cobarde y de doble moral.
David Zabala

Pero también quizás se haya olvidado que estuvo en las reuniones previas en las oficinas de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) donde se trazaron las pautas para la creación de la enésima Asociación de Jugadores de Baloncesto de República Dominicana esta vez bajo el padrinazgo de Rafael Fernando Uribe Vásquez y donde se nombró a David Zabala como presidente. Hasta prueba en contrario un mamotreto de sociedad sindical aupada por el presidente de FEDOMBAL, sin reglamentaciones, sin elecciones, sin libertad no potestad.

Si tomamos como parámetro la Asociación de Jugadores de Básquetbol (AdJ) de la República Argentina nos encontraremos: “es una entidad sin fines de lucro, con personería jurídica, que tiene como finalidad principal la representación y defensa de los derechos de todos los jugadores federados de básquet del país, sea cual fuere su edad y nivel de competencia”.

Como señala en su página electrónica la AdJ, no resultó cómodo el trabajo y fueron necesarios varios años para concientizar a los jugadores de que la agrupación serviría para brindar asistencia. Además de sus funciones, también presta servicios de médicos y medicamentos, con énfasis en la rehabilitación kinésica y traumatológica; psicología; nutrición clínica y deportiva; hotelería y turismo con planes vacacionales amplios; calzado e indumentaria; seguros de accidentes personales; capacitación (estudios a distancia); y programas de retiro e inserción laboral.

Así llegamos a la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), vendida como “panacea” de la disciplina en todo el país y aunque para muchos sea como el maná que ha caído de los cielos, por los nombres socialmente sonoros que hay en la misma, es un “superior” más, con buena prensa y un calendario un poco más extenso.

La LNB se da el lujo de mantener una nomina de 25 jugadores bajo el derecho de reserva y nada más, pero sin contratos. Según las mismas disposiciones de la FIBA, lo único que ata a un jugador a una entidad es su contrato, eso y sólo eso. ¿Puede Gerardo Suero Castillo mostrar un contrato con fecha de termino?... ¿Ha firmado Gerardo Suero Castillo alguna vez un contrato por más de una campaña?... ¿pueden exhibir esto mismo alguno de los actuales jugadores del circuito?... si tomamos como ejemplo la máxima competición mundial la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA, por sus siglas en inglés) estos apenas mantienen 15 jugadores en su “roster”.

Curt Flood
Minnesota Timberwolves fue el equipo de peor marca en la campaña 2014-15 y usó precisamente 25 jugadores en toda la estación que se extiende hasta 82 partidos en su fase regular. Los New York Knicks (17-65) llevó al entablado apenas 20 jugadores; Philadelphia Sixers (18-64), que fue el tercer y último equipo en no alcanzar los 20 triunfos desplazó sobre la duela a 25 individuos. Ello implica que una reserva de 25 jugadores para una liga de 20 partidos es un soberano absurdo, amen que se agregan 3 jugadores foráneos que pueden cambiarse en cualquier momento.

En las mismas páginas electrónicas de FIBA nos encontramos que Suero Castillo tiene un agente certificado llamado José Frank Brito, con sede en la ciudad de La Vega, representante también de Kelvin Peña jugador envuelto en el triple cambio y que además se ha sentido molesto con la medida de su transferencia desde Puerto Plata hasta La Romana. ¿Nadie contactó al agente?... ¿nadie lo consultó?... ¿no estaba el agente en conocimiento de las negociaciones alrededor de sus representados?... lo que nadie se ha atrevido a decir es que los Titanes estaban cansados de las exigencias económicas del jugador y dicen “las malas lenguas” que hasta de su falta de profesionalidad.

Titanes se sacrificó adquiriendo un jugador que está “en la curvita de la Paraguay” y en estos momentos más oneroso que el propio Suero Castillo, quien apenas está “en la gatera”. Todos los entendidos han señalado que los puertoplateños son los más favorecidos en el negocio, por lo que además de Suero Castillo y el delantero Rubén Guillandeaux, se complementan con sus tradicionales jugadores y dos opciones en el sorteo de primera ronda, en puestos de productividad inmediata.

Así que, a esperar el desenlace de esta novela. No creo que de acá salga el Curt Flood del baloncesto dominicano; quien lo dejó todo precisamente por una cláusula de reserva. ¿Se animará alguien alguna vez a cambiar el baloncesto dominicano y sacrificar su carrera?

Curt Flood jugó 15 años en las mayores con los Cardenales de San Luis, desde 1956 al 1971. Bateó para promedio de .293, defendía el centerfield, tres veces seleccionado en al All-Star de la Liga Nacional, siete años consecutivos se hizo merecedor del Guante de Oro, entre 1963 y 1969. Ganó tres títulos de la Liga nacional con los Pájaros Rojos y dos anillos de la Serie Mundial. Pero lo dejó todo cuando vetó un cambio y su carrera finalizó inesperadamente, pero hoy los jugadores del béisbol profesional disfrutan de una serie de privilegios que los convierten en verdaderos partícipes del espectáculo y sus ganancias.

¿Tendrá David Zabala los pantalones para enfrentarse al entramado corrupto del baloncesto dominicano?

¿Se atreverá Gerardo Suero Castillo a ser el primer gran líder real de los jugadores dominicanos?

Las respuestas, en un próximo episodio. ¿Próximo episodio?... honestamente no se si ese próximo episodio llegue aquí colocarse sobre el tapete. Aquí hay muchos bravucones, miedos insospechados, muchas cobardías
y más mentiras.

NOTA AL MARGEN: Los productores de Nación Deportiva programa de ESPN Dominicana Radio trataron de comunicarse con Suero Castillo para que le explicara al público dominicano, seguidor de la disciplina, su inconformidad con el cambio (Abr.24.2015) y este se escondió. En un primer contacto el jugador indicó que estaba comiendo y que después de finalizar llamaría a la emisora para brindarles la entrevista solicitada. ¡Barriga llena, corazón contento!... aquello prometía una entrevista de quilates.
El programa tiene dos horas de duración (12:00 a 2:00). Cuando el tiempo se cumplía, se hicieron ingentes esfuerzos para que el jugador hiciera galas de su facilidad de palabra y expresara sus inconformidades. El tipo se escondió, no dio la cara, huyó, espantó la mula, corrió, se le vio el refajo. Sentí una tremenda indignación; estaba presente en los estudios de la radiodifusora. Ni Melvin José Bejaran, ni José Gómez, ni Jonathan Tiburcio, ni Dámaso García Benoit son capaces de sepultar a un entrevistado con preguntas arteras.
Vuelve la pregunta entonces, ¿es absolutamente profesional la actitud de Gerardo Suero Castillo?... quizás los Titanes tengan la respuesta.








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