miércoles, 30 de marzo de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 166: Implorando libertad de rodillas
Mar.30.2016

Anoche (Mar.29.2016) escuché a un comentarista especializado en baloncesto, muy joven, por cierto, decir que todo el que critica es porque no está trabajando en la actividad. Laborar en el baloncesto dominicano en estos momentos es estar a disposición de Uribe Vásquez de manera incondicional y someterse a sus pasiones, no importa cuales sean… eso significa que el que anda con cojos al año cojea, pero también quien anda con los aficionados a las felaciones al año terminará metiéndose un trozo de carne en la boca… no hay que ir muy lejos para saber quienes se han comido su mendrugo de órgano reproductor masculino…


Ayer mismo pude observar, ya entrada la noche, sin salir del asombro, como el presidente de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD) le solicita públicamente dinero al presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL)… ¿para qué?... ¿para el aguinaldo de Navidad?... ¿para el cumpleaños de un cronista?... ¿una donación para las Carmelitas?... en otros lugares del mundo Ramón Cuello ya estaría sometido, mínimamente, a un tribunal disciplinario y a una eterna condena moral.

Ayer decía que, el compromiso es valido únicamente si es crítico. Otra forma de ver las cosas es dogmatismo, ceguera, servidumbre voluntaria. Cuantos periodistas deportivos dominicanos no han adoptado esa sumisión y esa dependencia discrecional; tristemente ellos mismos son los que imposibilitan la libertad de expresión y pensamiento.

Repito… el silencio cómplice nunca será ético ni norte a seguir. Aquí mucha gente pretende destilar inmundicias y manipulación y salir airoso en la contienda.

Leí en el muro del buen amigo Federico Borrás una frase de un rapero español que se hace llamar El Chojin (Domingo Antonio Edjang Moreno): “los sabios son sabios porque, cuando habló alguien más sabio, supieron estar escuchando”.

El matutino Hoy nos trae una leyenda que salió de la boca de José Eloy Alfaro Delgado, nacido en Montecristi en el 1842, dos veces Presidente de Ecuador, y quien terminó sus días ahogado en el más absoluto desprecio; “la libertad no se implora de rodillas, se conquista en los campos de batalla”. Rafael Correa acaba de recoger su historia y revindicarlo.


De paso, aprovecho para dejarle esta perla a todo el que presume de conocer la historia dominicana: el que quiera conocer la vida y obra de Joaquin Balaguer Ricardo que urge en la vida y obra de Gabriel García Moreno, su homologo ecuatoriano.


El Montecristi de Alfaro Delgado está en la provincia de Manabí. 

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