martes, 10 de noviembre de 2020

La descripción de Nate White sobre Donald Trump

 

Noviembre 09 del 2020
 
 
Me remiten el articulo Why do some British people not like Donald Trump? de la autoría del periodista inglés Nate White, publicado en diferentes medios, y cuya fecha más alejada encontrada por un servidor ha sido Feb. 17.2019 en el London Daily News.

Usted puede encontrar una de su replicas en: https://timpanogos.blog/2019/06/24/nate-whites-stunning-answer-to-the-question-why-do-many-british-people-not-like-donald-trump/.
 
Respondió White: « Algunas cosas me vienen a la mente…»  
 
«Trump carece de ciertas cualidades que los británicos tradicionalmente estimamos».
 
«Por ejemplo, no tiene clase, ni encanto, ni frialdad, ni credibilidad, ni compasión, ni ingenio, ni calidez, ni sabiduría, ni sutileza, ni sensibilidad, ni conciencia de sí mismo, ni humildad, ni honor y ni siquiera gracia, toda cualidades, curiosamente, con las que su predecesor Obama
La reina, entonces con 90 años, a paso forzado
(Barack Hussein Obama II) fue bendecido generosamente».
 
«Entonces, para nosotros, el marcado contraste arroja más bien las limitaciones de Trump a un relieve vergonzosamente agudo».
 
«Además, nos gusta reír. Y aunque Trump puede ser risible, nunca ha dicho nada irónico, ingenioso o incluso levemente divertido, ni una sola vez, nunca».

 
«No lo digo retóricamente, lo digo literalmente: ni una vez, ni nunca. Y ese hecho es particularmente perturbador para la sensibilidad británica: para nosotros, la falta de humor es casi inhumana».
 
«Pero con Trump, es un hecho. Ni siquiera parece entender qué es una broma; su idea de una broma es un comentario grosero, un insulto analfabeto, un acto casual de crueldad».
 
«Trump es un troll». Un trol (del nórdico troll), originalmente es un temible miembro de una mítica raza antropomorfa (atribución de características y cualidades humanas a los animales de otras especies, objetos o fenómenos naturales. Es considerada una tendencia innata de la psicología humana. Se trata de una forma de personificación parecida a la prosopopeya) del folclore escandinavo. Su papel en los mitos cambia desde gigantes diabólicos, similares a los ogros de los cuentos de hadas ingleses, hasta taimados salvajes más parecidos a hombres que viven bajo tierra en colinas o montículos, inclinados al robo y el rapto de humanos que, en el caso de los infantes, eran sustituidos por niños cambiados. También se les puede llamar «gente de la colina» o «gente del montículo». También reciben el calificativo de troll todo aquel, con identidad desconocida, que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios y lectores, con fines diversos. De acuerdo a estudios de la Universidad de Indiana son una comunidad en aumento. El trol puede crear mensajes con diferente tipo de contenido como groserías, ofensas, mentiras difíciles de detectar, con la intención de confundir y ocasionar sentimientos encontrados en los demás.
 
«Y como todos los trolls, nunca es divertido y nunca se ríe; él solo canta o se burla».
 
«Y, aterradoramente, no solo habla con insultos toscos y tontos, sino que en realidad piensa en ellos. Su mente es un simple algoritmo parecido a un robot de mezquinos prejuicios y maldades instintivas».
 
«Nunca hay una capa subyacente de ironía, complejidad, matiz o profundidad. Todo es superficial».
 
«Algunos estadounidenses pueden ver esto como algo refrescante».
 
«Bueno, nosotros no tenemos esa percepción. Lo vemos como un personaje sin mundo interior, sin alma».
 
«Y en Gran Bretaña tradicionalmente estamos del lado de David, no de Goliat. Todos nuestros héroes son valientes desvalidos: Robin Hood, Dick Whittington, Oliver Twist».
 
«Trump no es valiente ni desvalido. Él es exactamente lo opuesto a eso».
 
«Ni siquiera es un niño rico malcriado, ni un gordo codicioso».
 
«Es más una babosa gorda y blanca. Un Jabba el Hutt privilegiado».
 
«Y lo que es peor, es la más imperdonable de todas las cosas para los británicos: un matón».
 
«Es decir, excepto cuando está entre matones; luego, de repente, se transforma en un compinche llorón».
 
«Él rompe todas las reglas de la decencia básica. Hay reglas tácitas para esto, las reglas de la decencia básica de Queensberry, y las rompe todas. Golpea hacia abajo, lo que un caballero debería, haría y nunca podría hacer, y cada golpe que apunta está por debajo del cinturón. En particular, le gusta patear a los vulnerables o sin voz, y los patea cuando están caídos».
 
«Entonces, el hecho de que una minoría significativa, tal vez un tercio, de los estadounidenses miren lo que hace, escuchen lo que dice y luego piensen».
 
«Sí, parece mi tipo de chico».
 
«Esto es motivo de confusión y no poca angustia para los británicos, dado que: primero, se supone que los estadounidenses son más amables que nosotros, y la mayoría lo son. Y segundo, no necesitas un ojo particularmente agudo para observar todos los detalles y para detectar algunos defectos en el hombre».
 
«Este último punto es lo que confunde y consterna especialmente a los británicos, y también a muchas otras personas; sus faltas parecen bastante difíciles de pasar por alto».
 
«Después de todo, es imposible leer un solo tweet, o escucharlo decir una oración o dos, sin mirar profundamente al abismo».
 
«Convierte el ser ingenuo en una forma de arte; es un Picasso de mezquindad; un Shakespeare de mierda».
 
«Sus defectos son fractales: incluso sus defectos tienen defectos, y así hasta el infinito».
 
«Dios sabe que siempre ha habido gente estúpida en el mundo y mucha gente desagradable también. Pero raras veces la estupidez ha sido tan desagradable, o la maldad tan estúpida».
 
«Hace que Nixon (Richard Milhous Nixon, Ene.09.1913 en Yorba Linda, California; Abr.22.1994 en New York, New York; trigésimo séptimo presidente de los Estados Unidos de América) parezca digno de confianza y que George W. Bush (George Walker Bush, Jul.06.1946; cuadragésimo tercer
presidente de los Estados Unidos de América) parezca inteligente».
 
«De hecho, si Frankenstein decidiera convertirse en un monstruo ensamblado completamente a partir de defectos humanos, haría un Trump».
 
«Y un doctor Frankenstein arrepentido se agarraba a abundantes mechones de cabello y gritaba angustiado: "Dios mío... Dios mío... ¿qué... yo... he... creado?"».
 
«Si ser un idiota fuera un programa de televisión, Trump sería una serie sobre un boxeador».


 
Robin Hood, citado previamente, es un arquetipo de héroe y forajido del folclore inglés medieval. Inspirado por Ghino di Tacco, su personaje es un hombre llamado Robin Longstride o Robin de Locksley, quien sería de gran corazón y viviría totalmente fuera de la ley, escondido en los bosques de Sherwood y Barnsdale, cerca de la ciudad de Nottingham; desde el siglo XII la tradición hizo de Robin Hood un popular personaje que encarnaba las demandas de justicia de las clases oprimidas en Inglaterra. Lo único cierto es que en los documentos de los siglos XIII y XIV se hallan varias referencias a cazadores furtivos, salteadores de caminos o criminales en fuga llamados Robin Hood o algo parecido. Una de las más antiguas procede de un registro judicial de Yorkshire, en el norte de Inglaterra, que cita la expropiación en 1226 de los bienes de un tal Robert Hod, a quien se describe como fugitivus.
 
Dick Whittington y su Gato es una leyenda del folklore inglés que rodea al verdadero sir Richard Whittington (alrededor de 1354; 1423), rico mercader y más tarde alcalde de Londres. La leyenda, recogida por primera vez en 1605,  describe su ascenso desde una infancia pobre por la fortuna que hizo con la venta de su gato a un país infestado de ratas. La leyenda parece inspirada en un cuento persa del siglo XIII protagonizado por un huérfano que consigue una gran fortuna gracias a su gato.
 
Oliver Twist o The Parish Boy's Progress'
 es la segunda novela del autor inglés Charles Dickens (Charles John Huffam Dickens, Feb.07.1812 en Landport, Portsmouth, Inglaterra; Jun.09.1870 en Gads Hill Place, creó algunos de los personajes de ficción más conocidos en el mundo y muchos lo consideran el mejor novelista de la época victoriana. Sus obras gozaron de una popularidad sin precedentes durante su vida, y en el siglo XX, críticos y estudiosos habían reconocido a Dickens como un genio literario. Sus novelas y cuentos todavía son muy leídos hoy y se adaptan habitualmente al cine). Oliver Twist se publicó originalmente como novela por entregas de aparición mensual en la revista Bentley's Miscellany, dirigida por el propio Dickens, entre febrero de 1837 y abril de 1839.
 
Un Jabba el Hutt, en inglés: Jabba the Hutt, es personaje ficticio de la serie La Guerra de las Galaxias. Apareció por primera vez en la película Star Wars.
 
Para muchos de nosotros, Donald Trump (Donald John Trump, Jun.14.1946 en New York, New York; cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América) es exactamente igual al personaje descrito en las punzantes señalizaciones ofrecidas por el ingenioso y elocuente White, a quienes sus opositores señalaron que había producido un escrito lleno de remordimientos. Pese a ello, ha sido el segundo candidato a la Presidencia de los Estados Unidos más votado, en la historia electoral de la nación norteamericana, solamente superado por Joe Biden (Joseph Robinette Biden Jr., Nov.20.1942 en Scranton, Pennsylvania, ejerció como el cuadragésimo séptimo vicepresidente de los Estados Unidos de 2009 a 2017.​ Fue senador de los Estados Unidos por Delaware entre 1973 y 2009) en Nov.06.2020.
 
El tope máximo de Trump se produjo frente a Biden, el mismo día que este resultó favorecido en las urnas, y que lo convertirá en el cuadragésimo sexto presidente de los Estados Unidos de América.
 
Monstruo de su propia creación: Donald Trump es el cuarto presidente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial que no alcanza la reelección. El caso más reciente fue el también republicano George W. Bush, quien perdió ante Bill Clinton. Un total de 12 presidentes en la historia de Estados Unidos no han logrado reelegirse.
 
Sus decisiones le pasaron cuenta: pasó de ser contagiado por covid-19 a imponer una magistrada en la Corte Suprema de Justicia, por encima de todos los pedidos de que postergara esa decisión; dejó su rol de mandatario a un lado para involucrarse casi a tiempo completo en su campaña en pos de la reelección; y, finalmente, falló en el último tramo en su intento por permanecer en la Casa Blanca. Después, vino la pérdida de compostura, ganándose paulatinamente el silencio del Partido Republicano, pese a que seguirá haciendo todo lo posible para impugnar las elecciones en las que más de 70 millones de estadounidenses le cobraron tres años y 10 meses de un gobierno polémico.


 
Pasó que en Arizona, la última victoria de un demócrata se fechaba en 1996, con la reelección de Bill Clinton. Desde entonces, el estado sureño se había teñido de rojo. No obstante, un hijo de Arizona, fallecido en Ago.25.2018, marcó la diferencia desde la ausencia; John McCain (John Sidney McCain III, Ago.29.1936 en Coco Solo, zona del Canal de Panamá; Ago.25.2018 en Cornville, Arizona), candidato presidencial en el 2008, y líder republicano indiscutible, tuvo una tensa relación con su partido por la forma en la que le permitían acciones a Trump. La huella de Biden en Arizona es de las grandes en un feudo republicano.
 
Pasó que en Georgia, otro muerto ilustre, John Lewis (John Robert Lewis, Feb.21.1940 en Troy, Alabama; Jul.17.2020 en Atlanta, Georgia), congresista demócrata afroamericano que estuvo en la Cámara de Representantes desde 1987, murió por cáncer de páncreas, y su ausencia se determinó en que en las ciudades clave de Georgia el voto demócrata emergió hasta desbalancear la historia de que allí, en lo que va de siglo, siempre se tiñó de rojo republicano. El periódico The Atlanta Journal Constitution reseñó cuando Trump le pidió a Lewis que «arreglara su horrible distrito de Atlanta». En la elección de la semana pasada, Atlanta fue desequilibrante y el irrespeto de Trump le pasó factura.
 
Pasó además que en el Cercano Oeste (Midwest) se convirtió en un lugar de protestas y disturbios por la violencia racial durante la primavera y el verano del año en curso. En la zona norte, hace cuatro años, Trump había ganado Wisconsin; Minnesota ha sido un cuartel demócrata e intentó conquistarlo, pero falló. La muerte de Jacob Blake, en Kenosha (Wisconsin) y de George Floyd en Minneapolis (Minnesota) le cobró su incoherente política para la igualdad racial. En Michigan, Trump se jugaba una ruleta; ganó el estado en 2016 con una ventaja de solo 0.3 por ciento por primera vez para un republicano desde 1988. Trump falló en los suburbios de las ciudades más importantes, como es el caso de Detroit, y le cobraron que la recuperación económica que tanto promovió, nunca llegó. Esta vez Biden hizo una intensa campaña en casi todo el alto Midwest: Minnesota, Wisconsin, Illinios y Michigan se colorearon del azul de Biden.


 
La derrota de Trump en estados clave diferentes a Ohio o Florida, donde ganó desde temprano en la noche electoral, también fueron un plebiscito a su forma de ver el país, a la manera en la que quiso atropellar en los debates presidenciales y el querer dominar siempre la retórica.
 
Es necesario entender que en una democracia compleja como la estadounidense, donde el voto popular nacional no tiene peso, pero sí marca el resultado de cada estado, todo sufragio cuenta. Conquistar condados terminará por inclinar un estado y agregar delegados electorales para el candidato del caso. Existen decenas de estrategias para ganar electorado de manera focalizada y así se ganan elecciones. Por eso, los candidatos celebran sus reuniones de campaña en pequeñas poblaciones, en lugar de las grandes metrópolis. Sin embargo, cuando la cuenta falla en un estado, suele desatar un efecto dominó que puede terminar por arruinar el camino a la Casa Blanca.
                            
A Donald Trump habría que cantarle aquella canción, a ritmo de merengue apambichado, que popularizo Rafael Solano & Orquesta en los primeros años de la década de 1970, en la voz de Rico López, de la autoría de Dionisio Mejía (Guandulito, Mar.23.1911 en La Güizara, Higüey, provincia La Altagracia, para entonces común de la provincia de El Seibo; Jun.1979 en Santo Domingo): «mi compadre está muy grave y no lo puedo avistar, en miedo a que si muere, a mí me quiera llevar; váyase en paz, mi compadre, váyase en paz».
 
 


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