El guabinoso y enjabonado mundo del que se creyó la Crocuta de Villa
Juana
Leonardo de Jesús Heredia Castillo |
“Morisquetas” son muecas que provocan risa. Según el Diccionario de la Real Academia Española, este vocablo tiene varias acepciones: ardid o treta propia de moros; también suele referirse al arroz cocido con agua y sin sal; actualmente no se tienen pruebas de que se esté usando con esos sentidos; la única relación que podemos establecer entre ambos términos es enfrentar algo que tiene valor [pesos] a algo insignificante [morisquetas].
hiena manchada |
He de recordarte que han pasado exactamente 523 días, y aún sigo esperando que saques a relucir aquellas pruebas irrefutables de actos ilícitos, reñidos con la moral y las buenas costumbres que dices tener en contra de mi persona. ¿Qué ha pasado en tan dilatado lapso?... ¿sentiste pavor o se te prendió el bombillito casi famélico que tienes en la cabeza, porque es difícil cargar ese pesado transito neuronal, casi inaudito, recordándote que tienes más manchas que una hiena (Crocuta crocuta), carnívora, oportunista, y carroñera?
Ramón Jerez |
¿Podrías refrescarnos de como llegaste a editor deportivo de El Nacional?... traicionando, infamando, engañando, estafando, burlando, mintiendo, conspirando, maquinando. ¿Qué pensarán de ti los huesos de Ramón Jerez?
Heredia Castillo, Federico Lalane José y Vitelio Mejía |
Morderás y masticaras, sin querer y queriendo, aquella lisonja que me disparaste alguna vez en esa amplia redacción de El Nacional: «Caobo, eres de la gente más decente que jamás he conocido; no sólo decente, decentísimo, por eso siempre pienso muy bien lo que quiero decirte, y como nunca te ríes de mis chistes, más desconcertado quedo».
Añadir título |
¿Quieres que empecemos a desmembrar las honras de cada uno?... ¿tendrías
los cojones suficientes para hacerlo?... ¡te animo!... ¿necesitas un Forty-Malt
para que te de fuerzas para ello?... ¡dímelo, que llamo de inmediato a Eduardo
Najri Molina para que te envíe una caja con 25 unidades a ver si le llenas de músculos!
¿De los que no son tus títeres inmediatos, a cuantos pretendiste
esquilmar?
Apuntaste que debía hacer denuncias relativas a los traficantes de
drogas… ¿lo recuerdas?... cada quien asume sus propias batallas, no conozco a
nadie que esté inmiscuido en el negocio de tráfico de estupefacientes, ahora
bien, muchas veces confesaste, delante de todos, incluyendo a un servidor, en
esa sala de espectáculos que era el cubículo de deportes de El Nacional, donde se conocían de tu
propia voz todas las indelicadezas de tus amigos, compadres, y de actores del
medio político, social y deportivo, que jamás rubricaste un acta de deportación
contra nadie pedido en extradición por el gobierno de los Estados Unidos.
Agregabas que todo aquello quedaba en manos de Marino Vinicio Castillo Rodríguez,
a quien todos conocemos como Vincho. «Y si los familiares o cómplices de esos
muchachos deportados salen por ahí a buscarme y me dan un tiro… no, yo no soy
loco»… ¿una botella con privilegios?... ¿la irresponsabilidad en su máxima
expresión?
Si tuviera la misma cabeza cuadriculada que tienes, podría
graciosamente suponer que quizás recibiste algunos emolumentos por esas
reiteradas negaciones. ¿Te pagó alguien, mucho o poco, para que no estamparas
tu sello en esas actas?... ¿cuántos?... ¡dinos!... ¡se un maldito hombre alguna vez
en tu vida!... ¡atrévete!... ¡rompe
esa falsa árgana de dignidades!... porque
no tienes ni seriedad, ni hombría, ni decencia.
¿Quieres reeditarlo en tu entorno más próximo?... ¿por qué en tu
amadísima Villa Juana no ha cesado jamás el consumo y distribución de
substancias adictivas controladas?...
¿De qué te han valido tantas proclamas, exaltaciones, marchas usando
menores sin los correspondientes permisos de sus padres, en una fingida lucha
contra el narcotráfico?... fracasaste en un esfuerzo donde te atribuyes todos
los créditos, y que debió ser incesante.
¿En medio de la cacareada bonanza económica de los gobiernos del pe-ele-de,
donde fuiste un beneficiario amplio, cuanto mejoraron los indicies de
desarrollo humano en el sector donde te consideras un dios?
Ahora, dinos, en esa Villa Juana donde todo el mundo se conoce, donde
detrás de cada fachada que simula una casa hay un patio interminable lleno de
casuchas, con escasas disposiciones sanitarias, hacinadas al máximo,
pestilentes, donde no existe intimidad, y donde cada quien sabe el secreto de
los demás, ¿cuantos narcotraficantes, grandes, medianos, o micro conoces?...
¿le cobras peaje o tienes quien te cobre algún tipo de peaje por tu inactividad
frente a ellos, en tu entorno más cercano?
Yo no dudo nada te di, nada de nada.
¿Y el liceo, y la escuela básica?... ¡cuéntanos!... ¿qué calidad de
enseñanza se está brindando?... vendes aquello como lo máximo relativo a lo
académico, más que los colegios católicos tradicionales de la ciudad, o brindas
un programa sin exigencias, como pasaría en cualquier escuela rural de Hostos, provincia
Duarte, antiguo Distrito Pacificador.
Al final, traicionaste a Fernández Reyna, de quien decías era tu íntimo amigo, asociándote con la corriente de Danilo Medina Sánchez, pero no te salió nada, fuiste por más lana y saliste trasquilado… apoyando para los comicios de Jul.05.2020 a Gonzalo Castillo Terrero. ¿Lealtad?... ¡ni por casualidad!
Leo, El Niño Culicagao de Villa
Juana… de mi boca jamás escucharas que yo soy una persona seria, temprano
me enseñaron que la honestidad no se pregona, pero si me acusas de no serlo tendrás
que demostrar que eres más sensato, digno, veraz, y mínimamente más escrupuloso
que un servidor… igual consideración tengo de mi amigo Borrás… dudo que puedas expresar
una humanidad más allá de lo deslustrado, lo desacreditado, lo ennegrecido, lo deslucido,
lo insultante, el desdeño, la tachada, lo infamante, las indiscreciones; estas lleno
de manchas.
¿No tuviste la suerte de Pechito?...
¡una lástima!... Reinaldo de las Mercedes Pared Pérez pasó por el lodo y no se
ensució, dice él.
Hace tiempo que deberías estar en tratamiento psiquiátrico, eres errático,
dejas huellas de tus actos irresponsables, ahí en El Nacional deberían estar revisando tus pasos: moderación,
equilibrio, y prudencia no aparecen en tus columnas.
Leonardo de Jesús, hace 523 días escupiste para arriba, y te salpicaste.
Te ha pasado como a la guinea a la que le cantaba Guandulito (Dionisio
Mejía, Mar.23.1911 en La Güizara, Higüey, provincia La Altagracia, para entonces
común de la provincia de El Seibo; Jun.1979 en Santo Domingo), que después de
arrasar el conuco de arroz el agricultor te tendió una trampa y caíste; a las
4:00 de la tarde la guinea llamó a sus hijitos y le preguntó que como veían de
colorados sus ojos… los pichones le responden: «todavía usted no los tiene colorados, mamá; cuando llegue Guandulito,
que es el dueño del conuco y está aplomando (tomando licor) por ahí, y aún no se sabe que hará con usted,
si terminará en salcocho, locrio (locrio, en República Dominicana, es arroz
guisado con alguna proteína: carnes, pescados, vísceras, mariscos, vegetales, la paella del pobre, le llaman algunos) o es asá que la va a arreglar a usted mamá».
Leo, Leito, El Marchante, El Niño Culicagao de Villa Juana,
versión insaciable de Chucky, el muñeco diabólico, te acostumbraste
a que nadie conteste todas esas barbaridades que dices en un vespertino que sus
propietarios están pensando clausurar, donde cobras una remuneración por verter
acusaciones gravísimas contra quienes no son tus afectos, y que usas para tu
propio beneficio, y que no se corresponde con el modo de vida que llevas,
incluidos familiares, pero hace 523 días se te pelaron todos los números.
Lo interesante es que mañana será el amanecer 524, porque después de un
día hay otro más, y yo te seguiré esperando; o sacas tus colmillos llenos de
veneno o necesariamente tendré que volver a reclamar que te atrevas.
Si no intentas morderme, si no encuentras como masticarme, o me mandas
a golpear o a matar, como trataste de hacer con alguien que te superó ahí mismo,
en tu feudo, en Villa Juana, cada cierto tiempo me otorgaré la licencia para
desatar algunas verdades sobre ti, siempre apegado a la realidad de los hechos;
porque no es verdad que comandas los vientos y los elementos… más allá de su más
acabada y más autentica versión, El Niño
Culicagao de Villa Juana, no eres nadie.
¡Lanza tus pruebas al aire!... ¡atrévete!... demuéstrame lo que
yo mismo no se de mi propia persona.
Mientras, el hacha va y viene, quedas como lo que eres: un cobarde.
Al final, traicionaste a Fernández Reyna, de quien decías era tu íntimo amigo, asociándote con la corriente de Danilo Medina Sánchez, pero no te salió nada, fuiste por más lana y saliste trasquilado… apoyando para los comicios de Jul.05.2020 a Gonzalo Castillo Terrero. ¿Lealtad?... ¡ni por casualidad!
Leonardo de Jesús, hace 523 días escupiste para arriba, y te salpicaste.
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