martes, 31 de mayo de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 203: “Mi hermano” enhebrando agujas para Uribe Vásquez
May.31.2016

Aparece en una de las pocas páginas de las llamadas redes sociales que sigo un cartel donde se anuncia la transmisión de los partidos del Centro-Basket de Panamá para República Dominicana, con la producción de Alberto Rodríguez Mella.

¡Hasta ahí, todo bien!

Lo que no me cuadró fue ver en el anuncio las fotografías de Karl-Anthony Towns, Al Horford, Jack Michael Martínez, Francisco García, Josh Asselin, Manuel Fortuna, entre los que pude distinguir.

Ninguno de ellos actuará en el equipo dominicano.

¿Qué es para vender?... el recurso puede ser valido, pero también es engañoso.

Si el equipo de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) y su “comisión de selecciones nacionales” decidieron correr con jóvenes figuras, pues esos son los que deben empezar a ser promocionados.

Es hora de entrar a vender y promocionar a nombres como Ángel Luis Delgado, Yerri Flores, Jonathan Araujo, Juan Miguel Suero, Víctor Liz, Rigoberto Mendoza, Juan José García, Eloy Vargas, Juan Coronado, porque esas son las figuras que quiere Uribe Vásquez y nadie más. Sin restarle meritos a la capacidad de juego de los jugadores.

Sigo con mis aprensiones de tener a Eloy Vargas como único jugador de la posición cinco. El torneo de su vida fue hace dos años en el Mundial de España y de ahí en adelante no espero nada más. Es un complemento no un jugador que pueda echarse un equipo encima y decidir un triunfo como podrían hacerlo Towns, Horford, Martínez, José –El Grillo- Vargas, Hugo –El Inmenso- Cabrera, cada cual en su momento. Detrás, García bajito, con fundamentos pero poco ha podido brindar, sobrevalorado, un cristal de Venecia.

Pero de que es una selección secuestrada, bien confiscada está. Aprisionada, comprimida, y más encima, entregada a una pantomima como Melvyn López Guillen.


Por cierto… ¿existe aún la comisión de selecciones nacionales?... el portal de FEDOMBAL dice que la misma sigue corriendo y sus miembros son José Monegro, Raúl Peña, César St. Hilaire y ¡ohhhh sorpresa! Alberto Rodríguez. Del grupo Peña ha actuado en varias selecciones de esas de segunda categoría, las que nunca quiso correr Eduardo Najri.

St. Hilaire está fuera del baloncesto, después de quedar fuera del Comité Ejecutivo de FEDOMBAL, por disposición expresa de Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, y es que hay un lío en el Cibao y no es de ropa, y no es verdad que Néstor Saldivar es quien le va a poner coto. ¿Monegro?... ¿Monegro?... no imagino que pueda aportar, más allá de unas palabras de buena crianza.

Me extraña y sorprende la presencia de Rodríguez. Cuando le comenté cuatro años atrás que estaba presentando renuncia a la misma, me señaló: “yo también voy a renunciar, ahí no hacemos nada”. Posteriormente se refirió en términos nada halagüeños y mucho menos encomiásticos a todos los que tenían ideas encontradas con las posiciones de Uribe Vásquez.

En los cuatro años y corriendo que tiene de creada esa “comisión de selecciones nacionales” nunca ha tenido ninguna ascendencia sobre la conformación de la misma.

En la selección dominicana inciden Uribe Vásquez, López Guillen, Junior Páez, también conocido por el mote de El Yipi, y Frank Brito. Después, olvídese del mambo. Para ser honestos, ellos deberían ser los únicos miembros de la “comisión de selecciones nacionales”, y por supuesto, crearse “un barrilito”, “un cofrecito”, “unas arganas”, “unas alforjas”, recibir comisiones, dietas, gastos de representacion y continuar esquilmando el baloncesto dominicano.

La selección asistirá a Panamá con una encomienda sencilla, quedar entre los primeros cinco de diez participantes donde se incluyen a Costa Rica, Nicaragua y Antigua. Nada del otro mundo. Quizás ahora fue lo único que hizo valorizar a los más jóvenes, pero les colocó un pésimo instructor.

FEDOMBAL a lo propio, a vender su selección y su transmisión con lo que tiene. No con lo que pudo haber sido y nunca lo fue.


Me imagino a Alberto Rodríguez haciendo sus bembitas y poniéndose colorado, empezando a responderme. Pero esa es la única verdad.


Uribe Vásquez no da puntada sin hilo y este, “mi hermano” le está ayudando a enhebrar la aguja.

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