martes, 31 de mayo de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 202: El eterno cortocircuito neuronal de Melvyn López Guillen
May.31.2016

Incongruencia es la falta total de coherencia entre varias ideas, acciones o cosas. Se acepta también que es una forma de conducta o expresión que contradice a otra, o no guarda relación lógica. La lógica es la norma filosófica que estudia formas y principios generales que rigen el conocimiento y el pensamiento humano, considerado puramente en si mismo, sin referencia a los objetos; sus puntos de desequilibrio son las doctrinas del concepto, del juicio, del silogismo y del método. Lógica es también un método o razonamiento en el que las ideas o la sucesión de los hechos se manifiestan o se desarrollan de forma coherente y sin que haya contradicciones entre ellas.


La coherencia es la relación lógica entre dos cosas o entre las partes o elementos de algo de modo que no se produce contradicción ni oposición. Es también la cualidad de la persona coherente o que actúa en consecuencia con sus ideas o con lo que expresa.

El “entrenador nacional”, encomillado, para que no hayan dudas, ofreció unas declaraciones al periodista Satosky Terreno (El Caribe, May.31.2016) donde se pueden observar los desvaríos de alguien que actúa sin ningún tipo de lógica. Por una parte señala: “este equipo puede sorprender”… por la otra: “lo único que necesitamos es el aglutinamiento, el compromiso y la química, ese team work que necesitan todos los equipos”. Agregó: “hay que tomar en consideración que no muchos de ellos han jugado en este nivel y no muchos de ellos han jugado juntos, o sea, no va a ser tan fácil”.

No hay que abundar en demasía para entender que el trabajo en la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) es algo inexistente. “Asunto de temporada”, como desde hace años lo definió el buen amigo Federico Borrás. Cuesta pensar que un entrenador con oficinas dentro de las propias paredes de FEDOMBAL, no tenga continuidad en lo que entendemos debería ser su trabajo.

¿No muchos han jugado en este nivel?... entonces, cabe preguntarse: ¿cuáles son los parámetros para validar la presencia de estos jugadores en una pre-selección nacional?... ¿por qué conocemos de un dilatado listado de pre-seleccionados y después hay que elaborar, a la carrera, un mini-campamento con nuevos invitados?... ¿hay tan poca seguridad en la aventura de correr un listado de invitados, que después hay que ceder a la presión pública?


¿Vivimos los tiempos eternos del desconocimiento o las invitaciones se hacen de acuerdo a los intere$e$ mercantili$ta$ del entrenador de turno?... repito: intere$e$ mercantili$ta$. Para que no queden dudas: I N T E R E R E $ E $  M E R C A N T I L I $ S T A $... en mayúsculas y en negritas.

¿Asunto de temporada?... ¡por supuesto!... “aglutinamiento”, “compromiso” y “química”. De la forma como se está manejando el baloncesto dominicano, y las prisas por subir a los chicos que han tenido experiencia en las selecciones de categorías formativas, se entiende que este grupo tiene compromisos impuestos, repito: impuestos, no adquiridos, con la actual administración de la FEDOMBAL, por lo que el trabajo debió ser más llano.

Posiblemente pasemos por las oficinas en el Palacio de los Deportes y las encontremos reventadas de zapatillas de jugar nuevas. Porque eso es que se les exige a los muchachos: “contratos, no, no, eso es inexistente, lo único es que cuando vayan subiendo le aporten a la FEDOMBAL algunas pares de zapatillas, unas camisetas y cualquier otra cosita sin ningún requerimiento mayor”…. ¡a confesión de partes!

Laudos recaudatorios violando las leyes y la propia Constitución de la República.

Estos chicos sólo interesan para los fines de ocasión; la parte humana no existe. Se desprende que hay una desconexión de lo que representa el trabajo en los veranos y el resto el año. Inclusive, una ruptura de la labor que pudo hacer José Mercedes Del Rosario, también conocido por el alias de Maita, como responsable de las selecciones formativas y encargado del proyecto de selecciones nacionales, con las actuales pretensiones de López Guillen.

¿Estamos ciegos para ver que ya se ventilaron las diferencias entre los hastíos de Mercedes Del Rosario y López Guillen?... lo que unió Rafael Fernando Uribe Vásquez, también llamado por el mote de Rafelin, hace aguas. Porque nadie en su sano juicio podía pensar que esa pandilla perduraría para siempre. Vientos huracanados asoman por los predios de ese programa de selecciones, los provechos de Mercedes Del Rosario y las apetencias de López Guillen.


Los cómplices, los colaboradores, los secuaces, los favorecidos y los cobardes que se acomodan al crimen para celebrar sus actos de terror como triunfos, aquellos que han matado tan mal que han permitido que sus victimas hayan podido sobrevivir, se están dando cuenta que habrá poco que celebrar; la guadaña tarde o temprano se cebará contra el cinismo sonriente o la indecencia profunda de estas gentes.

La prensa complaciente calla ante la retórica sin nada de fulgor de López Guillen, quien ha prendido alguna vez en ser epígono, pero sin capacidad para exponer. Nos han hecho creer que el baloncesto dominicano está lleno de sus ecos y terminaremos amarrándonos las cabezas cuando las aguas estén más tranquilas. Rafelin ha querido sacar imágenes de su camiseta, sabiendo que son difíciles de colocar en sus oficinas, fotos huecas, pero le gusta el brillo de su propia sonrisa aunque no haya nada de virtuosismo; se vive en las antípodas del baloncesto.

Al final… ¿a quien sorprenderemos?... la justa permite que cinco (5) equipos del área puedan avanzar hasta el grupo A de el nuevo sistema de competencias de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA); Islas Vírgenes, México, Panamá, Puerto Rico y República Dominicana han estado en el primer plano de la región. Cuba no ha podido trabajar libre de espantos y con el fantasma de la fuga de sus valores siempre presente. Jamaica está momentáneamente fuera de competencia y Bahamas no logra reunir sus mejores hombres. La sorpresa sería quedar fuera de esas consideraciones.


Para López Guillen la apuesta es muy simple, correr con el mínimo de preocupaciones en una competencia devaluada, pero nadie descarta que pudiera producirse un cortocircuito dentro de sus escasas neuronas.

En días pasados me acerqué a los entrenamientos manejados por López Guillen camino a Panamá y aquello es un espectáculo digno de una película de Robertico Salcedo. Los entrenadores parecen comadres de patio, chismeando y riñendo entre ellos, gente sin oficio y con mucho menos laborantismo. Gente que no aporta. Los jugadores repitiendo los mismos sistemas de siempre, los únicos que corren en esa cabeza casi unineuronal, para después terminar en el baloncesto más simple, el de correr y tirar.

De trabajos honestos, ¡nada!

Aprecié si a Iván Almonte, Sonrisa, tratando de mejorar algunas habilidades de estos jugadores, casi todos con chips implantados para seguir ordenes, correr y tirar, y después, a Dios que reparta suerte.

Tristemente hemos llegado al estado de indefensión baloncelistica. No se puede diseñar un buen baloncesto a partir de López Guillen, pese a todas sus coronas en el ámbito local. Estamos encerrados y habrá que encerar al baloncesto por el miedo que despierta Uribe Vásquez y sus ambiciones desmedidas.


Se puede avanzar, pero no en una administración que tenga únicamente un rumbo mercantilista.


¡Adiós baloncesto!

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