sábado, 30 de junio de 2012


El poderoso sector externo o el cuento de las lágrimas sobre el cadáver

La expresión lágrimas sobre el cadáver se refiere, al menos en República Dominicana, al pago de las deudas que se tienen en dinero constante y sonante de manera inmediata ante cualquier situación. Desde hace un tiempo considerable en cada campaña electoral nos encontramos inundados de cientos de pequeños movimientos, cuya suma pasa a constituir el llamado sector externo de cada candidato.

El fenómeno se torna más virulento cuando las elecciones se refieren a la Presidencia de la República.

Este año hubo de todo, desde uno llamado MODA (Movimiento Democrático Alternativo) que apoyó a Hipólito Mejía Domínguez y que para sorpresa de todos, corrió con casilla independiente en la boleta electoral, sumó votos por pi’pa (91,821 en total), más de los que consiguieron candidatos a la Presidencia y más que buena parte de los “partidos” de larga data en el sistema electoral dominicano, incluyendo la Fuerza Nacional Progresista (FNP), responsable de la campaña sucia que se libró esta vez contra Mejía Domínguez.

La FNP pertenece a Marino Vinicio Castillo Rodríguez (Vincho) y sus hijos. Después, sus miembros se deben contar con los dedos de una mano y sobran índice y pulgar. ¡No se diga más magistrado!

Apareció un infame movimiento llamado Aguacateros con Papá que se anunciaba en la radio con inusitada frecuencia, pero jamás he visto una asociación de productores de palta o de vendedores de la misma fruta. Abogados, educadores, médicos, chiriperos, chóferes del transporte público, propietario de autobuses, vendedores de gas propano, tenedores de bancas de lotería, domesticas (mucamas), locutores, cantantes, músicos, así como cualquier profesión u oficio que se pueda imaginar entró en esta carrera.

Danilo Medina Sánchez 
Hubo, por ejemplo, Egresados de la Unión Soviética con Danilo, Constructores con Papá, Constructores con Danilo, Pontepatupais, De Lo Mio, Movimiento Estrella Juvenil, Avalancha Electoral, LEAL, FILA, Orgullo Nacional con Danilo (ONDA), Soy Abuelo (Frente de Adultos Mayores), Jóvenes Danilistas de la Salud, Meteorólogos con Danilo, Movimiento Odontológico con Danilo (MODA), Masa Silente con Danilo (formado sólo por dos individuos: Julio César De la Cruz Rosario y Nelson De Los Santos Landa); cada uno de los grandes partidos, el de la Liberación Dominicana (PLD) y el Revolucionario Dominicano (PRD) se atribuyó más de 600 de estos grupos.

Nadie conocerá jamás el aporte efectivo de estas manifestaciones, pero lo que no es un secreto es que todas buscan su propia lonja dentro del Presupuesto Nacional. Pretenden insertarse en la nomina pública para asegurarse ingresos mensuales, sin ningún sacrificio posterior, y por lo general terminan convertidos en esa palabra tan despectiva que todos conocemos como “botellas”.

La Fuerza Nacional Progresista (FNP), que tiene como único representante en la Cámara de Diputados a Pelegrín Castillo Seman, solicitó abiertamente y sin reparos la presidencia de ese cuerpo legislativo (Listín Diario, Jun.23.2012). Posiblemente sea uno de los sujetos más preparados de toda esa fauna parlamentaria, pero las posturas de su reducto están por lo general divorciadas de las necesidades y urgencias del pueblo dominicano.

Castillo Seman asomó la cabeza como candidato a la Presidencia de la República, se mostró interesado en la posición, se lanzó como globo de ensayo, pretendió correr con colores propios, y su propio padre, el dueño de todas las verdades, se encargó de cercenar estas aspiraciones. Señalando que apoyaría únicamente al candidato del PLD. Uno de sus hermanos, Vinicio Castillo Seman, que pretende convertirse en el nuevo moralizador del país, estuvo aupando a José Tomás Pérez como candidato a la primera magistratura de la nación. Pese a que Castillo Rodríguez continua tratando de vencer los tiempos, se mantiene al frente del insignificante pero influyente partiducho. La división familiar asoma.

Antonio Isa Conde
El sector externo que apoyó a Danilo Medina Sánchez estuvo coordinado por Antonio Isa Conde, a quien sus allegados llaman Tony, es también hermano del dirigente de izquierda Narciso Isa Conde. En las declaraciones en tiempo de campaña señaló que aportaría millones de votos a favor del candidato del PLD.

En aquella comedia, absurda por demás, de la entrega de firmas a Leonel Fernández Reyna, en marzo del 2011, evocación de la más aberrante genuflexión ante un personaje, el Presidente de la República indicó que sería el garante, responsable, de las más de 2.2 millones de firmas que se depositaron en aquellos libracos cargados en carretillas decoradas, como las silletas de Medellín, pero sin el exquisito olor de las flores.

Más adelante, Fernández Reyna también punteó, y nos puteó a todos, con el anuncio de que dispondría de 40 mil millones de pesos para el candidato que corriera por su partido.

Por cierto: ¿donde estarán esas firmas?... ¿a que recicladora de papel llegaron?... ¿Qué se hizo con las carretillas tan finamente adornadas?...

República Dominicana contó con 6 millones, 502 mil, 968 aptos para votar. Ejercieron el sufragio el 70.3 por ciento de este total, y la abstención resultó de 29.7 por ciento. El PRD conquistó 2,130,189 almas frente a 1,711,972 del PLD, pero como las alianzas se hacen antes de la primera vuelta, junto con sus aliados alcanzaron los votos para ganar las elecciones con poco más del 50 por ciento más uno de los sufragios validos.

La súper influyente, omnipresente moralizadora, FNP consiguió la exigua, minúscula, nimia, imperceptible, inapreciable, irrisoria, menguada, risible, estrafalaria y limitada suma de 33,172 votos para un 0.73 por ciento del total general. Revirtiendo una de las ofensas al candidato Mejía Domínguez, parecería que la capacidad de atraer electores que quedó en el vientre de la señora madre del doctor Castillo Rodríguez.

Los números anteriores nos dicen que sólo contabilizando el monto ofrecido por Fernández Reyna, se invirtió 6,733 pesos tratando de conquistar cada votante. Con la abstención y el hecho de que el PLD no alcanzó ni remotamente los 2 millones de electores, indica que la cifra se triplica. Cada voto del partido morado costó 23,364 pesos con 86 centavos.

No se alcanzó el número que había pronosticado el Presidente de la República. De cara a la realidad, el PLD perdió espacio dentro del conglomerado elector, pese a todas las deficiencias, reales y ficticias, de su principal opositor.

Pero si el vaticinio de Fernández Reyna estuvo a medio millón de votos de distancia, la apuesta de Isa Conde sería una perdida mayor. “El sector externo aportará un millón quinientos mil votos”, había manifestado.

Isa Conde se cayó de bruces estrepitosamente, no añadió un solo ser a las filas del PLD, no aportó nada, no anexó una sola alma al proyecto de Medina Sánchez y si mucha palabrerías de ocasión. Quizás la efervescencia del triunfo morado le haya impedido ver que no está conectado con el mercado electoral dominicano, que se quemó sin exponerse al sol de las lides políticas. Utilizando una frase de Joaquín Balaguer: “se hizo pupú fuera del cajón”.

No es la primera vez que Isa Conde cae como gorrión asado, frito en su propio aceite, de cara a la administración pública. Quizás sea lo suficiente habilidoso de transformar lo público y traspasarlo al sector privado como aquel a decir de mi mamá, “como el que caga y no lo siente”. Por supuesto, sin beneficios para el aparato estatal. Pillaje globalizado, depredación trepidante, rapiña neoliberal, botín electoral, desfalco encubierto, hurto mundializado, saqueo en los tiempos que corren sin necesidad de parche pirata sobre uno de los ojos, casulla, espada y garfio.

En el primer gobierno de Fernández Reyna (1996-2000), Isa Conde estuvo como presidente de la Comisión de Reforma del Sector Público (CREP), aquella entidad privatizadora, nefasta, de la que se tiene la percepción que entregó las empresas estatales a manos particulares. Dispuso, desmembró, despedazó, descuartizó, desmenuzo, rompió, atomizó, desmoronó, la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE), la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y la Corporación del Fomento de la Industria Hotelera (CORPHOTEL). Todo ello sin apartarse sin segundo de sus actividades en el sector privado, más específicamente dentro del Grupo Najri y la empresa Fertilizantes Químicos Dominicanos (FERQUIDO).

Es además, como si todos tuviéramos la percepción de que se regalaron las empresas estatales y el pueblo dominicano no recibió ni una mota a cambio.

La privatización no ha sido más que nuevas vetas para la acumulación de capital de entidades con fuerza financiera, casi siempre ligadas a los gobiernos de turno, en base a la entrega de los servicios públicos (energía eléctrica, telecomunicaciones, servicio de agua, recolección y tratamiento de desechos, recursos minerales, recursos forestales), que creó el contexto económico y político para la intervención de estas ramas. Muchos de los préstamos de la banca están condicionados a este fenómeno. Pero también detrás de todo esto hay muchas coimas, gratificaciones, recompensas, propinas, dinero por debajo de la mesa, rentas, donaciones, prebendas, aguinaldos, sobresueldos, retribuciones y facilidades.

Por demás, hemos quedado abrumados por la creación de organismos, por leyes, totalmente incapaces de controlar los nuevos monopolios surgidos de los bienes públicos. Entidades que en la generalidad de los casos se superponen y al mismo tiempo se convierten en laberintos para las soluciones a los más elementales conflictos, donde el único lesionado es el estado. La defensa neoliberal ha quedado convertida en una frase tan vacua, a que no existe transferencia de activos, pero arrasan con todas las utilidades, lo que impide una justa distribución de la riqueza.

Solo la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) resultó dividida entre 13 empresas diferentes: unas para la generación, otras para la distribución, más para las transferencia de carga, un ente coordinador Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), y así sume usted. No todas, por cierto, disfrutan de un buen viento de cola en materia económica y las distribuidoras a parte de abusivas, son ineficientes.

Su propio hermano, Narciso Isa Conde, escribió en noviembre del 2008, sobre el caso de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE): “el despojo de tan estratégico recuso fue llevado a cabo mediante mecanismos legales espurios y faltos de legitimidad, apoyados en una interesa y maliciosa campaña mediática que le atribuía los males de la corrupción, la ineficiencia y el clientelismo gubernamental al aparato publico-estatal de servicio y no a su modelo de gestión y administración, en momento de una gran confusión política provocada por la avasallante política neoliberal”.

Todas las apuestas señalan que Isa Conde será miembro destacado del aparato administrativo del nuevo gobierno. No habrá que esperar muchas horas después del 16 de agosto para saber el cargo que ocupará. Más de uno lo ha colocado al frente del Ministerio de Industria y Comercio, otros lo invisten en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, pero lo único cierto es que seguirá lanzando fuegos de artificios sobre la población dominicana. Golpes que de manera expedita erosionarán la confianza depositada en la gestión 2012-16.

“Danilo Medina tiene un proyecto bien acabado para lanzar nuestros país hacia un modelo exclusivo y sostenible, un modelo que va en comunión con la preservación del medio ambiente y sobre todo que tiene como fundamento el desarrollo del capital nacional”, manifestó Isa Conde (Mar.06.2011). De lograrlo, ambos serian merecedores del Premio Nobel de Economía. “Danilo construirá un país sin miserias”.

Tony Isa, que algunas veces saca una fotografía de la Guerra de Abril del 1965, fusil en mano, colocado del lado de los constitucionalistas, pero imágenes, retrato, que el tiempo se ha encargado de borrar por las acciones llevadas a cabo desde su inserción en la empresa privada, donde amen de sus capacidades, se ha mostrado sumiso, obediente, manso, ante sus patronos. Como adhiriéndose como perro con hambre a las ganas de comer. Con el viviremos escenas post-apocalípticas en tiempos de golpeo sistemático a la industria nacional en “un país rico malamente administrado”.

Nombre que despierta inquietudes, en todos los niveles, con su rosario de anuncios fuera de contexto, favoreciendo siempre los intereses privados, de los que nunca se ha alejado. Los argumentos detrás de este funesto personaje golpearán con piedad la actitud de los dominicanos frente a Medina Sánchez.

Lo único cierto es que un personaje de este tipo nos dejará un paisaje cada vez más degradante y sin lugar a dudas, lleno de barroquismo. La ceguera de Isa Conde construirá la noción de la inevitabilidad de los ajustes o la del traslado de los costos de la crisis a la población cuando el modelo estalla.

Fue Adam Smith y no Carlos Marx quien advertía que no hay sociedad próspera si la mayoría de sus miembros son pobres. No es un pensamiento difícil.



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