martes, 26 de junio de 2012


¡Amigos de aquí y de allá!…

Ganar siempre brinda una gratificante satisfacción. Derrotar a Puerto Rico supondrá siempre un deleite especial. Alcanzar un titulo en Centro-Basket es hasta el momento el mayor logro que podemos aspirar, con seguridad, en una competencia de baloncesto. Si usted suma todo lo anterior: conquista el torneo venciendo a los puertorriqueños a domicilio, eso brinda un éxtasis adicional.

Selección dominicana, 2012
República Dominicana se impuso en la competencia regional venciendo en sus seis compromisos, ganó de manera consecutiva, sin pausas, hasta coronarse frente a los boricuas. Una inmensa alegría para jugadores, técnicos y todo el que se involucró en esta película, a la que todavía le resta un colofón por escribir. Fue la tercera vez de manera seguida donde ambos rivales se enfrentaban en la final, las dos anteriores, 2008 en Cancún y Chetumal, México, y 2010 en Santo Domingo, se habían traducidos en triunfos para Manolo Cintrón y sus muchachos.

El evento mostró sus aristas. FIBA-Américas tendrá que trabajar más en el desarrollo regional, especialmente en países que vienen subiendo con fortaleza. Jamaica, primera vez en el podio, empieza a despuntar pese a que siempre ha tenido un buen material, jugadores en el exterior pero poca programación con lo tiempos que corren. Bahamas e Islas Vírgenes (USA) corren con iguales lagunas. Panamá continua siendo una cantera importante de jugadores pero su cuerpo federativo necesita oxigenarse económicamente para recuperar viejos sitiales. México no ha podido destrabar sus problemas internos, pese a una liga con mucha promoción, lo que ha impedido una vuelta contundente a los escenarios.

Ahora bien, los éxtasis son pasajeros, efímeros. Mantenerse en la cresta de la ola requiere sacrificios, paciencia, recuperación, estudios y una entrega más allá de lo esperado. Hemos vivido otros embelesamientos: el partido frente a México en el Centro-Basket de 1975, la medalla de oro en el Centro-Basket de 1977, la presencia en el Mundial de 1978 en Filipinas, el triunfo frente a Cuba en el Centro-Basket de 1981, la victoria ante Estados Unidos en el Pre-Mundial de 1989, el partido final ante Cuba en el Centro-Basket de 1995, las victorias ante Brasil y Canadá en el Pre-Olímpico de 1995 efectuado en Neuquén, la plata de los Juegos Panamericanos del 2003, el oro en el Centro-Basket del 2004 y la medalla de bronce en el Pre-Olímpico de Mar del Plata en el 2011.

Pese a la conquista del evento, quedaron muchas interrogantes en el camino. Los dominicanos no tenemos la vocación de imponernos de manera categórica; más de lo debido vivimos con el corazón a punto de estallar. Lo rotación de nuestra banca es muy corta y hay jugadores que sólo ocupan un lugar en el entramado. La estructuración del conjunto dejó mucho que desear, hubo enormes lagunas, y de cara  una competencia de más envergadura pagaremos caro esta osadía.

A los arrendatarios del conjunto le llegan las críticas, lanzan sus dardos, pero nadie se hace responsable a la hora de los cuestionamientos. Todas las informaciones llegan por medios electrónicos, Twitter, generalmente, y algunas veces Mario Emilio Guerrero hace de relaciones públicas. Por supuesto, un servidor tiene que servirse la noticia al estar excretado de esos círculos, lo que honestamente no me resulta extraño.

En la línea frontal tenemos tres nombres estables: Horford, Martínez y Báez, pero es una rotación carente de centímetros para enfrentar equipos de más cartel. Pensar en Mozgov (7'01, 250, C, 1986), Vorontsevich (6'10, 235, PF/SF, 1987), Zhukanenko (6'10, 240, C, 1986), Kaun (6’11, 245, C, 1985), Sokolov (7’00, 255, C, 1985), Kashirov (7’01, 230, 1987) y Dmitriev (6’09, 245, 1984), lo pone difícil, ello sin sumar la juventud de este grupo.

Jamaica nos causó algunas complicaciones, pero el equipo dominicano se sobrepuso. Situaciones parecidas ante equipos como Grecia, Lituania, Rusia o Nueva Zelanda no dejaran espacios para la recuperación.

Sofoklis Schortsanitis 
Las excusas sobre Orlando Sánchez y Charlie Villanueva no causaron ninguna satisfacción. La inclusión de Josh Asselin ha sido un fiasco jamás pensado. Manuel Guzmán, con toda su bonhomía, parece un parche mal pegado. ¿Qué reacción podríamos tener frente a un Fotsis (6’10, 250, PF, 1981), Mavrokefalidis (6’10, 250, PF/C, 1984), Kaimakoglou (6’09, 250, PF/C, 1983), Bourousis (7’00, 280, C, 1983), Koufos (7’01, 265, C, 1989) o Schortsanitis (6’10, 310, C, 1985)?

La inclusión de Gerardo Suero y Karl-Anthony Towns, este último mal utilizado (¿supo Calipari que el muchacho no tiene a Kentucky como primera opción?), es una apuesta a lo que deberían ser nuestros torneos importantes en el próximo lustro, sabiendo que deberemos ir por más en el Pre-Mundial del 2015, el Pre-Olímpico del 2017 y el Pre-Mundial del 2019.

Gerardo Suero  
Francisco García volvió una vez más a lesionarse, como siempre, e igualmente ofreció sólo un buen partido. Hace años que su magia se apagó sobre la cancha, no está aquí, pero tampoco allá, a pasado a ser un actor de reparto, su liderazgo se ha ahogado ante la presencia de los nombres de la línea frontal y cada vez deja que la pólvora se moje en sus alforjas.

Si la buena salud del equipo dominicano pasa por la figura de Manuel Fortuna, es sinónimo de que estamos muy mal. Una de las primeras substituciones en este 2012 para el dirigente Calipari. Siempre he dicho que este chico me causa simpatías, es un ídolo local, pero pierde vigencia a medida que sube el nivel de las justas. Es un jugador para situaciones especiales, tirador en cuerpo de armador, con un corazón enorme. Para un evento mundialista se disminuirá considerablemente a menos que sus latidos se sientan en toda Caracas.

Kšištof Lavrinovič 
¿Cómo imaginar a Kaukėnas (6'04, 220, SG, 1977), Kalnietis (6'05, 205, PG, 1986), Jasikevičius (6’04, 205, PG, 1976), Pocius (6'05, 190, SG, 1986), Gailius (6’07, 202, SF/SG, 1988)?... para rematar poniendo en la cancha a Andriuškevičius (7’00, 240, C, 1986), Songaila (6’09, 248,PF/C, 1978), Motiejūnas (7’00, 225, C/PF, 1990), Javtokas (6’11, 270, C, 1980), los mellizos Kšištof Lavrinovič (6’11, 240, PF/C, 1979) y Darjuš Lavrinovič (7’00, 265, C, 1979), Valančiūnas (6’11, 235, C/PF, 1992).

¡Que por recomendación de Billy Bayno se contrató a Pat Zipfel, experto en sistemas de juego de equipos europeos, escucha de Minnesota Timberwolves!... ¡pensé que había más seriedad en la gerencia del equipo dominicano!

La parte delantera de la selección dominicana fue variada por completo, las lesiones hicieron lo suyo. Se incorporó a Juan Coronado, Ricky Soliver y Amaurys Fermín, aunque ya se dijo que estos últimos dos no viajarían a Venezuela.  En el dique seco, Edgar Sosa y Ronald Ramón que aparentemente volverán por sus fueros.

Juan Coronado 
Coronado debutó con la selección en el 2009, en aquel llamado Dream Team que se puso en manos de Julio Toro. Desechado en el 2010 y 2011, regresó de urgencia y cumplió sin ser armador acabado. Jugador de una velocidad excepcional, intenso, con disposición ofensiva, no es el tipo uno que todo el mundo codicia, pero al parecer es un alma que se entrega por entero a sus compañeros.

Soliver nunca ha sido brillante, jugador para roles específicos, nada espectacular. Cuando ha tenido la ocasión de accionar junto a Coronado, su juego se crece y sólo en ese instante aparenta ser capaz de acarrear un equipo. Lo de Fermín resultó una vergüenza. ¿Quién es el responsable: Pedro Pablo Pérez, Orlando Antigua, Leo López?... nunca se sabrá. Un dirigente me recordó a Rayner Moquete, un chico de 22 años, paciente, equilibrado, buen repartidor del balón y que ha hecho vida en Nueva York. Por supuesto, aún le restan dos años de elegibilidad académica.

En los partidos de exhibición en Puerto La Cruz empezaremos a oír nombres como Cipriano (6’04, SF, 1982), Gomes (6’07, C, 1980), Mingas (6’06, C, 1979), Lutonda (6’00, PG, 1971), Ambrósio (6’07, F, 1987), Moreira (6’11, C, s/fecha), jugadores provenientes de equipos tan altisonoros como Primero de Agosto de Luanda, Petro Atlético de Luanda, Cabimda ASA, Recreat Libolo y Promade de Cabinda. Tan extraños como el cuco, pero a los que les veremos las caras.

Para el compromiso de Caracas deberíamos hacer cambios profundos en la estructura del equipo nacional, con el atenuante del tiempo y de las pocas posibilidades de reforma a la que en estos momentos están abocados. En Puerto Rico estaban presentes Edgar Sosa y Ronald Ramón, con posibilidades de integración, pero se necesita más. Buscaría centímetros aunque no los haya. Asselin y Manuel Guzmán deberían estar en sus casas.

En el caso de Francisco García le solicitaría mayores responsabilidades y la seguridad de que alguna vez estará al 100 por ciento para la selección dominicana en sus capacidades físicas.

Pero Cameron 
Penney (6’05, 198, SG, 1980), Cameron (6’06, 265, PF, 1974), Bradshaw (6’09, 225, PF, 1983), Horvat (6’10, 245, PF/C, 1981), Fitchett (6’00, 187, PG, 1982), Pledger (7’01, 250, C, 1987), Tait (6’03, 205, SG, 1982), Vukona (6’08, 240, SF, 1982), Henry (6’07, 212, SF/SG, 1985), Webster  (5’11, 200, PG, 1985), Abercrombie (6’06, 195, SF/SG, 1987), Loe (6’11, 245, C, 1991), Kenney (6’02, 190, PG, 1985)… son apenas nombres que podrían atravesarse en nuestro camino. Pero como señaló uno de los nuevos genios de la crónica deportiva radial:”son equipos que han llegado a esta instancia por la debilidad de su zona geográfica”. ¿No se si reír o llorar?... no se que celebrar, la ignorancia, el obscurantismo, la ineptitud, la pequeñez o la mediocridad.

Es tarde par ablandar las habichuelas, ha existido un enorme vacío en el aspecto gerencial, amen del divorcio del equipo nacional con el pueblo dominicano y con la misma Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL). No todo se basa en buscar dinero, tener unos calzados de última generación y estar lejos de los suyos. Aún espero por los aportes del técnico Calipari al baloncesto dominicano.

Rafael Uribe creó una serie de comisiones apenas se invistió como presidente de FEDOMBAL, pero ninguna tiene funciones especificas, son como floreros elegantes en mitad de la sala sin ninguna utilidad. La de la selección nacional fue totalmente marginada y está es su responsabilidad.

La gerencia del equipo nacional necesita poner en orden muchas cosas para poder aspirar a toparse con equipos de mayor solvencia. Particularmente veo a Londres muy lejos de nuestras posibilidades. La cita caraqueña podría ser un trago muy amargo.

Está por verse si dentro de la cancha se cumple aquella cita popular que dice que “papeleta mató a menudo”. Como diría Simon Alfonso Pemberton, el 2 de julio: “a correr fanáticos”.


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