martes, 19 de junio de 2012


Deshojando margaritas

La selección nacional de baloncesto que nos deberá representar en los compromisos de San Juan y Caracas realizó los primeros cortes. Atrás quedaron las ilusiones de Dagoberto Peña y Víctor Liz, quienes por primera vez eran convocados y el regreso de Alejandro Salas. Los más optimistas se aventurarían a decir que estaban dentro de las posibilidades, pero se juega a deshojar margaritas.

Víctor Liz
Me quiere… no me quiere; me quiere… no me quiere; así hasta el último pétalo. Creo que hemos entrado en un juego perverso que nos podría costar muy caro. Siempre República Dominicana tendrá el material suficiente para armar una selección nacional, aún en las peores circunstancias, pero de ahí a institucionalizar un equipo, a trabajar con dedicación y paciencia, hay una enorme distancia.

En fecha Jun.15.2012 se ofreció el listado definitivo de los jugadores, pero nos concentraremos en lo primero, donde ya el cuerpo de estas líneas estaba realizado y no pierde vigencia.

Desde hace años no sabemos que es un equipo. No contamos con continuidad en la labor del baloncesto, desde tiempo inmemorial, el trabajar para forjar un relevo generacional. Por ello nuestros combinados siempre están entre los más viejos de cualquier competición.

Ahora es la premura del dinero. La selección tiene un altísimo costo para una nación llena de carestías, pero lo más enojoso es que está siendo ordeñada, como vaca de corral, y de ello la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) solo recibe migajas, desechos, insignificancias.

De la empresa SouthGate la FEDOMBAL recibirá este año poco más que la partida mensual que recibe del Ministerio de Deportes (MIDEREC) como asignación. Lo que la mantendrá atadas de manos para ejecutar proyectos que verdaderamente permitan iniciar trabajos para el desarrollo de otras áreas importantes para el devenir de la actividad.

Podemos apostar peso a morisqueta que lo de ayudar en las categorías formativas fueron simples palabras de buena crianza. Las morisquetas son muecas realizadas con el rostro y así lo entendemos los dominicanos, aunque en el estado mexicano de Michoacán es arroz cocido con cebolla, ajo, tomates y queso crema, lo que se puede combinar con frijoles (habichuelas para los dominicanos) y plátanos fritos.

Todo lo demás es muela de gallo. Por eso, los primeros cortes de la selección desgarran el alma, el aire se nos va entre suspiros y jamás permitirá que me vista con la piel de otras gentes. Cada vez rueda por el suelo la admiración y el respeto que pueda sentir por el gentío con el que alguna vez me he topado en este largo trecho.

¿Qué nos dirá el informe técnico de esos cortes, si alguna vez llega a la FEDOMBAL?... que Víctor Liz es muy pequeño para ocupar la función de escolta anotador en la selección nacional. ¿Qué hombres de su estatura terminan siendo armadores, aún en la región o no tienen cabida en la selección?... Manolo Prince, Winston Royal, Pablo Alicea, Axel Guzmán, David Peralta, José Juan Barea, con la atenuante que todos ellos eran jugadores de sistemas.

Liz viene de ser líder en puntos y jugador más valioso del baloncesto de Santiago en este 2012. Estuvo en los Juegos Panamericanos de México, con un acertado accionar.

¿Qué pasó con Dagoberto Peña?... sus habilidades atléticas no convencieron a Mr. Calipari o a Mr. Antigua. ¿Hay viejas rencillas por reclutamiento ahí?... Orlando Antigua le había ofrecido una posición en el equipo de la Universidad de Pittsburgh y no pasó nada. Triste y repetida historia de los jóvenes dominicanos, con valores, cuando se encuentran con entrenadores dominicanos en Estados Unidos.

Peña, jugador de enorme versatilidad, puede jugar las posiciones dos y tres, ocasionalmente la uno, con sobrada estatura, altamente posicionado al terminar la escuela secundaria en el estado de Florida. En el peor de los casos, es hijo de una de las grandes jugadoras del país, la doctora Cristina Rincón Montilla, por lo que siempre debería ser motivo de respeto.

Peña cumplió sus 4 años de elegibilidad en Marshall University, en el estado de Virginia Occidental, precisamente muy cerca de la ciudad de Pittsburgh. Esta campaña no resultó a la altura de lo esperado, promediando sólo 6.0 puntos, 1.5 rebotes y 0.9 asistencias. Lanzó para un 37.6 por ciento desde el campo, un muy acertado 35.8 por ciento detrás del arco y un pobre 55.6 por ciento desde la línea de los sustos.

Peña no cumplió para estar en la selección dominicana, pero resultó seleccionado en el sorteo de jugadores que efectuó la Liga Nacional de Baloncesto, precisamente para los Leones de Santo Domingo, equipo propiedad de SouthGate. ¿Aquello fue sólo un try-out?

¿El Caballito Salas, otro desafectado?... República Dominicana necesita de centímetros y uno de sus hombres altos es de los primeros en ser dados de baja. ¡Aquí se está batiendo un chocolate muy espeso!

Sin bien es cierto que Salas aún debe de poner números con la selección, es un tipo alto, atlético, con buen salto, con actuaciones destacadas en Venezuela, Puerto Rico y Colombia. Es un cuatro sin mayores posibilidades de accionar en otras posiciones, pero sus números son sólidos en los eventos en que ha participado. Oxigena mejor a los hombres altos que muchos de los que aún restan en el grupo.

Con los Vaqueros de Bayamón en el baloncesto de Puerto Rico, el santiagués, compiló 9.1 puntos, 6.0 rebotes, 44 por ciento de aciertos desde el campo y 70 por ciento desde la línea. Es seguro con el balón y buen pasador, además su salto vertical resulta impresionante.

Vistas las cosas así, pienso que el pastel se está repartiendo entre la gente que habla con Najri. Cada quien tendrá su cuota, que necesariamente también deberá traspasarse a las horas de las responsabilidades, cuando haya que pasar balance y definitivamente cercenar este grupo que está saliéndole muy oneroso al baloncesto dominicano.

John Calipari
Por lo visto la empresa Goodwin Sports Management tiene enormes influencias dentro del seleccionado dominicano, sin que jamás hayamos oído hablar de ella. Estos caballeros representan a Francisco García, pero también andan detrás de Gerardo Suero y el propio Dagoberto Peña, también apostaría que ya han tirado el ojo y algunos dardos llenos de veneno sobre Karl-Anthony Towns. Antes habían manejado los contratos de Al Horford al salir de la Universidad de Florida. Pedro Pablo Pérez, gerente de operaciones de los Leones de Santo Domingo, miembro de la comisión de selecciones nacionales de FEDOMBAL y también parte del equipo de trabajo reunido en Kentucky, es colaborador de la misma. Tampoco es de dudarse que la inclusión de Ricardo Greer esté en esta mezcolanza, aunque en la página de la corporación no aparezca.

Greer, estuvo hace 3 años en Puerto Rico, antes había estado en el 1999 en un Pre-Mundial, efectuado también en San Juan, pero nunca más. Las estadísticas hablan por si solas y su actitud dejó un enorme vacío. No ha realizado nada impresionante para volver a este escenario; por bajo cuerdas se comentó que tiene vínculos afectivos con Pérez.

Greer, de 34 años, egresado precisamente de Pittsburgh, estuvo este año en el Strassburg de la Liga Pro-A de Francia, equipo que quedó en la décima posición, de 16 participantes. Estuvo 30 juegos sobre la cancha y encestó 394 puntos para promedio de 13.1 por juego, agregó 7.0 rebotes (4.2 defensivos), lanzó para un 50.2 por ciento desde el campo, un escaso 20.8 por ciento detrás del arco y 73.9 por ciento desde la línea.

En el grupo se mantiene Eloy Vargas jugador que terminó su elegibilidad académica en Kentucky, a las órdenes de Calipari. Como dato curioso, es el único de los cortados después de los partidos de exhibición en Foz de Iguazú que retornó a las prácticas. Esta vez, Juan Pablo Montas (6’05, SF) y Ricky Soliver (6’01, PG) fueron totalmente ignorados.

Vargas no cumplió con las expectativas que sobre él se tenían. Prorrateado como uno de los mejores prospectos de todo el sistema de escuelas secundarias, recibió una beca para ir a la Universidad de Florida, donde no encajó ni como jugador ni como estudiante; volvió a un junior college para recuperar parte de su brillo y sus dos años con los Wildcats fueron, por lo menos, estadísticamente, un fracaso.

En la campaña 2011-12, donde Kentucky se proclamó campeón nacional de División I, intervino en 33 partidos con 0.8 puntos, 1.7 rebotes en apenas 6.0 minutos; logró el 33.3 de sus intentos desde el campo, pobrísimo para un jugador interior, y 30.8 por ciento desde la línea, de horror. Si usted toma en consideración que en el primer juego de la temporada, donde Kentucky se impuso 108-58 a Marist College, reunió 5 puntos y 8 rebotes, debió de ser una campaña de espanto, sumido en los más lúgubres puestos del banquillo.

En el anuario 2011-12 de la Universidad de Kentucky, el entrenador Calipari señalaba: “Vargas sólo necesita más tiempo de juego, minutos de calidad en cancha para demostrar su valía”, pero la historia se escribió de forma muy diferente.

Una enorme interrogante es la invitación al menor de los Horford, Jon, integrante del equipo de la Universidad de Michigan, con 6’10 y 250 libras de peso, según la guía de esa institución. Se señala que el muchacho aún no cuenta con pasaporte dominicano, por decisión del padre, en su momento. Cuando se le invitó a las selecciones menores hubo oposición familiar y quedó entrampado en las nuevas disposiciones de la FIBA, sobre elegibilidad.

Desde las oficinas de la FEDOMBAL no se ha conocido ninguna instancia para llevar este caso a las más altas instancias, mucho más sabiendo que su hermano es una de las piezas fundamentales de la selección dominicana. Hay un detalle más, su padre (que también jugó para la selección dominicana) cuenta con pasaporte de la Comunidad Económica Europea y fácilmente podría ser tentado para jugar con cualquier nación del viejo continente.

El menor de los Horford viene de una lesión en el pie derecho que le imposibilitó su inclusión en los últimos 25 encuentros de su universidad, terminó con apenas 2.7 puntos y 3.6 rebotes en apenas 9 partidos. Marcó 12 de los 24 puntos que acumuló en toda la campaña en el juego contra la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

El asunto de Karl-Anthony Towns podría ser otra pesadilla. ¡Otra vaina!, como diría el cantante Anthony Santos. Está llamado a ser parte del equipo dominicano en lo inmediato, no como jugador de un puesto 12 como señalan “los analistas”, y no sería el único tan joven en formar parte del grupo. En 1962, Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de Kingston, Faisal Abel apenas había cumplido 15 años; para el Centro-Basket del año 2004 una decisión federativa, en contra del entrenador José –Boyón- Domínguez dejó fuera a Luis Guillermo Madera, también con 15 años.
Karl-Anthony Towns

Towns podría terminar convertido en nuestro Toni Kukoc, profesional a los 17 años con el Jugoplastika Split, refuerzo en Italia a los 21. Mejor jugador del mundo a los 18. Actualmente encabeza a todos los prospectos que deberán salir de la escuela secundaria en mayo del 2015, lo que significa que apenas acaba de pasar el primero de bachillerato en St. Jospeh’s en la comunidad de Metuchen, estado de Nueva Jersey. Los ofrecimientos le llueven de todas partes: Seton Hall y Rutgers, que están en las cercanías; Georgetown, Syracuse, St. John’s, Wake Forest, Florida, Pittsburgh, Baylor, West Virginia, Connecticut, Cincinnati, Michigan State, Virginia, Maryland, Providence, entre otras.

El lazarillo, el destrón, de Towns es Pedro Pablo Pérez, que como ya mencionamos trabaja para una agencia de intermediación de jugadores. Pero además, el dirigente Calipari es un hombre siempre bajo amenaza de la NCAA. El 12 de abril pasado, a los pocos días de haber ganado el título colegial, una comisión de investigadores de alto nivel de la NCAA se apareció en las instalaciones de la Universidad de Kentucky.

¿Si Calipari es un ángel, por qué la NCAA lo hostiga, lo fustiga, lo vapulea, lo irrita, lo fastidia, lo ocaso, lo persigue, lo aguijonea, lo inquieta, de tal manera?

Imagino las practicas de la selección, con el coach dando instrucciones, pero siguiendo como perro de presa al muchacho, susurrándole: “ficha conmigo, ficha conmigo, ficha conmigo”. Calipari siempre ha estado muy cerca del fuego y pienso que alguna vez se quemará.

Gente cercana a Najri me confió en el 2011 que después de haber concluido su visita a República Dominicana realizó una visita relámpago al muchacho.

Un tipo persistente como el entrenador Calipari aún podría dar algunas sorpresas al grupo Najri, pero deberá cuidarse, su surte se viene cocinando a fuego lento. Habrá muchos que se pondrán en primera fila para aplaudir.

Mientras vivan sus sueños entre algodones y tulipanes morados (flores favoritas del entrenador), la pompa se romperá en algún momento. Najri no le preguntó a nadie sobre la contratación de este coach, aunque muchos se atribuyen su paternidad criolla, pero tampoco tendrá mañana a nadie a quien echarle la culpa.

Todas esas picardías deberían estar acompañadas siempre de una prescripción básica: discreción. Najri no se expone al debate, los micrófonos por los que habla son exclusivamente el de gente que puede manejar.

Así las cosas, este domingo Jun.17.2012 ya tenemos selección para competir en el Centro-Basket y el Pre-Olímpico de Caracas, aunque se diga lo contrario se siguen haciendo diligencias para incorporaciones al postrero minuto. Han existido fuertes contactos para que Luis Flores regrese al equipo y no descarte usted alguna llamadita a Charlie Villanueva a última hora. Aunque suene increíble, así marchan las cosas, nos hemos visto abrumado por una desfachatez que ahora no cuadra y nos hace pensar que algo huele mal en Dinamarca. ¡Suerte a los agraciados!

No hay comentarios:

Publicar un comentario