El último barbero italiano
Foto de André Bubloz |
Abstraído al máximo me encontraba a full cuando
escucho una voz que me sacó de aquella distracción. Era Moisés De La Mota que
llamaba para saludarme, un viejo conocido, padre de la presentadora de
televisión Nikauli, a quien hace años no veía.
Había leído el Diario Libre (Jul.19.2014) para
encontrarme por enésima vez con la versión de que Karl-Anthony Towns estaría
participando con la selección dominicana que asistirá al Mundial de España,
sólo para una breve presentación, quizás dos partidos, debido a los compromisos
académicos con la Universidad de Kentucky cuyo equipo de baloncesto está a
cargo del conocido John Calipari.
En los momentos que corren, en Buenos Aires se está
efectuando La Rural, una feria agrícola y ganadera, como 100 veces mayor que la
exposición dominicana, que por cierto, cada vez está más disminuida (este año
se celebró y la participación en los diarios nacionales fue inexistente). Allí
hay una exposición de maquinarias, logros, animales, alimentos, semillas,
abonos, en fin, todo lo que tiene que ver con el mundo de la producción de
alimentos.
El último barbero italiano de Maurizio Travani |
En lo relativo a la selección dominicana aún siguen
siendo una realidad las palabras de Yack Michael Martínez: “a España vamos a
pasear”. Nada ni nadie ha mostrado que las cosas sean diferentes y el viejo
capitán es hombre de poquísimas palabras.
Karl Towns jugará con la República Dominicana fogueo contra
Estados Unidos
El delantero/centro ingresará la
próxima temporada al básquet colegial de la NCAA
SANTO DOMINGO. La
participación de Karl Towns con el equipo dominicano en la Copa Mundial es una
interrogante mayúscula, pero todas las puertas no se han cerrado para que el
delantero/centro sea parte del plantel que estará en España.
De acuerdo con el sitio
kentukcysportradio.com, Towns jugará con el quinteto criollo en el partido de
exhibición que disputará el 20 de agosto ante los Estados Unidos en el Madison
Square Garden de Nueva York.
Towns, de 18 años, será
parte del plantel de la Universidad de Kentucky que se fogueará con el equipo
dominicano en Bahamas entre el 10 y 12 de agosto.
Orlando Antigua, dirigente
del quinteto tricolor, ha dejado escasas posibilidades de que Towns, de 6'11,
haga el viaje a Europa debido a que sus compromisos académicos le exigen estar
en aulas al dos de septiembre.
Eduardo Najri, gerente
general del equipo, dijo esta semana que la presencia del gigante depende de
Antigua, quien podía utilizarlo en los primeros tres partidos de la primera
ronda.
El pasado martes, Towns
fue premiado como Boys Gatorade Player of the Year 2014, galardón que entrega
la cadena ESPN en sus premios Espys al mejor atleta del bachillerato en los
Estados Unidos.
Towns ha jugado los
últimos dos años con el equipo nacional en la parte delantera como reemplazo de
Al Horford y Jack Michael Martínez.
Foto de Marcos Robert |
Me resulta
inverosímil leer a estas alturas como se especula con la selección dominicana.
Se tardó 36 años en asegurar un lugar en el Mundial, se dejaron pasar las
oportunidades de Colombia (1982), España (1986), Argentina (1990), Canadá
(1994), Grecia (1998), Indianápolis, Estados Unidos (2002), Japón (2006) y
Turquía (2010), para vivir con este relajo. Hago la aclaración que en muchos de
ellos pudimos estar, pero nuestra repetida ineptitud nos llevó a quedarnos en
el camino.
Macondiano
resulta que a un director técnico le pase por la cabeza, en una demostración
increíble de escaso material gris, que un jugador no esté en su concentración
para una cita de máxima responsabilidad, juegue en su contra un partido de
exhibición y una semana después cambie de colores para estar en un espectáculo
de mal gusto, pero de grandes beneficios económicos como será el partido contra
los Estados Unidos en el Madison Square Garden.
Otra
sorpresa mayúscula es que Eduardo Najri se lave las manos y deje todo en manos
de Antigua, un hombre que ya ha dado repetidas pruebas de que a la hora de la
verdad no las asume todas.
Es más que
convencido que Antigua no pertenece a República Dominicana. Su compromiso es
muy tenue,
vaporoso, etéreo. Que haya escalado posiciones dentro del baloncesto
colegial de los Estados Unidos es otra casa. Aquí no se siente por los colores
nacionales, aquí la patria deambula por otros lares perdida más allá del
horizonte. Tristemente ninguno de los vocingleros de hoy estuvo en los partidos
de exhibición en Nueva York en 1995 y nadie ha hurgado en las reacciones
posteriores al accidente sufrido en ese periplo. Tirado en la cancha de
Riverbank quemó las naves con la dominicanidad. Aquí lo único que prima es la
búsqueda de algunos dólares más.
Foto de Milad Safabakhsh |
Aunque
resulta duro de admitir la selección dominicana no es una exposición de ganado.
No es una vaca que se va a vender en la pasarela del Madison Square Garden, ni
puede actuar a favor de uno u otro jugador.
Vestir una
camiseta nacional es una responsabilidad enorme y el jugador que no entiende
eso no será recordado por nadie.
Foto de Sriram Pandrangi |
El
entrenador que especula con los miembros de un equipo nacional y deja de lado
las piezas más eficientes debería ser excretado de la organización. El fanático
es siempre el más sacrificado y a ellos se debe responder; ellos esperan que
cada jugador se entregue y los entrenadores no resulten meros traficantes.
Orlando
Antigua se ha convertido en un enorme estafador, sin entrega, sin amor por un
país que lo incluyó una vez en su equipo nacional, para substituir a una
leyenda como Vinicio Muñoz, pero rindió muy poco, jugó soolo en dos
Centro-Basket y nada más, por eso como jugador nadie lo recuerda, y pasará
igual como técnico. Desde hace tiempo vive sobre una cuerda tendida en el
abismo.
Voy más
lejos, está por verse si puede triunfar como director técnico de un conjunto universitario.
Aceptó un reto difícil en una conferencia resbaladiza, la nueva American Athletic Conference (donde también
intervendrán Cincinnati, Connecticut, East Carolina, Houston, Memphis, Central
Florida, Southern Methodist, Temple, Tulane y Tulsa), tomando el empleo que dejó otro
(Steve Masiello) por fraude en su hoja de vida y aún así aceptó un salario
menor; poco más de 900 mil dólares, antes de los impuestos, pero no tendrá toda
la parafernalia de ese glamour que
brinda la Universidad de Kentucky.
Allí le
han precedido Don Williams (1972-74, 33 victorias y 42 derrotas), Bill Gibson (1974-75,
15-10), Chip Conner (1975-80, 61-75), Lee Rose (1980-86, 106-69), Bobby Paschal
(1986-96,
127-159), Seth Greenberg (1996-2003, 108-100), Robert
McCullum (2003-07, 40-76), y Stan Heath (2007-14, 97-130). La gran mayoría desconocidos para
la afición dominicana. Obsérvese que sólo dos han tenido marcas positivas.
Para Schüpbach y Courvoisier el cretinismo es un estado
caracterizado por la ausencia casi completa de facultades intelectuales,
detención del desarrollo (generalmente produce enanismo) y disminución de
diversas funciones.
¡Nada
más que decir magistrado!
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