sábado, 12 de abril de 2014

El juego de las diferencias

Había escrito un borrador para tocar tópicos de la representación absoluta masculina en el baloncesto de República Dominicana, pero al leer el Diario Libre (Abr.11.2014) todo cambió. Tengo que admitir que me desdibujé.

Najri
Allí Nathanael Pérez escribió: “Eduardo Najri, gerente general de la selección nacional, dijo al programa Extra Inning que se transmite por ESPN Radio Dominicana (104.5 FM), que el entrenador Antigua no estará con el grupo en el Centro-Basket de México (agosto 1-7). El nuevo entrenador de la Universidad del Sur de la Florida sí estará con el grupo en los demás compromisos, como la Copa Tuto Marchand (15-17) y el fogueo contra los Estados Unidos (20) en Nueva York”.

Por supuesto algunas veces me detengo a pensar si nado contra la corriente. Es inaudita la manera que se manejan espacios y responsabilidades frente al baloncesto dominicano. De mi lado el tiempo ha sido más que justiciero, siempre me ha dado la razón; todo lo que he escrito se ha cumplido, algunas veces muy a mi pesar; he de admitir que me he granjeado enemigos gratuitos a diestra y siniestra que han terminado con las manos en la cabeza.

Los que no han realizado sus tareas serán borrados por la historia y aquí permaneceré, quizás como una referencia, unas veces obligada y otras tantas circunstanciales, pero referencia al fin.

Al igual que José Oscar Fernández que escribió la más hermosa obra del baloncesto dominicano; al igual que las
José Oscar Fernández
recopilaciones que está realizando Eurípides Pichardo desde los Estados Unidos, hurgando en los tiempos ya idos de la actividad, y que todos recuerdan como la época de más esplendor en el país, con una entereza que asombra, estos escritos no serán borrados por el tiempo y ahí quedarán para la posteridad. Acepto que pueda llegar quien escriba otra historia, pero los triunfadores están siendo puestos en evidencia; la nueva historiografía se ha encargado de desmitificar las invenciones, fabulas y relatos por compromiso.

Pienso que pasaría si Francisco –Paco- Olmos tiene que dejar momentáneamente la selección de Puerto Rico para atender otros proyectos, a menos que un familiar muy cercano esté en una etapa terminal o se presente un imprevisto jamás deseado; si mi querido amigo Julio César Lamas dejaría el quinteto argentino para ir a ver un prospecto en cualquier obscura competencia veraniega; si mi entrañable Rubén Magnano abandona a los chicos brasileños para irse a la playa con su familia. La Federación Española de Baloncesto (FEB) cancelaría sin pensarlo a Juan Antonio Orenga si le sale con una payasada como esta. David Blatt nunca dejó los rusos a su suerte, ni Sergio Scariolo, ni el filipino Chot Reyes, ni nadie sobre “la bolita del mundo”.

¿Qué compromiso tan importante tiene Orlando Antigua para no estar presente en el Centro-Basket?... ¿serán sus asistentes los que asistan a México, con Ron Sánchez y Oliver Antigua como capataces?... ¿pasarán informaciones de primera mano sobre el desempeño individual?... ¿harán recomendaciones para la mejoría del grupo?… ¿dónde están las evaluaciones que realizó Sánchez sobre la competición de Caracas en el 2013?... ¿cuál fue versión particular de lo acontecido allí?... ¿qué informe redactó Oliver Antigua cuando se le entregó la selección juvenil dominicana?... ¿se le entregará la selección para México a Melvyn López y José –Maita- Mercedes?... ¿continuarán estos técnicos con el equipo nacional a España?

Orlando Antigua
Muchas preguntas en tiempos difíciles, donde nos visita el chikungunya, el dengue se nos hizo familiar, el cambio climático nos azota con una sequía atroz, después de darle la espalda y desarbolizar graciosamente ciudades y campos  y donde muy pocos dominicanos llegan a fin de mes con el salario que reciben.

Muchos aducirán que Orlando Antigua acaba de ser nombrado director técnico del conjunto de baloncesto masculino de la Universidad del Sur de la Florida y ese es su trabajo. Otros dirán que es el mejor reclutador de todos los Estados Unidos y necesita ver a jugadores acá y allá, y los tiempos se le acortan. La selección dominicana es también un trabajo y por ello recibe un salario; por cierto muy bien pago. No es un hermano de una orden mendicante, aquella que pertenece a la iglesia católica y donde se renuncia a todo tipo de bien material.

Después que John Calipari señaló que no continuaría con el equipo nacional, todo el que fue entrevistado lo menos que solicitó fueron 300 mil dólares. A Calipari se le retribuyó más que satisfactoriamente y la noticia se corrió. SouthGate, arrendataria del conjunto ha pagado tan bien como los grandes programas de baloncesto de la NCAA y quizás mejor que la mitad de los equipos de la NBA, por un trabajo de cinco semanas.

A estas alturas Orlando Antigua debe de tener seleccionado el cuerpo técnico que trabajará con él. Se mantienen como asistentes los entrenadores Donnie Marsh y Mike Wells, y como director de operaciones Chris Howard. Seguro añadirá un asistente más, de su plena confianza. 
 
Uribe
El Centro-Basket de México será una valiosa ocasión para observar los límites futuros de la selección dominicana, conjunto que exige con urgencia una renovación total. En República Dominicana se persiste con aquello que somos únicos y nada nos detendrá; hasta ahora SouthGate y la propia Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) han corrido con los vientos tenuemente a su favor, olvidando el amplio paradigma reformista dentro de la actividad a nivel globalizado.

Fuera de lo que genera la asociación SouthGate/FEDOMBAL esta gotea mínimamente; el año pasado realizó varios torneos de categorías menores celebrados al vapor, pero bajo el amparo encubierto de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) que sólo encontraron huecos en los diarios de circulación nacional. Después las donaciones de SouthGate a FEDOMBAL de la indumentaria sobrante recibe enorme difusión, pero nada más. La presencia de la selección ha sido bloqueada a la mayoría de los fanáticos.

En otras partes del globo las historias son diferentes porque las asociaciones no dilapidan los ingresos que deben ir al crecimiento colectivo.

Nunca la FEDOMBAL ni SouthGate han mostrado sus acuerdos, ni sus libros, por lo que resulta difícil elucubrar sobre beneficios económicos. Hasta ahora todo ha discurrido en la más absoluta armonía, de ello se desprende que los beneficios han sido interesantes y la complicidad enorme. Semanas atrás, Rafael Uribe Vásquez, presidente de FEDOMBAL distinguió a Eduardo Najri y José Miguel Bonetti Du-Breil, cabezas visibles de SouthGate, como las personas que más habían contribuido al desarrollo del baloncesto dominicano.

Paco Olmos
En los programas de socarrón Jochy Santos hay un bordón que define ese tipo de manifestaciones, por cierto, muy sandunguero.

Ambas entidades reaccionan irritadas ante cualquier solicitud de información, el mutismo reina. Ya una vez SouthGate se cubrió las espaldas señalando que era una empresa privada. ¡Todo el mundo calló!

Se tiene la percepción de que el acuerdo entre FEDOMBAL y SouthGate es un mero negocio de ocasión. SouthGate administra un patrimonio del pueblo dominicano que está por encima de la propia institución rectora. Cuando no haya retribuciones económicas o se cierren las oportunidades de negocios se dejará de actuar y muchos estamos convencidos de que así será.

Como ha sido tradicional desde el año 2011, cuando SouthGate tomó las riendas de la selección, todo lo relativo al quinteto criollo ha llegado sobre la hora; de momento no hay más partidos de exhibición anunciados, nunca más se habló de aprovechar el mismo escenario y jugar contra Puerto Rico, y todo indica que se utilizará el Centro-Basket de México como prueba de laboratorio.


Posiblemente en México se establezca el campamento dominicano de cara al Mundial, mientras los propios mexicanos desde septiembre del pasado año anunciaron que se concentrarían en las cercanías de Barcelona.

Después, el único anuncio que ha realizado la empresa SouthGate (SOGA), arrendataria de la selección absoluta
de baloncesto masculino, ulterior a la confirmación de Orlando Antigua como capataz de la misma, es que el equipo dominicano sostendrá un partido de exhibición frente al combinado de Estados Unidos. El choque se desarrollará en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York. En el mejor escenario del mundo frente al mejor equipo del mundo, me pareció leer, sin que el comentario esté lejos de la verdad.

Dos años atrás también servimos de teloneros al representativo de las barras y las estrellas que orienta Mike Krzyzewski; en esa ocasión habíamos concluido todos nuestros compromisos y los norteamericanos empezaban su preparación para los Juegos Olímpicos del 2012. Fuera de la novedad, algunas anécdotas y un par de vivencias, aquello no sirvió para mucho, por lo menos en el plano competitivo.

La selección dominicana tendrá mínimas variaciones, he leído y escuchado algunas declaraciones de Eduardo Najri donde ha revelado más de una veintena de nombres, inclinándose por los actores ya conocidos y los muchachos que están bajo la égida de FEDOMBAL y Pedro Pablo Pérez. Nada nuevo bajo los cielos.

Orenga
Mientras se empujan proyectos positivos, mientras se reiteran todas las virtudes, se ocultan pequeñas verdades; todo alrededor de “la nueva era” se vende como impoluto, se nos venden seres inmaculados, nadie habla de carencias ni necesidades, cuando llegan las situaciones que nadie quiere enfrentar, se calla, como el caso de dopaje del pasado fin de semana en Santiago o la situación de separación de uno o varios muchachos de la concentración del 2013 por asuntos de cleptomanía, léase: propensión a tomar lo ajeno.

Sobre el cierre, pesan los compromisos de siempre, los jugadores sembrados, “los carita”. Hace un año, Federico Borras, ferviente interesado por una mejor disciplina, planteó la tesis de una convocatoria abierta y no se le escuchó. El guión se escribe con mucha anterioridad y los redactores suelen colocarse anteojeras. De entrada, hay ocho jugadores sembrados e inamovibles, coto cerrado, después viene el reparto y quizás queda una posición disponible para ser peleada por 8 o 9 aspirantes. Todo es para la risa.

Yack Michael Martínez, Francisco García, Ronald Ramón, Edgar Sosa, Juan Coronado, Eulis Báez, Karl-Anthony
Martínez frente a Santana
Towns, Edward Santana, Manuel Fortuna, Eloy Vargas, James Feldeine y Ricardo Greer fueron el grupo que estuvo en Caracas el año pasado. Antes de llegar con la clasificación a Las Américas, la bronca estaba planteada… la posición de que a España iría este mismo grupo, con la novedad de que Ricardo Greer pasaría a ser asistente del dirigente y se incluiría a Gerardo Suero Castillo, gana cada vez más espacio. ¡Bingo!

La mitad de ese grupo está sobre los 30 años de edad, inclusive en el caso de Greer, llegando a los 40. Me surge la interrogante: ¿quiénes encararán y encausarán el necesario relevo?... ¿se dejará tal función a un jovencísimo Towns por su temprana inclusión al grupo?... ¿la transición será manejada por un siempre interesado Pérez, que no tira una pelota en la cancha, pero que fuera de ella no da puntada sin hilo?... ¿quién o quienes estarían dispuestos a calzarse los zapatos de Soterio Ramírez?

Ramírez
El regreso de Al Horford será piedra de escándalo, sin dudas, su presencia levanta celos y escozor, pero, ¿quién ha evaluado el rendimiento de todos los actores citados?... ¿qué se dice de Orlando Sánchez, Manny Quezada, Ronald Roberts o Jon Horford?... ¿serán finalmente Towns, Rodney Miller, Adonis De la Rosa y otros los pivots de “la nueva era”?... se mencionó a Luis Flores, alejado de las canchas por lesiones, que esta misma semana celebró su aniversario número 33.

¿Cuáles son los méritos para incluir a Ricardo Greer?... ¿cuál es el estimación para que esté Oliver Antigua como asistente?... un equipo serio no debería prestarse a las distracciones y aquí parecen abundar y no se les brinda la importancia necesaria.

Meses atrás señalé que las cuatro piezas sobre las que se debería armar el equipo que asistirá a España deberían ser Yack Michael Martínez y Manuel Fortuna, por sus trayectorias en esta etapa de la selección, siendo el primero una pieza aún fundamental; Eulis Báez por sus condiciones de jugador sobrado y efectivo, y James Feldeine, por lo demostrado el año pasado.

Manifesté también, que si FEDOMBAL iba a llevar invitados al Mundial, el primero de la lista debería ser Franklin
Western
Western, el mejor jugador que ha tenido jamás la selección dominicana. La sugerencia aplica para SouthGate. Algo similar a lo que se realizó con Manuel –Varilla- Lugo en 1978. Es posible que haya presidentes de asociaciones y todos los miembros del Comité Ejecutivo que estén frotándose las manos con la posibilidad de un viaje a España. En la lista particular de Uribe Vásquez el primero es Manny López y mucha gente hará bembitas.

Hay jugadores para estar jugando recreativamente, hay quienes pueden estar en un torneo barrial, un número puede acceder a los eventos superiores, los demás pueden inclusive hacer las selecciones provinciales y regionales, aspectos borrados de nuestro organigrama, y hay jugadores para una selección nacional, dependiendo de muchísimos factores.

Aldo Leschhorn, para tomar un ejemplo, no aportaba significativamente en el plano ofensivo, era un pívot extremadamente bajo, muchas veces recibía la repulsa hasta de los seguidores de su propia enseña, a la hora de escuchar a los fanáticos pasaba desapercibido, pero resultaba un jugador indispensable para el equipo nacional, en el mejor momento del baloncesto criollo.

Aldo Leschhorn
Su capacidad de sacrificio era enorme, su entrega nunca se discutió, su fuerza física era el complemento para el lucimiento de las figuras de la época, Vinicio Muñoz, Hugo Cabrera, Eduardo Gómez, Winston Royal, Héctor Báez, Frank Prats, entre otros. Era el único para plantarse frente al cubano Félix Morales, el puertorriqueño Earl Brown, el panameño Mario Butler, el australiano Peter Walsh, el checo Jiří Pospíšil (actual euro-diputado y cuyo hijo del mismo nombre ha sido dos veces ministro de Justicia, la personalidad más joven en ocupar esa posición en toda la larga historia de la nación europea) o el chino Tieng Chu MU de 7’04 de estatura.

De todas formas estamos muy optimistas por regresar a Mundial de Baloncesto, 36 años después, una generación de por medio que se perdió, con elementos de primer nivel para estar presentes en más de la mitad de los 8 clásicos que se han celebrado en el intervalo. Me conformo con un trabajo decente del equipo, pero los gestos de pragmatismo no son jamás escuchados, al mismo tiempo son menos valorados por los gestores del momento.

Cada quien tiene distintas visiones del manejo de una selección nacional, sigo pensando que esta es por mucho un relumbrón ocasional, las coincidencias son cada vez menos y mucha gente se refugia en las opiniones disidentes. La llamada “nueva era” ve fantasmas hasta en los sueños, divide a la sociedad del baloncesto y se amplifica una crisis que podría haber sido contenida si se trabajara con honestidad y entereza.

No me gustaría que España fuera una pesadilla para los dominicanos, como apuntan la mayoría de los medios internacionales pero hay que reconocer que hay sectores intransigentes dentro de la entidad rectora.

Si se fracasa en los compromisos de este año, seguro aparecerá un Velazquez Mainardi repitiendo: “a esta
administración incapaz, corrupta, e ineficiente le quedan 2 años, 3 meses, 12 días, 10 horas y 42 segundos y ni un minuto más”. Los signos que ofrece el baloncesto nacional, bajo la rectoría de Rafael Uribe Vásquez, son preocupantes.

Desde las más variadas atalayas, unas ajenas al quehacer deportivo y otras muy propias, hay una común incertidumbre. Pero no así, en cambio, en la cabeza de la FEDOMBAL. En ese ámbito no parece haber ninguna inquietud, lo que crea, a la vez un gran desconcierto. Pero el riesgo de un colapso, a corto plazo, se hace cada vez más evidente. En efecto, los síntomas, según los resultados de los análisis más ponderados, apuntan hacia esa calamidad. El cuadro, haciendo un símil médico, es de pronóstico reservado. En esas condiciones, se requiere de cuidados intensivos.

Uribe Vásquez debería hacerse cargo de una vez y por todas de los ajustes antipáticos que eviten el abismo, como desde los inicios de su gestión le solicitó FIBA-Américas, con el programa 20/20, que solo se expuso para que después durmiera el sueño eterno. Es puro pragmatismo. De eso hablamos. Una palabra que hace tiempo tiene un significado claro y quizá cierta sabiduría del otro lado, de los que piensan diferentes.

Vivimos tiempos donde el oportunismo trata de resistir más al tiempo que los ideales. Las ambiciones están exacerbadas y el poder se pretende mantener a cualquier costo. Uribe Vásquez no ha encontrado la manera de comercializar con la nostalgia de los mejores años de la disciplina y ello se debe a su escasísima cultura baloncelistica, pero es capaz de encorvarse y tomarla contra cualquier de manera grosera.

No dice nada de la selección nacional, frente a nuestro grupo más representativo es un convidado de piedra; no se si asume el cumplimiento de un guión indigno que hace daño colateral, lo que se traduce en hipocresía, mientras se aleja del realismo. A falta de antecedentes propios, la portación del progresismo es bandera.

Mientras tanto, con la selección nacional se hacen buenas migas y buenos negocios. El dirigente se nos va de paseo camino a nuestra cita más importante, como si nada fuera suficiente. El irrespeto a nuestros colores se maneja sin sentido. Hoy es obediencia soez al dinero lo que prima, mientras la disciplina carece de valores.


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