El juego de las diferencias
Había escrito un borrador para
tocar tópicos de la representación absoluta masculina en el baloncesto de
República Dominicana, pero al leer el Diario Libre (Abr.11.2014) todo cambió.
Tengo que admitir que me desdibujé.
Najri |
Allí Nathanael Pérez escribió: “Eduardo
Najri, gerente general de la selección nacional, dijo al programa Extra Inning que se transmite por ESPN
Radio Dominicana (104.5 FM), que el entrenador Antigua no estará con el grupo
en el Centro-Basket de México (agosto 1-7). El nuevo entrenador de la
Universidad del Sur de la Florida sí estará con el grupo en los demás
compromisos, como la Copa Tuto Marchand (15-17) y el fogueo contra los Estados
Unidos (20) en Nueva York”.
Por
supuesto algunas veces me detengo a pensar si nado contra la corriente. Es
inaudita la manera que se manejan espacios y responsabilidades frente al
baloncesto dominicano. De mi lado el tiempo ha sido más que justiciero, siempre
me ha dado la razón; todo lo que he escrito se ha cumplido, algunas veces muy a
mi pesar; he de admitir que me he granjeado enemigos gratuitos a diestra y
siniestra que han terminado con las manos en la cabeza.
Los que no
han realizado sus tareas serán borrados por la historia y aquí permaneceré,
quizás como una referencia, unas veces obligada y otras tantas
circunstanciales, pero referencia al fin.
Al igual
que José Oscar Fernández que escribió la más hermosa obra del baloncesto
dominicano; al igual que las
recopilaciones que está realizando Eurípides
Pichardo desde los Estados Unidos, hurgando en los tiempos ya idos de la
actividad, y que todos recuerdan como la época de más esplendor en el país, con
una entereza que asombra, estos escritos no serán borrados por el tiempo y ahí
quedarán para la posteridad. Acepto que pueda llegar quien escriba otra
historia, pero los triunfadores están siendo puestos en evidencia; la nueva historiografía
se ha encargado de desmitificar las invenciones, fabulas y relatos por
compromiso.
José Oscar Fernández |
Pienso que
pasaría si Francisco –Paco- Olmos tiene que dejar momentáneamente la selección
de Puerto Rico para atender otros proyectos, a menos que un familiar muy
cercano esté en una etapa terminal o se presente un imprevisto jamás deseado;
si mi querido amigo Julio César Lamas dejaría el quinteto argentino para ir a
ver un prospecto en cualquier obscura competencia veraniega; si mi entrañable
Rubén Magnano abandona a los chicos brasileños para irse a la playa con su
familia. La Federación Española de Baloncesto (FEB) cancelaría sin pensarlo a
Juan Antonio Orenga si le sale con una payasada como esta. David Blatt nunca
dejó los rusos a su suerte, ni Sergio Scariolo, ni el filipino Chot Reyes, ni
nadie sobre “la bolita del mundo”.
¿Qué
compromiso tan importante tiene Orlando Antigua para no estar presente en el
Centro-Basket?... ¿serán sus asistentes los que asistan a México, con Ron
Sánchez y Oliver Antigua como capataces?... ¿pasarán informaciones de primera
mano sobre el desempeño individual?... ¿harán recomendaciones para la mejoría
del grupo?… ¿dónde están las evaluaciones que realizó Sánchez sobre la
competición de Caracas en el 2013?... ¿cuál fue versión particular de lo
acontecido allí?... ¿qué informe redactó Oliver Antigua cuando se le entregó la
selección juvenil dominicana?... ¿se le entregará la selección para México a
Melvyn López y José –Maita- Mercedes?... ¿continuarán estos técnicos con el
equipo nacional a España?
Orlando Antigua |
Muchas
preguntas en tiempos difíciles, donde nos visita el chikungunya, el dengue se nos hizo familiar, el cambio climático
nos azota con una sequía atroz, después de darle la espalda y desarbolizar
graciosamente ciudades y campos y donde
muy pocos dominicanos llegan a fin de mes con el salario que reciben.
Muchos
aducirán que Orlando Antigua acaba de ser nombrado director técnico del
conjunto de baloncesto masculino de la Universidad del Sur de la Florida y ese
es su trabajo. Otros dirán que es el mejor reclutador de todos los Estados
Unidos y necesita ver a jugadores acá y allá, y los tiempos se le acortan. La
selección dominicana es también un trabajo y por ello recibe un salario; por
cierto muy bien pago. No es un hermano de una orden mendicante, aquella que
pertenece a la iglesia católica y donde se renuncia a todo tipo de bien
material.
Después
que John Calipari señaló que no continuaría con el equipo nacional, todo el que
fue entrevistado lo menos que solicitó fueron 300 mil dólares. A Calipari se le
retribuyó más que satisfactoriamente y la noticia se corrió. SouthGate,
arrendataria del conjunto ha pagado tan bien como los grandes programas de
baloncesto de la NCAA y quizás mejor que la mitad de los equipos de la NBA, por
un trabajo de cinco semanas.
A estas
alturas Orlando Antigua debe de tener seleccionado el cuerpo técnico que
trabajará con él. Se mantienen como asistentes los entrenadores Donnie Marsh y
Mike Wells, y como director de operaciones Chris Howard. Seguro añadirá un
asistente más, de su plena confianza.
El
Centro-Basket de México será una valiosa ocasión para observar los límites
futuros de la selección dominicana, conjunto que exige con urgencia una
renovación total. En República Dominicana se persiste con aquello que somos
únicos y nada nos detendrá; hasta ahora SouthGate y la propia Federación
Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) han corrido con los vientos tenuemente a su
favor, olvidando el amplio paradigma reformista dentro de la actividad a nivel
globalizado.
Fuera de
lo que genera la asociación SouthGate/FEDOMBAL esta gotea mínimamente; el año
pasado realizó varios torneos de categorías menores celebrados al vapor, pero
bajo el amparo encubierto de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) que sólo
encontraron huecos en los diarios de circulación nacional. Después las
donaciones de SouthGate a FEDOMBAL de la indumentaria sobrante recibe enorme
difusión, pero nada más. La presencia de la selección ha sido bloqueada a la
mayoría de los fanáticos.
En otras
partes del globo las historias son diferentes porque las asociaciones no
dilapidan los ingresos que deben ir al crecimiento colectivo.
Nunca la
FEDOMBAL ni SouthGate han mostrado sus acuerdos, ni sus libros, por lo que
resulta difícil elucubrar sobre beneficios económicos. Hasta ahora todo ha
discurrido en la más absoluta armonía, de ello se desprende que los beneficios
han sido interesantes y la complicidad enorme. Semanas atrás, Rafael Uribe
Vásquez, presidente de FEDOMBAL distinguió a Eduardo Najri y José Miguel
Bonetti Du-Breil, cabezas visibles de SouthGate, como las personas que más
habían contribuido al desarrollo del baloncesto dominicano.
Paco Olmos |
En los
programas de socarrón Jochy Santos hay un bordón que define ese tipo de
manifestaciones, por cierto, muy sandunguero.
Ambas
entidades reaccionan irritadas ante cualquier solicitud de información, el
mutismo reina. Ya una vez SouthGate se cubrió las espaldas señalando que era
una empresa privada. ¡Todo el mundo calló!
Se tiene
la percepción de que el acuerdo entre FEDOMBAL y SouthGate es un mero negocio
de ocasión. SouthGate administra un patrimonio del pueblo dominicano que está
por encima de la propia institución rectora. Cuando no haya retribuciones
económicas o se cierren las oportunidades de negocios se dejará de actuar y
muchos estamos convencidos de que así será.
Como ha
sido tradicional desde el año 2011, cuando SouthGate tomó las riendas de la
selección, todo lo relativo al quinteto criollo ha llegado sobre la hora; de
momento no hay más partidos de exhibición anunciados, nunca más se habló de
aprovechar el mismo escenario y jugar contra Puerto Rico, y todo indica que se
utilizará el Centro-Basket de México como prueba de laboratorio.
Posiblemente
en México se establezca el campamento dominicano de cara al Mundial, mientras
los propios mexicanos desde septiembre del pasado año anunciaron que se
concentrarían en las cercanías de Barcelona.
Después, el
único anuncio que ha realizado la empresa SouthGate (SOGA), arrendataria de la
selección absoluta
de baloncesto masculino, ulterior a la confirmación de
Orlando Antigua como capataz de la misma, es que el equipo dominicano sostendrá
un partido de exhibición frente al combinado de Estados Unidos. El choque se
desarrollará en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York. En el
mejor escenario del mundo frente al mejor equipo del mundo, me pareció leer,
sin que el comentario esté lejos de la verdad.
Dos años
atrás también servimos de teloneros al representativo de las barras y las
estrellas que orienta Mike Krzyzewski; en
esa ocasión habíamos concluido todos nuestros compromisos y los norteamericanos
empezaban su preparación para los Juegos Olímpicos del 2012. Fuera de la
novedad, algunas anécdotas y un par de vivencias, aquello no sirvió para mucho,
por lo menos en el plano competitivo.
La
selección dominicana tendrá mínimas variaciones, he leído y escuchado algunas
declaraciones de Eduardo Najri donde ha revelado más de una veintena de
nombres, inclinándose por los actores ya conocidos y los muchachos que están
bajo la égida de FEDOMBAL y Pedro Pablo Pérez. Nada nuevo bajo los cielos.
Orenga |
Mientras
se empujan proyectos positivos, mientras se reiteran todas las virtudes, se
ocultan pequeñas verdades; todo alrededor de “la nueva era” se vende como
impoluto, se nos venden seres inmaculados, nadie habla de carencias ni
necesidades, cuando llegan las situaciones que nadie quiere enfrentar, se
calla, como el caso de dopaje del pasado fin de semana en Santiago o la
situación de separación de uno o varios muchachos de la concentración del 2013
por asuntos de cleptomanía, léase: propensión a tomar lo ajeno.
Sobre el
cierre, pesan los compromisos de siempre, los jugadores sembrados, “los
carita”. Hace un año, Federico Borras, ferviente interesado por una mejor disciplina,
planteó la tesis de una convocatoria abierta y no se le escuchó. El guión se
escribe con mucha anterioridad y los redactores suelen colocarse anteojeras. De
entrada, hay ocho jugadores sembrados e inamovibles, coto cerrado, después
viene el reparto y quizás queda una posición disponible para ser peleada por 8
o 9 aspirantes. Todo es para la risa.
Yack
Michael Martínez, Francisco García, Ronald Ramón, Edgar Sosa, Juan Coronado,
Eulis Báez, Karl-Anthony
Towns, Edward Santana, Manuel Fortuna, Eloy Vargas,
James Feldeine y Ricardo Greer fueron el grupo que estuvo en Caracas el año
pasado. Antes de llegar con la clasificación a Las Américas, la bronca estaba
planteada… la posición de que a España iría este mismo grupo, con la novedad de
que Ricardo Greer pasaría a ser asistente del dirigente y se incluiría a
Gerardo Suero Castillo, gana cada vez más espacio. ¡Bingo!
Martínez frente a Santana |
La mitad
de ese grupo está sobre los 30 años de edad, inclusive en el caso de Greer,
llegando a los 40. Me surge la interrogante: ¿quiénes encararán y encausarán el
necesario relevo?... ¿se dejará tal función a un jovencísimo Towns por su
temprana inclusión al grupo?... ¿la transición será manejada por un siempre
interesado Pérez, que no tira una pelota en la cancha, pero que fuera de ella
no da puntada sin hilo?... ¿quién o quienes estarían dispuestos a calzarse los
zapatos de Soterio Ramírez?
Ramírez |
El regreso
de Al Horford será piedra de escándalo, sin dudas, su presencia levanta celos y
escozor, pero, ¿quién ha evaluado el rendimiento de todos los actores
citados?... ¿qué se dice de Orlando Sánchez, Manny Quezada, Ronald Roberts o
Jon Horford?... ¿serán finalmente Towns, Rodney Miller, Adonis De la Rosa y
otros los pivots de “la nueva era”?... se mencionó a Luis Flores, alejado de
las canchas por lesiones, que esta misma semana celebró su aniversario número
33.
¿Cuáles
son los méritos para incluir a Ricardo Greer?... ¿cuál es el estimación para
que esté Oliver Antigua como asistente?... un equipo serio no debería prestarse
a las distracciones y aquí parecen abundar y no se les brinda la importancia
necesaria.
Meses
atrás señalé que las cuatro piezas sobre las que se debería armar el equipo que
asistirá a España deberían ser Yack Michael Martínez y Manuel Fortuna, por sus
trayectorias en esta etapa de la selección, siendo el primero una pieza aún
fundamental; Eulis Báez por sus condiciones de jugador sobrado y efectivo, y
James Feldeine, por lo demostrado el año pasado.
Manifesté también,
que si FEDOMBAL iba a llevar invitados al Mundial, el primero de la lista
debería ser Franklin
Western, el mejor jugador que ha tenido jamás la selección
dominicana. La sugerencia aplica para SouthGate. Algo similar a lo que se
realizó con Manuel –Varilla- Lugo en 1978. Es posible que haya presidentes de
asociaciones y todos los miembros del Comité Ejecutivo que estén frotándose las
manos con la posibilidad de un viaje a España. En la lista particular de Uribe Vásquez
el primero es Manny López y mucha gente hará bembitas.
Western |
Hay
jugadores para estar jugando recreativamente, hay quienes pueden estar en un
torneo barrial, un número puede acceder a los eventos superiores, los demás
pueden inclusive hacer las selecciones provinciales y regionales, aspectos
borrados de nuestro organigrama, y hay jugadores para una selección nacional,
dependiendo de muchísimos factores.
Aldo
Leschhorn, para tomar un ejemplo, no aportaba significativamente en el plano
ofensivo, era un pívot extremadamente bajo, muchas veces recibía la repulsa
hasta de los seguidores de su propia enseña, a la hora de escuchar a los fanáticos
pasaba desapercibido, pero resultaba un jugador indispensable para el equipo
nacional, en el mejor momento del baloncesto criollo.
Aldo Leschhorn |
Su
capacidad de sacrificio era enorme, su entrega nunca se discutió, su fuerza física
era el complemento para el lucimiento de las figuras de la época, Vinicio
Muñoz, Hugo Cabrera, Eduardo Gómez, Winston Royal, Héctor Báez, Frank Prats, entre
otros. Era el único para plantarse frente al cubano Félix Morales, el
puertorriqueño Earl Brown, el panameño Mario Butler, el australiano Peter
Walsh, el checo Jiří Pospíšil (actual
euro-diputado y cuyo hijo del mismo nombre ha sido dos veces ministro de
Justicia, la personalidad más joven en ocupar esa posición en toda la larga
historia de la nación europea) o el chino Tieng
Chu MU de 7’04 de estatura.
De todas
formas estamos muy optimistas por regresar a Mundial de Baloncesto, 36 años
después, una generación de por medio que se perdió, con elementos de primer
nivel para estar presentes en más de la mitad de los 8 clásicos que se han
celebrado en el intervalo. Me conformo con un trabajo decente del equipo, pero
los gestos de pragmatismo no son jamás escuchados, al mismo tiempo son menos
valorados por los gestores del momento.
Cada quien
tiene distintas visiones del manejo de una selección nacional, sigo pensando
que esta es por mucho un relumbrón ocasional, las coincidencias son cada vez
menos y mucha gente se refugia en las opiniones disidentes. La llamada “nueva
era” ve fantasmas hasta en los sueños, divide
a la sociedad del baloncesto y se amplifica una crisis que podría haber
sido contenida si se trabajara con honestidad y entereza.
No me
gustaría que España fuera una pesadilla para los dominicanos, como apuntan la mayoría
de los medios internacionales pero hay que reconocer que hay sectores
intransigentes dentro de la entidad rectora.
Si se
fracasa en los compromisos de este año, seguro aparecerá un Velazquez Mainardi
repitiendo: “a esta
administración incapaz, corrupta, e ineficiente le quedan 2
años, 3 meses, 12 días, 10 horas y 42 segundos y ni un minuto más”. Los signos que ofrece el baloncesto nacional, bajo la
rectoría de Rafael Uribe Vásquez, son preocupantes.
Desde las más variadas atalayas, unas ajenas al quehacer deportivo y
otras muy propias, hay una común incertidumbre. Pero no así, en cambio, en la
cabeza de la FEDOMBAL. En ese ámbito no parece haber ninguna inquietud, lo que
crea, a la vez un gran desconcierto. Pero el riesgo de un colapso, a corto
plazo, se hace cada vez más evidente. En efecto, los síntomas, según los
resultados de los análisis más ponderados, apuntan hacia esa calamidad. El
cuadro, haciendo un símil médico, es de pronóstico reservado. En esas
condiciones, se requiere de cuidados intensivos.
Uribe Vásquez
debería hacerse cargo de una vez y por todas de los ajustes antipáticos que
eviten el abismo, como desde los inicios de su gestión le solicitó FIBA-Américas,
con el programa 20/20, que solo se expuso para que después durmiera el sueño
eterno. Es puro pragmatismo. De eso hablamos. Una palabra que hace tiempo tiene
un significado claro y quizá cierta sabiduría del otro lado, de los que piensan
diferentes.
Vivimos
tiempos donde el oportunismo trata de resistir más al tiempo que los ideales.
Las ambiciones están exacerbadas y el poder se pretende mantener a cualquier
costo. Uribe Vásquez no ha encontrado la manera de comercializar con la
nostalgia de los mejores años de la disciplina y ello se debe a su escasísima
cultura baloncelistica, pero es capaz de encorvarse y tomarla contra cualquier
de manera grosera.
No dice
nada de la selección nacional, frente a nuestro grupo más representativo es un
convidado de piedra; no se si asume el cumplimiento de un guión indigno que
hace daño colateral, lo que se traduce en hipocresía, mientras se aleja del
realismo. A falta de antecedentes propios, la portación del progresismo es
bandera.
Mientras
tanto, con la selección nacional se hacen buenas migas y buenos negocios. El
dirigente se nos va de paseo camino a nuestra cita más importante, como si nada
fuera suficiente. El irrespeto a nuestros colores se maneja sin sentido. Hoy es
obediencia soez al dinero lo que prima, mientras la disciplina carece de
valores.
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