domingo, 13 de abril de 2014

5 mitos sobre la realidad de Cuba

Por considerarlo de interés colectivo reproduzco este artículo del periodista cubano Yusnaby Pérez.
Mariano Murillo, Ministro de Economía
1. Los dirigentes viven en las mismas condiciones que el pueblo
Los máximos dirigentes políticos y sus familiares viven en una burbuja comparados con el resto del pueblo cubano. La mayoría de los altos cargos del país son militares, pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Hay miembros de las FAR en la cabeza de ministerios y grupos empresariales del país. Estas personas no caminan por las calles ni viajan en autobuses, ya que tienen carros del Estado; no viven en decrépitos apartamentos en Centro Habana, sino que tienen casas y apartamentos en complejos residenciales donde civiles no pueden entrar… Además tienen facilidades y acceso gratuito a determinados servicios que no tiene el resto de la población: acceso a internet en el trabajo y en casa, hoteles en Varadero, uso de teléfonos celulares cuyo pago es en pesos cubanos (24 veces más barato que el peso convertible en que pagamos el resto de los mortales), televisión por cable… No van a hospitales en mal estado como el pueblo, van a un hospital reservado para ellos, el CIMEQ (donde atendieron a Chávez) caracterizado por su limpieza, buenos médicos y tecnología decente. Los máximos dirigentes de Cuba están completamente aislados de los problemas cotidianos del ciudadano de a pie.

2. El Estado provee de alimentos necesarios a la población

El Estado vende a cada cubano una vez al mes, de forma racionada y a precios “asequibles”, una cuota de alimentos. Estos productos son racionados por la libreta de abastecimiento. En un mes, un cubano puede comprar solamente: 5 huevos, 5 libras de arroz, 1 libra de pollo… Los precios de los alimentos racionados están en pesos cubanos y son acordes a los salarios en Cuba, y esto significa un alivio para los trabajadores estatales cuyo sueldo promedia 18 dólares al mes y sobre todo a los ancianos pensionados que no tienen otro sustento de vida. Sin embargo, la comida comprada con la libreta alcanza para un máximo de 10 días. ¿Qué pasa con los otros 20 días del mes?

Libreta de racionamiento
En paralelo a la red de bodegas, donde se compra con la libreta, en Cuba existe un mercado estatal de alimentos con precios en pesos convertibles. Algunos productos, como la carne de res, los refrescos, vegetales o pescado enlatado sólo pueden adquirirse en este tipo de tiendas. La cadena más importante de este tipo de establecimientos se llama TRD (Tienda para la Recaudación de Divisa) y a tal efecto, a todos los productos se les recarga con un 240% de impuesto sobre el precio de compra en el extranjero. De este modo, un litro de leche puede costar 3 pesos convertibles (equivalente a 3 dólares), y 250g de queso manchego puede costar 30 pesos convertibles. En un país donde el salario medio estatal ronda los 18 dólares, en las TRD solamente pueden comprar aquellos cubanos con familiares en el extranjero o acceso (lícito o ilícito) a dólares. El resto “inventa” en el mercado negro.

3. La educación es gratuita
Efectivamente. La educación en Cuba es gratuita desde preescolar (4 años) hasta bachillerato (18 años). Y, aunque es un logro muy importante, es necesario señalar que esto ocurre en muchos otros países del mundo. No obstante, a diferencia de otros países, en Cuba no existe la educación privada, la única opción es la enseñanza pública.

En los tiempos en que mis padres estudiaron, se consideraba que la educación primaria era de excelente calidad. Sin embargo, hoy día la situación deja mucho que desear. Debido a los bajos salarios en Cuba, existe un déficit enorme de maestros, por esto la calidad de la educación se ve muchas veces afectada. Es común escuchar que maestros cobran por poner buenas notas y, ya es práctica habitual el que algunas de las clases sean mediante reproducción de cintas previamente grabadas.

Universidad de La Habana
Se dice que la enseñanza universitaria en Cuba es gratuita, pero eso es incorrecto. Sería más apropiado decir que es de acceso universal. Cualquier cubano (en dependencia del promedio y resultados en las pruebas de ingreso) puede acceder a la Universidad; y, aunque el estudiante no tiene que pagar un peso, la educación superior tiene un precio. Una vez que el estudiante se gradúa debe trabajar para el Estado, 3 años si es mujer y 2 años si es hombre (ya que el hombre hace 1 año de servicio militar). Este periodo es conocido como el “Servicio Social”. El Servicio Social es obligatorio, se trabaja a sueldo mínimo (225 pesos al mes, unos 9 dólares) en una plaza asignada por el gobierno. Si un recién graduado no cumple con el Servicio Social, el Ministerio de Educación Superior le invalida el título universitario.

4. La gran mayoría de los cubanos apoya al gobierno
El apoyo a un gobierno se demuestra mediante elecciones, y en Cuba no ocurren elecciones presidenciales desde 1948. Así pues, uno debe buscar otros indicadores para valorar este “apoyo”.

En Cuba existe un único partido que es legal, el Partido Comunista, y la Constitución de Cuba lo define como: “…
la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado…”. No obstante, existen muchos otros partidos clandestinos. Los ciudadanos no ven legitimado su derecho de asociación y las únicas formas de sociedad civil son parte del Estado. Esto no impide que ciudadanos opositores hayan constituido grupos de forma clandestina y que traten de manifestarse de forma pacífica. Lamentablemente, manifestaciones de colectivos no reconocidos son continuamente reprimidos por grupos organizados por la policía política y operacionalizados a través del Partido Comunista. Ejemplo de ello son los actos de repudio contra opositores que en casos frecuentes llegan al extremo de la violencia verbal y física. Las conocidas Damas de Blanco, señoras que caminan por las calles con una flor en la mano, son cada semana reprimidas y encarceladas; sólo por mencionar un ejemplo.

Un gobierno que controla la prensa, la radio y la televisión, también controla la opinión popular, o mejor dicho, la opinión que ellos quieren transmitirle al mundo y a cada uno de nosotros. Jamás se ha trasmitido por televisión alguna opinión legítima de un cubano en contra del gobierno.

Oponerse al gobierno abiertamente es peligrosamente resbaladizo. La policía secreta te puede construir un caso delictivo y meterte en prisión. Este psico-terror político ha estado presente en la sociedad cubana por más de medio siglo. Como consecuencia del mismo, la gente ha optado por “no pensar, no decir y no opinar” para poder vivir tranquilos. Sin embargo, existe la doble moral. Gente que aplaude al régimen en público y luego en privado le critica.

La solución de muchos es emigrar en busca de oportunidades. En cifras oficiales, el 12% de los cubanos que salen del país legalmente, no regresan. Una cifra aterradora que muestra el enorme descontento con el sistema vigente. A estos emigrantes legales hay que añadir los que salen ilegalmente, los más conocidos son los que agarran una balsa y escapan, arriesgando su vida en el mar.

5. El bloqueo norteamericano impide que Cuba se desarrolle.
Es cierto que existe un embargo económico, financiero y comercial de Estados Unidos hacia Cuba, que tiene aplicación extraterritorial y ha sido condenado en múltiples ocasiones por la ONU. El embargo es un grupo de medidas y leyes que prohíben a empresas y ciudadanos norteamericanos establecer acuerdos comerciales con los cubanos residentes en la isla y el gobierno (existen “salvedades” como diversas productoras estadounidenses de alimentos que si tienen permitido negociar con el gobierno cubano).

El embargo ha estado presente desde los inicios de la “revolución” y uno de sus principales motivos al implantarse fue el decomiso general de la propiedad privada de cubanos y muchos norteamericanos en la isla, que jamás fue remunerada por parte del Estado cubano. Desde entonces, este embargo, rebautizado por el gobierno cubano como “bloqueo”, ha sido el argumento para justificar todos los fracasos y errores de su política económica, social y administrativa.

Cuba no puede comercializar con Estados Unidos (aunque Estados Unidos es el principal comprador de medicamentos en Cuba), pero, sólo el 40% del comercio exterior de Cuba es con Venezuela. Países como China y Brasil tienen fuertes lazos comerciales y financieros con la isla.
El resto de países tienen la entera disponibilidad para entrelazar acuerdos económicos con Cuba, pero exigen el cobro en efectivo debido al reiterado incumplimiento de pagos.


No obstante, existe otro bloqueo que es el que verdaderamente afecta al cubano de a pie: es el bloqueo interno del gobierno para evitar que algún cubano progrese económicamente. Por ejemplo, la nueva Ley de Inversión Extranjera aprobada el pasado mes, le permite a cualquier persona de este planeta la posibilidad de invertir en la isla. Sin embargo, no existe una Ley de Inversión a secas que permita a los cubanos residentes en Cuba, invertir en el desarrollo económico de su país.

El gobierno permite la actividad de un magro sector privado (aquí se llaman “cuentapropistas”), pero solamente pueden desarrollarse 178 actividades de esta forma. Entre estas actividades se cuentan: peluquería, gastronomía, jardinería, ser cochero de vehículo de tracción animal, forrar botones, e incluso vender CDs piratas. Los cuentapropistas ven “bloqueado” su desarrollo por el propio gobierno cubano. No pueden acceder a créditos financieros, no pueden comprar en mercados mayoristas, al contrario que las empresas estatales, no tienen acceso a materias primas necesarias para desarrollar su trabajo (por ejemplo harina de fuerza para hacer pan, solamente a la venta para empresas estatales) tienen tasas de impuestos sobre la renta a niveles similares de Suecia y Austria (50% si ganas más de 160 dólares al mes)…

Prohibiciones en Cuba, que limitan el progreso, están a la orden del día: precio de los carros, precio de las viviendas, míseros salarios, internet prohibido en los hogares, acceso limitado a la información, ausencia de libertades políticas, imposibilidad de exportar e importar mercancías…
Para finalizar, dejo una pregunta: ¿Por qué Cuba, siendo una isla, no cuenta con una industria pesquera?

El “bloqueo” norteamericano sin duda impacta en los precios de determinados bienes, pero es el bloqueo interno el que impide el desarrollo del país.

Yusnaby Pérez


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