martes, 3 de octubre de 2017

Agrios edulcorados…
Caso 351: Mr. Trump en Puerto Rico, hoy… y después
Oct.03.2017       

A estas horas (10:40 de la mañana) Donald Trump está volando a Puerto Rico. Deberá llegar en más o menos una hora, antes del mediodía y según dice su agenda sostendrá una agotadora jornada. Es el primer presidente de Estados Unidos en hacer una visita oficial a Puerto Rico en medio de una situación de emergencia. Además de sostener un encuentro con el gobernador Ricardo Antonio Rosselló Nevares (Mar.07.1979 en San Juan), tiene previsto reunirse con víctimas de los fenómenos atmosféricos que azotaron la isla durante el mes de septiembre y socorristas. Se estima que se las verá a cara a cara con la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto (Feb.25.1963 en San Juan), aunque no aparece agenciado, quien el pasado sábado (Sep.30.2017) alertó a medios estadounidenses e internacionales sobre las dificultades del Gobierno Federal para responder a la magnitud de la catástrofe.

Donald Trump
Ese día (Sep.30.2017) hubo un intenso y extenso intercambio de “piropos” por las redes sociales.

A media mañana (Oct.03.2017) la alcaldesa informaba en un comunicado de prensa que aceptó la invitación "en nombre del pueblo de San Juan y por respeto al pueblo estadounidense representado por la Oficina del Presidente de los Estados Unidos”.

Agregaba Cruz Soto: “aprovecharé esta oportunidad para reiterar el mensaje primordial: se trata de salvar vidas, no de política; también se trata de darle al pueblo de Puerto Rico el respeto que merecemos; y reconociendo el imperativo moral de hacer ambas cosas. Para salvar vidas necesitamos una cadena de suministro sólida y continua, necesitamos adaptar los procedimientos operativos estándar a la realidad local. Y sobre todo tenemos que reducir la burocracia. Los canales abiertos de comunicación son siempre buenos, pero deben producir resultados muy necesarios. Se trata de una crisis humanitaria y debe tratarse con ese sentido de urgencia. Esa es la única manera de completar la única misión que importa: salvar vidas. De eso es lo que se trata".

Será la sexta visita oficial de un presidente de Estados Unidos a Puerto Rico y noveno que pisa suelo borincano. El viaje oficial más reciente fue el de Barack Obama, quien estuvo cuatro horas en San Juan (Jun.14.2011). Para ese entonces habían pasado 50 años sin que ningún presidente ofreciera una parada oficial a la isla. Gerald Ford estuvo en 1976, pero su registro tuvo únicamente el propósito de asistir a la segunda cumbre de países con las principales economías del mundo (entonces llamado el G-7), celebrada precisamente en San Juan (Jul.27/28.1976).
Carmen Yulín Cruz Soto 

Obama puede ser considerado como el único que visitó territorio puertorriqueño en un traslado cuyo destino era exclusivamente Puerto Rico, sin otro destino en América Latina, el Caribe o simplemente para vacacionar o asistir a un evento internacional.

Las otras visitas presidenciales que deben considerarse oficiales han sido las de Theodore Roosevelt (Nov.1906), Franklin Delano Roosevelt (Jul.1934), Harry Truman (Feb.1948), Dwight –Ike- Eisenhower (1960), y John F. Kennedy (Dic.1961). Herbert Hoover estuvo en 1931, de vacaciones.

Hoover sin embargo, ha sido el único presidente norteamericano que ha ofrecido un mensaje ante una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes puertorriqueña. Hoover también había designado a Theodore Roosevelt, Jr., como gobernador de Puerto Rico entre 1929 y 1932.

Bajo la presidencia de Franklin Delano Roosevelt, se implantó la política del Nuevo Trato (New Deal) y con ello la creación, en 1935, de la Administración de Reconstrucción de Puerto Rico (PRRA, por sus siglas en inglés), que estableció programas de desarrollo agrícola e infraestructura. Roosevelt hizo énfasis en programas de asistencia, recuperación económica y reforma fiscal. La época de Roosevelt fue, a su vez, la antesala de la militarización activa de Puerto Rico, con el establecimiento de las instalaciones militares estadounidenses en Culebra y Vieques.

I believe in better homes. That means bringing about a better family life, better living conditions, a better chance for education, and a better chance for every person to earn his livelihood. Then we shall have better health conditions because unhealthy conditions are caused by a lack of opportunity to earn one's bread. With the help of our Government in Washington and with the splendid help of the Island Government and of the Governor, I am looking forward to the solving of these problems here in the island just as quickly as we shall solve them in the continental part of the United States”, deciia Roosevelt ante los puertorriqueños en Jul.07.1934.

Truman fue también quien nombró al primer gobernador puertorriqueño de la isla en la figura de  Jesús Toribio Piñero Jiménez (Abr.16.1897 en Carolina; Nov.19.1952 en Loíza; ejerció como gobernador entre 1946 y 1949, le substituyó Luis Muñoz Marin) y además fue quien suscribió la ley que permitió a Puerto Rico, a partir de 1948, elegir su Gobernador, hasta entonces designado por el Presidente de Estados Unidos.

Ricardo Antonio Rosselló Nevares
Truman, quien presidió Estados Unidos desde enero de 1945 hasta enero de 1953, fue el blanco de un fallido atentado a tiros realizado en Nov.01.1950 por los nacionalistas Griselio Torresola y Oscar Collazo, en la Casa Blair (President's Guest House), una residencia destinada en la ciudad de Washington al presidente y vice-presidente de los Estados Unidos, en momentos en que se desarrollaba en la isla la Revuelta Nacionalista (según Vanguardia del Pueblo, órgano del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), aquello consistió: “el 30 de octubre de 1950 se produjo un levantamiento en Puerto Rico conocido como El Grito de Jayuya, pues fue en esta población donde alcanzaron mayor éxito, logrando adueñarse de la población durante 3 días y proclamar la República Independiente de Puerto Rico. Junto a Jayuya se levantaron de manera simultánea las ciudades de Ponce, Mayagüez, Naranjito, Arecibo, Utuado y San Juan. En Jayuya, Carlos Irrizary junto a Blanca Canales y Elio Torresola dirigieron a los nacionalistas armados dentro de la ciudad y atacaron la estación de policía”.

Hasta la presidencia de Kennedy, los asuntos de Puerto Rico estaban bajo la jurisdicción del Departamento del Interior en el Ejecutivo Federal, como sucede aún con los demás territorios (Islas Marianas del Norte, Guam, Islas Vírgenes Americanas, Samoa Americana, Parque Nacional de Samoa Americana, Bahía de Guantánamo, Isla Baker, Isla Howard, Isla Jarvis, Atolón Johnston, Arrecife Kingman, Islas Midway, Isla Navassa, e Isla Wake). Kennedy utilizó a Puerto Rico como contrapeso a la revolución cubana, por medio de la Alianza para el Progreso y los nombramientos que le diera a los boricuas Arturo Morales Carrión (secretario adjunto de Estado para Latinoamérica, Nov.16.1913 en la Habana; Jun.1989 en San Juan) y José Teodoro Moscoso Mora (embajador en Venezuela; Nov.26.1910 en Barcelona, España; Jun.15.1992 en San Juan).
Kenneth E. Mapp

El Air Force One estará aterrizando en San Juan a las 11:45 de la mañana. A su arribo, oficialmente, Trump recibirá un breve recuento de los esfuerzos por la recuperación que se realizan tras el paso de los huracanes María e Irma. A la 1:15 de la tarde se reunirá con los damnificados de los fenómenos y a la 1:50 de la tarde estará en la iglesia Calvary Chapel, en Guaynabo. A las 3:30 de la tarde sostendrá un encuentro con el gobernador de las Islas Vírgenes, Kenneth E. Mapp (Nov.02.1955 en Brooklyn, Nueva York) y veinte minutos después con personal militar, junto a los gobernadores Rosselló Nevares y Mapp. Después de otros veinte minutos se encontrará con personal de de la Marina de los Estados Unidos destinado en la isla y a las 5:05 de la tarde volverá a abordar. Se espera que esté de regreso en la Casa Blanca a las 8:55 de la noche.

La presencia de Trump podría afectar el único vuelo que está programado para llegar al aeropuerto Luis Muñoz Marin proveniente de Santo Domingo. La aerolínea PAWA debería estar aterrizando en Isla Verde a las 12:50 del mediodía (vuelo 753), con regreso a las 2:00 de la tarde (vuelo 754).

Silverio Pérez (Jul.18.1948 en Guaynabo), músico, escritor, comediante, presentador en la radio, escribió en El Nuevo Día (Oct.03.2017): “No estimado Mr. Trump… Primero, quiero que no le pase desapercibido el No antes del estimado… Segundo, ¿a qué viene que los que tienen el conocimiento no le hayan informado?... ¿a figurear?... ¿a ser portada de lo que usted llama Fake News?... Tercero, usted no viene a darnos nada, viene a devolver un poquitito de lo que se han llevado de nuestro país desde 1898… Cuarto, este es un pueblo que en su inmensa mayoría es digno, respetuoso de las mujeres, trabajador y educado, cualidades que usted no parece tener… Quinto, no equivoque la diplomacia de nuestro joven gobernador con complacencia. Él tiene la prudencia que a usted le falta…. Sexto, mientras usted está figureando en la isla, hay varios aviones con ayudas urgentes que no va a poder aterrizar… Séptimo, váyase lo más pronto posible, ¿a dónde?... a las ventas de unas islas remotas rodeadas de agua en medio de un inmenso océano”.
San Juan, después de María

En el análisis del libro de Pérez, La Vitrina Rota, escrito por Roberto O.  Maldonado Nieves, abogado y escritor borincano, podemos leer los siguientes párrafos: “cuando la Marina de Guerra de los Estados Unidos de América bombardeó al Viejo San Juan  el 12 de mayo de 1898 como parte de la Guerra Hispanoamericana, Puerto Rico era un mosaico dentro del cual había una variedad de colores políticos, económicos, sociales y culturales, mosaico que  con sus virtudes y defectos constituía la nación puertorriqueña.  Esa nación contaba en ese entonces  con una relación autónoma con el Reino de España. Como parte de esa relación la Isla, entre otros poderes, podía mantener relaciones comerciales con cualquier país sin la intervención del gobierno de España, y podía decidir qué leyes adoptadas por el cuerpo legislativo  español  podían ser aplicables a Puerto Rico.  Nunca hemos contado con ese poder  desde el momento en el que el gobierno de Estados Unidos de América (EUA) se apoderó de Puerto Rico en 1898”.

Con el ejercicio del poder de ese gobierno por la fuerza en y desde aquel entonces, el mosaico puertorriqueño fue estrellado contra el piso quebrándose en pedazos. A partir de ese momento los pedazos del mosaico han continuado siendo objeto de golpes y golpes y más golpes,  al extremo de que quienes  formamos parte de ese mosaico, de esa nación puertorriqueña,  nos encontramos fraccionados en miles y miles de partículas  políticas, sociales, económicas y culturales, en estado de dispersión  y contando con más de la mitad de nosotros  fuera de la Isla”.
Silverio Pérez

Pero para extraer  de nosotros  la mayor riqueza posible de nuestros recursos naturales y humanos, el gobierno de los EUA  siempre ha  tenido la necesidad de mantener de alguna forma la sociedad puertorriqueña,  aunque fuera a su arbitrio y antojo, y casi siempre con más interés sobre el territorio y con suma indiferencia en cuanto a sus habitantes. Parafraseando a don Pedro Albizu Campos, ha estado más interesado en la jaula que en los pájaros que viven dentro.  Como ante el mundo,  en particular a partir del final de la Segunda Guerra Mundial,  era de mal gusto ser una potencia mundial con colonias, era necesario encubrir la relación con Puerto Rico,  y para ello había que   empolvarla, maquillarla y exhibirla en vitrina, como muy bien expresa  Silverio Pérez en el libro que publicó el año pasado de título La Vitrina Rota o ¿qué carajo pasó aquí?”.

Gabriela Saker Jiménez redactaba en El Nuevo Día (Oct.03.2017): “lo cierto es que, cuando el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arribe a Puerto Rico, ese idílico paisaje que atrajo la atención de presidentes atentos -o indiferentes- a la política pública de la isla, estará profundamente herido por las quemaduras ciclónicas, y la gente que lo habita, repleta de necesidades. La llegada de Trump está pautada para las 11:45 a.m., en la base Muñiz en Carolina”.



La población llana de Puerto Rico no está plenamente convencida de la efectiva asistencia que podría brindar Trump a Puerto Rico, una de las mayores quejas es la demora en hacerse presente y el retraso en facilitar los trámites burocráticos para la recepción de las ayudas. En Primera Hora aparece el siguiente comentario: ““él se ha expresado de una manera tan despectiva. Sumamente innecesario y sumamente desconsiderado. Es muy triste”, señaló una ciudadana. Las redes sociales han explotado con comentarios adversos a Trump.

Oct.03.2017

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