miércoles, 12 de abril de 2017

Kennedy derecho

La muerte súbita es la aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado. Existe una definición más formal, que es la utilizada en los estudios médicos: "muerte súbita es el fallecimiento que se produce en la primera hora desde el inicio de los síntomas o el fallecimiento inesperado de una persona aparentemente sana que vive sola y se encontraba bien en plazo de las 24 horas previas".

Su principal causa es una arritmia cardiaca llamada fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir. La víctima de muerte súbita pierde en primer lugar el pulso, y en pocos segundos, pierde también el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos. 

En deporte el término muerte súbita se utilizó inicialmente para la definición de partidos eliminatorios en el futbol, especialmente en los grandes campeonatos. También en la definición de partidos sin mañana, como se está produciendo con los últimos comodines en el béisbol del big show. Es básicamente un sistema de desempate por medio el primer contrincante que logre un objetivo será el vencedor, causando de manera inmediata la eliminación del vencido.


Anoche (Abr.11.2017) en el partido entre Los Prados y Rafael Barias el narrador Romeo González decretó “muerte súbita” a dos minutos del final. El partido se decidió por apenas un entero, ante la remondada de los de Villa Consuelo después de tener el agua al cuello.

¡Coño, sigo a esperando a Oscar Piña en las transmisiones desde el Palacio del Voleibol!

¿Monegro, si, Monegro, tu mismo, Piña alguna vez te quitó una novia?

¿Mario Emilio, ¡eyyyyyyy!, Mario Emilio, Piña alguna vez te nokió?

Los Prados se había ido a la pausa larga con ventaja de 11 (42-31), después de colocar al Rafael Barias contra la pared, sin ideas y dejarlos en sólo 9 unidades en el segundo parcial. Pero las perdidas de balón pasaron factura (19 en total) y “los barianos” (gentilicio feo) ganaron el tercer cuarto de 2 (16-14) y pusieron los motores a tope en los 10 minutos finales, fabricando 23 enteros por 15 de los rivales.

El dirigente José Pérez (Rafael Barias) usó una rotación muy corta: Manuel Fortuna (38), José Fortuna (32), James Maye (28), Peter John Ramos (28), Juan Bautista Araujo (20) y Melvin Núñez (20) habitaron al menos 20 minutos en cancha. Después trató de que incidieran Daniel De La Cruz, Franklin Millián y Joel Ramírez.

Araujo, un arma ofensiva letal intentó 5 disparos al canasto, sin suerte y guardó las demás municiones para una ocasión más propicia.

Maye no estuvo en su noche; ha tenido partida de caballo inglés y sus llegadas no son halagüeñas, sólo hay que buscar los últimos eventos donde ha intervenido.

Ramos fue un tremendo chusco, aún en las decepcionantes condiciones físicas en que está debe anexarse con seguridad siempre más de 20 enteros y ayer pasó vergüenza. Tiró como nadie, 19 intentos de campo para sólo encestar 6, dos aventuras más allá del arco y ambas cayeron en el mar y 6 visitas a la línea de los sustos, para convertir apenas 2; eso no es lo que espera una fanaticada que está sacrificándose para mantener a este gigante sobre la duela.
 
¡Las gerencias criollas!

Mientras ello pasa en la cancha, los clubes tienen la creencia de que la administración de José P. Monegro ha traído una democracia afirmada y que viven un proceso irreversible. En el deporte dominicano, en cualquier instancia es imposible pensar que esta forma de gobierno se encuentra consolidada. La actual administración de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) es más de lo mismo: una membresía estancada, nula disposición a conocer la masa social ni los estatutos de los afiliados, asistencia para la solución a los incumplimientos sobre las organizaciones no gubernamentales sin fines de lucros, capacitación de técnicos, la creación de un cuerpo de árbitros y anotadores acorde a sus necesidades, verificación de locales y canchas de las entidades afiliadas y así un largo rosario.

ABADINA es también parte del patronato que rige el Palacio de los Deportes y es incapaz de utilizar la estructura para sus eventos, como tampoco dispone de ninguna sugerencia para su mejoramiento. Monegro lastimosamente es de los que se adhiere a la demolición de aquella emblemática estructura. ¿En que campo estaban Najri, Monegro, y Uribe Vásquez cuando se levantó la edificación?... ¿es aún Fernando Queipo miembro del organismo?... sólo se que de todos Aldo Leschchorn Ariza en 1974 estaba practicando para la pre-selección nacional para integrar el equipo de baloncesto que participaría en los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe.
Fernández Peix

Según Leonardo de Jesús Heredia Castillo, también conocido por el punzante mote de Leo Corporán, y miembro del inexistente “patronato”, hay gente que viene de los campos con una amplísima experiencia en lides amatorias con chivos, burros, ovejas y hasta gallinas. Recuerda también Corporán que su compañero de redacción en el Listín Diario, Pedro Fernández Peix describía con marcado erotismo la situación vivida con una gata en su novela El placer está en el último piso. Bertrand Russell (Bertrand Arthur William Russell, 1872-1970), tercer conde de Russell, que no es pelotero sino escritor, filosofo, matemático, lógico británico, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1950, dijo: “el escritor que trata un tema sexual corre siempre el peligro de que quienes opinan que esos temas no deben mencionarse lo acusen de desmedida obsesión por el asunto”.

Es esencial para el deporte dominicano ser gobernado democráticamente, y de eso adolecemos. Aquí vivimos en una regresión permanente.

Mientras el hacha va y viene, Víctor Hansen demostró que Peter John Ramos aunque llegado desde Brobdingnag no es invencible.








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