martes, 12 de abril de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 175: ¿Papeles de Panamá?
Abr.11.2016

Me dicen, y lo creo, que vieron a Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, en Panamá, con un alto mando militar.

¿Qué hacia el presidente de la FEDOMBAL por esas tierras ahora tan cuestionadas?

¿Estaba formando una compañía?

¿Visitó las oficinas de algún bufete de abogados?

¿Estaba llevando algún depósito?

Antes, cuando la guardia era guardia, los militares tenían que sacar permiso para salir del país. Parece que este coronelito no tiene que rendirle cuentas a nadie.

Para ser miembro de los organismos militares de República Dominicana, Uribe Vásquez hace mucho ruido para no tener ninguna responsabilidad. Ni siquiera Carlos Piccini Núñez, el coronel de la Fuerza Aérea Dominicana envuelto en el asunto de las comisiones por la compra de los aviones tucanos ha sonado tanto.

Tampoco el Ministro de Defensa, Máximo William Muñoz Delgado, teniente general transitorio (en otras palabras, general de cuatro estrellas), ERD (DEM), se menciona tanto en los diarios nacionales, ni en la radio, ni en la televisión. Conste, que Muñoz Delgado es de La Fe, como yo, y tenemos el mismo barbero.

Lo he dicho siempre, tener a Uribe Vásquez en el movimiento deportivo dominicano ha sido fatal. Las consecuencias aún no han sido vistas, pero quien no pueda avizorarlas está ciego, o se hace.


Cada día que pasa y veo a Luis Mejía Oviedo, presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD), subiendo pendejadas a las redes sociales, hablando de bellos amaneceres, de su catolicismo imperturbable, y no tomando en serio la problemática del deporte dominicano, así como las debilidades de sus máximos responsables, hay que convencerse más y más que el estamento deportivo dominicano colapsó por fallas repetidas y complicidades remachadas.

Pedir responsabilidad a las dirigencias ya es una utopia; ahora la norma es callar. Se calló ante los resultados de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz del 2014 y ante los Juegos Panamericanos de Toronto en el 2015, donde claramente retrocedimos hasta niveles inauditos.

Más que los clubes de base estén asfixiados económicamente, más que la bonanza monetaria de un Luis Mercedes, para tomar un ejemplo, también pagamos la falta de entrenadores de iniciación capacitados. A nadie se le pide metas firmes, mucho menos ordenamiento financiero. ¿Qué ha ofrecido la provincia Sánchez Ramírez al deporte nacional?... en uno de los reportajes provinciales de la selección de deportes del matutino Hoy se exhibió el aporte de la provincia de Monte Plata al deporte nacional, entonces: ¿por qué en más de 10 años no se han vuelto a celebrar los Juegos Deportivos Nacionales?

El deporte dominicano lentamente se ha ido por el barranco, sin que nadie quiera admitirlo, los seguidores se han alejado de los eventos para terminar preso de un espectáculo de escasa monta que ya no resiste más.


Es entendible el por qué el relevo en el movimiento olímpico ha sido tan cuesta arriba, por ello tienen que perpetuar a los presidentes y a los secretarios generales, porque ni para eso pueden ponerse de acuerdo, pero siguen y seguirán esperando el diezmo que mensualmente llega desde el Ministerio de Deportes (MIDEREC), con escasos controles, una porción generosa del presupuesto nacional, para que todos podamos seguir un deporte que raya en lo absurdo. Las federaciones deportivas nacionales financiadas con el dinero pagado por los ciudadanos de sus impuestos.


Parafraseando una expresión de Pierre-Joseph Proudhon (Besançon, 1809- Paris, 1865), celebre filósofo, político, anarquista y mutualista francés: el deporte dominicano es, a estas alturas, un robo al presupuesto público.

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