miércoles, 17 de febrero de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 146: Boquitas pintadas de rojo ponceau
Feb.17.2016

Los Vaqueros de Bayamón, equipo que participa en el Baloncesto Superior Nacional de Puerto Rico, actualmente bajo la gerencia del dominicano Franklin Western, anunció la contratación del jugador Walker Russell, en calidad de comunitario. Con la tradicional franquicia jugará además el delantero Francisco García, que ya se reportó a los entrenamientos.


Russell ha jugado en República Dominicana con los Leones de Santo Domingo de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), el conjunto que maneja Eduardo Najri y la empresa SouthGate. Acá se le facilitó un pasaporte dominicano para que acá jugara como nativo; es menester recordar que la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) valida los pasaportes como documentos de identidad personal.

El armador, como todo nacionalizado que pisado el país, fue santiguado por la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), así de simple, sin más nada. Todos pensamos que alguna vez accedería a una invitación a la pre-selección nacional, pero no ha sido así. Se le otorgó la facilidad para que juegue para los Leones, exclusivamente.

Hay que recordar, pese a la nacionalización de Russell, de la presencia de James Feldeine, que en la campaña 2015 también militó con Bayamón, que el año pasado se anduvo insistentemente detrás de Eric Bledsoe, también armador, que actualmente milita con Phoenix Suns en la NBA. Russell es confiable para unas cosas y para otras no. Pero puede pasearse por el mundo con un pasaporte de errede. Hasta ese punto hemos llegado, preferimos hasta simplificar el nombre de toda la nación por un desteñido errede.


La diferencia es que Bledsoe cuenta con 26 años de edad y pertenece al Grupo Calipari; de mantenerse sano le restan muchas oportunidades dentro de la actividad. Russell (Oct.06.1982) ya cumplió los 33. Era un jugador muy mayor al momento de entregársele el pasaporte dominicano.

La LNB reconoce un tercer importado en sus equipos, a los cuales viste de nacionalizado. Pasa con James Maye de los Titanes y con Maurice Carter de los Metros de Santiago. Hay otros que no llegan a mi memoria, pero la lista es amplia.

Carter ocupará plaza de comunitario con los Atléticos de San Germán, el año pasado actuó en iguales términos con los Maratonistas de Coamo.

El pasaporte dominicano se ha demostrado es un documento de fácil obtención y es mal visto en muchas partes del mundo. Llegar con el mismo a muchas terminales de migración es una verdadera odisea, pero para el baloncesto sirve para actuar en Europa bajo las disposiciones de los acuerdos Cotonou; para algunas fichas ha servido para alargar sus carreras. En el mismo Puerto Rico, el armador Andrés Rodríguez exhibió su dominicanidad de manera rauda y veloz, hasta que obtuvo el referido manuscrito. ¡Después, ni la placa!


Rodríguez coincidencialmente pertenece también a la tropa de los Vaqueros, ya estuvo con la selección nacional de Puerto Rico, es inteligente dentro de la cancha, buen conductor y está tratando de hacer el conjunto, debido a que las lesiones le han mantenido en el dique seco. En la LNB jugó muy brevemente con los Titanes de Santo Domingo. Su padre es oriundo de República Dominicana.

Hay casos peores, jugadores que nunca han pasado por acá, y juegan en tierras europeas como tales. Se sindica a un “agente de modelos” como “buscón” para tales fines; se utilizan chicas tratando de abrirse paso en las pasarelas de diversas partes del mundo que son colocadas, coincidencialmente, por donde frecuentan determinados jugadores; es una forma de obtener un pasaporte dominicano por “matrimonio”. Eso es fraude migratorio, que debería ser castigado por el Estado Dominicano.

¡La diversificación del trabajo!


Según uno de los tantos colaboradores cercanos que tiene el actual presidente de la FEDOMBAL, ese “agente de modelos” se ha visto en las propias oficinas de la entidad, en tiempos no muy lejanos. Para más detalles, conduce o conducía un Mercedes Benz de color blanco. Inclusive, tiene tanta afinidad como otros miembros de la propia FEDOMBAL o de otras federaciones deportivas, que fue encontrado sentado en las piernas de otro “hombre”. Lo que no se me especificó a cual federación pertenecía ese “hombre de pelo en pecho”.

FEDOMBAL ha sido muy activa para perseguir a los jugadores dominicanos, ha volcado sobre ellos toda una furia recaudatoria fuera del marco de la ley, pero se torna incapaz de tomar partido en el momento de proteger al jugador nativo. La actitud de FEDOMBAL frente al jugador que se forma dentro de nuestras fronteras, a base de puro sacrificio, soportando todo tipo de vejaciones, resulta injustificable, mientras tanto no se aplica todo el rigor del Reglamento Nacional de Competencias para penalizar y condenar a los clubes y asociaciones que faltan con sus responsabilidades.

Puerto Rico está a 40 minutos en vuelo comercial y 12 horas en el tan de moda ferry, pero nadie se anima a conversar con su similar borincana para regular la presencia de jugadores dominicanos en los equipos de allá. Los puertorriqueños debaten apasionadamente si tantos jugadores importados, regla que se inició en el 1980 para favorecer a los menos afortunados de la campaña anterior, está brindado algún fruto o quitándole espacio a las nuevas camadas de jugadores nacionales.

Esta vez auxiliaron a los equipos los nombres de Rolando Frazer (Aibonito), Mario Butler (Morovis), Evaristo Pérez (Cabo Rojo), Víctor Chacón (Guayama), Frank Prats (Mayagüez) y Héctor Báez (Caguas).



Seguramente jamás República Dominicana tomará acción alguna contra esta distorsión; siempre habrá fanatismos e intereses espurios, y criminales dispuestos a cometerlos. Lo que resulta injustificable es que cada vez los que faltan a las buenas costumbres queden impunes.


Imágenes del carnaval de Cotuí

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