miércoles, 8 de noviembre de 2017

Historias manchadas; santos que se hacen trizas, altares que ruedan cuesta abajo

No voy a negar que me asaltó el morbo con las últimas actitudes de John Calipari (pasado entrenador nacional: 2011 en Mar del Plata y 2012 en Caracas); el tipo está que no es capaz de tirarse un vientecito ante el temor de que le salga húmedo.

John Calipari
En la apertura de los entrenamientos de la Universidad de Kentucky, semanas atrás, nuestro personaje rehuyó a la prensa, trató de no mostrarse, como ha sucedido en las últimas semanas y súmese que esta más tranquilo que una ostra; repetía como poseído por los demonios: “esto es la Midnight Madness de nuestro equipo y no una rueda de prensa, no hay declaraciones, no hay declaraciones”. Los periodistas presentes en Lexington insistían y Calipari se descocaba, volcándose más torpe… ¿se le habrán fundido algunas neuronas?... ¡como que se contagió entre “los actores” del baloncesto dominicano!

En el fin de semana de Oct.13/15.2017 la NCAA (Asociación Atlética Colegial Nacional, por sus siglas en inglés) marcó a Rod Strickland (Jul.11.1966 en Bronx, Nueva York), ahora incrustado en la propia NBA (por lo menos de su estancia en Kentucky se le cuentan dos arrestos: 2012 y 2014), asistente de Calipari con los Wildcats, pero también de Orlando Antigua en los Bulls de la Universidad del Sur de Florida, y en la selección dominicana (con ambos).

En un acto de impunidad deportiva, para decirlo de algún modo, la propia NCAA exoneró a Roy Williams de la Universidad de Carolina del Norte, pero dejó sobre la mesa este mensaje: “no estaría feliz, que nadie en Chapel Hill se descuide o haga una fiesta, estamos ahí, vigilantes”. Se comentó con insistencia que habían tocado a Bill Self de la Universidad de Kansas. En la silla caliente podría estar también Bruce Pearl (Auburn), y al final parece que nadie se escapará de estas debilidades mercuriales. Agentes de la Oficina Federal de Inteligencia (FBI, por sus siglas en inglés) han estado detrás de un entramado de actividades ilegales relacionados con sobornos a entrenadores, familias de los jugadores que salen de las escuelas secundarias, alrededor de todo el territorio de Estados Unidos.
Rod Strickland

Contario a esos nombres llenos de hidalguía a punto de fracasar, están las situaciones de Brad Bronwell (Clemson), que no asiste al torneo del la NCAA desde el 2011; Jim Christian (Pennsylvania State), con seis campañas bajo par y apenas 29-78 en la Big Ten en ese lapso; Mark Fox (Georgia), con seis de ocho campañas en positivo, pero sólo dos visitas a “la locura de Marzo” y en ambas ocasiones eliminados en primera ronda; Jeff Lebo (East Carolina), 19 años como coach en cuatro recintos, sin añadir un viaje al torneo de la NCAA; Dave Leitao (DePaul), apenas 18-45 en tres campañas y 5-31 en el Big East; Tim Miles (Nebraska), 33-57 en juegos de la Big Ten en las últimas cinco campañas; Kevin Stallings (Pittsburgh), apenas 4-14 en el Big East en el 2016-17 y muchas expectativas: y Bruce Weber (Kansas State), tres visitas al torneo de la NCAA en cinco años, pero 21-33 en la Big-12, en los tres últimos años. Aquí, las ansias esperan ser saciadas con logros.

Más atrás, en Sep.27.2017, se colocó un dedo sobre la frente de quien todos considerábamos casi intocable, el entrenador Rick Pitino de la Universidad de Louisville, uno de los nombres más relevantes que ha conocido la historia del baloncesto universitario, que en agosto firmó con Adidas el contrato más generoso que se haya conocido dentro de la NCAA: 160 millones de dólares en primas por espacio de 10 años.

Todos los ojos estaban puestos sobre Pitino, nunca libre de sospechas, de reiteradas aprensiones, múltiples acusaciones, incluyendo prostitución, finalmente relevado de la posición que ocupaba desde la estación 2001-02, suspendido de pago con un  pendiente de 44 millones de dólares, mientras se intentarán aclarar los susurros alrededor de su figura, anunció el presidente de la universidad Greg Postel.
Roy Williams

Richard Andrew Pitino (Sep.18.1952 en Nueva York), también sirvió previamente en Boston University (1978-83), Providence College (1985-87), Universidad de Kentucky (1989-97); con los Wildcats ganó el título de la NCAA en 1996, hazaña que repitió en 2013 con los Cardinals. Es el único entrenador en obtener la corona universitaria con dos academias diferentes, súmese la inédita epopeya en alcanzar el Final Four con tres escuelas distintas (Providence, Kentucky, y Louisville), es junto a Dean Smith (+), Mike Krzyzewski y Jim Boeheim los únicos en visitar el Final Four en cuatro décadas diferentes. Al igual que Roy Williams y Jack Gardner tiene la consideración, casi imposible, de llevar a sus equipos a dos diferentes equipos al menos a tres Final Four. Exhibe dos paradas en la NBA, la primera con los New York Knicks por dos temporadas (1987-89) y con Boston Celtics por tres estaciones y fracción de una cuarta (1997-2001). Pocos tienen una hoja de vida tan galardonada.

Junto a Pitino, quien reemplazó a Denny Crum (en la posición entre 1971 y el 2001), cayó el director atlético de los Cardinals y vice-presidente de la institución (las universidades norteamericanas no utilizan el termino rector), Thomas –Tom- Jurich (Jul.26.1956 en Alhambra, California), un antiguo jugador de futbol americano, egresado de Northern Arizona University, con 20 años en la posición. Antes había ocupado el mismo cargo en Colorado State University (1994-97) y en su alma Mater (1988-94).

Jurich reclutó a Pitino para los “pájaros rojos” justamente cuando salía del hotel en Minneapolis para dirigirse a fichar con la Universidad de Minnesota, dejó a todos los Golden Gophers quemándose en su propio aceite; bastó una conversación de 10 minutos.
Rick Pitino

Antes de los sucesos alrededor de Pitino, y para hablar en dominicano, cuatro asistentes de conjuntos universitarios de baloncesto fueron enviados a “la chirola”, acusados de recibir o pagar sobornos y de inducir a los estudiantes de que se sentaran a dialogar con agentes y asesores financieros, también la marca de indumentaria deportiva Adidas está envuelta de lleno en este vendaval que se inició en Sep.26.2017.

Los arrestados fueron Anthony -Tony- Bland (Southern California), entrenador jefe asociado detrás del capataz Andy Enfield; Lamont Evans (Oklahoma State), entrenador jefe asociado y coordinador de reclutamiento, segundo de Mike Boynton, Jr.; Chuck Person, (Auburn), quien jugó 13 temporadas en la NBA, entrenador jefe asociado con Bruce Pearl, considerado además el mejor jugador en la historia de los Tigers, inclusive por encima de Charles Barkley; y Emanuel –Book- Richardson (Arizona), “uno de los más sobresaliente reclutadores del baloncesto de escuelas secundarias”, señala la página de la institución académica.

En la operación también se desplomaron James Gatto, director global de mercadeo de Adidas, con 23 años de servicios en esa corporación; Merl Cole, Jr., también empleado de Adidas, pasado asalariado de Nike, ex-jugador de baloncesto de Clemson University, que buscaba huecos entre los programas de escuelas secundarias y universidades para ofrecer patrocinios; Christian Dawkins, agente de jugadores, se definió a si mismo: “no soy agente, soy un corredor (buscón) que busca abrir su propia agencia”; Munish Sood, asesor financiero; Rashan Michel, un pasado arbitro el baloncesto en la NCAA, ahora presidente de una compañía de ropa en Atlanta; y Jonathan Brad Augustine, presidente de la organización sin fines de lucro The League Initiative en el estado de Florida.


En Nov.07.2017: “un gran jurado federal en Nueva York entregó las primeras dos acusaciones relacionadas con el escándalo de corrupción en el básquetbol universitario a Chuck Person, el entrenador asociado suspendido en Auburn, y Rashan Michel, dueño de una compañía de ropa y ex árbitro de la NCAA. Fueron acusados de seis cargos relacionados con la investigación revelada en septiembre. Los cargos conllevan una sentencia máxima de 80 años en una prisión federal si se los encuentra culpables. Person y Michael son dos de los 10 individuos que fueron acusados en el esquema de corrupción y soborno que el fiscal Joon Kim llamó el "vientre oscuro del baloncesto universitario".

No voy a negar que esperaba algunos nombres más y aunque pasó subrepticiamente en la prensa nacional Oliver Antigua fue suspendido de toda actividad dentro de la NCAA por espacio de dos años, al constatar que violó las reglas de la NCAA, al proporcionar hospedaje a prospectos, comida y transporte de forma “inadmisible” a posibles jugadores de los Bulls que visitaron el recinto donde actuaba como asistente de su hermano Orlando Antigua.

Según relató Diario Libre (Sep.23.2017), único medio que recogió la información: “el comité encontró que el acusado negó en dos ocasiones los cargos antes de confesarlos”. El castigo de Oliver Antigua corre desde Sep.19.2017 hasta Sep.18.2019. “Durante ese tiempo, cualquier universidad de la NCAA que lo emplee tiene que prohibirle cualquier actividad relacionada con dirigencia durante el primer año de la penalidad y ofrecerle entrenamientos sobre las reglas de la liga en el segundo”.
Tony Bland

Señalaba Diario Libre además: “Oliver dirigió la selección sub-17 que llegó en quinto lugar en el Centro-Basket de 2011 en Gurabo, Puerto Rico, equipo en el que se estrenó con la camiseta nacional Karl-Anthony Towns Cruz (la posición lograda por el equipo dominicano en ese entonces se debieron no a aspectos técnicos; existió deficiencia gerencial cuando se puso el conjunto en manos de Fausto Julián Suero Bueno, también conocido como “la reina del bochinche”, un ser insustancial que llegó a Puerto Rico sin los pasaportes dominicanos de Towns y otros cuatro jugadores residentes en Estados Unidos).

Agregaba la publicación: “Antigua permaneció casi tres temporadas en USF luego de trabajar una campaña como asistente en Seton Hall, donde había llegado tras trabajar un curso en Manhattan College (su dirigente es aún Steve Masiello, en el cargo desde el 2011, antiguo asistente de Pitino en Louisville).

No me equivoque jamás cuando señalaba que dentro de la selección nacional y los programas de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) Oliver Antigua era un payaso y una distracción considerable.
Steve Masiello

Masiello está estrechamente relacionado con Pedro Pablo Pérez, hasta el punto que lo llevó a firmar, en el 2012, un acuerdo con FEDOMBAL para favorecer a estudiantes dominicanos con marcada inclinación a la práctica del baloncesto, cuando los términos con Rafelin eran más afectuosos y las travesuras a la orden del día; nunca ahí ha llegado un jugador dominicano. El menor de los Antigua; “fue parte del cuerpo técnico de la selección nacional que se clasificó al Mundial del 2014”, apuntaba la publicación.

Si la NCAA hubiera extendido sus investigaciones hasta Seton Hall y las peripecias que hizo Oliver Antigua para la llegada a ese centro académico de Ángel Luis Delgado, con toda la complicidad de Rafael Fernando Uribe Vásquez, presidente de FEDOMBAL, este jamás volvería a pisar una cancha universitaria en todo el territorio continental de los Estados Unidos.

Detrás de esa caza de entrenadores hay una lucha bien plantada entre las firmas Adidas y Nike. La presencia de Calipari en República Dominicana y del líder global para asuntos del baloncesto, el coach George Raveling fue parte de esa estrategia. Pitino, por su parte, estuvo en el verano del 2015 en Puerto Rico, con un no muy satisfactorio desempeño en el Pre-Olímpico de México.

Recientemente FIBA-Américas nombró un nuevo director ejecutivo en substitución del argentino Alberto García (nacido en Mendoza), a quien todos conocemos como Petete, otros más íntimos lo apodan Chingolo, la distinción recayó en manos del brasileño Carlos Alves. García había sido previamente arbitro nacional desde 1970, arbitro internacional desde 1982, director técnico de FIBA-Américas desde 1998, entonces COPABA (Confederación Panamericana de Baloncesto) y en el 2002 pasó a ser secretario general adjunto detrás de Jenaro –Tuto- Marchand. Para el 2006 había alcanzado la secretaria general. Por el puesto de García optaron los puertorriqueños Ricardo Carrillo, Ricardo Dalmau, Joel Kratz, Héctor Martínez y Jaime Lamboy y Alves.
Carlos Alves

Alves llega desde las oficinas de Nike, llegó a ser director de marca para la Copa Mundial FIFA del 23014 y gerente general de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016. No conozco a Alves, quizás resulte la persona más seria de “la bolita del mundo”, pero ha estado en escenarios muy resbaladizos, y FIBA (Federación Internacional de Baloncesto) tiene en los actuales momentos más de un fuego activo. Como hubiera dicho un irrepetible Max Reynoso: “una palomita de maíz”, yo de manera particular pienso que demasiado desparpajo en épocas hostiles.

Adidas con su éxito creciente, especialmente desde el 2014 a la fecha, a costa de Nike, quien ha dominado el mercado  de zapatillas y ropa deportiva. En la última quincena de Sep.2017 Adidas dio otro zarpazo extendiendo sus vínculos con la Universidad de Kansas hasta el año 2031.

El diario The Baltimore Sun reportó el año pasado que Nike había suplido los uniformes de 41 de los equipos que entraron a la ronda final del campeonato de la NCAA de baloncesto, Adidas proveyó a 14, Under Armour a otros 10 y Russell Athletic sólo a tres.

En el Mundial de Futbol que se jugará en Rusia el año próximo hay otra lucha encarnizada. Ahí no sólo saltarán a las canchas Lionel Messi (Argentina), Cristiano Ronaldo (Portugal), Neymar (Brasil), Theo Walker (Inglaterra), Harry Kane (Inglaterra), Antoine Griezmann (Francia), Jerome Boateng (Alemania), Mesut Oezil (Alemania), Luis Suárez (Uruguay), Manuel Neuer (Alemania), Paul Progba (Francia), al terreno de juego y su manera disputarán otra versión del clásico Adidas, Nike, Puma, Umbro, New Balance y Errea, las seis empresas que serán utilizadas en las vestimentas, que no quieren perder ni un palmo de terreno.
Mesut Oezil

Adidas, firma alemana fundada en 1936, es quien más representantes tendrá en Rusia; serán 10 equipos en total: Argentina, Alemania, Bélgica, Colombia, Egipto, España, Irán, Japón, México, y los anfitriones; en las últimas semanas se presentaron varias de las camisetas de estas selecciones, todas con una misma temática: la de homenajear modelos antiguos.

La segunda marca con más selecciones será Nike, fundada en Estados Unidos en 1964. La firma con sede en Portland (Oregon) vestirá a ocho conjuntos: Arabia Saudita, Brasil, Corea del Sur, Francia, Inglaterra, Nigeria, Polonia y Portugal.

Lejos de estos dos gigantes de la indumentaria deportiva, otras marcas también se lucirán en la tierra de Aleksandr Pushkin, Nikolái Gogol, Fiódor Dostoyevski, Anton Chejov, Vladímir Borovikovski, Yelena Isinbáyeva, Oleg Salenko, Mijaíl Botvínnik, Borís Spasski, Garry Kaspárov, entre tantísimos otros. New Balance, también estadounidense nacida en 1906, se aseguró a los dos representantes de la CONCACAF: Costa Rica y Panamá. Puma, también alemana, fundada por el hermano del creador de Adidas en 1948, será utilizada por Uruguay. Serbia, en tanto, usará Umbro, fundada en Inglaterra en 1924. La debutante Islandia sorprenderá con su sponsor: Errea, una marca relativamente joven, nació en 1988, en Italia, este será su primer Mundial. 
Mijaíl Botvínnik

Además de ser la marca más vestida, Adidas cuenta con un plus: es la encargada de realizar la pelota del Mundial. Si bien todavía no fue anunciado de manera oficial por la empresa alemana, la misma sería la Adidas Telstar 18, que le rendiría homenaje a la Telstar original, utilizada en la década del 70.

La presencia de Calipari, Antigua y Pitino en el baloncesto del Caribe arrastra el pesado lastre de la ausencia de compromisos con el baloncesto nacional y sus vínculos fueron sólo temporales. Ni en República Dominicana ni en Puerto Rico existió continuidad, compromiso a futuro, ni tampoco desarrollo. No se involucraron en las categorías formativas, no dejaron ni mínimamente las sugerencias para continuar a mediano y largo plazo.

Todos tenemos la percepción que vinieron a agenciarse un dinerito, que de paso todos tenemos la percepción de que no les hacia falta, buscar más beneficios para fundaciones y en el caso del entrenador de Kentucky, conseguir la ficha del canastero Karl-Anthony Towns: “vengo a hacer negocios” dijo en la única rueda de prensa que concedió en tierra dominicana: May.2011.

Calipari nunca se comió un mondongo como lo hacia otro mítico como Tom La Sorda, ni probó un sancocho, ni unos chicharrones de Villa Mella, mucho menos un mofongo, ni un pescado con coco de Samaná. Tampoco se subió a “una voladora”, ni le compró frutas a un haitiano. ¡El glamour!

Al “glostorado” de Calipari que vaya moviendo las piezas que se le puede hacer tarde; su vecino pasó a otra dimensión aún estando con vida.


Noviembre 08 del 2017

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