jueves, 2 de noviembre de 2017

Go Ye Chea va a Slovaquia pero antes pasó por el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez

Cada vez más certifico y doy fe que estamos perdiendo el tino. El Listín Diario (Oct.18.2017) nos regala en el inicio del cuerpo de sociales un encuentro de asociaciones de servicios exequiales bajo la firma de Rosmery Méndez Vargas. El periodismo dominicano necesita de una pasada por un mejor nivel cultural y académico de sus ejecutantes; una tránsito por un ejercicio de honestidad de sus lideres y propietarios; un recorrido por el realismo de la cotidianidad nacional; un desfile por la lógica, el raciocinio, el  razonamiento fecundo; una franqueada por la sensatez de un propósito con entereza; y un repaso por la moderación frente a las guindalezas que les son ofrecidas desde parcelas políticas y económicas.

Vamos por partes, una reunión de aquellos que se dedican a ofrecer servicios funerarios y administrar cementerios está muy bien, nada que objetar; compartir experiencias, hablar sobre requerimientos, normativas, manejo del producto (que en este caso son cadáveres), perfecto. Pero traer aquello a una primera plana me parece insólito.

Pese a las coloridas fotografías aquello es lúgubre, mortuorio, sepulcral, infausto y funesto a pesar de que una hermosa niña aparece en brazos de su padre, como para hacer más emotivo el festejo (en España, las imágenes de menores en el cotilleo social son cubiertas discretamente).

Pensaba cerrar acá este comentario, que interrumpí por la visita de un amigo, pero encontré en Hoy (Oct.18.2017) página 8-E que: “Miguel Go Ye Chea, un argentino que lleva 18 años en San Juan, Puerto Rico, decidió venir a Santo Domingo para disipar la crisis que dejaron en la isla los huracanes Irma y María”, según una nota calzada con la firma de Juan M. Ramírez.

Sergio Javier Goycoechea
Busqué Go Ye Chea, me comuniqué con varios amigos argentinos para que me confirmaran de su existencia, coloqué esta versión en el explorador Google, sólo para irme de bruces. Nadie tiene idea del mismo, jamás se había escuchado con anterioridad, pero llegamos a una inédita creación. Pasó lo mismo semanas atrás en El Día, cuando en las páginas deportivas creamos una nación europea: Slovaquia… hasta ese momento pensé que había un país en el mundo llamado Eslovaquia.

¿Go Ye Chea no será Goicoechea?... creo que a Ramírez le faltó un poco de oído.

¿Demasiada ignorancia, de la buena en el periodismo dominicano?... ¿Por qué se suceden tantos gazapos en los medios del Grupo Corripio?... por supuesto, nadie admite las reticencias.

Goicoechea es un apellido vasco, en euskera originalmente se escribe Goikoetxea.

Para mi el Goicoechea que seguí con más atención fue Sergio Javier, que en este caso se garabatea Goycoechea (Oct.17.1963 en Lima, Zarate, provincia de Buenos Aires), el arquero argentino más destacado de las últimas tres décadas, famoso por su habilidad de atajar penales; alcanzó notoriedad en pleno Mundial de 1990 cuando el titular de la posición Nery Pumpido se lesionó en el partido contra la Unión Soviética (Jun.13.1990 en el San Paolo de Nápoles) e hizo lo suyo ante Yugoslavia en cuartos de final (Jun.30.1990 en el Artemio Franchi de Florencia: Argentina, 0/3; Yugoslavia, 0/2), y ante Italia, en semifinales (Jul.03.1990 en el San Paolo de Nápoles: Argentina, 1/4; Italia, 1/3), aquí detuvo los lanzamientos de Roberto Donadoni y Aldo Serena. En la final (Jul.08.1990, Estadio Olímpico de Roma: Argentina, 0; Alemania, 1) estuvo cerca de tapar un penal de Andreas Brehme, terminado Alemania con el campeonato.

Inolvidable es también Andoni Goikoetxea Olaskoaga (Sep.23.1956 en Alonsótegui, Barakaldo, Vizcaya), defensa central del Athletic Club (1975-87) y después del Atlético de Madrid (1987-90), a quien el diario británico The Times lo consideró como el jugador más duro de la historia: “es la misma Inquisición Española por delante de otros ilustres como Stuart Pearce en segunda posición (Nottingham Forest) y Basile Boli (Olympique de Marsella). No es el único español que figura en esta lista, le acompañan José Emilio Santamaría (32), Fernando Hierro (43) y Miguel Ángel Nadal (47), además de una de las leyendas de la Liga Española como Ferenc Puskas (27). Desde 1996 es entrenador, su última experiencia corrió con la selección de Guinea Ecuatorial.

Aitor Goikoetxea Astaburuaga
Otro Goikoetxea con connotación de famoso es Jon Andoni Goikoetxea Lasa (Oct.21.1965 en Pamplona), que destacó como jugador del Osasuna, Real Sociedad, Barcelona y Athletic Club. Se desempeñaba tanto como extremo derecho como lateral; fue le consideró uno de los mejores futbolistas españoles de su época. Súmese también a Mikel Lasa Goikoetxea (Sep.09.1971 en Legorreta, Guipúzcoa), defensa que también jugaba como centrocampista, especialmente en la banda izquierda, donde destacaba por su velocidad en la banda y su fuerte carácter ofensivo, militó en la Real Sociedad, Real Madrid y Athletic Club. Ahí también está Mauro Daniel Goicoechea Furia (Mar.27.1988 en Montevideo), conocido como El vasco, portero que actualmente milita en el Toulouse francés.

Aitor Goikoetxea Astaburuaga (Sep.10.1990 en San Sebastián) es piragüista, ganador de una medalla en el Campeonato Mundial de Piragüismo del 2011 y dos medallas en el Campeonato Europeo de Piragüismo en el 2012. Ángel Suquía Goicoechea (Oct.02.1916 en Zaldivia, Guipúzcoa, Jul.13.2006 en San Sebastián), fue obispo de Almería, Málaga, Santiago de Compostela y Madrid, presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal creado por Juan Pablo II en 1985; académico numerario de la Real Academia de la Historia.

Ángel Suquía Goicoechea con Juan Pablo II
Lo contrario al cardenal Suquía Goicoechea es Arkaitz Goikoetxea Basabe (May.04.1980 en Barakaldo), terrorista vasco, que empezó a actuar en el año 2000, cuando perdió tres dedos de una mano manipulando un coctel Molotov, acusado de matar en Jul.05.2001 a dos ertzainas (Policía Autonómica del País Vasco). Agregue también a la piragüita Irati Goikoetxea Astaburuaga (Abr.10.1986 en San Sebastián), dos medalla en el Campeonato Europeo de Piragüismo, esta vez en modalidad eslalon. Y paro de contar.

En el periodismo todo queda escrito, para bien o para mal, cuando una edición pasa a imprenta, se supone, que ha sido revisado de arriba abajo varias veces por varias personas, pero las prisas juegan a las malas pasadas. Aquí, además de las prestezas hay que sumar la búsqueda de titulares impactantes, con doble sentido, destacados falsos o mal escritos, faltas de ortografía en portadas y un sinfín de despistes que han desembocado en estrambóticas noticias sacando sonrisas o el enojo de más de un sorprendido lector, pero lo más sobresaliente en la prensa dominicana es la falta de conocimientos que se tiene.

The New York Times, famoso por contrastar minuciosamente cada dato, mantuvo un error en su portada durante un siglo, en Feb.07.1898 nadie supervisó al empleado despistado que tenía que cambiar la numeración de la edición del día siguiente. El trabajador confundió los números y añadió 500 ejemplares más de la cuenta, según apuntó la misma publicación en un editorial de Ene.01.2000, en el que asumía el error. La Dama Gris, nombre que también recibe el diario estadounidense, estuvo equivocado en 500 ejemplares desde 1898 hasta 2000. En ese 1898 alguien llegó a la conclusión de que después de 14,4999 iba el 15,000; en Dic.31.1999 el ejemplar llevaba el número 51,753, en Ene.01.2000 ya llevaba el 51,254.

A la prensa dominicana le hemos dado los adjetivos de algo muy fácil, realizable y frágil, algo que no lo era, porque de cara a las mayorías solo exhibe músculos. Aventureros pero jamás salvadores de la patria; ideas estériles corroen los medios de comunicación. De líderes de la sensatez y la moderación como Rafael Herrera Cabral, saltamos al vacío.

La experiencia de abrir un diario en las mañanas o volverse radical ante el vespertino El Nacional, único con edición post-meridiana, sentarse frente al televisor o encender la radio terminan convertidos en rutina desastrosa sin paliativos; para peor ninguno es imprescindible.

Noviembre 02 del 2017





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