miércoles, 24 de mayo de 2017

El pregonar de Chahede

El comentarista Najib Chahede del espacio El Gobierno de la Mañana, quien se define a si mismo como “político, comunicador, abogado, miembro del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), seguidor del doctor Joaquín Balaguer” (según aparece en su cuenta de Twitter)… ¡que palmarés!, señaló que la juez Miriam Germán Brito se había reunido en cuatro ocasiones con Víctor Díaz Rua, pasado ministro de Obras Públicas.

Najib Chahede
Acto seguido Germán Brito, quien es miembro de la Suprema Corte de Justicia, por meritos propios, no políticos, quien no negocia con su dignidad se inhabilitó para el proceso que espera seguirse contra los acusados de recibir sobornos por parte de la firma Odebrecht. El “comunicador” no confirmó las fechas de esos encuentros ni el propósito de los mismos, aunque asegura haberlos recibido de una “fuente de entero crédito”. En lo particular, pondría en duda cualquier observación de quien a estas alturas se proclama a si mismo como seguidor de un difunto de la caladura de Balaguer Ricardo.

Los jueces de la Suprema Corte de Justicia reciben todos los días visitas de mansos y cimarrones, eso no se puede negar; aquí somos muy abiertos a ello, sin medir consecuencias futuras, porque todo el mundo se conoce. Lo digo con conocimiento de causa… por supuesto, los miembros coloreados de la más alta instancia judicial del país sólo toleran directrices. La propia Germán Brito había indicado: “no le huyo a nada ni eludo responsabilidades; a la hora de fallar. Puso de ejemplo: contra el hermano senador, de mis amigas del alma, lo hice en contra de él, no me condicionó lo afectivo. Soy dueña de mi voto como juez”.
Miriam Germán Brito

De entero crédito son también las informaciones que reciben todas las bocinas pagadas desde el Palacio Nacional y que la generalidad no desmiente. En días pasados bloqueé de las redes sociales a un tipo de apellido Brea, no estaba entre mis contactos, pero el carajete sólo sabía ver las cosas desde un solo lado; además de estar en la nomina pública, se hizo del conocimiento puublico que 500 mil pesos por cada articulo que le publican en cualquier medio nacional; así están las cosas en este país. Compinches de Chahede han sido Julio Martínez Pozo, Euri Cabral, Melton Pineda, José La Luz y Víctor Gómez Casanova, este último también compañerito en las lides políticas… pregunte por las gracias de cada uno y encontrará que ninguno es un santo varón, con un rosario de cuentas que no pueden justificar.

Hace tiempo que los comentaristas de El Gobierno de la Mañana no excitan unas pocas metáforas, ahí se busca levantar caídos, empezando por aquellos siempre presentes borrón y cuenta nueva de Álvaro Arvelo Guerrero.

Víctor Díaz Rua
El editorial del diario digital Acento (May.24.2017) nos regala los siguientes párrafos: “la fabrica de rumores está encendida y busca sacar del escenario a personas calificadas, que pudieran ser la gran diferencia en el escenario institucional dominicano… en medio del desguañangue ético que vive el país y de la irresponsabilidad con que actúan algunos, el martes se publicó una falsa noticia, mendaz, en el sentido de que la magistrada Miriam Germán Brito, presidente de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia se habría reunido en cuatro ocasiones con el ex ministro de Obras Públicas Víctor Díaz Rua, mencionando abundantemente como uno de los implicados en el caso Odebrecht”.

Agregaba el medio: “si hay un juez en la Suprema Corte de Justicia que prestigia esa entidad, y que conserva la independencia y la dignidad para abordar cualquier tema relacionado con sus funciones, sin ensuciarse, esa se llama Miriam Germán Brito. Ella engalana la sala donde se sienta y prestigia con su firma el membrete que llevan las sentencias de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, lo que no ocurre con otros miembros de esa corte, al servicio de los intereses espurios, políticos, distantes del interés de la justicia y del interés ciudadano”.

Pueblo mágico en Cacaxtla, estado de  Tlaxcala
Desde que reventó el caso Odebrecht se creó un laberinto consciente para enmarañar todo aquello y todos estamos más que convencidos de que Danilo Medina Sánchez, y nadie más, trata de abrir túneles para protegerse, como si fuera un guerrillero vietnamés, por momentos parece que pierde la brújula y siente que está atrapado; más de uno debe de decir a cada instantes, continúe señor presidente, continúe (oí clarito que dijeron José Ramón Peralta Fernández). No se ha visto nada autentico en el accionar de la firma brasileña, para el dominicano común las confusiones aumentan, el caos lo aturde, cada quien sacó sus cuentas, y todo apunta a una complicidad como nunca antes habíamos tenido.

Lo idóneo es que los actos contra el Estado Dominicano y la propiedad privada vayan a juicio, las penas se cumplan, acciones necesarias para la recuperación de bienes y delincuentes; algún día cada quien comprenderá la gravedad de sus delitos, unos morirán en paz, pero la guadaña será implacable con otros. La voluntad del dominicano se trata de doblegar todos los días, y tristemente el peledeísmo sólo sabe ver votantes.

máscara del gran Pakal Maya, Parque Nacional de Palenque 
Parafraseando unas letras que encontré en el muro de un amigo: “la sociedad dominicana no ha tenido nunca, en su conjunto, un enemigo tan despiadado como los gobiernos del pe-ele-de, en el lugar donde debería haber un gobierno”. Bemoles altisonantes, nada discretos, de gente que borró sus recuerdos para llenarlos de codicia, en un país que ha necesitado mejor suerte y que aún guarda sus oraciones impresas en mesitas de noche.

Entre ellos, los peledeístas, como Eva a Adán, superados los tiempos donde no tenían ni ropa que ponerse mientras discretamente pedían nuestra autorización para pintar muros y paredes, abandonando sus armonías de infancia, si las hubo, todas las noches se cuentan las costillas para asegurarse que eternamente serán los únicos monstruos. Muchos de estos figurantes están en conocimiento del país, y de si mismos, por lo que deberían tener un mínimo de recato; sus historias particulares los han fundidos.


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