martes, 13 de diciembre de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 311: Reformismo disminuido: su última mutilación
Dic.13.2016        

En la avenida San Cristóbal, que desde hace tiempo pasó a llamarse Héctor Homero Hernández Vargas (dirigente de izquierda asesinado en la misma arteria en el año de 1971, durante la época de funesta de Joaquín Balaguer Ricardo), y que por ese nombre no la conoce nadie, a esquina avenida Tiradentes de la ciudad de Santo Domingo, operan las oficinas del ministerio de Salud Publica, de Obras Publicas y Comunicaciones, está también el Coliseo de Boxeo Carlos –Teo- Cruz, y además se encuentra ubicada la sede principal del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), el partido del gallo colorao.

Balaguer Ricardo
El vetusto local “colorao”, una edificación que refleja un marcado mal gusto, que a su lado dispone de la sede del Distrito Nacional, no se usa para nada. Ambas edificaciones son verdaderos elefantes en estado de indefensión. Aquello luce abandonado, desaliñado, sórdido, mugriento, y no dudaría que cualquier vigilante tuviera ahí una siembra de guandúles, sobre todo, el lado de la sede provincial y una crianza de gallos de lidia.

Después de la muerte de Balaguer Ricardo el PRSC no ha servido para nada, inclusive en las dos últimas contiendas electorales ha corrido con candidatos de otras parcelas políticas, por cierto muy dispares ambas, primero fue Danilo Medina Sánchez y más recientemente Luis Abinader Corona, eso refleja que no hay ningún tipo de ideología más allá que los empuñados gestos al poder; únicamente sus “dirigentes” se han convertido en bisagras a cambio de “votos”.

¿Votos?... tengo la percepción que sus primeros 100 “regentes”, si llegan a esa cantidad o mejor, sus primeros 100 beneficiados de las “alianzas”, no sacan una gata a mear.

Además, las menudeadas crisis muestran apenas dirigentes territoriales, ninguno logra conexión con la ciudadanía; se decía que Balaguer Ricardo se mantenía de las trampas electorales, pero los actuales reprueban todas las materias, empezando por la simpatía. Eso si, los bolsillos están repletos de papeletas que no sueltan ni con candela, sólo para cada Día de Reyes apersonarse en la antigua vivienda del extinto líder a regalar “muñecas y bicicletas” en cantidades insignificantes.
Mark Samsonovich

El aparato reformista está cada vez más desmembrado, una de sus acciones más sepultureras fue el simpático nombramiento de un inexperto Víctor Osvaldo Gómez Casanova (Santo Domingo, 1976), actual director de la Autoridad Portuaria Dominicana, como su secretario general (2005-09), avalado únicamente por la figura de su progenitor, Víctor Gómez Bergés (Santiago, 1940), de donde renunció para unirse a los proyectos de Miguel Vargas Maldonado, mostrando un transfuguismo como pocos y de inmediato diputado en el periodo 2010-16 por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Parecería que tiene la flor en el mismo lugar de la auyama.

¿Cuántas veces llamó este deslenguado pseudo-comunicador negro bembón, ahijado de la ingratitud y la inconsecuencia, que sabe obrar con perversidad a José Francisco Peña Gómez?... ¿cuántas veces desde su casa paterna se colgaron afiches en el 1990 con la leyenda “ese hombre está loco, comprende”, refiriéndose a Juan  Bosch?... para más detalles, aún hay quienes esperan una respuesta sobre la participación directa o indirecta de su padre en el asesinato del periodista Orlando Martínez Howley en 1975 (ver testimonios de Narciso Isa Conde).

Sus máximos exponentes son Federico Augusto Antún Batle (San Pedro de Macorís, 1952), también conocido por el mote de Quique; Ramón Rogelio Genao Durán (Jarabacoa, 1966), también conocido por el mote de El Gordito de Jarabacoa; Víctor Orlando Bisonó Haza (Santo Domingo, 1963), también conocido por el mote de Ito, y que tiene como asistente prtincipakisimo a un tal Tamarindo; Ramón Pérez Martínez, también conocido por el mote de Macori, de funesta recordación en los 12 años, cabecilla de La Banda Colorá, organismo paramilitar que cobraba directamente en la sede del PRSC, y también en la época de los 10 años, apodado en algunos sector liberales como El Asesino de Lyon, versión tropicalizada y muy disminuida de Klaus Barbie Altmann ; Leonardo Matos Berrido, actual presidente de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional, pasado secretario de Educación y pasado director del Banco Nacional de la Vivienda, donde se adjudicó una pensión millonaria; Rafaela Alburquerque Castro de González (San José de los Llanos, 1947), también conocida por el mote de Lila, embajadora dominicana ante China-Taiwán y además diputado electa en las elecciones de mayo pasado; Marino Antonio Collante Gómez (Santiago, 1953), actual director del Departamento Aeroportuario; Consuelo Despradel de Ortiz, comunicadora; Sergia Elena Mejía De Peña de Séliman (Santo Domingo, 1963), miembro del Parlamento Centroamericano (PARLACEN); Guillermo Caram Herrera (San Pedro de Macorís, 1941), pasado gobernador del Banco Central y pasado secretario administrativo de la Presidencia; Johnny Jones Luciano (Santo Domingo, 1958), actual presidente de la Liga Municipal Dominicana; Tácito Leopoldo Perdomo Robles, eterno delegado ante la Junta Central Electoral (JCE); Carlos Modesto Guzmán Valerio, eterno director del Instituto Postal Dominicano (INPOSDOM); Alejandro Izquierdo de Peña, vice-alcaldesa, diputada y ahora directora de Estadísticas; y Amable Aristy Castro (El Bonao, Higüey, 1949), senador de la República, pasado presidente de la Liga Municipal Dominicana, presidente del Partido Liberal Reformista y pasado presidente del Senado de la República.


Un partido diluido en las ambiciones de sus partes, imposibilitado de crecer, anquilosado, sin horizonte, sin liderazgo, sin mandos, sin prioridades, llenos de fichas imputables.

Si los reformistas tuvieran una caja negra, nos revelaría que todos esos dirigentes agotaron la capacidad de la maquinaria a base de ambiciones, algo que también está por ocurrir en las filas del peledeísmo; donde ya nadie se escandaliza por nada, donde tampoco nadie ha evaluado sus derrotas y sus crisis.

Como los rojos están quebrados, el único resquicio que les quedaría para tener la esperanza de subir al cielo es donar sus edificaciones, las dos de Santo Domingo y la de Santiago, ubicada en la mismísima y céntrica 30 de Marzo a una institución como Fe y Alegría, un movimiento de educación integral popular y de promoción social de la Compañía de Jesús, que promueve el desarrollo de potencialidades de hombres y mujeres, impulsando la adquisición de conocimientos, habilidades, destrezas y valores.


Quizás podría ser otra, del gusto de los líderes, aquí he dejado mi sugerencia.

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