viernes, 26 de agosto de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 268: Viento favorable en tiempos de tormenta
Ago.26.2016

Los dos primeros partidos del Centro-Basket sub-15 masculino han sido un “choteo” para el equipo que representa a República Dominicana. Una presentación inaugural frente a Trinidad y Tobago que terminó con marcador 122 por 65, una diferencia de 57, una primera mitad de 52 a 24. Una segunda fecha contra Guyana que se decidió 118 por 12, una diferencia de 106, con una primera mitad que finalizó 49 por 7, y Giancarlo Valdez anotando más que todo el equipo rival; esos choques no nos sirven de referencia alguna.

Emmanuel Rodríguez
La friolera de 70 enteros anotaron los dominicanos en el complemento frente a los trinitarios. En el juego hubo siete jugadores con cifras dobles en anotación, se atraparon 62 rebotes y se otorgaron 32 asistencias, 16 balones perdidos y 21 robos de pelota, y todos los chicos estuvieron al menos 10 minutos sobre la cancha. Los porcentajes también impactan: 59.5 por ciento desde el campo; 43.8 por ciento detrás del arco; pero un muy deficiente 43.8 por ciento desde la línea de lances libres.

Si todo fuera una regla de tres, ayer Panamá apuraba el paso frente a Trinidad y Tobago, pese a ganarle en la inauguración 101 por 24 a Guyana. Finalmente los panameños se alzaron con la victoria 100 por 90, por lo que más de uno estará tomando caldo de cabeza y asegurando que República Dominicana volverá a golpear con contundencia.

Guyana trajo menos en la bola, apenas 1 (un) solo punto en el primer cuarto; repito, 1 (uno / one / een / eins / unu / vienas / jeden / yksi / bir, así en diferentes idiomas). 42 puntos de diferencia a la mitad y 70 al término del tercer cuarto. Guyana marcó 7 puntos en la primera mitad y después de 30 minutos llevaban apenas 11. Vi a los guayaneses todos completitos con dos manos, dos brazos y dos piernas, pero que clase de falencias para estar en una cancha. El mini-basket De La Salle de 1970 era mejor equipo que esa selección nacional: César Langa Ferreiras, Alejandro Vásquez Espinosa, Pedro Haché, Rafael Hall Cala, Henry Rojas Lora, Ismael Cristóbal Tapia Japa, Juan –Johnny- Gil Segura y dejo de contar.


¿FIBA-Américas está haciendo su trabajo?... ¿las federaciones nacionales están laborando para que tengamos una mejor disciplina pese a todo nuestro talento atlético?... por favor, necesitamos algo más que estar promocionando gente sin valores, premiando a los que dicen “estar al día en sus obligaciones” y dedicarles más empeño a la divulgación y al desarrollo tecnificado de la disciplina en esta parte del mundo; más trabajo y menos chachara. Es imposible pensar que en una competencia internacional, se pueda presentar un espectáculo de tan mal gusto y para peor con niños.

En el último cuarto Guyana repitió la historia de la primera unidad: un solo punto. Imagino que el dirigente dominicano José Mercedes Del Rosario, también conocido por el mote de Maita, se le quiso caer la cara cuando en las postrimerías Josiah Daniels marcó un lance libre: quería dejar que sus pupilos mantuvieran el aro cerrado para vanagloriarse de que desdobló a un rival sin anotación, por la buena practica de sus esquemas defensivos.

Pero de aquello nada, el equipo dominicano adolece de muchos fundamentos. A esos chicos hay que trabajarlos intensamente si se quiere que sean los abanderados del deporte dominicano en el día de mañana. Maita no enseña, no tiene visión de futuro, no tiene planteamientos sólidos a ambos lados de la cancha, de esquemas, tácticas y técnica es nulo, y sus métodos de reclutamiento dejan muchas sospechas.

Desde Santiago, la protesta de que hay jóvenes que quedaron fuera de la selección por diferencias entre los manejadores de los mismos y el oportunismo que adorna la cabeza del capataz, amen de un chismecito con las edades reglamentarias.

El jugador Emmanuel Rodríguez, capitán del equipo, nacido en Oct.04.2001, con apenas 6’00 y desempeñándose en la posición de alero ya estuvo en la versión anterior en Panamá; para ese evento apenas tenía 12 años de edad, aún estaba en la categoría de mini. Extraña que esa vez no fue un jugador de la banca (promedió 4.8 puntos por partido, 1.2 rebotes y 1.2 asistencias e inclusive jugó 24 minutos frente a Costa Rica), llama a sospecha también que no haya crecido una sola pulgada en dos años, en la edad que precisamente los chicos están en pleno desarrollo.

Que yo sepa, Rodríguez no se llama Luis Guillermo Madera que a los 13 años ya estaba en 6’05 de estatura, ni Rodrigo Madera que entre los 12 y los 13 creció 8 pulgadas, ni Diego Armando Madera que en su último torneo de mini-baloncesto tenía 6’03 y a los 15 años había alcanzado los 6’07. ¿Se añingotó Rodríguez en el camino o es su verdadera edad?...
 
José Mercedes Del Rosario
Clínicamente hay un efecto llamado “estirón puberal” que se manifiesta por un gran aumento del ritmo del crecimiento, el último de los tres grandes estiramientos, que culmina con un pico de máximo ensanchamiento, seguido de una desaceleración progresiva hasta que la progresión se detiene definitivamente. La edad para el “estirón puberal” es variable, pero depende de la edad en que se inicia la pubertad.

En las niñas el “estirón puberal” concluye con la aparición de la “menarquia” (primera menstruación), alrededor de los 12 y 13 años y de ahí pueden crecer en promedio unos 6/7 centímetros más. En los varones, el “estirón puberal” se inicia entre los 12.5/13 años, el primer signo es el aumento del volumen testicular.

El estirón puberal se inicia cuando se alcanza en la sangre un nivel adecuado de hormonas sexuales, andrógenos o estrógenos. Estas hormonas no sólo son responsables de que se duplique e incluso triplique la cantidad de hormona de crecimiento secretada, sino que poseen acciones estimuladoras directas sobre los cartílagos de crecimiento de los huesos. La actuación combinada de las hormonas sexuales y de la hormona de crecimiento es la responsable del estirón puberal, pero también del cierre de los cartílagos de crecimiento y de la finalización de éste.
Saint-Hilaire 

La ganancia de estatura, desde el inicio del “estirón” hasta la finalización del crecimiento, supone unos 25/30 centímetros en los chicos y unos 23/27 en las chicas, alrededor del 15/20 por ciento de la talla adulta. La ganancia media de peso por año es de 15.4/17.6 libras en las niñas y de 17.6/22.0 libras en los niños; de forma que, el peso ganado en este periodo supone alrededor del 40/50 por ciento del peso adulto. Proporcionalmente, en este periodo crece más el tronco que las extremidades, aunque éstas finalizan su crecimiento antes; por eso, en las fases iniciales del crecimiento puberal, el mayor crecimiento inicial de pies, manos y extremidades hace que los niños parezcan desgarbados.

Los individuos procedentes de familias con talla alta suelen tener un estirón algo más potente, pero contribuye poco a la diferencia de talla entre sujetos con talla familiar alta o baja. El crecimiento cesa a una edad variable, dependiendo del momento del inicio de la pubertad y de la rapidez o lentitud de su progresión. En condiciones normales, la media de edad a la que cesa el crecimiento en los varones es a los 21 años y en las mujeres a los 17 años.

De la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) yo no dudo nada. Lo sano sería que Rodríguez ciertamente se hubiera añingotado, pero entonces surge la interrogante: ¿a qué club pertenece Rodríguez originalmente?... esa es la respuesta de los 64 mil cheles. Como dicen los “modernos” en una falta de casticidad enorme: “la contestación”, en el capítulo final. ¿Quién sería capaz de arreglarle los papeles a Rodríguez?... ¿se quedará Rodríguez en territorio de los Estados Unidos?

Valdez
En la banca también Melvyn Miedlop López Guillen y Juan Elpidio Matos Pérez, también conocido por el mote de Juancito, que al final, los tres resultan la misma vaina. Cerebros despoblados solo buenos para la perversidad, el arribismo, el oportunismo y la rampante escasa preparación. Esa es “la nueva era del baloncesto dominicano”.

No alcance a ver en Patillas al flamante y flamígero “gerente” de selecciones menores Mario Guerrero.

Además de la friolera de tantos, los dominicanos capturaron 53 rebotes, apenas perdieron 9 balones frente a un oponente que nunca existió, otorgaron 33 asistencias y robaron 15 balones, los porcentajes de: 67.2 desde el campo, 29.6 de atrás del arco y 61.5 desde la línea. Estos últimos dos para pensar en mejorarlos.

Por su parte, Guyana apenas intentó 28 lances al canasto desde el campo para encestar 5; se aventuró con 8 disparos validos para tres y los fallaron todos, además de ocho visitas a la línea para convertir apenas 2 intentos. Sumaron 48 perdidas de balón en ese infierno en que tornó la cancha de Patillas.

A los dominicanos, que disfruten su momento, quizás aún no se han dado cuenta que la competencia no ha empezado. A FIBA-Américas que se ocupe de lo suyo.


Mañana es otro día. Oportuno es recordarle al presidente de la FEDOMBAL, Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin, que dicen los sabios que: “cuando usted ha recibido todo el honor (en este caso mucho de ese honor comprado a fuerza de billetes), el deshonor es peor que mil muertes”, y el tiempo de Rafelin está cerca.

Por cierto, Rodríguez milita para el Club Los Mina.


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