Agrios edulcorados…

Caso 260: Melvyn en el confesionario

Ago.03.2016

Los abogados manejan la conocida frase de que a confesión de partes, relevo de pruebas. No hay que abundar mucho sobre este axioma jurídico que significa que quien confiesa algo libera la contraparte de tener que probarlo. Acá, como todo es interpretativo, las normas parecen andar muy despacio, y los tejemanejes a velocidad de vértigo; tenemos delincuentes que se visten de toga y birrete para retorcer leyes y endrezar intereses particulares. El baloncesto no escapa a ello.

Melvyn López Guillen es uno de los entrenadores “elite” en la actualidad del baloncesto dominicano. Por supuesto, elite entre comillas. Como casi todos los dominicanos su única acción del día es salir y vivir con el cuchillo en la boca; la creatividad desaparece empujada por el medio a la angustia de un estomago vacío. Así, nos caracteriza el sello de que somos esquivos, huidizos, destemplados, hostiles, displicentes, y caprichosos como animales salvajes.

López Guillen

Nadie tiene que tomar mucho caldo de cabeza para saber que lo pienso de él, de sus actitudes y de sus habilidades dentro de una cancha, de lo que enseña a los muchachos que de una u otra forma pasan bajo su mando, porque aquí el jugador pasa por un entrenador y otro, y un tercero, y un cuarto; quizás hasta 7 u 8 entrenadores diferentes en un año, si es que no se repiten. Pasan, ganan y pierden torneos y nadie deja una huella.

¿Ganan y pierden a pota’?... (a pota’… dominicanismo: hacer algo a propósito, pensado como perfidia, anterioridad, con premeditación y alevosía).

He señalado que el que pudo ser un buen proyecto de entrenador en sus inicios (buscar las columnas Basketmania® en el vespertino El Nacional en el año 2000, durante las fechas del torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional) se envaneció rápidamente, como decía mi viejo: “donde Dios no puso, no puede haber”. Falta a normas elementales de ética y conducta, moralidad, integridad, honestidad, rectitud, decoro. No es que seamos santos, pero de cara al público usted debería ser lo más transparente posible. Para peor, ha terminado convertido en un burdo comerciante. Esquivó recibir algo que enseñaban en el Colegio De La Salle: moral y cívica.

by Erika Sanada

López Guillen subió a las redes sociales el pasado Jul.28.2016 que había empezado a laborar en Basket Management Solutions RD, una oficina para la contratación de jugadores de baloncesto que maneja Frank Brito. Una relación amplia, dilatada, que se pone de manifiesto públicamente.

Brito también ha manejado la página del “coach López” por largos años.

Recuerdo aquella tarde, sin fecha, donde ese otro ser abominable llamado Fausto Julián Suero Bueno, también conocido como la reina del bochinche, ¡la reina!, me llamó para hacer la siguiente invitación: “unámonos a Melvyn López y Frank Brito para dominar el baloncesto dominicano”. La respuesta, por supuesto, fue un no. Pero el plan continuó urdiéndose y ahí están los resultados. Encontró un fértil caldo de cultivo en la despoblada cabeza de Rafael Fernando Uribe Vásquez, también conocido por el mote de Rafelin.

López Guillen está activo en la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) con la franquicia de los Indios de San Francisco de Macorís. Las disposiciones de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) prohíben a un agente activo formar parte de los clubes, ejerce como entrenador, ser parte de la institución federada, pero vivimos en el país del na’ e’ na’. Por supuesto, nadie se quejará, nadie dirá nada, ni los perjudicados.

¿Por que los Indios no toman la decisión de cancelarlo?... primero por los malos resultados y después por sus consabidas tratativas.

Ni quisiera saben nadar y esconder la ropa. Toda esa desfachatez es pública y a la vista de todos.

¿Qué ha pasado Fabio Rojas?

¿Qué ha pasado Máximo Martín Gómez?

¿Qué ha pasado Samir Rizek?

                              by Karly Pérez

Por años he denunciado que hay entrenadores que manipulan y comisionan con los jugadores. Hasta ahora el más absoluto silencio, porque hay complicidades por todos conocidos. Ahí, desde que asumió la presidencia de la FEDOMBAL también entra Vásquez.

Al parecer este país trata de castigar cotidianamente a todas aquellas personalidades indomables, las que nos fascinan, las que nos acompañan por largos años y que nos protegen de algún modo contra la incitación de no atrevernos, o quizás de no resignarnos a los imponderables que van surgiendo a lo largo de nuestra existencia.

Cuando uno va a las guerras lo básico es sobrevivir, superar las batallas con el enemigo, después luchar para ganarlas, pero los Indios, jamás han tenido ese deseo, no han plantado el deseo de superar las barreras, o por lo menos no lo han demostrado.