jueves, 7 de agosto de 2014

Entregadores de zorras

Dagoberto Peña, a quien poco se le ha visto el pelo por acá, estará reforzando a Estudiantes de Bahía Blanca, en la próxima liga argentina. Jugará en el mítico Osvaldo Casanova, que quizás no diga mucho por estos predios, pero es el templo sagrado de “la capital del básquet argentino”. Por ahí ha pasado toda la historia y han jugado defendiendo a los albos, nombres como Alberto Pedro –Beto o Mandrake- Cabrera, Raúl –Mazazo- Álvarez, el uruguayo Wilfredo –Fefo- Ruiz, Hernán Jasen, José Luis Gil, Jorge Faggiano, Javier Maretto, Hernán Montenegro, Juan Alberto Espil, Juan Ignacio –Pepe- Sánchez, Emanuel Ginobili y para mi un inolvidable Daniel Darío –El Búho- Arenas.

Dagoberto Peña
Colocar adjetivos a los jugadores nombrados con anterioridad sería una osadía. A muchos los he conocido y mantengo excelentes relaciones. Las anécdotas son interminables y he tenido la suerte de que mis hijos también han cultivado muchas de esas amistades. Cabrera, fallecido en el año 2000, para solo poner un ejemplo, Deportista del Siglo XX de Bahía Blanca, fue uno de los tres grandes jugadores de toda Argentina antes de la consolidación de Ginobili.

Peña no fue incluido en los 25 invitados para la selección nacional de este verano. Ha actuado en Colombia para el conjunto Academia de la Montaña y causó verdadero revuelto. La prensa de aquel país le ha colocado la etiqueta de “indefendible”. Peña cuenta con 26 años de edad, mide 6’06, es atlético, en demasía, agregaría; puede desempeñarse en las posiciones dos (escolta) y tres (small forward) tiene formación universitaria en Estados Unidos, en su momento fue pieza de interés para varias de las mejores recintos académicos de la costa este de los Estados Unidos e hijo de la rebotera Cristina Montilla, selección nacional por más de una década, además, ahijado de todas las grandes jugadoras dominicanas de la disciplina.
 
Moquete
Rayner Moquete es un point-guard de 24 años que también está reforzando en Colombia. Cuenta con 6’01 de estatura, 185 libras de peso, tiene formación universitaria en los Estados Unidos, es asombrosamente cerebral, no es una maquina de versatilidad pero cumple a cabalidad con los requerimientos de la posición. Hace poco más de un lustro fue el conductor de todos los grandes equipos juveniles del Mauricio Báez, el más capaz de todo el país, co-capitán de la selección nacional juvenil del 2007. Repito, el más capaz de todo el país. Su única basa: sus números no fueron brillantes en su periplo universitario. Moquete no fue invitado a la selección nacional de este verano. Sus hermanos menores, un varón y una damita, también han estado en los equipos jóvenes del país.

Pregunté a raíz de la publicación del listado de los jugadores que están en México y más adelante irán a España si eran todos, y la respuesta de uno de los tantos apaniguados de los tiempos que corren fue contundente: “en ese listado están todos los que tienen que estar y no hay ningún otro jugador dominicano capaz de estar ahí”. Me sonaron a palabras de Frank Herasme, pero esta vez pronunciadas por alguien mucho más joven, moderno, pseudo abanderado de las causas justas.

Antonio Peña
Antonio Peña es un fornido delantero de 6’08½ de estatura, 28 años y 235 libras de peso, con una destacada carrera en Villanova University. Ha jugado con notoriedad en España y ahora está en Colombia. Su poderoso físico e intensidad a ambos lados de la cancha le aseguran disputar un espacio en las mejores ligas del mundo. Este otro Peña tampoco estuvo entre los convocados.

Rodrigo Madera de 6’10 de estatura, 265 libras de peso y 24 años de edad, estuvo a décimas de promediar un doble/doble en su último año de elegibilidad en Canadá, jugando para un equipo que en el 2012-13 fue tercero de toda la nación y en el 2013-14 terminó en la séptima posición; además de sus altas consideraciones académicas. En los actuales momentos es el jugador con pasaporte dominicano de mayor envergadura. Al disponer de doble nacionalidad marchó a Chile y apenas llegar la prensa de esa nación se ha volcado en elogios.

Antes, Madera le había solicitado al presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) que le permitiera representar otros colores debido a que nunca había estado en los planes de la administración Uribe Vásquez, tampoco en los de SouthGate que encabeza Eduardo Najri. En correspondencia a la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), firmada por Ramón Ceballos, miembro de la comisión técnica de la FEDOMBAL, se negó esa posibilidad bajo la sórdida excusa de que: “sería convocado próximamente a las selecciones nacionales”.

Después de su debut, el periodista Iván González Barriga del diario El Centro (Ago.03.2014) de la ciudad de Talca escribió: “Rodrigo Madera era una apuesta que salió a pedir de boca. El chileno-dominicano, quien practicó por primera vez el miércoles pasado, ingresó a la cancha con la película clara. Se le pidió que fuese fuerte en el vidrio propio y cumplió. Bajó 11 balones y, además, en solo 26 minutos en cancha cuajó 18 unidades. Con su trabajo dio confianza y cuando fue al banco se notó su ausencia. Impuso respeto y asumió un rol protagónico, junto a los talquinos Pablo Barraza y Francisco Bravo”.


Lo expuesto hasta el momento demuestra que no hay parámetros establecidos para invitar a los jugadores dominicanos a integrar la selección nacional. Bajo ningún concepto se puede indicar que depende de la actuación en Liga Nacional de Baloncesto (LNB), pues en la convocatoria hubo muchachos que tuvieron números que dejaron que desear. Tampoco un buen trabajo en otros lados es un seguro para tener una posibilidad de defender los colores nacionales.

República Dominicana está saltando a la cancha en el Centro-Basket de este 2014 con un quinteto que promedia 30 años y 4 meses y eso es demasiado pedir. En el partido contra Panamá, donde se ofreció una notable lección de inconsistencia, ese quinteto se paseó en la cancha 147 minutos con 40 segundos, agotándolo de manera inmisericorde, extinguiendo sus fuerzas, no sabiendo sortear los momentos apremiantes, olvidando refrescar con las piezas de la banca, mostrando una inconsistencia febril debajo de los tableros, despreciando el relevo de jugadores presentes que se entienden curtidos en la faena y colocando en grave riesgo los compromisos posteriores.

Los comentarios en las redes sociales (Ago.03.2014) y en las páginas especializadas eran todo un poema a la incapacidad dirigencial. Esta representación terminará convertida en una leyenda negra por no saber prefigurarse ni transfigurarse en el boca a boca de la gente, en la modificación tergiversada de versiones que andan vagando errantes por los conductos de la oralidad popular.

“Es tan pobre y de tan baja calidad que este Centro-Basket que no vale la pena”, Guelo Tueni Brinz en Guelo Tueni en los Deportes por ESPN (Ago.04.2014).

“El gato no tiene historicidad debido a su incapacidad de emerger del tiempo, de discernir y trascender; por lo tanto, se mantiene ahogado es un tiempo totalmente unidimensional -un hoy constante, de quien no tiene conciencia. El hombre existe -existere- en el tiempo. Está dentro. Está fuera. Hereda. Incorpora. Modifica. Porque no está preso en un tiempo reducido, en un hoy permanente que lo abruma. Emerge de él. Se moja en él. Se hace temporal”, escribió Paulo Freire (educador y pedagogo brasileño, 1921-97).

La FEDOMBAL corrió con el titular de que esta era la selección de futuro. Si se revisa la cuenta de Twitter del presidente de la entidad, el mañana está compelido, según sus propios escritos, a Karl-Anthony Towns, Rodney Miller, Jonathan Araujo, Daniel Vitiello, y pocos más (la familia Miller tiene una rencilla de carácter personal, quizás temporal, con Uribe Vásquez por la manera desconsiderada como trató a la mamá del jugador). El futuro debería estar sujeto al trabajo inacabable en las categorías formativas con técnicos preparados y en lo inmediato a una restructuración profunda con los valores en ascenso. Parecemos que entramos lentamente en un sueño oscuro de Alfred Hitchcock, Edgar Allan Poe o Howard Lovecraft. 

Francisco Martín Moreno (novelista, articulista y conferencista mexicano, 1946) expuso: “quien tiene que recurrir a la fuerza para cumplir sus objetivos está confesando, en el fondo, su incapacidad para dialogar, para convencer, para trabar alianzas y negociar”.
Miller

Sin concluir las hostilidades en el Centro-Basket, sin que haya terminado la contabilidad de puntos y rebotes, los trabajos alrededor del equipo nacional son ineficaces, con el horror por el elevadísimo número de ausencias desde que SouthGate tomó la administración del mismo.

Las indelicadezas frente a los jugadores jóvenes que están fuera de la orbita de los buitres que pululan alrededor de la FEDOMBAL y SouthGate se han transformado en habito, lo que ha ido creando tensión en cada convocatoria. Es impensable que haya una generación a las puertas del retiro y se cuente sólo con la camada de la sub-18 que ha sido la punta de lanza de las actuales autoridades. Hay crujidos provocados por los embates de las decisiones absurdas, que se repiten cada vez más.

Para agravar las situaciones, FEDOMBAL y SouthGate han recurrido a la cerrazón, al punto de esgrimir la absurda bandera de “la nueva era”. Se ha querido tildar de antipatriotas a todos los que mantienen una posición adversa, no recordando que el absurdo patriotismo es siempre el refugio de la más baja canallada. Para sumar más voluntades obtusas y mostrencas, hay periodistas que tildan de “enemigos” a compañeros de oficio. Todo con pretensiones de un andamiaje ideológico que no contempla la ética entre sus pilares.

Uribe Vásquez ha tratado de colocar a Najri en la primera fila del baloncesto nacional buscando sólo protagonismo social, tratando de relegar a su propio Comité Ejecutivo; el acto de febrero pasado fue una desconsideración a cientos de hombres y mujeres que han trabajado por décadas dentro de la actividad.

Hasta ahora, los miembros colegiados de la FEDOMBAL salían a sostener a su presidente, era casi un semidios para algunos, afirmando que nadie daría un paso al costado. Hay al menos tres miembros de la mesa de la institución en disposición de tomar el relevo de Uribe Vásquez lanzándose a la presidencia en diciembre del 2016. La semana pasada, Osiris Tejada Cessé, secretario general de la entidad lanzó la especie que jamás esa institución había estado tan compactada, concepto fascistoide con viejo eco de violencia represiva. Y antes, en el 2009, había dicho lo mismo de Frank Herasme.

Uribe Vásquez ha sido tan incapaz que frente a un lance con el presidente de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA), Ramón Rodríguez, mejor conocido por El Teacher, ha salido huyendo; corrió como caballo desbocado, se colocó al borde del precipicio, pese a creer que estaba tocando el cielo con las manos y en su desesperación, desasosiego e impotencia recurrió al pasado presidente de la institución para que le resuelva el entuerto.

Herasme
Tomando palabras de Bertolt Brecht, este “nuevo rico” es sólo un mortal que se ha embrutecido con la avaricia, la ambición, la rapacidad, entre otros muchos males que le adornan, creyéndose que puede vivir como si nunca se fuera a morir y en sus momentos postreros quizás nunca pueda comprender que morirá sin haber vivido. Esa sordidez, esa miseria, esa ruindad, toda esa codicia que le colma los tuétanos lo obliga a pretender un futuro lleno de galardones, sin reparar en el presente, y en dicha necedad le impide vivir el presente y el futuro.

Herasme no ha desperdiciado la oportunidad, brindad en bandeja de plata, para volver a mostrarse en los corrillos del baloncesto, convirtiéndose en pieza para la contienda del 2016. Pero también ha mostrado más habilidades políticas que su mostrenco sucesor, que virtualmente se ha inhabilitado. Uribe Vásquez se está ahogando en el propio caldo que preparó, tratando de instituirse por años al frente de la rectoría del baloncesto y la experiencia le durará poco.

Hace unos tres años, el mismo Herasme escribió: “la selección nacional es del país, de la FEDOMBAL, del COD y del gobierno dominicano. En ese mismo orden; en  ese equipo, todos, absolutamente todos, somos necesarios para alcanzar la cúspide, pero nadie, absolutamente nadie, es imprescindible; trataremos de que la Selección Nacional masculina de mayores se mantenga en costos manejables porque, de lo contrario, nadie podrá, ni con todo el dinero del gobierno haitiano; estamos pensando en un acuerdo que involucre mercadeo, comercialización y televisión. SouthGate y el licenciado Eduardo Najri son la primera opción, pero hay otras propuestas interesantes; y FEDOMBAL manejará sus selecciones nacionales, aunque eventualmente pueda designar un gerente en cualquiera de sus ramas y categorías. 

Algo parecido redactamos en una breve exposición que se conoció en el IV Congreso de la FEDOMBAL efectuado en diciembre del 2011 en los salones del Club Mauricio Báez.

Uribe Vásquez ha intentado plantar una semilla que ha querido hacer florecer antes de que eche raíces acompañado únicamente de un periodismo marchito y un círculo intimo de amigos y lambiscones. De continuar por el camino que va llegarán los vientos y todo se derrumbará.

Se le ha advertido de manera más que suficiente, pero su terquedad y el dinero fácil que está avistando le impiden ver más allá de sus propias narices.


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