viernes, 27 de junio de 2014

Virgilio Payano Rojas

La Policía Nacional en su actual gestión se ha empeñado en construir nuevos destacamentos en diferentes puntos del país y en otros ha emprendido la remodelación de los mismos. La labor puede entenderse como loable, pese a ser un simple ejercicio cosmético, lo que todos sabemos y conocemos es que los empredeurismos basados en la construcción y reparación de edificaciones es etiquetada como una simple búsqueda.
Castro Castillo

En enero pasado, en fecha que no preciso, el vocero policial coronel Jacobo Mateo Moquete señaló en el programa radial El Gobierno de la Tarde que en este país había que enjuagarse la boca antes de poner en ella el nombre del jefe de la institución mayor general Manuel Elpidio Castro Castillo. No tengo cerca ningún limpiador bucal, pero trataré de seguir escribiendo… el cepillo no es un instrumento que cargo a cuestas, como tampoco el dentrífico.

Hace escasas semanas estuve por las simas sociales de lo que los dominicanos llamamos el sur profundo, tierra olvidada, esplendorosa, digna de mejores proyectos y más atención y en muchos poblados los cuarteles son verdaderamente lastimosos. Inclusive pude apreciar uno que está en una casa de madera, totalmente inclinado; más elocuente que la torre de Pisa, más deprimida, el desplome parece inminente. Aquello rompía el alma en muchos fragmentos.

De igual forma me resulta inadmisible que se adecuen furgones de carga para la colocación de las dependencias policiales, como sucede desde hace años en la céntrica avenida Winston Churchill, como sucedió en el sector de Los Prados y el recientemente instalado en la calle Tunti Cáceres, en el ensanche La Fe.

Mateo Moquete
Hace algunos días la jefatura de la Policía Nacional inauguró un local en Villa Consuelo, para ser exactos en la doctor Tejada Florentino casi esquina Luis Manuel Cáceres, la Tunti, como la conoce el populacho. Por supuesto, una gran parafernalia, calles cerradas, ánimos exacerbados, vehículos bloqueando el paso de peatones, un despliegue innecesario de efectivos haciendo nada, holgazanes cargados al erario publico y por supuesto, fiesta, mucha fiesta.

El local fuer bautizado con el nombre de Virgilio Payano Rojas, quien comando la institución a la salida de Joaquín Balaguer en el año de 1978 y permaneció en el gobierno de Antonio Guzmán Fernández. Para ser exactos desde el 7 de mayo del 1978 hasta el 6 de mayo de 1981, tres años.

A Payano Rojas le tocó enfrentar el secuestro de los periodistas en Radio Comercial (May.16.1979), donde fueron sorprendidos Margarita Cordero, Pedro Familia, Jesús Manuel Jiménez, Negro Martínez, Antolín
pasado destacamento Villa Consuelo
Montas, Rafael Polanco y Rosario Tifá (por orden alfabético). Más recordado es su desafortunado manejo en la muerte del periodista Marcelino Vega (Abr.07.1981), un crimen impune y donde se insinuaron como involucrados al coronel Melitón Jorge Balderas, el teniente de apellidos Sánchez Ulloa y el cabo Hilario Márquez Milano.

Vega cubría en el populoso sector de Villas Agrícolas una huelga de obreros del Ayuntamiento de Santo Domingo en reclamo de aumento salarial, entrevistaba a Manuel de Jesús Ciprian Valdez, un vendedor de diarios, quien también murió en el acto. El sindico (alcalde) de la ciudad de Santo Domingo Pedro A. Franco Badia no tardó en señalar que el periodista de 22 años había muerto en un intercambio de disparos. Al revisar sus bolsillos apenas encontraron dos lápices de carbón.

Franco Badia, un funesto personaje político, de triste recordación, 19 años después, en el periodo presidencial de Hipólito Mejia Domínguez fue secretario administrativo de la Presidencia. Fue diputado en dos ocasiones (1990-94 y 1998-02), secretario de Interior y Policía, secretario de Trabajo. Hoja de vida impactante pero que no cumplió con los deberes asignados.

En enero del presente año, Franco Badia reapareció en la vida publica al lado de Miguel Vargas Maldonado,
Franco Badia
presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), después de haber sido condenado a prisión por el caso Plan Renove, donde entregó flotillas de vehículos para el
transporte público a los movimientos sindicales. Llevado a los tribunales por el delito de malversación de fondos por una suma de 18 mil millones de pesos dominicanos (545,354.50, dólares, moneda de los Estados Unidos de America, al cambio de esa fecha), declarado culpable en el 2005 y condenado por un tribunal penal a tres años de arresto domiciliario y una multa de 15 millones de pesos dominicanos por su participación voluntaria en la distribución ilegal de 3.035 vehículos en violación de los artículos 166, 168 y 170 del Código Penal Dominicano y el artículo 102 de la Constitución de la República.

Retomando el tema original, local en Villa Consuelo fue bautizado con el nombre de Virgilio Payano Rojas, pero la originalidad de los miembros de la Policía Nacional es tan imaginativa que le variaron el nombre y le pusieron Virgilio Payano Roja.


Escribir correctamente es símbolo de que las cosas se están haciendo de la manera indicada. Sin lagunas, sin baches, pero también sin favoritismos.

IMAGENES DEL GENERAL PAYANO ROJAS NO DISPONIBLES

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