El
hombre usa complementos sexuales desde hace unos dos mil quinientos años. Los
antiguos egipcios fabricaban consoladores y los romanos fabricaban velas con
forma de pene para autosatisfacerse. En cuanto a las muñecas, articulos de
consumo de hoy en dia, primero se utilizaron las fabricadas con tejido de paja,
mucho tiempo después llegaron las chicas de plástico, más tarde las de látex, y
ahora se desató el reinado de las nuevas e increíbles diosas de silicona.
Desde
el centro de marketing de Orient, la
fábrica nipona, son categóricos: “muchos de nuestros clientes las prefieren de
siliconas porque no hablan y permiten satisfacer todo tipo de fantasías; otros
las usan porque temen contraer enfermedades de transmisión sexual”, aseguran.
Desde
hace diez años, Japón es el principal productor de muñecas sexuales hechas a
imagen y semejanza de mujeres reales. A pesar del extraordinariamente alto
costo de sus productos (5,700 dólares o más), algunas empresas fabricantes de
muñecas inflables, como, por ejemplo, Oriental Industries y Doll No Mori, multiplicaron por veinte
sus ingresos en los últimos cinco años.
Tal
es la aceptación que las “nenas” tuvieron en el mercado, que los nipones ya las
apodaron “Dutch wives” (esposas
holandesas), en alusión a la similitud estética que las emparentan con sus
colegas de carne y hueso, siempre expuestas en las vidrieras de Ámsterdam.
Entre
las últimas innovaciones, las nuevas muñecas se pueden armar a gusto del
consumidor. Existen cinco tipos de cuerpos diferentes, que van desde los 88 a las 120 libras , de 4’11 a 5’11
de estatura, con cinturas que oscilan entre los 55 y los 66 centímetros ,
caderas de 86 a
91 centímetros
y bustos chicos, medianos o gigantes. La pelvis también es opcional: vello
natural o cavado, lacio o enrulado, rubio o moreno... y aunque tienen sus
envases, que son tan grandes como un ataúd, también “cobran vida”: tienen
sensores en los pechos que responden a estímulos verbales, son capaces de
succionar, imitar una respiración agitada y hasta humectarse.
Todas las muñecas son entregadas con:
- una cabeza
- una cabeza
- estuche de transporte/embalaje
- kit de mantenimiento (talco, peine, borlita)
- kit de reparación para los pequeños desgarrones (silicona líquido + endurecedor)
- lencería
- peluca
- vagina extraíble (o realista integrada según opción elegida)
- lubricante
- manual de uso
En
nuestros países es mucho más fácil tener una relación casual. En cambio, en el
mundo, las sociedades son más solitarias, los hombres viven más solos y tienen
más temor al contagio de enfermedades de transmisión sexual. Las ventas de
estas “barbies” aumentan, no solo porque todo lo que provenga de países
desarrollados nos llama la atención, también podemos reparar en otras razones. A
las muñecas no le gustan las joyas, no usan tarjetas de crédito y siempre están
dispuestas a todo.
¿Vale
la pena la inversión?... al menos, a ellas nunca les duele la cabeza...
José José |
Lagrimas… el
lenguaje mudo de tu pena / lagrimas…
la callada voz de tu tristeza / lagrimas…
la expresión mojada de tu alma. Como canción de José José, los días
pasan y nada en el firmamento de la selección nacional absoluta.
Señalé la pasada semana que México ya tenía todos sus cabos atados. También
el interés de varias naciones europeas de enfrentarse a la escuadra dominicana.
Como siempre, jugaremos a tratar de impresionar en el último minuto en un mundo
donde no hay espacio a las especulaciones.
Todos nuestros potenciales adversarios están dándole seguimiento a sus jugadores,
a los posibles contrarios, a las novedades de los jugadores a integrar los
equipos nacionales, a los contactos para batir el cobre de alguna manera. Hasta
Finlandia trató de comunicarse con la FEDOMBAL , pero nadie hablaba finés en el Palacio
de los Deportes. Aquí nos damos el lujo de estar viviendo, dentro de la actividad,
un periodo llamado “la España
boba” y así no vamos a llegar a ninguna parte.
Quizás todo este escrito: “iremos a España con la misma plantilla que
asistió a Caracas”,
sentenció Yack Michael Martínez y puso los colores: sale
Ricardo Greer que pasará a ser asistente y entrará Gerardo Suero.
Madison Square Garden |
Después sólo Eduardo Najri, gerente de la
selección nacional de baloncesto, declaró “de mal gusto y decepcionante” con
respecto a las condicionantes que Martínez a puesto para asistir o no al
Mundial de Baloncesto 2014 en España. Aunque exageró un poquito al señalar: “A
España vamos a competir, no de paseo; si hay cinco jugadores que tienen que ser
cambiados, pues lo vamos a cambiar, lo que queremos es ganar el Mundial”. “Tendrá
que aceptar cualquier decisión que tomemos con respecto a la conformación del
equipo; los mejores 12 jugadores que estén disponibles son los que conformarán
la selección, de eso que no le quepa la menor duda a nadie. Mientras yo sea el
gerente de la selección, jugarán los que estén en mejores condiciones, sin
importar que haya estado o no en eventos anteriores”.
El efecto de los anuncios pasa rápido y el riesgo de los seguidores se
mantiene y se mantendrá en ascuas.
La vida nos enseña la importancia
de las acciones oportunas, porque casi todos los grandes males comienzan por un
pequeño deterioro, salvo raras excepciones. Ese gran bache en la calle o en la
carretera, en el cual cabe un carro completo, se inició por un minúsculo
huequito, al que nadie se le ocurrió tapar y el banco destartalado del parque
empezó por un brazo arrancado.
La parada llena de escritos de
lápiz tuvo su génesis en un mensaje aislado e inescrupuloso hecho con grafito y
la pared recién pintada, copada de huellas de zapatos, arrancó su historia con
alguien que puso sus pies sucios y se recostó sin mirar trascendencia.
Si obramos tan desfasadamente lo que podía ser un simple mantenimiento,
lo convertimos en una reconstrucción completa necesitada de muchos recursos. Al
pupitre se le cayó un tornillo y lo dejamos hasta hacerlo una pieza inservible.
Por ello, las muñecas de silicona también traen su kit de mantenimiento,
para la reparación de desgarrones y la permanencia de la inversión.
Quizás terminemos como aquella escena de “Cinco horas con Mario” de Miguel Delibes, donde reconstruye
el largo soliloquio que una mujer recita junto al cuerpo de su marido apenas
fallecido, el Mario que da nombre al título. Toda una vida de desencuentros, de
mutuas incomprensiones, de silencios, de frustraciones y de módicas alegrías
desfilarán entonces en esa suerte de monólogo en plena madrugada de despedida.
Delibes, recién fallecido, alumbró,
entre muchos otros, un libro no muy voluminoso, pero decididamente entrañable,
“Señora de rojo sobre fondo gris”. A través de la historia del protagonista, un
pintor, y Ana, la novela recrea, en realidad, la relación entre el propio
Delibes y Angeles, su mujer y madre de sus siete hijos, y cuya muerte, con
apenas 48 años, sumió al escritor en una melancolía y una tristeza que lo
acompañarían las más de tres décadas de vida que aún tendría por delante. De
Angeles solía decir que era su equilibrio, la mejor mitad de sí mismo.
”Estábamos juntos y era suficiente. Cuando ella se fue todavía lo vi más claro:
aquellas sobremesas sin palabras, aquellas miradas sin proyecto, sin esperar
grandes cosas de la vida, eran sencillamente la felicidad”, escribió en
Señora... e hizo suya la definición que de Angeles una vez dio su amigo Julián
Marías: “una mujer cuya sola presencia aligeraba la pesadumbre de vivir”. ¿Es
posible pedir epitafio más hermoso?
Mientras terminaba estas líneas, me enteré del fallecimiento
de la mamá de Juan Alberto Espil, el más fino tirador que ojos humanos hayan
visto; así de simple. A Juancito lo conocí en su Bahía Blanca natal en 1990,
donde jugaba para el Club Estudiantes; jugó también para GEPU de San Luis y
Atenas de Córdoba. Saltó el charco y militó en el TAU Baskonia, Juventut de
Badalona, Roma (Italia), Manresa, Bilbao, hasta regresar a Argentina para
cerrar con Boca Juniors, Obras Sanitarias y de regreso a Estudiantes. Se retiró
al final de la campaña 2011-12.
Juan Espil |
Fue el mejor anotador argentino en los Mundiales de 1994
(Toronto) y 1998 (Grecia), además participó en los Juegos Olímpicos de 1996.
Estando en San Juan, Puerto Rico, donde Argentina terminó con la medalla de
bronce del Pre-Olímpico de 1993,
a la salida del hotel para la cancha recibió una llamada
donde se le participaba la muerte de su papá; se disputaba el pase a la final…
como aún no había la liberación de la comunicaciones, como en la actualidad,
fue difícil comunicarse a Bahía Blanca. Todo fue una broma de mal gusto para
tratar de afectar su estado anímico. En el camino se recompuso, para ser la
estrella ofensiva de ese equipo que manejaba Walter Garrone y donde Rubén
Magnano estaba de asistente. Así de grande es el bahiense.
Como les fascina decir a los dominicanos, lo describiré
plenamente: “ese es de los míos; mi amigo personal”.
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