domingo, 20 de octubre de 2013

¿Dónde estas corazón?


Conocí el Huapango de José Pablo Moncayo (1912-1958), pianista, percusionista, compositor, maestro de música y director de orquesta mexicano, para convertirla en una de mis piezas favoritas. La he escuchado en diferentes versiones y cada vez me agrada más; por lo menos una vez a la semana permito que mi alma viaje a lugares recónditos junto a esos bellos paisajes recreados en la excelsa partitura.

Moncayo
Muy temprano mi mamá empezó a enseñarme a escuchar la música a la que muchos llaman clásica, quizás sería mejor señalarla como aquellas cadencias cultas, académicas o simplemente como las que logran trascender el tiempo y permanecen en el gusto de las mayorías pese a las imposiciones de la moda. Mi médico de cabecera, Franklin Betances Vargas, fallecido en agosto de este año 2013, me presentaba como el melómano más grande que tenía República Dominicana, sólo para hacerme sonrojar. Nunca le agradecí esos elogios, inmerecidos.

Huapango es una corrupción de la palabra fandango, o un término proveniente de la lengua náhuatl que quiere decir “lugar donde se coloca la madera”, o sea, la tarima para el baile, o es una contracción de las palabras Huasteca y Pango, siendo éste el nombre alternativo del río Pánuco, o es el equivalente del llamado son jarocho, o un aire popular en décimas rimadas, o un tipo de canción popular mexicana que existe en dos variedades, el huapango jarocho y el huapango ranchero. En realidad, y aunque el asunto parezca muy complejo, todas estas definiciones tienen algo de útil para acercarnos a la esencia del huapango. Y este acercamiento no deja de ser interesante, necesario quizás, si consideramos que el Huapango de Moncayo es la obra musical más notoria de México. Es llamado también el segundo Himno Nacional Mexicano.

Para esta espléndida, brillante, siempre luminosa obra orquestal, Moncayo elaboró y transformó los temas de tres huapangos alvaradeños, citados en una nota por el musicólogo Otto Mayer-Serra: El Siquisirí, El Balajú y El Gavilancito.
Gustavo Ayon

El Huapango de Moncayo también recrea el México de los buñuelos con miel, de las torrejas con piloncillo, del agua de chia, el del café del piloncillo, la capirotada, los tejocotes en miel, el champurrado de chocolate, del pan del muerto, el de los niños jugando en las calles, la fiesta popular del día de los muertos, las charrerías, las pastorelas. Es una versión de sol, de unión, de trabajo, de lucha positiva, de pueblos risueños; de mexicanidad. Moncayo junto a Silvestre Revueltas y Carlos Chávez representan los máximos exponentes del arte musical de la nación azteca.

México, invitado a la Copa de las Américas de este 2013, en versión Pre-Mundial de Baloncesto, resultó el equipo campeón contra todos los pronósticos.

buñuelos con miel
Apenas, un mes y día de aquel memorable triunfo los mexicanos ya han armado todo el andamiaje para tener un buen desempeño en España el año venidero. Conocen la fecha de su concentración, el lugar donde se reunirán y climatizarán en España, para más detalles lo harán en tierras catalanas, están finalizando los contratos de los partidos previos a la cita mundialista, casi todos con naciones del viejo continente, y marchan organizadamente y decididamente a realizar una gran faena.

Algunos de mis lectores preferirían que estas líneas terminaran aquí. Inclusive mis propios hijos me lo agradecerían. Pero la dinámica del baloncesto me impide poner un punto final. Como me señaló un miembro de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL): “cada vez que leo un agriodelimon termino con una acidez increíble. Pero hay que reconocerte que jamás te has equivocado y eso, que no sabes o no quieres mencionar todo lo que pasa ahí adentro”.

Estar al tanto de lo que están finalizando los mexicanos me hace evocar la propuesta que le sometí en diciembre del año 2009 al entonces presidente de la FEDOMBAL, ingeniero Frank Herasme, y de la que me señaló nunca tuvo conocimiento. Días después, el propio ingeniero Rafael Uribe Vásquez me llama para hablarme de esos ofrecimientos, partidos de exhibición en España, Alemania, Italia y Lituania; recuerdo que me señaló que iba a insistir sobre la correspondencia en el Comité Ejecutivo de entonces, pero que él en lo particular se iba a dedicar exclusivamente al baloncesto femenino.

Para ese entonces estaba en el ambiente todo el sabor amargo que quedó de la no clasificación al Mundial de Turquía (2010) y la desacertada actuación del equipo dominicano dirigido por Julio Toro en la cita de San Juan.

He sabido que España ya planteó un partido de exhibición a República Dominicana en Madrid, que imagino sería un lleno completo y que los franceses, campeones del Euro-Basket también estarían interesados en jugar con los nuestros. El único inconveniente es que esas naciones cierran sus programas mucho antes de que este año se
vaya; a este 2013 le quedan menos de 75 días.

Los españoles creo sólo tienen una fecha más disponible para jugar antes de llegar a servir como anfitriones y quizás aún esperan por nosotros. No me extrañaría que mañana se me dijera que a las oficinas de FEDOMBAL nunca ha llegado invitación alguna. “Argunas veces se pierden las correspondencias”, diría un amigo, productor de un programa de radio, que me envía mensajes apócrifos.

Después de las declaraciones de Yack Michael Martínez a su regreso de Caracas, la selección nacional de baloncesto quedó en un limbo mediático, nadie la menciona y volverá a convertirse en el estío próximo en un asunto de temporada. El reality show del verano dominicano, donde todos aplauden como borregos y pocos nos colocamos en la acera de enfrente.

No me extrañaría que lleguemos a España sin partidos de exhibición, sin juegos de fogueo, o sólo habiendo jugado con universidades que se encuentren en el país, generalmente sin mucho oficio. Con las mismas mediocridades de años recientes. Hace tiempo que FEDOMBAL debió tener su trompo armado, pero como he señalado antes, importa más la búsqueda de los satélites de Uribe Vásquez que el interés de la nación dominicana.

Para terminar les contaré que Uribe Vásquez se mandó a hacer una encuesta donde se muestra que su imagen está en pleno apogeo, que cada vez tiene más aceptación y que ya está listo para tomar nada más y nada menos que el Comité Olímpico Dominicano (COD); que su permanencia en la FEDOMBAL deberá concluir en el mismo instante que deje de respirar, dentro de muchos años, cuando ya ande con bastón y bombita; y que nada ni nadie lo calentará con los medios. Hace rato que tiene la bendición de Franklin Mirabal y Leonardo de Jesús Heredia Castillo (Leo Corporan).

Después de publicar este texto me buscaré algún libro del brasileño Sérgio Sant’Anna para perderme entre la inconsistencia de la razón y el mandato de los hechos; de las relaciones que navegan entre el deseo y la perversión pero que terminan en trampas; de los personajes construidos a partir de la memoria de los mismos, que explican sus pulsiones y sus perversiones desde el autoanálisis; textos de antihéroes que son transgresores natos, que viven al limite.

Sin lugar a dudas, interpelado en cada letra, me cuestiono enormemente.



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