martes, 17 de agosto de 2021

 Nilofar Bayat: «Las mujeres en Afganistán no tenemos futuro, como hace 20 años»… listado de restricciones del régimen talibán para las damas
Agosto 16 del 2021
 
 
El espacio Hora 25 de Cadena SER (Madrid, España) entrevistó a la deportista afgana Nilofar Bayat (28 años de edad), capitana del equipo de baloncesto en silla de ruedas del país, quien lleva más de 20 años con una minusvalía; era una niña afgana de 2 (dos) años de edad, como cualquier otra, cuando un misil talibán le alcanzó en el patio de su casa. Desde entonces, nada ni nadie ha frenado sus ganas de prosperar y de crecer como mujer.

Bayat ha podido acceder a la universidad, estudió abogacía, ha trabajado, actualmente para una dependencia del Comité Olímpico Internacional (COI), y es una auténtica figura del deporte afgano. Es la capitana del equipo de baloncesto en silla de ruedas de Afganistán. Este mismo lunes ha sido entrevistada tras la jornada de caos e incertidumbre que se ha vivido en la capital de Afganistán.
 
Bayat estaba destinada a intervenir en los Juego Paralímpicos de Tokio (a partir de Ago.24.2021) en la capital japonesa; hubiese sido la primera representación afgana. 

Con la toma del poder público por parte de los talibanes quedó automáticamente despojada de todos sus derechos (por el simple hecho de ser mujer), entre ellos el de poder participar en esta justa deportiva, e incluso de poder de continuar practicando algún deporte.
 
Según publicó el portal de Radio Televisión Española (RTVE), el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Real Federación Española de Baloncesto (FEB) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) se está intentando evacuarla del país asiático, aunque la situación es extremadamente complicada.

«Tengo miedo. He trabajado muy duro por lo que tengo ahora, pero los talibanes destruyen todo en un minuto y eso significa que destrozarán mi vida. Mi futuro es negro. Quiero dejar mi país porque no hay forma de que me quede aquí», manifestó Nilofar Bayat.

Añadió: «a los talibanes no les gustan las mujeres como yo, que luchan por sí mismas y por ayudar a otras mujeres que quieren defender sus derechos y mejorarlos. No sé dónde podré ir, pero quiero irme tan pronto como pueda para estar a salvo».

 Acá la transcripción de la entrevista:

Nilofar, ¿estás en Afganistán ahora?... ¿cómo estás?... ¿cuál es tu situación?
Sí, estoy aún en Afganistán y la situación no es buena. Los talibanes han tomado la ciudad y ahora tienen el control de todo el país. Estamos todos en casa ahora... No hay nada claro. Estamos sin presidente en Afganistán y a cada segundo o a cada minuto puede empezar una guerra.

 ¿Tu familia está en Afganistán?... ¿estás con ellos?
Sí, sí, estoy viviendo con mi familia aquí en Kabul.

 ¿Tienes miedo de los talibanes?
¡Por supuesto!... tengo miedo porque hasta hace 20 años ellos gobernaban Afganistán. Y fue entonces cuando me hirieron y quedé en sillas de ruedas. Son los peores recuerdos de mi vida. Yo sé, y todo el mundo sabe, que los talibanes nunca aceptarán a las mujeres en la sociedad. No lo permitirán y no nos darán los derechos que tenemos. No nos dejan ir a la escuela, al trabajo o hacer deporte. Tampoco nos dan derecho a comportarnos como queramos, no permiten que las mujeres llevemos la ropa que queremos, trabajemos o vayamos a la compra. Sí, tengo miedo... No se puede confiar en lo que dicen. En cualquier momento pueden incumplir sus promesas.
 
¿Qué piensas sobre tu país?
Lo hemos perdido todo. Todo por lo que habíamos trabajado y habíamos conseguido en estos 20 años. Y está claro para todo el mundo que no hay futuro para las mujeres en Afganistán porque los talibanes seguirán todas las normas que ya seguían antes: no dejarán que las mujeres salgan de casa y sean parte de la sociedad. Destruirán todo lo que hemos hecho y construido en Afganistán durante estos 20 años.
 
Es muy duro reconstruir todas las provincias de nuevo, es muy difícil volver a construir las casas de la gente que ellos han destruido. Aquí en Kabul hay mucha gente que ha llegado de otras provincias y ahora no tienen dónde vivir y no tienen nada para comer. Muchos están ahora en las calles y no es fácil reconstruir de manera rápida y fácil todo lo que han destruido. Lo han destruido todo. Por supuesto han destruido todo lo que habíamos conseguido y por lo que tanto habíamos luchado: que yo haya podido estudiar en la universidad, que haya podido trabajar o que haya podido practicar deporte.
 
¿Cómo era tu vida hasta ahora en Afganistán y cómo crees que será a partir de ahora?
Hasta ahora hacía deporte, iba a la oficina... Tenía muchos planes para mi futuro y para mi vida y trabajaba duro para hacerlos realidad. Estaba el baloncesto... Siempre pensaba en ello para mejorar. Tenía una vida muy ocupada y segura. Tenía muchas cosas de las que sentirme orgullosa, para las que vivir y de las que ser feliz. Y ahora estoy preocupada por todos los logros que voy a perder. No es fácil. No es nada fácil perder algo en un día tan rápidamente. Alguien llega y destruye todas tus esperanzas. Te rompe el corazón. Ahora la vida para mí y para las mujeres en Afganistán es... que no tenemos futuro. No hay luz para el futuro. Va a ser oscuro igual que hace 20 años, a dónde no queríamos volver
 
Nilofar, ¿qué mensaje mandarías a la comunidad internacional?...  ¿qué le dirías a la gente que te escucha?
Quiero de la comunidad internacional que no deje a nuestro país solo. Que no dejen que esta gente llegue y destruya nuestro país y destruya las esperanzas de la gente. También somos humanos y deseamos un futuro mejor. Y quiero que ayuden a nuestra gente y a nuestro país.
 
 
Anexo 1: en la tarde de este Ago.16.2021 a una reportera de medios internacionales, con unos ojos bellísimos, lo único que podía mostrar de cara a los demás detrás de un velo negro que sólo permitía ver su rostro, mientras pretendía cubrir como se manejaba un sector de la ciudad de Kabul, discretamente le sugirieron: «aléjese de este sector, recuerde que usted es mujer».
 
Anexo 2: la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán publicó este Ago.16.2021 la lista de las prohibiciones que sufrirán las mujeres bajo el nuevo gobierno. Son estas:
 
1.- Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.
 
2.- Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que estén acompañadas de su «mahram» (parentesco cercano masculino; como padre, hermano o marido).
 
3.- Prohibición de cerrar tratos con comerciantes masculinos.
 
4.- Prohibición de ser tratadas por doctores masculinos.
 
5.- Prohibición de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).
 
6.- Las mujeres han de llevar burka, que las cubre de la cabeza a los pies.
 
7.- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su «mahram».
 
8.- Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos.
 
9.- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio.
 
10.- Prohibición del uso de maquillaje.
 
11.- Prohibición de hablar o estrechar las manos a varones que no sean su «mahram».
 
12.- Prohibición de reír en voz alta.
 
13.- Prohibición de llevar zapatos de tacón, que pueden producir sonido al caminar (un varón jamás puede escuchar los pasos de una mujer).
 
14.- Prohibición de montar en taxi sin su «mahram».
 
15.- Prohibición de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.
 
16.- Prohibición de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.
 
17.- Prohibición de montar en bicicleta o motocicletas, aunque sea con sus «mahram».
 
18.- Prohibición de llevar indumentarias de colores vistosos. En términos del talibán, se trata de «colores sexualmente atractivos».
 
19.- Prohibición de reunirse con motivo de festividades o con propósitos recreativos.
 
20.- Prohibición de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.
 
21.- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra «mujer».
 
22.- Prohibición a las mujeres de asomarse a los balcones de sus apartamentos o casas.
 
23.- Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.
 
24.- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.
 
25.- Prohibición del acceso de las mujeres a los baños públicos.
 
26.- Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses se dividen ahora en «sólo hombres» o «sólo mujeres»".
 
27.- Prohibición de pantalones acampanados, aunque se lleven bajo la burka.
 
28.- Prohibición de fotografiar a mujeres.
 
29.- Prohibición de la existencia de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.
 
Nilofar Bayat

 

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