lunes, 24 de octubre de 2016

Agrios edulcorados…
Caso 282: El dia de El Jefe, hace 59 años…
Oct.24.2016                                    

Cuando me desperté esta mañana ya había llegado a los 59, porque según recuerda mi mamá, el parto de su primogénito fue a eso de la 1:30 de la mañana en la clínica del doctor Tomás Pérez Rancier, en la calle España, entre Restauración y Beller en Santiago. He llegado a este número entero, en salud y sin síntomas para preocuparme… por lo menos eso me dice mi doctor, don Jorge Perrotta, el hombre de las dos r y las dos t, lo que sin dudas algunas es un inmenso regalo que se me proporciona cada día; porque soy de carne, y soy de hueso, y algunas veces tengo destellos de que algo se enciende en mi cabeza, quizás conexiones neuronales, quizás mis maestros amoblaron mi sesera en su justa dimensión, pero eso si, con los hierros bien puestos.

Cuando nací, el 24 de octubre era festivo en República Dominicana; era el día de El Jefe, Rafael L. Trujillo Molina. Aquello a mi mamá le supo a retama: “para una anti-trujillista confesa como yo, que a los 14 años estaba envuelta en la Juventud Democrática, hacía proselitismo contra el régimen más sanguinario que se haya conocido en América Latina, repartía volantes y me metía en los lugares donde a los hombres les temblaban las piernas, aquello fue un castigo divino; que un hijo mío naciera un 24 de octubre. El Generalísimo no permitió que tuviera pasaporte, me impidió salir a estudiar al exterior, pero nunca se propasó con ninguna de las Campillo Pérez… en las fiestas del Centro de Recreo cuando le decían, Jefe, Jefe, esas son las nietas de don Genaro, era como si al diablo le mencionaran la cruz”. Eso si, me dijo: “nunca he pasado factura al país por mis posiciones políticas de entonces, barco al que se ha subido tanta gente sin meritos”.

Tengo una familia que me quiere, tres hijos profesionales y a los que les he permitido volar a sus anchas, trabajo hace 47 años y sigo montado sobre la bestia de la cotidianidad. Quizás como todo el dominicano común y corriente sufro de la enfermedad del bolsillo ($$$). Aún escribo en los medios, como lo he hecho durante los últimos 39 años; a los que no están de acuerdo con mis inquietudes les digo como Kobe Bryant a un insidioso… “¿tu sabes contar?… pues cuenta hasta ¡39!”.

Tengo a mucha gente entre mis afectos, mucha, muchísima, de todos los rincones del mundo, gente que amaneció hoy dispuesta a gastarse su tiempo en mi; tengo también a mis eternos compañeros de viaje, a esos que nos encontramos siendo niños en las aulas del Colegio Dominicano De La Salle, y terminamos siendo 99, más los que permanecen en nuestro recuerdos y afectos sin haber terminado totalmente ese recorrido, aunque algunos ya han pasado a otra dimensión; los que estamos de este lado nos reunimos por lo menos una vez cada mes.

No nací para ser sumiso, no nací para verme envejecer sin hacer lo que me gusta o ver pasar mi vida entre los estereotipos de la sociedad, algunos me llaman independiente, otros aburrido, algunos amargado, muchos como un resentido social, pero yo me veo como un optimista con cierta ilustración, de esos que van por lo que quieren, cuando quieren y como quieren y de ahí, se desprende la bonhomía.
Mercado de Celeste Woss y Gil

Además, mis comadres y mis compadres: Maritza Madera Campillo y Maglio José Giordano Egaña (+), padrinos de Luis Guillermo; Silvia Troncoso de Ramos (+) y Eric Ramos Lebron, padrinos de Rodrigo Andrés; Áurea Sánchez de Roedan y José –El Grillo- Vargas, padrinos de Diego Armando; Naila Rodríguez de Concha y Gustavo Eugenio Concha, padres de Aderly; Altagracia Estela Chupani y Johnny Marte Quezada, padres de María Esperanza; Dora Elisa Madera Campillo y Carlos Ramón López, padres de Karla; y Francis Marisol Prego y Bernardo Ortiz Calero, padres de Giselle. Tampoco puedo dejar de mencionar a esos hermanos del alma que son Pam y Joe Votaw, en Cincinnati, como los segundos padres de mi hijo mayor.

Mi mamá aún me acompaña, y todos los días, sin excepción recuerdo a mi mejor maestro y guía, Rafael J. Madera Castillo, un hombre de una fortaleza recia, cuya fe era la de un roble.

Tampoco olvido a los que ya no están pero iluminan: además de Silvia y Maglio José, por orden alfabético: Félix Acosta Núñez, Félix Aguasanta, María Almonte Bermúdez de Estrella, Luz María Aristizabal, Franklin Betances Vargas, Eugenia Cadavid de Roldan, Julio Genaro Campillo Pérez, María Elisa Campillo de Lugo, Mirtha Campillo de Garrido, José Cardoch, Santiago Eduardo Cirio Planes, Mariano Defilló Ricart, Silvia Lucia Díaz Fuentes, Gustavo Adolfo Estrella Ureña, Tomás Gómez Checo, Irving Rafael Hernández Cartagena, Rafael Herrera Cabral, Francisco Manuel Madera Campillo, Tomas Marrero Rodríguez, Georgilio Mella Chavier, Eliana Morel Ricart de Tornal, Roque Napoleón Muñoz, Bernardo Ortiz Acevedo, Juan Bartolomé Pérez De Moya, Dorotea de la Caridad –Dorita- Pérez Rancier de Campillo, Enedina Elisa Pérez Rancier de Imbert, Juan Bautista Pérez Rancier, Luis Tomas Demetrio Pérez Rancier, Narcisa Adelaida –Lilita- Pérez Rancier, Pablo Neomisio Pérez Rancier, Perfecta Asunción Pérez Rancier de Espinal, Tomás Eudoro Pérez Rancier, Genaro Pérez Tabares, Ramón –Ramoncito- Pumarol, Esperanza Quezada de Marte, Virgilio Ramírez Pimentel, Elisa Rancier Valverde de Pérez, Carlos Alberto Ricart Vidal (don Baby), Manuel Antonio Roedán Veloz, Miguel Ángel Romano, Andrés Sallent Jürgensen, Julio Subero Montas y así, llenaría mi vida con esos recuerdos.

Fernando Peña Defilló
Me he asegurado de borrar a algunos insustanciales de mi vida, me siento libre de demonios internos y soy normalito; “normalito” como me dijo esta mañana mi querida amida Raquel Vicini, aunque solo en parte como le gustaría escuchar a mis incondicionales Rolando Guante y Jacinto Díaz. Eternamente vulnerable porque amo, perfectamente cabal para defenderme de los que matan tan mal y uno puede resucitar, pero indefenso ante los elogios.

Me siento si, afortunado, esta vida la he sabido tallar.

Hace un año Rafael Calderón, periodista dominicano, escribió: “a mi edad no aspiro a nada que no sea fácil. Y en asuntos de agradar he comprobado que es mucho más fácil ser agradable a Dios que a nuestros semejantes”.

Eso si, que nadie se pase de la raya, so pena de ser, como dice la gleba insurrecta e inculta: calumniado, vilipendiado, agraviado, difamado, malmirado, desairado en un agriodelimon. No lloro porque si llorara pudiera descubrir alguna pena en el alma, o en mi corazón, pero estoy más que convencido que el mañana siempre será maravilloso.


Gandhi dijo en algún momento: “la vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido”.

3 comentarios:

  1. ¡¡¡Excelente!!! Orgullosa de formar parte de manera indirecta de la Familia Cirio-Díaz.
    ¡Feliz Cumpleaños Luis!

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  2. ¡¡¡Excelente!!! Orgullosa de formar parte de manera indirecta de la Familia Cirio-Díaz.
    ¡Feliz Cumpleaños Luis!

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  3. ¡¡¡Excelente!!! Orgullosa de pertenecer de manera indirecta a la flia.Madera-Cirio y Cirio-Díaz.
    ¡Feliz Cumpleaños Luis!

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