jueves, 19 de septiembre de 2013

Vamos por partes


Vamos por partes (respuesta a un comentario de Américo Celado)… hasta este instante sigo esperando que alguien relacionado al deporte dominicano me señale las cosas donde he estado extraviado o en las que no he tenido la razón; como no tengo dos años en esto (me inicié en el año de 1977), el tiempo siempre ha sido magnánimo conmigo otorgándome lucidez en todo soplo. Quizás soy el único que ha denunciado las vagabunderías en ABADINA y FEDOMBAL por más tiempo. He pagado mi pitanza por señalar a tanto corrupto y nadie me ha doblado el pulso.

En el camino he entendido que aquí todos tienen un precio y cada día me encuentro con más gárrulos: unos ceden por un cheque, otros por un pasaje; los hay que son seducidos por una funda de mangos o una chata de whisky (no siempre del mejor). También aspiran a apartamentos, contratas de grado a grado y un largo rosario de sinecuras… ¿quieres que hagamos una visita a los apartamentos entregados en las administraciones de Leonel Fernández o Joaquín Balaguer?... ¿te atreverías de desnudar todo el periodista corrupto, empezando por los más serios, que bailaron en el gobierno de Hipólito Mejia?...

¿Por qué el travieso Luis Mercedes y su hijo, Luisito Mercedes, han tenido tanto éxito en los medios de comunicación del país?... pero, ¿solo en los medios de comunicación?...

Tu debes de saber mejor que yo que aquí hay periodistas que nunca han tenido un libro en las manos, que los hay quienes han escrito columnas para noticieros internacionales auxiliados por otras mentes más fecundas, que nuestro diarismo está plagado de firmas que no son lo que escriben; inclusive por si no lo sabias a José Rafael Lantigua se le preguntó por José Saramago y señaló que no lo conocía (busca la colección Anaquelitos de Ultima Hora) y ese carajo fue secretario de Cultura durante los 8 años de Fernández Reyna.

Si te refieres a mis infelicidades e injusticias, he de decirte que siento todo lo contrario. Tengo una familia funcional, una empresa propia en crecimiento, cada día mis escritos tienen más seguidores pese a que ningún editor cobarde se atreve a publicarlos, pero más importante aún, mi mejor obra es la de haberle inculcado a mis vástagos que tienen que ser hombres de bien y servir a la patria, no a servirse de ella. Si en verdad fuera triste y amargado, como esta prensa incapaz de redactar una nota correctamente, ha querido venderme, de satanizarme, me escondería y no sacara la testa a la luz pública, pero me encanta recibir cada día los rayos del sol.

Aquí hay gentes, periodistas incluidos, que le han inculcado a los hijos a beneficiarse de las finanzas públicas, de vivir eternamente con cargo a la nomina del estado, incluyendo a gente tan “prominente” como el clan Vincho Castillo. Hay aún gente de la famosísima “Banda Colorá” insertada en los medios.

Tengo unas manos que sirven más que lo que oran, me considero justo y quizás demasiado franco. Algunas veces he llegado a pensar que me he extendido más de lo suficiente frente a los demás, sin esperar nada a cambio; pero aquí hay muchos espantadizos e ídolos con pies de barro que se esconden en falsas posiciones. Gente que pretende vivir de glorias ajenas.

¿Podemos hablar de servicios comunitarios?... pregunta en el Mauricio Báez, donde tienes vínculos muy cercanos, sobre mis aportaciones a la botica del dispensario, siempre carente de todo medicamento y la que no tiene ningún doliente. ¿Sabes lo único que recibí como respuesta?... “cuanto es en efectivo lo que donaste”. Creo que eso es faltar al don de gente. Después, todo lo canalicé por intermedio de la señora Sobeida Guerrero y el presidente de la entidad, señor Saturnino Martínez. A este último, verdadero líder comunitario del sector de Villa Juana, un grupo de bandoleros lo quieren hacer papilla.

Todos los días de mi vida me levanto a trabajar desde que tengo 11 años de edad; he sido mensajero, vendedor, cobrador, periodista, encargado de un departamento de producción de medicamentos, jefe de promoción de una empresa farmacéutica, agente de jugadores de baloncesto, corresponsal de medios y quien sabe cuantas cosas más. Pero nunca me he retorcido, jamás me he arrastrado, pero tienes que saber que tienes muchos compañeros de profesión que tienen la barriga llena de callos.


Una sola vez he pedido ayuda y esta nunca llegó, pero el tiempo pasa y los hombres superamos las adversidades. A la persona a la que solicité un respiro y se comprometió conmigo a saldar esa momentánea situación quizás ahora se entere que le salvé a uno de sus hermanos de las garras de la Policía Nacional.

Para no hacerte el cuento muy largo, un día llega mi hermano y me pregunta si conocía a XYZ y le dije que si, a seguidas le pregunté que te pasó y me relató más o menos lo siguiente: “estaba en el supermercado Asturias de la 27 y se me acerca este señor; me pregunta si era hermano tuyo y al responderle que si, se me arrodilló, se afirmó de mis piernas y me dijo que todos los días le daba gracias a Dios porque tu te habías puesto en su camino. Aquello me pareció un acto de mal gusto, pero el tipo de verdad estaba agradecido”.

¿Recuerdas las gris-celdas?... ¿te acuerdas qué le pasaba a todo el que iba solo en uno de esos vehículos de la Policía Nacional?... pues a ese muchacho, ya convertido en hombre, que tu conoces y al hermano también, se lo arranqué a una de esas gris-celdas y evité que fuera machacado, torturado, golpeado y borrado de la faz de la tierra. Por si no lo recuerdas, las gris-celdas son uno de los capítulos más obscuros de la Policía Nacional, ahora bajo la jefatura de Manuel Elpidio Castro Castillo a quien ustedes los de Villa Juana pretenden vender como un ser impoluto.

No tengo temor, no guardo amarguras personales, pero no olvido; quienes me critican no se han preocupado jamás por conocerme, pero no me dejo arrastrar por ese populismo barato, oportunista y sin razón.

En lo referente a Ramón Rodríguez (El Teacher) repito que no está haciendo nada por el bien de la entidad; se está convirtiendo en uno más que pasó por ahí. En su caso esta es la segunda vez, pero nada diferente a Johnny Marte, Roberto Ramírez, Agustín Cortes, Candelario Hidalgo, y otros tantos que no recuerdo. Dos cosas los hacen vasos comunicantes, no han contribuido en nada al desarrollo de la actividad del baloncesto en la capital dominicana y todos han ido a buscar la bendición de Leonardo de Jesús Heredia Castillo, alias Leo Corporán, a quien todos pretenden colocarlo a la altura de los querubines, para después nadar en el desierto de la indiferencia.

Aquí termino, sólo para decirte que hasta el último día de mi vida estaré buscando desenmascarar a todo el farsante que ha terminado convertido en legión para esquilmar el país.










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