Caracas a 120 días
Los plazos se cumplen irremediablemente, la ejecución de los planes será
siempre la única vía que nos permitirá disponer de tiempo para las
celebraciones. La selección nacional absoluta de baloncesto, en la rama
masculina, está a 120 días de su presentación en el Pre-Mundial de Caracas y
hasta el momento nada se dice; el absoluto mutismo reina alrededor de la misma
sabiendo todos que es una enorme pasión que envuelve y llena todos los espacios
de sus seguidores.
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Rafael Uribe |
Como he señalado en varias ocasiones, cada quien tiene su propio equipo
en la cabeza, cada cual forma sus 12 jugadores de acuerdo a sus preferencias e
intereses, y cada uno tiene la esperanza de que sea su propia estructura la que
nos llevará a la gloria. Por supuesto, a la hora de hablar de la selección que
más nos conmueve las sugestiones y juegos hipnóticos salen a relucir.
Hay quienes han estado alrededor de la selección nacional vendiéndose
como piezas indispensables, buscando puntadas que terminan en verdaderas
putadas.
El baloncesto a los más exigentes niveles competitivos es más que una
selección, es una cultura, una exaltación, un sentimiento, pero sobretodas las
cosas es un equipo. No tenemos cultura y no me refiero a aquella que se
adquiere a través de libros, visitas a museos y exposiciones de arte o salones
de música; nos hace falta una cultura para templarnos como una estructura,
nacer desde la base y escalar por los meollos de la disciplina, por eso, cada
vez nos desmembramos en los grandes escenarios.
No contamos con el entramado del sentimiento patriótico labrado desde
nuestros inicios, pues dentro de nuestras fronteras el país y la sociedad nos
golpean rudamente desde antes del nacimiento; por eso vamos con tantas
deficiencias, con enorme sed de venganza, tratando de que las añagazas sean el
vehículo que nos conduzca a planos superiores.
Los dominicanos nos hemos convertidos en expertos la hora de formar
selecciones pero desde hace décadas no
tenemos un verdadero equipo: después de
aquella ilustre y aún venerada medalla de oro obtenida en el Centro-Basket de
Panamá en 1977, hubo que esperar que surgieran Soterio Ramírez y Franklin
Western para alcanzar nuevos podios. Pasaron 20 años y la química de Héctor
Báez, Hugo Cabrera, Víctor Chacon, orlando Cotes, Tony Fraden, Eduardo Gómez,
Kenny Jones, Aldo Leschchorn, Iván Mieses, Héctor –El Vikingo- Monegro, Vinicio
Muñoz Frank Prats, Manolo Prince, Winston Royal, Miguel –Pepe- Rozon, Sergio
Taveras (por estricto orden alfabético, porque en este mundo de mediocres
apandillados, nadie sabe, nadie sabe), no se repitió pese a que aparecieron en
el camino José Luis –Boyón- Domínguez, Mauricio Espinal, Víctor Hansen, Tito
Horford, José –Maita- Mercedes, José Molina, Pedro Leandro Rodríguez, Mario
–Lolo- Regus, Máximo –Tepo- Tapia, José –El Grillo- Vargas, y tantos más que la
memoria no me alcanza.
Soterio y Franklin, jugadores sin estruendos, lograron concitar la
atención de sus compañeros. Sin ser jamás los más coloridos, imponían respeto a
base de autoridad y confianza; al revisar las estadísticas eran también los que
más aportaban. Valientes capitanes que supieron sortear los mares tormentosos
de las competencias internacionales y colocarnos de nuevo ante la vista
sigilosa de todos.
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Eduardo Najri |
Desde siempre, República Dominicana ha tenido el privilegio de tener unos
jugadores atléticos hasta la saciedad, que llegan a ser la envidia de otras
naciones, pero con la enorme desventaja de que se han formado sin destrezas,
sin fundamentos; en el camino ha quedado el pulimento de sus virtudes y la
corrección de los aspectos del juego que han debido ser mejorados. Cualquier
acción voluntaria requiere cierto nivel de destreza motora para una ejecución
eficaz, también implica la elección de la acción a realizar. En algunos casos, la
situación de tener que elegir entre diferentes opciones puede ser muy sencilla,
en otras situaciones más complejas, la elección no se plantea desde una
disyuntiva sino entre varias posibilidades de acción.
Los deportes de equipo representan una situación todavía más compleja,
suponiendo un gran desafío en términos de toma de decisiones. En el baloncesto,
las pericias motrices que tienen lugar se caracterizan por la necesidad de adecuarse
al entorno cambiante de su desarrollo. Por tanto, en la ejecución de tareas,
además del componente técnico de la realización motriz, se requiere por parte
del jugador el empleo de conductas tácticas, que permitan una actuación
competente en cada momento del juego. Son habilidades motrices denominadas
abiertas, predominantemente perceptivas o de regulación externa. Las
habilidades abiertas requieren un nivel de atención selectiva para permitir la
percepción y el procesamiento de todos los estímulos significativos para
alcanzar la decisión óptima.
Restan cuatro
meses para la cita caraqueña y todo parece estar en un limbo que nadie quiere
tocar. El limbo es aquel lugar designado por los teólogos de la edad media a
donde debían ir las almas nacidas antes de la venida de Jesús y donde se
suponen están patriarcas como Sócrates, Platón y Aristóteles; por no estar bautizados
se les negó la entrada a los cielos, pero se les asignó un lugar separado del
infierno. Esas ánimas, descritas por Dante en La Divina Comedia , aguardan el
juicio final en estado de beatitud, eximidos del pecado y sus castigos, sin
llegar a la suprema felicidad del paraíso.
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Devon Collier |
Entramos, casi obligados, en terrenos donde nadie quiere
moverse pero en los que hay que atreverse y empezar a trazar pautas. No tenemos
a la fecha un entrenador nacional designado, tampoco un cuerpo de técnicos y
observadores estudiando el desempeño de los jugadores propios y extraños, nadie
sabe de un Devon Collier (6’08, Oregon State, hijo de Emely Peña; 12.6 puntos,
6.0 rebotes, 1.7 asistencias, excelente lance de media distancia, versátil y
brillante defensivamente) que los puertorriqueños amenazan con incluir, tampoco
de un Facundo Campazzo (5’10, Peñarol de Mar del
Plata, integrante del equipo argentino en los Juegos Olímpicos del 2012, jugador
rápido y ágil. Más bajo que la mayoría de sus rivales, pero logra suplir esa
falta con buen dominio de la pelota, un buen tiro exterior, y una defensa
intensa. Su entrenador, Sergio Hernández, lo ha graficado: "tremendamente
competitivo, muy inteligente y disciplinado).
Sólo Alex Rodríguez en las páginas del
Listín Diario y un chico que tiene una pagina llamada Dominicanos en Basket, brindan informaciones al respecto.
Hay que partir del hecho de que el último entrenador
nacional, John Calipari, no dejó nada para el futuro de la actividad en el
país; tomó un grupo de jugadores que le fueron mostrados, buscó unos
patrocinios y se ganó un dinero. Un hombre que vino a lo suyo y se encontró con
que otros estaban dispuestos a ofrecerles un pastel mayor, atrapar una pieza
para su reclutamiento y poco más. Aun sigo recordando sus palabras en el
auditorio de la Compañía Dominicana
de Teléfonos (CODETEL) en mayo del 2011: “he venido aquí a hacer negocios”.
Después, el más absoluto mutismo. Decir después en una nota de prensa que el
grupo debería ser manejado por un dominicano no es nada del otro mundo;
debería, si, ¿pero a quien debemos recurrir?... creo que tendríamos que
desenterrar del olvido forzado a los viejos robles.
El más reciente de los rumores indica que se tentó a Bill
Donovan, laureado entrenador de la Universidad de Florida en Gainesville, campeón
dos años consecutivos con el dominicano Al Horford en su escuadra, además del
puertorriqueño Walter Hodge, el francés Joaquin Noah, entre otros. Antes, como
señalamos, se tendieron redes alrededor a Tom Izzo (Michigan State), Bill Self
(Kansas), Sergio Hernández (Peñarol de Mar del Plata) y Néstor García (Boca
Juniors). García firmó hace varias semanas para hacerse cargo de la selección
nacional de
Venezuela.
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Sergio Hernández |
De los seguimientos, si se realizan se hacen en la más
desconcertante de las prudencias; conversando con varios jugadores hemos podido
captar la ausencia de comunicación efectiva. Nadie se interesa por la suerte o
la desgracia de los atletas, de los posibles nuevos integrantes del equipo
nacional, de los jóvenes que vienen subiendo. Con sus defectos y virtudes los
miembros o los probables integrantes de los seleccionados nacionales no pueden
ser tratados como una simple mercadería. Estos chicos, en su generalidad, están
dispuestos a entregarlo todo por la causa nacional.
El seguimiento debe ser impuesto por la gerencia; todo
indica que en los actuales momentos nuestra gerencia está acéfala. Hay pánico
en las oficinas de FEDOMBAL ante la posibilidad de que Eduardo Najri no
continúe al frente de la misma; con ello, su contraparte José Miguel Bonetti
Du-Breil y la empresa SouthGate. A estas alturas nada de definiciones, pero si
enormes contradicciones.
SouthGate tiene sus bemoles, además de la selección
nacional, el conjunto Leones de Santo Domingo en la Liga Nacional de Baloncesto
(LNB) ha resultado una carga pesada; en el béisbol profesional, los Leones del
Escogido tienen la obligatoriedad de tratar de mantener los estándares de los
últimos años, pese a la anunciada salida de su gerente general Moisés Alou.
Situaciones nada agradables.
La realidad indica que no se tienen todos los cabos
trabados. No hay nada tangible con relación al dinero que
aportaban la Secretaria
Administrativa de la Presidencia y el ministerio de Deportes, que
estaban en manos de Luis Manuel Bonetti Veras y Felipe Payano en la
administración de Leonel Fernández Reyna. Bonetti Veras es presidente de
SouthGate (Bonetti Veras y Bonetti Du-Breil tienen lazos consanguíneos). La
parte del ministerio de Deportes está muy condicionada, la actual cabeza de la
entidad ha dado muestras de ser escasamente espléndido con el caudal que
recibe. Se estima que entre ambas instituciones aportaban alrededor de un
millón de dólares.
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Felipe Payano |
Si SouthGate decidiera no inmiscuirse en el manejo de la
selección nacional más de un proyecto quedaría trunco; este año no se ha
escuchado ni por asomo la posibilidad de fogueos con equipos de otras naciones,
pese a que también el europeo de la especialidad se desarrollará de manera
paralela.
Hay jugadores que han estado en las últimas dos
concentraciones que han señalado públicamente que si Najri no participa en la
conformación del equipo no se enfundarán la franela nacional. Hace dos años,
para los Juegos Panamericanos de Guadalajara segundones de Najri trataron de
impedir que algunos integrantes no asistieran a las prácticas. Hay una
diferencia abismal en la forma de ver las cosas entre los jugadores dominicanos
y sus pares de otras latitudes, como Emmanuel Ginobili, Marcelinho Machado,
Richard Lugo, Jerome Mincy, Pau Gasol, Dino Meneghin, Dirk Nowitzki, entre
otros.
Cada dominicano desea que su equipo pueda brillar en lo más
alto del firmamento deportivo. La oportunidad de trazar un programa de cara al
futuro y sin contratiempos está siempre al alcance de las manos. En los
actuales momentos se debería realizar una convocatoria abierta, sin los
privilegios excluyentes de figuras que pululan alrededor de nuestra enseña y
alrededor del propio Eduardo Najri y sus compañeros; gente que busca dar
puntadas solamente si hay dinero, mucho dinero.
Si Najri regresa me gustarían dos cosas, primero que
anuncie de manera expedita cual será el futuro de la
selección, que amplíe los
programas hasta las categorías formativas y que integre a más personas al
proyecto nacional; segundo, que empiece a desoír las voces perniciosas que se
le han acercado, las mismas que siempre han querido decirle al oído lo que
jamás se atreverían a exponerle en publico.
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Luis Manuel Bonetti Veras y José Miguel Bonetti Du-Breil |
Si su decisión fuera no continuar, por cualquier motivo, es
de honor agradecerle las satisfacciones que nos ha brindado, pese en lo
particular no estar de acuerdo con las formas, pero por siempre estaremos obligados
que dentro de todas esa marea crispida que vivió nuestro equipo nacional lució
más estructurado; le estoy profundamente compensado porque demostró que si
podemos. Que a mucho labrar rompió barreras y se impuso, fundió voluntades, y
demostró que si se pueden alcanzar aquellos horizontes inmensos.
Tomando notas de Emilio Castelar (Cádiz,
Sep.07.1832/Murcia, May.25.1899), presidente de la primera República Española y
el orador más elocuente que conoció España, diré aplicándolas a la actividad
que nos referimos: voy defender las ideas del baloncesto dominicano,
si es que deseáis
oírlas. Estas ideas no pertenecen a ningún ser en particular, ni a las
asociaciones, ni a los hombres, mucho menos a los figurines; pertenecen a nuestra
humanidad. Basadas en la razón, son, como la verdad, absolutas, y como las
leyes de Dios, universales. Por eso la persecución no puede ahogarlas, ni la
espada del tirano vencerlas; pues antes que el tiempo desplegara sus alas,
fueron escritas en libros mas inmensos que el espacio, por la mano misma del
Eterno. Así, los hombres que se pierden en el Océano de la vida, los poetas que
adoran lo eternamente bello, los filósofos que leen la verdad absoluta en el
puro cielo de la conciencia, no hacen más que arrojarlas en ondas de luz sobre
la menta del pueblo.
Hace
ya largos años que un hombre encerrado en el secreto santuario de su propia
conciencia, se propuso regenerar el mundo científico, abriéndole horizontes
infinitos. Este hombre se llamaba Descartes. El demostró que la humanidad era
al mismo tiempo objeto y sujeto de la ciencia, y que debemos reconocer por
único criterio científico la razón, cuyo destino es herir a la autoridad, como
el rayo del cristianismo hirió los ídolos del Capitolio. Estas ideas
descendieron bien pronto de la mente del filósofo a la conciencia del pueblo;
porque la providencia difunde con su divino soplo en los entendimientos los
principios salvadores que han de regenerar a las naciones. Entonces, entre el
principio basado en las leyes del tiempo y el principio basado en las leyes de
la razón, se entabló una contienda que pone espanto en el ánimo; pero no
olvidéis que se desencadenan en la historia tempestades necesarias, que agitan
horriblemente la atmósfera, sin romper por eso la cadena que une a la tierra
con los mundos.
Algún
día irán nuestros hijos a registrar en las páginas de la historia los colosales
poderes que han vivido en apartados siglos, y les causará el espanto y la
admiración que a nosotros nos causan las pirámides de Egipto; y en su espanto
no sabrán que admirar más, si la inmensa grandeza de esos poderes, o la
afrentosa esclavitud de sus progenitores.
Pidamos que se realice la
fraternidad entre todos los hombres, y la fraternidad entre todos los pueblos,
porque todos nos encaminarnos a una patria que es el cielo. Pidamos que se
realice en todas sus aplicaciones la verdad cristiana; que la Justicia sea el sol de
nuestras esferas sociales; que las clases menesterosas reciban el pan de la
inteligencia, no del Estado sino de la libertad de su trabajo. El trabajo,
señores, que es a la propiedad lo que el cincel de Fidias es al mármol, debe
recibir de la justicia la debida recompensa. En fin, señores, pidamos a Dios
que Inglaterra sea verdaderamente aliada de la libertad; que Alemania, mente
del mundo, nos revele nuevos misterios de la ciencia, nuevos secretos del arte;
que Francia sacuda su letargo y vuelva a ser el tribuno de los pueblos; que
Hungría y Polonia rasguen sus túnicas de esclavas, y que Italia, esa prodigiosa
artista que regala con dulces armonías el sueño de sus señores, se levante
herida de sus recuerdos y recoja del suelo la rota lanza de Bruto y Cincinnato;
porque con ideas tan grandes, y con tan denodados guerreros, el triunfo de la
libertad será, sí eterno.
En lo que resta del camino, FEDOMBAL deberá plantearse los
lineamientos con la selección nacional, sea con Najri o sin él, pues Caracas
está a la vuelta de la esquina. De aquí en adelante solo hay reloj para correr. Esperamos lo mejor, nos preparamos para lo peor, nos olvidamos
lo que piensen los demás y haremos lo nuestro.
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