martes, 30 de junio de 2020


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y los nadie con aniquilar a quienes le sirven de contrapeso
(1-de-2)

Junio 23 del 2020


Apuntaba Camilo De Los Milagros en Rebelión (Abr.30.2015): «sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los escritores con aniquilar a Eduardo Galeano. Ellos, los buenos escritores, los de verdad, los grandes, imperecederos, inmortales, infinitos y otras cuatro cosas que empiezan por «in» pero que no voy a apuntar. Esos escritores que no se leen, sino que se venden (y aun así no se leen). Esos que no nos recomienda la vecina, sino la editorial. Esos que no ganan afectos, sino premios. Escritores de lentes redondos, de gestos decentes y gustos cobardes, se amamantan en vino extranjero degustando citas incoherentes. Cultos, impolutos, jactanciosos. Esos, los escritores de verdad, odian a Galeano, el escritor de verdades afiladas».
José Alberto Ortiz Beltrán

Cuando se abrió la puerta de la celda donde me encontraba en el Palacio de la Policía Nacional, en fecha que no recuerdo 1982 o 1983, por una pequeñez del tránsito, el agente balbuceó al abrir: «este no debe de estar muy lejos»… e inmediatamente después cantó: «Luis Rafael Madera Campillo». He de confesar que antes de que terminara de pronunciar mi nombre ya estaba a las puertas de aquel reciento. Momentos antes me sentí compelido y resignado para pasar la noche ahí; como imaginé que en algún momento apagarían las luces decidí ir a las instalaciones sanitarias, para no pasar ningún susto; en el camino me detiene otro recluso y me dice: «rubio, ¿tú eres hijo de Rafael Madera, verdad?»… asentí, e inmediatamente añadió: «aquí adentro siéntete como un príncipe, que no te va a pasar nada… yo vivo por los alrededores de la Clínica Núñez Olivero, y se quién es el viejo; así que tranquilo».

En la explanada del Palacio de la Policía, medio ensanche La Fe me estaba esperando; aquello fue una caravana como si hubieran ganado el Licey, o las Águilas Cibaeñas enfilando para Santiago. Antes me detuve en las puertas del despacho del oficial de guardia quien se había quedado con una cadena que me había regalado mi novia de entonces. El muy pendejo pretendió insinuar que se le había extraviado; «no ha pasado una hora desde que usted me la retiró, no quiso que se la entregara a mi hermano, así que si usted no quiere que el mismísimo José Félix Hermida González (a la sazón jefe policial) me le entregue personalmente, hágame el favor de devolverla». Parece que había pronunciado algunas palabras mágicas.
Fausto Julián Suero Bueno

Después de escuchar a José Alberto Ortiz Beltrán en Z-Deportes, edición meridiana, en esta misma fecha, se me desencajó la mandíbula. ¡No seamos pendejos!... hablar de bonhomía en Fausto Julián Suero Bueno, La Reina del Bochinche, es ir más allá de lo éticamente permitido; no hay un destello de luz en todo el universo que ponga sobre un escenario un simple gesto de candor de esta basurita humana. Siempre políticamente correcto, Ortiz Beltrán habló de un alma que en realidad no conoce, pero tampoco existe. Un carajo que por dos monedas de 10 centavos vende a su propia madre, aunque tenga que violar la bóveda del Banco Central de la República; pero que tampoco es capaz de explicar como hombre sus deslenguados calificativos, porque en términos estrictamente baloncelistos: se lebronea.

Ortiz Beltrán, representante legal de La Reina del Bochinche, aseguraba que este es una víctima de la Fundación Deportiva Minaya, apuntando que sólo: «se dedica a lograr que los jóvenes consigan becas en las universidades estadounidenses, Suero es una persona que se encarga de ayudar en el reclutamiento de talento a las universidades en el área de baloncesto, y que su labor inmediatamente termina cuando el joven es admitido en una universidad». ¿Qué de las jeepetas que han pedido esos angelitos que no tienen ni siquiera la vergüenza de esconder los colmillos?... ¿qué de las contribuciones para “las selecciones formativas” en camisetas, zapatillas, y otras menudencias? 
                                         
La Reina del Bochinche no tiene un solo musculo para defender decentemente una línea que salga de su boca, porque tampoco sabe escribir ni redactar. Adolece Rafelin de la testosterona suficiente para sacar molleros.


Que Suero Bueno estaría en la disposición de ofrecer declaraciones y colaborar con las autoridades en este caso en proceso, eso está en veremos. ¿Estar frente a unas autoridades judiciales le produciría los mismos efectos que provocó la figura del jefe de la Policía Nacional a Rafael Fernando Uribe Vásquez?... el tipo se orinó en sus pantalones en el despacho de Manuel Elpidio Castro Castillo.

A Suero Bueno lo trajo a mi vida Ángel Iván Brea Jiménez; y se lo llevó Uribe Vásquez. Cuando me lo presentaron, lo repetiré: me recitó tres Basketmania escritas en mi época del Listín Diario, que mínimo habrían de tener 20 o 25 años, y le participé: «mi hijo, yo no memorizo, no tengo esa capacidad»; para mi sorpresa me saltó con un excitado, casi orgásmico: «mi mamá me dice que usted es uno de los pocos periodistas dominicanos a los que se puede leer»…. ¡el sujeto estaba teniendo quizás su única ventisca rígida con solo haberme conocido!... ¡que bestia!... jamás imaginé que podía levantar esos entusiasmos.

De salida, ya más reciente, se anotó con: «mañana voy para donde Rafelin (Rafael Fernando Uribe Vásquez, vigente presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto) al Palacio de los Deportes, le está dando dinero a todo el que habla bien de él, le está pagando a gente con menos capacidad que yo, y a mí me hacen falta esos chelitos… ¿tú quieres acompañarme?».


«Todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cuál es”, frase célebre que se le atribuye al político francés del siglo XVIII, Joseph Fouché (May.21.1759 en Le Pellerin cerca de Nantes, Francia; Dic.26.1820 en Trieste, en esa época parte de Austria, actualmente en Italia), y que mucho repetía El Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo Molina (Oct.24.1891 en San Cristóbal; May.30.1961 en Santo Domingo), el problema es que a estas alturas ni Uribe Vásquez ni La Reina del Bochinche tienen estatura para alcanzarme. 

Implícitamente declaró, expresó, enunció, informó, comunicó, manifestó, que iba a payolear. ¡A confesión de partes, relevo de pruebas!... ¿payolea Julián Suero?... en mi íntima convicción el mismo lo reveló.

¿Puedo creer un comentario que salga de la boca de este albañal?... ¡por supuesto que no!... una de las últimas veces que soporté uno de sus monólogos me dijo: «todo lo que se de baloncesto lo aprendí de Iván Brea, Marlon Lembert Nicasio, Tony Disla». Brea y Disla fueron dos seres sin malicias, pero Lembert Nicasio fue un animal con ropa; imitador de todas las inflexiones narrativas del puertorriqueño Ernesto Díaz González, pero no de su energía, de la firmeza de sus comentarios, de la chispa en la descripción de los partidos.


Según las palabras de este sin concepto, hermenéuticamente un managüebo en mayúsculas, terminé siendo el cretino de los cítricos, el hacedor del derrumbe de su dignidad, y quien sabe cuántas cosas más. ¿Por qué no le pidió a muchos de sus favoritos que le escribieran unas cuartillas para solicitarle trabajo a Yacen Pujols en El Caribe?... ¿por qué no tomó otro rumbo para solicitar libros, revistas y media-guide del baloncesto en sus distintos niveles?... ocupaba mi tiempo pensando que por osmosis adquiriría conocimientos; cuando iba a emitir Donqueando, nombre arrancado de una memoria que debió respetar, por su falta de ingenio me solicitó parte de mi material para el espacio… le pregunté: ¿si decido apoyarte, cual seriia mi beneficio?... «quizás aparezcas en los créditos», respondió. Le subí los cristales. Los felinos podemos enseñar valentías, en el caso que nos compete, una rata jamás aprenderá, ni asimilará las nociones básicas.

Ahora, donde este mariquita, sin lugar a dudas, bugarrón, flojo arriba de un colchón, sin una relación que pueda contar, sin un polvo del que pueda vanagloriarse, quiso pasarse de listo, fue cuando le marchó a mis hijos: a todos le echó sus más apestosas flores; a uno de ellos lo llamó: mojón inorgánico. Ellos son los mismos a los que recurre, y seguro pasará después de leer estas líneas, para decirle: «dile a tu papá que baje el ritmo conmigo, que está siendo implacable, y yo aún lo quiero y lo respeto».

Lamentablemente, un servidor no cae en el juego que él mismo, y el propio Rafelin han sostenido, y tejido, con la Fundación Deportiva Minaya y sus directivos: se han acusado de todo, se han disparado con las armas más letales: traficantes de drogas narcóticas, proxenetas, homosexuales, mercaderes de jugadores de baloncesto, y a las pocas semanas están de paños y manteles, como uñas y mugre.


Un abrazo entre Rafelin y Lenny Rodríguez Minaya; apretón pechugón de Lenny a Rafelin; foto de familia de FEDOMBAL y la Fundación Deportiva Minaya en un clásico de mini-baloncesto, y el presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto se siente con la confianza de agarrarle una nalga a Rodríguez Minaya. Rafelin lanza al aire, a modo de poesía: «siempre traigo un abrazo de más, por si necesitas esconderte del mundo». ¡Ternura en su estado más elemental!

Suero Bueno lanza una correspondencia señalando que nada tenía que ver con la Fundación Deportiva Minaya (Jun.18.2020), muy mal redactada (tercero de primera: composición) pero estos fueron los que le protegieron cuando el escandalo con unos padres de muchachos que fueron estafados con las promesas de becas deportivas para sus hijos empezó a rodar. La NCAA es muy celosa con su nombre y su accionar, y las investigaciones no las realizan organismos dominicanos. Los demonios son ingratos con sus lacayos, Rafelin en su caída se llevara más de uno, incluyendo miembros del Comité Ejecutivo de FEDOMBAL, habrán patadas, saltos mortales, hombres por los aires, que bien merecidas tienen muchos, por legitimar tiranías a través de complicidades, negocios turbios, falta de transparencia y farsas electorales.


Al final lo que tenemos es una pugna por el envío de prospectos dominicanos a los Estados Unidos. Que se sepa, ninguno de los muchachos dominicanos ha accedido directamente al sistema universitario, todos recalan en escuelas secundarias. Uribe Vásquez quiere abrogarse el derecho de ser el único que puede enviar prospectos a los Estados Unidos, y sacar beneficios de ello. No quiere que nadie trate de contactar un colegio o universidad para que un muchacho dominicano pueda ir a estudiar. Eso se llama perversidad, mala fe, mala leche, y mucho hijo-de-la-gran-putismo. ¿Vamos a olvidar las condiciones que forzaron a Ángel Delgado a asistir a Seton Hall?... en la propia FEDOMBAL se le amedrentó por un trio que formaron Rafelin, Oliver Antigua y Pedro Pablo Pérez.

¿Dónde quedó el curso que firmaron FEDOMBAL con Manhattan College, vía los leviatanes de Stephen John Masiello Jr., Steve (Sep.02.1977 en White Plains, New York) y Pedro Pablo Pérez para la remisión de jugadores dominicanos a esa academia?... por ejemplo.
Luis David Montero

Los mismos pecados que se le imputan a la Fundación Deportiva Minaya (FDM) los comete Uribe Vásquez amparado en FEDOMBAL. ¿En qué condiciones marchó Luis Montero a Estados Unidos?... hubo que acompañarlo hasta Newark, que fue el puerto de entrada, porque todos estaban seguro de que iba a hacer rechazado si se enfrentaba solo a un oficial de migración. Con él viajó Víctor Sierra, después proscrito de FEDOMBAL.

¿Qué hay detrás de cada joven que FEDOMBAL ha enviado a Estados Unidos, y ahora con Jean Claudio Montero Berroa (Jul.03.2003 en Santo Domingo) a España?... ese último también tiene una colita que se le puede pisar, podríamos empezar por el pasaporte que se le expidió el Ministerio de Relaciones Exteriores gracias a las gestiones de la misma FEDOMBAL.


¿Declara Uribe Vásquez, los beneficios recibidos por esos servicios a las autoridades competentes en República Dominicana?... los médicos pagan impuestos, los dueños de colmado, los industriales, y estos buenos para nada: ¿lo hacen?... ¿se les olvidó Jeromy Rodríguez?... hasta el momento la carrera la gana Chris Duarte… ¿qué pasó con Chris Duarte?... ¿se borró de la memoria de todos que el Club Deportivo Fantástico de Puerto Plata fue impedido de competir y hasta de entrenar por expresa disposición del presidente de FEDOMBAL?... por qué con un equipo nacional que mide una cuarta del talón al culo no reluce el nombre de Rodney Miller… ¡cuero!... así llamó el puritano Uribe Vásquez a la señora madre de Miller.

¿Cuántos muchachos le han devuelto a Suero Bueno desde el mismo Consulado General de los Estados Unidos cazados al instante por mentirle al oficial diplomático?

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