miércoles, 20 de febrero de 2019


Se encueró Rafelin, como puta barata y nadie se lo pidió

Febrero 20 del 2019


Acéptenlo partida de imbéciles, tarados, chupamedias y muy posiblemente chupadores de otras cosas (pueden ser muchas, incluyendo un narguile o un miembro viril masculino), estoy a 40 años luz de ustedes. Aunque proclaman que no me leen, yo tengo que reírme. Con la soga en el cuello han tenido que darle paso a mis ideas y análisis, llevarlas a la práctica, tratar de marcar diferencias; espero que la hora no resulte demasiado tarde, aunque los créditos nunca me llegarán.
hombre desnudo sirviendo vino 

Hace varios años uno en ese redil me comentó: “señor Madera (agradezco la distinción), por si usted no lo sabe, es por mucho la persona más influyente del baloncesto dominicano, como ejemplo le diré que esta gente se levanta y antes de cepillarse los dientes encienden el ordenador sólo para revisar si usted ha escrito algo; si aparece una nota tienen a su Bello Andino (Rafael Bello Andino, aún entre los vivos, un servil que trabajó primariamente como taquigrafista de Joaquín Antonio Balaguer Ricardo y terminó siendo su persona de confianza; su hermana resultó la secretaria de mi papá cuando era ejecutivo de la desaparecida Sterling-Winthrop… la misma de “mejor mejora Mejoral”), quien tiene instrucciones de sacar copias y repartirlas a Rafelin, de quien le diré es quebradizo y burdo, Eduardo Najri (Najri Molini), José Miguel Bonetti (cuando acompaña a su carnal Eduardo en las aventuras del baloncesto), a los entrenadores, a los asistentes y a todo el de mediana jerarquía que acompañe a la selección nacional. Voy más lejos, Rafelin tiene instrucciones de que sus abogados examinen cada uno de sus artículos”.

Demasiados arribismos mediáticos ha tejido esta gente que al final nos han demostrado no saber nada de la disciplina, lo demuestran y lo exhiben, resultan hasta petulantes… ¡la ignorancia es osada y atrevida!; las bocinas de Rafelin llenan a los fanáticos de noticias falsas y desatinadas, pretenden lograr una idea insustancial de la realidad del baloncesto, apostando en que repollará la versión repetida de que estamos entre los mejores del mundo.


Rafelin es el mote simpático, quintopatiero y hasta lleva un quebradero de patita incluido, por el que todos conocemos a Rafael Fernando Uribe Vásquez, vigente presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), que a lo largo de su administración sólo ha servido para servir alimento diario a la manipulación y al engaño. Los que se han montado en esa carreta son tan laxos que prefieren adoptar el principio de que la verdad virtual y la verdad histórica son lo mismo.

Pretendiendo ocultar los escándalos, cada día genera uno que encubre el anterior, pero el sainete se le cae; con mentiras jamás se manipulará la opinión y la conducta de las personas. “Los purrucos” que no compró en El Conde, bailan con baterías potentes, piden para la gasolina y absorben publicidad. Sobran los ejemplos.

Lo que dejo aquí es sólo un uno o dos por ciento de lo que sé y lo que ronda por mi cabeza. Rolando Guante me preguntó en determinado momento si seguía activo en el baloncesto; le respondí: por lo menos dos horas de cada día dedico a estudiar, investigar, anotar, encontrar novedades y archivar material.

Por cierto, si alguna vez quieren conversar, tengo más de una docena de jugadores dominicanos listos para estar dentro de la selección nacional; los hay de todos los tamaños y colores; point-guard, aleros, tiradores y tres sobre los 6’10 de estatura, todos menores de 23 años de edad, con posibilidades reales de incrustarse en la NBA.

Rafelin reemplazó a Frank Herasme, después de colocarle todas las banderillas, y se le vio comprando una Black & Decker antes de decapitarlo. Los cambios de regímenes propiciados a las malas han sido un fiasco aquí y en cualquier lugar del mundo.


En medio de este ímpetu belicoso impuesto por la incapacidad negociadora del actual presidente de FEDOMBAL, conociendo su talante primario y su manifiesta tozudez por todo lo que tenga tufillo a ilegalidad, trasplantar versiones adornadas de un trujillismo que está presente en la vida nacional pero que jamás igualará aquello de cuando “la era era era”, “la nueva era” llegó infestada de e.Coli, y fracasó estrepitosamente. Uribe Vásquez y su corte de excepción jamás ha tenido apoyo solo la compinchería de los que dan las nalgas por batatas.

Se desnudó Rafelin y nadie se lo pidió, delante de todos, como su mamá lo trajo al mundo, renovando esa “sociedad aún machista y patriarcal que considera necesaria, como mariposita noctambula en “la bolita del mundo” del Centro de los Héroes de Santo Domingo.

De momento, otras obligaciones llaman, y por supuesto un largo trago de Glenfiddich. Como dice mi buena amiga Magali Lluberes: “siempre firme y adelante”.

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