Ansiedades que pican y se extienden a la
espera de esterilizar y exorcizar los demonios, quizás con un Collin
afilado
Agosto 02 del 2018
Finalizó el día catorce
(Ago.01.2018) en el marco de los XXIII Juegos Deportivos Centroamericanos y del
Caribe que se desarrollan en Barranquilla (Colombia), República Dominicana se
mantuvo en la quinta posición en la tabla de medallas. Sumó 95 (24 doradas, 25
plateadas y 46 de bronce); bajar a Venezuela del cuarto lugar luce quimérico
(142 en total; 31 de oro, 43 de plata y 68 de bronce) y más tenaz aún será que Guatemala
(77 en total; 19, 21 y 37) o Puerto Rico (70 en total; 16, 21 y 33) escalen más
allá de la sexta plaza.
Delante desfilan, ya muy lejos, México
(296 en total; 120, 100 y 76), Cuba (204 en total; 80, 64 y 60) y Colombia (228
en total; 64, 80 y 84).
Después de Toronto (Juegos
Panamericanos del 2015) los cubanos expusieron: “hemos conquistado tantas cimas que cuesta mucho mirar hacia ellas desde
abajo. Justamente, esos éxitos y las grandes hazañas alcanzadas se han
convertido en uno de los principales adversarios de deportistas, entrenadores y
autoridades que los dirigen, pues la exigencia siempre ha partido de superar lo
logrado” (Diario Granma, Jul.26.2015 de la firma de Oscar Sánchez Serra).
El
presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD), Luis Rafael Mejía Oviedo, a
quien todos conocemos por el envanecido mote de Luisin, nos estrujó a todos, de manera irresponsable que si el país
llegaba más allá de la quinta posición en el medallero se iría para su casa y
no diría nada. Imagino que de extenderse el intersticio que se produjo entre el
jueves en horas de la tarde (Jul.26.2018) y el sábado, en horas de la mañana
(Jul.28.2018), estaría como urraca parlanchina desde la misma Colombia. Pero no
pasó así.
República Dominicana no ha
alcanzado niveles óptimos en pruebas internacionales, pese a tener un fenotipo
similar a los cubanos, pero siempre es importante contar sus medallitas, mucho más
si están encomendadas a las santas vírgenes.
Toda hazaña alcanzada por un
dominicano es para admirar; los lauros quisqueyanos tienen una carga de
sufrimientos encima que resultan impensables en otras latitudes, inclusive las más
próximas. Para no abundar en casos: ¿no recuerda Luisin el oro logrado por Leyda Castro en las devastadoras pruebas
de heptatlon en los Centroamericanos y del Caribe de 1982 efectuados en Cuba
con apenas un 2.0 g/dl de hemoglobina en sangre, cuando los valores normales en
mujeres oscilan entre un 11.7 a un 15.7?... la Castro fue cuarta en los Panamericanos
de 1983 en la misma especialidad, frente a Conceição Aparecida Geremias (Jul.23.1956 en Campinas, São Paulo, 6084 puntos), Cindy Greiner
(Feb.15.1957 en San Diego, California, 6068 puntos) y la cubana Elida Ayeillé
(5755 puntos).
De esas epopeyas de la Castro, a
este 2018 han pasado más de 35 años, y las imágenes de nuestros atletas siguen
dando irritación; olvidados de piedra para esos que se aprovechan de sus
desempeños. Sin olvidar a donde llegó Félix Díaz después de su oro en
China-2008.
Los mensajes subliminales han
corrido a la orden del día, al paso de las horas antes del cierre se tornarán
incesantes. José Cáceres publicó en Hoy
(Jul.31.2018): “al comenzar la cuenta
regresiva de los Juegos, mucha gente se pregunta hasta cuando será la lucha
contra Venezuela”. El mismo periodista señaló (Ago.02.2018): “no hay que esperar llegar a la República
Dominicana para comenzar a evaluar los resultados arrojados en estos Juegos
Centroamericanos y del Caribe”… agregaba: “cuando se trabaja con
planificación, entrega y dedicación tienen que venir los logros y los éxitos.
Cuando se toma el camino fácil, de los lamentos y de trabajar pocas horas al
día, perdiendo el foco de su eje esencial que son los atletas, entonces la
cosecha siempre será pobre”.
¿Debimos superar a Venezuela en
estos juegos?... hay que recordar que esa hermana nación atraviesa por uno de
los momentos más penosos en toda su historia. No abundaremos esta vez en consideraciones
políticas. ¿No debimos estar más cerca de Cuba, por razones semejantes?... la región
es un hervidero de pasiones y no supimos aprovechar esta condición en los
momentos que corren. ¿No le alcanza al Cristian Casablanca que dispone Luisin para ver más allá de sus narices?
Pedirle honestidad, modestia y decencia a Luisin y compartes es difícil, aquí
nadie quiere abocarse a revisar cada una de las disciplinas con absoluta
entereza, los recursos humanos de las mismas y todo el presupuesto que se
dedica a las actividades deportivas (hay virtudes, recatos, decoros, y
composturas más allá del manejo de los fondos públicos, para que entendamos y
ningún coprófago venga a decir que le estoy diciendo cleptómano, aunque los hay
por pi’pa’).
El deporte nacional tiene muchos “técnicos”, pero nadie es capaz de
realizar un análisis profundo, pormenorizado y detallado; poco se hace por la
necesidad de competir y divulgar la sana practica deportiva. Aquí todos
conocemos primero a Luisin, Junior
Arias Noboa, Nelly Manuel Doñé, Luis Elpidio Cumba, Marcos Díaz, antes que a
Luguelin Santos, Jonathan Araujo, Antonio Tornal, Víctor Estrella, Wander
Mateo, Marileidy Paulino Violeta Ramírez, Ana Villanueva, Yamilet Peña, Estefania
Soriano, Zacarías Bonnat.
Más
honesto hubiera sido: si Republica Dominicana no supera o se mantiene en la quinta
plaza del medallero inmediatamente coloco mi renuncia para que otro se haga
cargo de la presidencia del COD. Hay intangibles que nadie quiere tocar.
Más
allá de los podios alcanzados en las últimas cuatro versiones de los Juegos Olímpicos,
la gestión de Mejía Oviedo no ha sido la más provechosa; sobrevivimos en un mar
plagado de tiburones que el propio COD se encargó de colocar en la alberca,
criarlos y multiplicarlos; estamos aferrados a una barca incapaz de sostenerse
mucho tiempo más.
Alguna vez nos hemos preguntado ¿qué guarda Luisin con sus silencios o con sus hipérboles
ante la bajeza en la que se desenvuelve buena parte del deporte dominicano?...
¿por qué los presidentes de las federaciones lucen cómplices entre si y no
promotores de sus respectivas actividades?... las objeciones a los reclamos ante las
solicitudes de los atletas, la escasa simpatía hacia la solidaridad olímpica,
los escándalos que se suscitan una y otra vez, los delatan. Hay ahí
quienes creen que replicando un ¡Dios bendice!... ya tienen el reino
de los cielos a sus pies.
La
cúpula del olimpismo dominicano considera que esas fatalidades que la adornan
los convierten en invisibles, pero no es así. El secretario general del COD
suspende a un candidato que le adversa por el pecado de pedir los estados
financieros de la disciplina que maneja; en la misma Federación Dominicana de
Lucha Olímpica (Acento, Sep.19.2015, bajo la firma de María Cabrera Rosario): “la directora del Centro de Estudios de
Genero de INTEC (Instituto Tecnológico de Santo Domingo), Lourdes Contreras, aseguró estar escandalizada por las recientes
denuncias realizadas a este medio por ex-deportistas menores de edad de la Federación
Dominicana de Lucha Olímpica, quienes fueron seducidas para tener relaciones sexuales
por parte de sus entrenadores a cambio de beneficios”.
El
presidente del futbol, tiene la marca de cesaciones de por vida para cualquiera
que ose presentarse en su contra. Osiris Guzmán Delgado está suspendido por la
FIFA y más de uno tiene los ojos puestos en él, incluyendo las entidades
recaudadoras del Estado Dominicano; en el lar nativo se considera por encima de
la Constitución de la República.
Tan
reciente como May.13.2017 José Luis Ramírez, a quien todos conocen por Borola, presidente de la Federación
Dominicana de Karate, fue baleado en la cara en las mismas instalaciones de la
disciplina; el agresor Geovanny Castro, instructor de la Policía Nacional fue
sentenciado a 20 años de cárcel y al pago de 6 millones de pesos dominicanos
como indemnización (129,870.13 dólares de los Estados Unidos de América, al
cambio de la fecha) en Mar.26.2018. ¿Alguien le preguntó a Castro que lo motivó
a cometer el hecho?... ¿es impoluto Ramírez al frente de la federación que
maneja?… ¿se presentará nuevamente a las elecciones de FEDOKARATE que deberán
celebrarse a finales de este mismo año?... ¿recuerda Ramírez el nombre de
Santos –Cocó- Eusebio, laureado
entrenador, a quien expulsó de la disciplina?... Ramírez es también
vice-presidente del COD.
Hubo
una presteza judicial inaudita en un país donde los casos tardan años en
resolverse, instancia por instancia; esta litis entre Ramírez y Castro corrió
sobre los rieles de un ferrocarril de altísima velocidad.
Demasiados
seres espectrales buscando alargar su tiempo amparados en el deporte vernáculo,
lleno de irregularidades. Todos escondiéndose para no responder antes las
reiteradas faltas; contando con el apañamiento de Luisin. Las dificultades son enormes, se sabe, pero a estos individuos
los caminos se les estrechan; cada vez más eluden respuestas que buscan una
réplica.
Los
liderazgos providenciales dentro del deporte dominicano dejaron de existir, esa
raigambre autoritaria que muestran los miembros de la cúpula del COD y de las propias
federaciones deportivas cayeron por el simple hecho de pretender continuar hasta
la eternidad con las mismas groserías y la falta de entrega; viviendo parasitariamente
del Estado Dominicano.
Luisin nos ha resultado crónicamente
débil, se ha valido de mucha gente y de algunas inconductas de relacionados
para “capear las tormentas”, para las elecciones del COD en diciembre
venidero ya dio riendas sueltas a Leonardo de Jesús Heredia Castillo, el mismo
a quien todos conocemos como Leo Corporán,
para desatar algunos conflictos
Recuperar la
confianza en
el deporte dominicano no puede ser pura casualidad, hay que empezar a sembrar, a
gestar un aprendizaje de cooperación con responsabilidad y definitivamente no
temerle a la democracia, un tema tan al alcance de todos, tan promocionado y
tan limitado.
EL
COD superó a Luisin, esa es la triste
realidad.
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