domingo, 27 de agosto de 2017

La Malinche del baloncesto dominicano

Me encontré en las redes sociales (Ago.25.2017) la siguiente perla: “para @RafelinUribe, @enajri es el jugador más valioso de la @FedombalRD”.

Me gustaría que alguien me explique. Así de simple.

Es difícil pedirle a la gente que tiene exposición pública que limite sus riesgos, porque no siempre se saldrá airoso de la aventura, muchas veces es arar en el desierto si hay carencia de valores, de principios, de dignidad. Aquí no hay vendedores de café en las calles populares que pasan de incógnitos, ni gente que tiene que ausentarse de sus hogares por varios días para recorrer pueblos en busca de clientes. Los viajes de este par no son odas al tedio ni a la soledad, quizás si con asiduidad aprovechan para asistir a clases de gimnasia y frecuentar amistades.

En el país muchos los quieren acompañar hasta el final de cada viaje, disfrutar de mágicas aventuras, según la percepción que se tiene, sin importar en qué nivel se desarrollen. Dicen las malas lenguas que a donde a asistido Rafelin ha servido de muchacho de mandado de Najri, mucho más si se encuentra presente Junior Alexander Páez Atiez, también conocido por el trillado mote de El Yipi, director administrativo de FEDOMBAL; ahí la servidumbre, la sumisión, y la mansedumbre alcanzan niveles altísimos. Aquello no deja de resultar intrigante y curioso; el amo feudal y su servidumbre. Tan machito que siempre quiere mostrarse el mentado Rafelin.

Diría el comediante Jochy Santos: “¡ayyyyyyyyyyyyyyy que lambon, que lambonazo, lambasasazo, lambon, lambon, lambon!”.

¡El chiste del día!, me dice un amigo a quien le pregunto por esta salida lisérgica de Rafelin.


@RafelinUribe es la cuenta de Twitter de Rafael Fernando Uribe Vásquez, presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) y @enajri es la cuenta de Twitter de Eduardo Najri, gerente de la selección dominicana de baloncesto, en su rama masculina. Gerente para los torneos que le parecen bien y a su gusto… que conste, no es una presencia permanente. Cuando los eventos pintan de bajo provecho económico se le entrega la gerencia a Raúl Peña, a quien todos conocemos como El Kobe, socio comercial de Uribe Vásquez en una agencia de venta de vehículos usados.

Najri ha recibido todos los elogios por parte de Uribe Vásquez, todos, el ciclo de enaltecimientos y glorificaciones se repite cada vez que la selección dominicana de baloncesto está en juego o en las reuniones de FEDOMBAL, como si ni existieran otros personajes con meritos suficientes. Najri, gracias a ese acto de arrastrarse hasta lo indecible, debe tener una pared llena de placas y pergaminos.

El paroxismo de Rafelin no es de este mundo, pero refleja la complicidad con este actor secundario del baloncesto, a quien la prensa y el dinero han querido potencializar. Se ha postrado para vender el baloncesto dominicano y su parte más comercial por unos pocos centavos; vende la actividad, vende el pedazo de patria que le toca defender, ello lo convierte en un vil traicionero, un lacayo rastrero.

¿Cuándo nos preguntaremos, qué aportes dejará este par al futuro de la actividad en República Dominicana?... mientras se entusiasma a fanáticos, el lance es una larga cadena de ocultamientos, medias verdades, mentiras que tratan de sostener un relato que hace tiempo fracasó.

La fórmula Uribe/Najri es pretenciosa, aburrida, una crónica amarillista predecible, buscando ser más de lo que se puede y debe, tratando de parecer ingeniosos, cuando ni siquiera desdeñan el humor más llano.

Hay mucho de desafiante mercantilismo en esta complicidad, pero poquísimo de estimulante para la disciplina, envuelta en la morosa modestia de ambos personajes. Una cita desafortunada cada vez que se encuentran. Ninguno está exento toda la arrogancia que reflejan. ¿Estaría esta sociedad comercial dispuesta a someterse a una auditoria independiente?... cada verano para los eventos FIBA nos engañan, se burlan descaradamente de todos, asesinan el baloncesto con premeditación y alevosía.

Ahora Najri señaló en Montevideo, que recibe dinero del Gobierno Dominicano. Ello confirma lo que señalé tiempo atrás, la oposición de Luis Manuel Bonetti Veras, también conocido por el descriptivo mote de El Pote, frente a Felipe –El Jey- Payano, ministro de Deportes y Recreación de Leonel Fernández Reyna en el periodo 2004-12. Tanto articuló su desden por Payano que le entregó los fondos que recibía la FEDOMBAL vía el ministerio a su sobrino, José Miguel Bonetti Du-Breil y a Najri por intermedio de la empresa SouthGate.


¿Dónde está el riesgo de la inversión privada?... eso es coger los mangos bajitos de manera descarada. Total, para luego, como hicieron con el Escogido, cerrar la puerta a todos los anunciantes que han querido acompañar a la selección dominicana. O somos tan ciegos que no hemos visto que en la retransmisión de los partidos de la selección nacional sólo se pasan comerciales del Grupo Najri o de la Sociedad Industrial Dominicana. ¿Eso es una práctica comercial deshonesta?

Rafelin es la Malinche del baloncesto dominicano; por si nunca supo quien fue la Malinche, que seguro nunca había escuchado este nombre, Malinalli Tenépatl, llamada la Malinche o Doña Marina, nacida en Coatzacoalcos, actual Veracruz, cerca del 1,500 y quien murió en lo que hoy es Ciudad de México, alrededor de 1527 fue una indígena mesoamericana, intérprete y compañera de Hernán Cortés, que desempeñó un importante papel en el proceso de conquista de México.

Hija de un cacique feudatario del imperio azteca y su lengua era la náhuatl. El tratamiento reverencial que recibía convertía su nombre en Malintzin. Fue vendida por sus padres a un cacique de Tabasco, donde aprendió la lengua de los mayas. Cuando el conquistador Cortés, llegó a la zona (Mar.12.1519), recibió como presente veinte jóvenes esclavas, entre las cuales se encontraba quien luego fuera bautizada como Marina, pasaría a ser más conocida como Malinche. Las jóvenes fueron repartidas entre los hombres de Cortés, resultando Malinche asignada a Alonso Hernández Portocarrero, quien hubo de marchar a España comisionado por Cortés en julio de 1519. Desde entonces, Malinche se convirtió en la amante del futuro conquistador de México, así como en su intérprete; primeramente asistida por Jerónimo de Aguilar.

Malinche prestó un importante servicio a los españoles como intérprete de las lenguas indígenas náhuatl y maya, llegando a ser incluso consejera y portavoz de Cortés en las negociaciones con los aztecas. Resulta especialmente significativa, en este sentido, su participación como mediadora en las relaciones entre Cortés y Montezuma II, emperador azteca, a quien aconsejó que se sometiera al monarca español para evitar la masacre de su pueblo. En 1523, Malinche tuvo un hijo de Cortés, Martín, el primogénito aunque ilegítimo del conquistador. En 1524 participó en la expedición que emprendió Cortés hacia la región de las Hibueras (Honduras), en busca del rebelde Cristóbal de Olid. Repudiada por Cortés se casó con uno de sus hombres de confianza, Juan Jaramillo, de quien dio a luz una hija, llamada María, poco antes de fallecer.


Ante esa roñosa podredumbre del baloncesto dominicano desfilan personajes y situaciones, una comisión de selecciones nacionales que nadie tomó en cuenta jamás, pese a ser nombrada por el propio Rafelin, disputas entre Najri y sus compartes cibaeños, por ver quien apuesta más dinero a su aventura dentro de la disciplina, entrenadores indolentes, asociaciones provinciales destartaladas, malentendidos que propician desgracias, pero que arraigan en una obscuridad mucho más profunda, un verdadero mal.

No soy un seguidor de Pablo McKinney, pero tomaré aquí unas líneas que escribió recientemente: “nadie esta obligado a hacer lo imposible, pero sí debe obligarse a ser digno. Pero como Benedetti, a mi no me interesan victorias indignas “que me llenen de vergüenza histórica o simplemente de vergüenza”.

Dice la Sagrada Biblia: “el hombre perverso cava en busca del mal; y en sus labios hay como llama de fuego”. De manera más llana: el hombre sin dignidad urde el mal, y sus palabras son como fuego abrasador.

Uribe Vásquez además de perverso, es cobarde con letras mayúsculas, retorcido, malandrín, libertino, pesetero, descerrajado, execrable pusilánime, descocado, insolente, inmoral, descompuesto, ordinario, rústico, ignorante, timorato, inculto, vende patria… ¡una vergüenza!... y aparte de todo lo anterior, se arrastra como un gusano.


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